«« | »» |
Prevén enviar más tropas a Afganistán |
Estados Unidos prevé enviar más tropas a Afganistán a mediados del próximo año, dijo hoy el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, en una visita a la base militar de la OTAN en la ciudad afgana de Kandahar.
Gates se reunió con el General David D. McKiernan, el jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán, para discutir sobre la situación de la región, informó el Pentágono.
El Secretario de Defensa se comprometió en la lucha contra la violencia extremista y afirmó que la misión se ampliará "significativamente", con más medios y más tropas de la comunidad internacional.
"Esta nación ha tenido muchas guerras en las últimas décadas", dijo Gates, "sólo juntos podemos vencer a los enemigos de Afganistán y asegurar la paz duradera que merece el pueblo afgano", recalcó.
La OTAN tiene desplegados en el país unos 48.000 miembros de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), entre ellos 18.000 estadounidenses, que actúan en paralelo con otros 15.000 militares de EE.UU. al frente de la misión antiterrorista Libertad Duradera.
La última palabra la tendrá el presidente electo, Barack Obama, cuando asuma oficialmente su cargo el 20 de enero, dijo Gates, pero la intención es enviar "dos brigadas más para finales de primavera" (una brigada en las fuerzas armadas estadounidenses tiene entre 3.000 y 5.000 soldados).
"Cuando tome posesión de su cargo, Obama tomará su decisión teniendo en cuenta las recomendaciones de sus mandos militares", señaló.
Otro de los objetivos será aumentar la capacidad del Ejército afgano, que actualmente cuenta con 80.000 miembros, hasta los 134.000 en los próximos cuatro años, para contribuir a la estabilidad del país.
Gates, quien asumió su cargo en 2006 cuando sustituyó a Donald Rumsfeld, continuará como jefe del Pentágono con la Administración Obama, anunció el presidente electo el pasado 1 de diciembre.
Según dijo hoy, "el sentido del deber" es lo que le ha llevado a aceptar el nombramiento en un momento que consideró "crucial" con las guerras de Irak y Afganistán abiertas y el reajuste presupuestario que tendrá que acometer el Pentágono.
Por su parte, McKiernan dijo que "por lo menos" se necesitan 20.000 tropas, "incluyendo más inteligencia, equipos de reconocimiento sobre el terreno, aviones, ingenieros y policía militar".
Los oficiales informaron a Gates de que las tropas serán para cubrir las áreas rurales y poblados remotos donde se cree que se esconden los insurgentes.
El general dijo que no cree que la insurgencia esté cada vez más fuerte, a pesar del aumento de la violencia.
"No veo la insurgencia cada vez más fuerte. Veo que la gran mayoría de personas que vive en Afganistán continúa rechazando lo que traen los talibanes", dijo.
McKiernan señaló que el aumento de la violencia es el resultado de que se está combatiendo en nuevas zonas, por eso dijo que se trabaja en reforzar la seguridad en zonas en las que no se operaba hace un años.
Explicó que los insurgentes y los grupos delictivos han cambiado sus tácticas y en vez de atacar grandes objetivos operan en grupos más pequeños atacando objetivos vulnerables, como los convoyes de organismos gubernamentales y de la policía.
En este contexto destacó que las fuerzas de seguridad afganas están cada vez más capacitadas y han aumentado la cooperación con las tropas estadounidenses.
"Ellos conocen mejor a este país, el terreno, la población y al enemigo mucho mejor que nosotros", dijo McKiernan, quien apostó por seguir trabajando para reforzar la seguridad en los próximos cuatro años.
(continue)
Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
► miércoles, 17 diciembre, 2008
La fuente, citada por el canal privado "Dawn", explicó que al menos un misil lanzado por un avión no tripulado impactó a última hora del lunes contra una vivienda de la localidad de Miranshah, capital de la región tribal de Waziristán del Norte, que linda con Afganistán.Consultado por EFE, el portavoz militar Basir Haider no pudo confirmar el ataque.
Desde septiembre se han registrado más de una veintena de ataques similares, supuestamente llevados a cabo por las fuerzas estadounidenses destacadas en Afganistán contra objetivos insurgentes del noroeste de Pakistán.
Las áreas tribales, un territorio que nunca ha estado bajo completo dominio del Estado, son refugio de numerosos grupos talibanes y miembros de la red terrorista Al Qaeda.
Aunque estas acciones suscitan el rechazo de las autoridades del país, fuentes militares y de inteligencia paquistaníes han asegurado a EFE que existe un acuerdo tácito y un intercambio de información de inteligencia para que se efectúen los ataques.
Los camioneros le temen al Talibán
Los camioneros en el noroeste paquistaní se rehúsan a seguir transportando los suministros que necesitan en Afganistán las fuerzas de la OTAN (Alianza del Atlántico Norte) y las lideradas por Estados Unidos debido al deterioro en cuestión de seguridad.
La decisión llega tras una serie de secuestros y ataques contra sus vehículos llevados a cabo por militantes del Talibán.
Al menos el 75% de los suministros que se transportan por tierra para las fuerzas extranjeras en Afganistán pasan por la Provincia Fronteriza del Noroeste y son vitales para las tropas que llevan a cabo la campaña militar contra los insurgentes talibanes.
No obstante, la caravana de camiones que salió de la ciudad paquistaní de Peshawar este lunes será la última por el momento.
A pesar de una escolta de decenas de soldados paramilitares, los conductores no se animan a continuar prestando este servicio.
No más hasta que mejore la situación
Desde septiembre de este año, el Talibán en Pakistán ha convertido a estos vehículos en blancos, plagiando no sólo los camiones -y robando su carga-, sino también a los conductores.
"En esta ocasión, nuestros camiones van en caravana pues ya estaban cargados de cosas", explicó Shakir Afridi, presidente de la Asociación de Transporte Khyber, refiriéndose al convoy que partió en la mañana del lunes.
"Pero dado el aumento en el número de ataques por el Talibán, no seremos parte de ninguna caravana que lleve suministros a las fuerzas de la coalición de ahora en adelante".
"El gobierno debe tomar control de la situación para que volvamos", declaró.
Afridi señaló además que las compañías de transporte estaban dispuestas a reconsiderar su decisión una vez el gobierno asegure la vía hacia la frontera con Afganistán.
La decisión representa un grave problema para la OTAN y las fuerzas de la coalición que en este momento dependen de las provisiones y equipos provenientes de Pakistán, de manera que están ahora tratando de encontrar rápidamente rutas alternativas.
Con esta nueva baja mortal se eleva a 134 el número de militares británicos muertos en Afganistán desde la invasión y ocupación por Estados Unidos y sus aliados en octubre 2001.
Gran Bretaña prevé enviar un contingente de 300 soldados entre marzo y agosto de 2009 para reforzar su presencia en el sur afgano, lo que incrementará hasta ocho mil 300 el número total de sus expedicionarios desplegados en este país islámico centroasiático.
Mientras, la cancillería afgana comunicó que el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, estará el viernes en Kabul por invitación de su par afgano, Hamid Karzai.
Según la nota de prensa, durante su estancia de 24 horas en esta urbe Zardari sostendrá reuniones privada y de nivel de delegación con Karzai acerca de las maneras para combatir juntos la insurgencia en ambos países.
El primer ministro de Australia, Kevin Rudd, visitó por sorpresa la víspera a las tropas de su país ocupantes de la provincia afgana sureña de Oruzgán y entregó regalos navideños a los soldados.
De acuerdo con la página digital del diario The Australian, Rudd viajó en avión desde Abu Dhabi, en el Golfo Arábigo Pérsico, hasta la provincia de Kandahar, desde donde se trasladó en helicóptero hacia Tarin Kowt para visitar a los 350 militares de su nación.
En enero el Pentágono enviará a 3.000 militares más y otros 2.800 llegarán al país asiático en primavera, pero los mandos militares ya habían solicitado el envío de al menos 20.000 efectivos en los próximos meses.
"Entre 20.000 y 30.000 es el margen del incremento total a partir del número actual. No tengo el número exacto", afirmó Mullen en declaraciones a los medios de comunicación.
"Hemos accedido a la petición y tengo muy claro que vamos a satisfacerla, por lo que no es una cuestión de si se hará o no, sino de cuándo", explicó. "Esperamos que estén allí para primavera, pero estarán seguro a principios de verano como muy tarde", agregó.
El general estadounidense David McKiernan, máximo comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) había solicitado refuerzos para frenar a la insurgencia talibán, muy fuerte en el este y el sur del país. En estos momentos hay unos 31.000 militares de Estados Unidos en el país entre los integrados en la ISAF, fuerza de la OTAN de 51.000 efectivos, o en la misión Libertad Duradera.
El principal destino de los refuerzos será el sur de Afganistán, donde apoyarán a las tropas británicas, canadienses y holandesas que han sufrido importantes bajas en los últimos dos años de combates.
"Allí es donde se darán los combates más difíciles. Cuando contemos con tropas adicionales allí creo que el nivel de violencia aumentará. El combate será más duro", indicó.
Mullen afirmó que el envío de más tropas a Afganistán tiene relación directa con la rebaja de efectivos en Irak. "Las fuerzas disponibles dependen de Irak. Si consideramos reducir las fuerzas en Irak en el próximo año, la disponibilidad de fuerzas para aquí, para Afganistán, aumentará", dijo.
El comandante estadounidense también defendió la necesidad de impulsar el desarrollo económico de Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, y de mejorar la eficiencia del Estado afgano.
"Es lo que va a marcar la diferencia cuando las tropas lleguen (...). Si no hemos logrado avances en el desarrollo y el buen gobierno, ninguna cantidad de tropas y ningún periodo de tiempo podrá lograr una solución", afirmó.
Por su parte, un vecino de la ciudad de Wana confirmó a la agencia Reuters por teléfono los bombardeos de los misiles, al tiempo que comentó que varios hombres de su tribu "abrieron fuego contra los aviones después de los ataques".
El vehículo alcanzado por uno de los proyectiles llevaba un arma antiaérea y un grupo de milicianos habían disparado contra el avión antes de que se lanzara el misil, explicó una de las fuentes de Inteligencia. La identidad de los milicianos muertos todavía está siendo determinada, pero la mayoría parecen ser paquistaníes.
Un tercer responsable de los servicios de Inteligencia aseguró que los aviones no tripulados lanzaron un tercer misil, pero que éste no causó daños personales ni materiales.
La aviación estadounidense ha llevado a cabo casi 30 ataques en Pakistán este año, según el recuento de Reuters, más de la mitad de ellos desde principios de septiembre, por la presencia de insurgentes talibán y de Al Qaeda que utilizan las montañas de esta región paquistaní para esconderse. Estos bombardeos han causado la muerte de más de 220 personas, incluidos combatientes extranjeros, pero también muchos civiles.
"Catorce niños y un soldado del Ejército Nacional Afgano quedaron entre los muertos", agregó.
La FIAS cree que la red Haqanni es directamente responsable del ataque.
Jalaludin Haqani, quien fungió como ministro y jefe del Estado Mayor del Ejército durante el régimen Talibán, es un colaborador cercano del jefe del Talibán, el mullah Mohammad Omar, y ha estado encabezando a los combatientes en el oriente de Afganistán para incrementar la presión sobre el gobierno afgano y contra las tropas internacionales desplegadas en la nación tras el derrocamiento del Talibán.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el sangriento incidente y lo calificó de ataque terrorista.
"Los enemigos de Afganistán, en otro acto antiislámico en el cual mataron e hirieron a más de 30 civiles inocentes en la provincia de Khost, demostraron una vez más que son verdaderos enemigos de Afganistán", dijo Karzai, informó el Palacio Presidencial en un comunicado.
Los conflictos y la militancia vinculada al Talibán han causado la muerte a más de 5.000 personas, entre ellas 2.000 civiles, en lo que va del año en el país.
(Xinhua)
Por el momento no se ha informado de víctimas tras el incidente. Ningún grupo se ha declarado responsable de lo sucedido.
La policía ha acordonado el lugar de la explosión y ha iniciado una investigación.
La región noroccidental de Pakistán ha sido escenario de una ola de atentados violentos e insurgencia durante este año.
(Xinhua)
El documento suscrito por Hamid Karzai, afirma que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN tienen que mantener a la población civil alejada de su objetivo principal que es la lucha contra los insurgentes.
Según estadísticas de la ONU, cerca de cinco mil personas, de ellas más de dos mil civiles, perdieron la vida en los primeros ocho meses de 2008 a causa de la violencia.
Mientras, un soldado canadiense murió y otros tres heridos por la explosión de una mina terrestre en una carretera de la conflictiva provincia sureña afgana de Kandahar, que eleva a 107 el número de militares de esa nacionalidad fallecidos en este país islámico centroasiático.
Portavoces militares confirmaron que los cuatro soldados viajaban a bordo de un carro blindado cuando el artefacto dinamitero estalló en el distrito en el distrito Shah Wali Kowt.
Los militares heridos fueron transportados por helicóptero a la base de Kandahar, ocupada por más de dos mil 750 efectivos canadienses de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), comandada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Según Azad, al menos 20 personas sufrieron heridas por la explosión, cuya cifra puede aumentar pues aún se rescatan personas de entre los escombros de cuatro comercios destruidos.
Un portavoz de los rebeldes afganos reivindicó vía telefónica ese ataque dinamitero y afirmó que ocho policías perdieron la vida.
Este es el segundo atentado con explosivos registrado en los últimos dos días en Afganistán.
La víspera, otro suicida atacó a una patrulla de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), comandada por la OTAN, en la conflictiva provincia sureña de Kandahar y causó la muerte de dos soldados ocupantes.
Según las últimas estadísticas de la ONU, cerca de cinco mil personas perdieron la vida en los primeros ocho meses de 2008, incluidos más de dos mil civiles y 293 militares de Estados Unidos y la OTAN, a causa de la violencia.
Los soldados estadounidenses murieron cuando una bomba casera explotó en el distrito Tarnak va Jaldak de la provincia de Zabul que limita con la provincia de Kandahar, donde dos soldados estadounidenses murieron el jueves, dijo la OTAN.
Previamente el viernes, más de 10 civiles, un alto funcionario policial y su guardaespaldas murieron y al menos 20 personas resultaron heridas en un atentado suicida con bomba en un mercado en la provincia de Nimroz, también en el sur de Afganistán, informó el gobernador provincial.
La prensa local indicó, citando a los oficiales de la tropa, que unos 600 militantes lanzaron ataques desde tres lados en la noche del sábado, usando cohetes contra un campamento principal de las fuerzas de seguridad en la zona que se encuentra entre las regiones tribales de Muhmand y Bajaur.
También señalaron que varios militantes extranjeros participaron en organizar los ataques junto con los militantes paquistaníes.
Las fuerzas de seguridad devolvieron con fuego de artillería, y el intercambio de fuego duró varias horas.
Los helicópteros militares acudieron a la zona para transportar cuerpos y soldados heridos a Peshawar, la capital de la Provincia Frontera Noroeste.
La zona tribal de Muhmand limita con la intranquila región tribal de Bajaur, y muchos militantes talibanes se desplazaron de Bajaur a Muhmand, debido a que existe una ofensiva militar más grande ahí.
(Xinhua)
Los rebeldes dispararon seis cohetes contra las terminales de Faisal y la de Khyber Ittifaq que destruyeron cuatro contenedores de vituallas.
A partir de ahora, las fuerzas de seguridad controlarán vehículos y peatones en las proximidades de los almacenes además de vigilar los nueve kilómetros de la carretera que cruza el paso del Khyber y otras rutas por las que circulan los camiones de la OTAN hacia Afganistán.
En los 13 primeros días de diciembre, los camiones aparcados en los centros de suministro de Peshawar fueron atacados en seis ocasiones.
Al menos tres personas murieron durante esos ataques, y unos 300 camiones, contenedores y vehículos blindados resultaron destruidos.
Por el paso paquistaní de Khyber cruzan la frontera a diario hacia Afganistán unos 300 camiones, de los cuales el 80 por ciento de suministros a las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos.
Según el vocero del Ministerio de Defensa, general Mohammad Zahir Azimi, el helicóptero cayó a tierra en medio de un temporal en el distrito Adraskan, en la provincia de Herat, cuando volaba hacia la vecina Farah.
Azimi precisó que el general Fazel Ahmad Sayar y otros 12 miembros del Ejército murieron en el accidente y que todos los cadáveres fueron recuperados y trasladados hacia la ciudad Herat, la capital homónima de la provincia.
Sayar era uno de los cuatro comandantes regionales del ejército de Afganistán, a cargo de toda la zona occidental del país.
Mientras, dos soldados británicos de la Fuerza Internacional para la Asistencia y Seguridad (ISAF) de ONU, comandada por la OTAN, perdieron la vida a consecuencia de una explosión dinamitera en la provincia de Helmand.
Con esas dos muertes suman 140 los militares británicos fallecidos en esta nación islámica centroasiática desde la invasión de Estados Unidos y sus aliados en octubre del 2001.
Más de seis mil 400 personas, incluidas más de dos mil civiles, murieron por la violencia en el 2008, según cifras brindadas por funcionarios afganos y de otras nacionalidades.
Esta mañana, Estados Unidos informaba que dos militares habían muerto en el atentado, pero horas más tarde,la portavoz de las tropas estadounidenses, Elizabeth Mathias, lo ha desmentido y ha informado de que seis soldados y un civil estadounidense habían resultado heridos.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Zemarai Bashary, informó de que se trata de un ataque suicida. La explosión se registró a las 09.45 hora local (05.15 horas en España).
De los doce miembros del personal militar estadounidense de la base todos ellos sufren heridas leves por los cristales rotos y escombros, aunque las murallas del perímetro no fueron penetradas.
El suicida realizó su ataque en un camino rodeado por barreras elevadas que se extienden entre la embajada de Alemania y Camp Eggers, el cuartel general de una unidad estadounidense que transporta al Ejército afgano y la policía.
Varios testigos contaron a la agencia Reuters que un camión de limpieza de fosas sépticas y varios vehículos ardían en el lugar y había manchas de sangre en el camino, mientras la policía cargaba los cuerpos en la parte trasera de una camioneta y transportaba a varios heridos a hospitales cercanos
Un portavoz talibán reivindicó el atentado a través de la agencia AFP. Los milicianos talibanes, que luchan por derrocar al Gobierno afgano apoyado por occidente y expulsar a las tropas extranjeras, han lanzado cientos de ataques suicidas en los últimos dos años aunque la mayoría de las víctimas han sido civiles afganos.
Fuentes del ministerio indicaron que el atentado suicida causó algunos heridos entre el personal de la embajada, así como daños materiales en el edificio.
Según fuentes de Kabul, en el ataque murieron al menos dos civiles afganos y 23 personas resultaron heridas.
El atentado se produjo a las 9.45 hora local (05.15 GMT) cerca de la base de Camp Eggers, cuando un suicida detonó una carga de explosivos que transportaba en su vehículo.
La insurgencia talibán, por su parte, asumió la autoría del ataque y precisó que uno de sus miembros, identificado como Shams-ul-Rahman, llevó a cabo el atentado a bordo de un vehículo Toyota Corolla y que entre las víctimas hay diplomáticos alemanes.
La calle en la que se registró el estallido es una zona habitualmente transitada por peatones, señaló un comunicado del mando militar de EEUU en Afganistán.
La operación, que tenía como objetivo eliminar a un comandante talibán, se realizó durante la noche en la provincia de Laghman, este del país.
Sin embargo, el presidente del consejo provincial de Laghman, Abdul Rahimzai, informó que perdieron la vida 21 civiles, entre ellos varias mujeres cuyos cadáveres fueron encontrados entre los escombros de sus viviendas destruidas por las bombas.
Por otra parte, un portavoz del ejército afgano informó de cruentos combates contra grupos guerrilleros en la localidad de Babra-Tahna, cerca de la frontera con Pakistán donde fueron abatidos al menos 12 guerrilleros talibán.
El portavoz dijo que los combates duraron mas de ocho horas y no informó sobre bajas en el ejército afgano.
Desde el pasado mes de agosto decenas de ataques similes en el noroeste de Pakistán, un semillero de militantes talibán y de al-Qaeda, han provocado duras críticas por parte de su gobierno a Estados Unidos, que está atacando la zona con misiles lanzados desde aviones no tripulados de la CIA controlados desde centros de operación en Estados Unidos.
Las operaciones se habían intensificado el año pasado tras la frustración dentro de la administración Bush por lo que considera el fracaso de Islamabad en detener el flujo de combatientes talibán y de al-Qaeda desde las regiones tribales hacia Afganistán. Obama ha hecho de Afganistán su principal prioridad de política exterior y durante su campaña presidencial había afirmado que iba a considerar el emprender acciones militares dentro de Pakistán si su gobierno era incapaz o no deseaba enfrentarse a ellos.
Los ataques se produjeron al día siguiente de que Obama nombrara a Richard Holbrooke, un ex-embajador de NNUU, enviado especial en la región.
Ocho personas murieron cuanto los misiles alcanzaron un complejo cerca de Mir Ali, un centro de al-Qaeda en la región de Waziristan al norte de Pakistán. Otras siete personas murieron más tarde cuando dos misiles cayeron sobre una casa en Wana, en el sur de Waziristan. Altos cargos locales afirmaron que el objetivo en Wana era una casa de huéspedes que pertenece a un miembro de una tribu pro-talibán. Afirmaron que tres niños además los familiares de este hombre habían muerto en el ataque.
Pakistán se ha opuesto a estos ataques afirmando que son una violación de su territorio que mina sus esfuerzos por hacer frente a estos combatientes. Se calcula que desde el pasado mes de septiembre Estados Unidos ha llevado a cabo unos 30 ataques similares que han matado a más de 220 personas.
(mas...)
El mando militar estadounidense argumentó que las víctimas eran milicianos talibán. «El objetivo de la operación era un comandante talibán sospechoso de organizar acciones armadas. Cuando las fuerzas de la coalición se aproximaron a su campamento, milicianos armados comenzaron a atacarnos», señaló en un comunicado. Los soldados contaron con apoyo aéreo.
Esta versión fue rápidamente desmentida por el gobernador de la provincia, Hamididan Abdul Rahmzai, quien, tras recoger los testimonios de la población local, aseguró que las víctimas eran civiles y que entre ellas había mujeres y niños. Los talibán negaron que entre los muertos hubiera milicianos suyos.
Karzai, que condenó «enérgicamente» la operación militar, remarcó que «bombardear aldeas, aparte de matar a civiles, no aporta ningún progreso en la lucha contra el terrorismo».
Lo del sábado no es un hecho aislado. El 6 de enero, otra operación llevada a cabo en Laghman mató a 13 civiles y 6 supuestos talibán. El día 19, 25 civiles perecieron un bombardeo en la provincia de Kapisa.
En agosto de 2008, casi un centenar de personas murieron en un ataque aéreo en Azizabad. En un primer momento, EEUU negó que hubiera víctimas civiles. Posteriormente, admitió la muerte de 33 civiles, pero tanto el Gobierno afgano como la ONU elevaron esta cifra a 90.
La cantidad de explosiones colocadas en los caminos se incrementó 33 por ciento en el 2008 en comparación al año previo, según el mando ocupante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
También, un grupo de hombres armados capturó a 10 constructores de una instalación para la policía en la provincia de Herat, en el oeste del país.
En un comunicado difundido en Kabul, las autoridades culparon a los rebeldes por ese suceso.
Mientras, el ministro de Defensa de Australia, Joel Fitzgibbon, expresó que su país enviará más soldados a Afganistán si la OTAN dispone de un plan de victoria sobre la resistencia.
Según una emisión desde Sydney de la radio ABC, Fitzgibbon manifestó que lo importantes es saber qué están preparados para hacer los demás Y si hay un plan para la victoria.
Asimismo, si existe una justificación táctica o estratégica para que hagamos más, y, como siempre, cuál es el peligro para los soldados.
Australia cuenta con mil soldados en esta nación islámica centroasiática, el país que más tropas ocupantes tiene después de las naciones miembros de la OTAN.
El atentado, que se ha producido en la carretera principal que comunica Kabul con la provincia de Maidan Wardak y con el sur del país. Maidan Wardak ha registrado un incremento de actividades violentas por parte de los milicianos talibán en los últimos años.
Cerca de 3.000 soldados, los primeros del contigente adicional de 30.000 soldados enviados por Estados Unidos, se establecieron en Maidan Wardak y en la vecina provincia de Logar el mes pasado.
El ataque se registró en la ciudad de Tirin Kot, capital de la provincia de de Urzugan, en el sur del país.
"Urzugan no es tan violenta como las de Kandahar o Helmand, pero el número de ataques se ha incrementado en la provincia", dijo Ian Pannel corresponsal de la BBC en Kabul.
El sur de Afganistán es considerado el epicentro de la insurgencia liderada por el grupo radical islámico Talibán, luego de que fuera derrocado por por una invasión encabezada por Estados Unidos en 2001.
Heridos
Juma Gul Himat, el jefe de la policía de la región informó que por lo menos 10 policías más resultaron heridos, pero que fueron dados de alta después de haber recibido tratamiento.
También relató que el atacante entró en la jefatura de policía e hizo detonar los explosivos que llevaba debajo de su uniforme mientras que un grupo de reservistas realizaban entrenamientos.
Miembros de las fuerzas militares extranjeras de la coalición, de la OTAN y elementos de las fuerzas de seguridad afganas son los principales objetivos de los ataques insurgentes.
Un portavoz del ejército afgano dijo a la BBC que sus soldados arrestaron a tres hombres que portaban chalecos suicidas muy cerca del lugar de los hechos.
"Combatientes islamistas rociaron con combustible una estación de camiones el martes de noche en Landi Kotal" a 10 km de la frontera, explicó a la AFP Rahat Gul, un responsable de la administración del distrito de Jyber. "Luego dispararon cohetes; ocho contenedores, que estaban sobre los camiones, fueron destruidos por el fuego. Otros dos resultaron dañados", añadió.
El responsable no estaba en condiciones de indicar si esos contenedores estaban llenos o vacíos ni si iban hacia Afganistán o volvían. El martes por la mañana, los talibanes paquistaníes dinamitaron un puente sobre una carretera, interrumpiendo el tráfico. Fue reparado parcialmente para que los vehículos livianos pudieran cruzarlo. Durante el día podrán volver a circular los camiones, prometieron las autoridades locales.
La mayoría de los equipos y víveres destinados a los soldados de la OTAN y de la fuerza internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán son trasladados por el paso de Jyber, cerrado en varias ocasiones en los últimos meses por ataques de los talibanes u operaciones del ejército.
Desde el pasado verano, los talibanes paquistaníes, aliados a sus pares afganos y a la red islamista Al Qaida, multiplicaron los ataques contra depósitos o convoyes de la OTAN en el paso de Jyber. La OTAN y Estados Unidos debieron alcanzar acuerdos para trasladar su material logístico por el norte de Afganistán, a través de algunos países de Asia Central.
Hazrat Ali dijo que los ataques contra los suministros de EEUU en Afganistán y contra escuelas continuarán hasta que el abasto quede completamente suspendido, añadiendo que el principial puente en Ali Masjid fue atacado para detener el abastecimiento de EEUU a Afganistán.
Además, amenazó a los transportistas para no llevar artículos de EEUU en Afganistán señalando que de lo contrario enfrentarán serias consecuencias.
La administración política local inició la reconstrucción del puente dañado en Ali Masjid a toda velocidad, Mientras tanto, continúa el paso de coches de pasajeros y de suministros de EEUU por una carretera de desviación, señalan reportes de la prensa local. La administración pidió a los habitantes locales que cooperen con las autoridades para eliminar a los infractores y criminals del área.
(Xinhua)
Ningún grupo se ha atribuido el ataque que ocurrió afuera de la mezquita Bargha del Imán Wadani en la noche. La mezquita se localiza cerca de una estación de autobuses en el centro de la ciudad.
El Consejo Shia Markazai dijo que informó a la policía local que existía la posibilidad de un ataque terrorista. Pero se quejó de que la policía no tomó medidas de seguridad suficientes.
Sin embargo, la policía dijo que recibieron órdenes de reforzar la seguridad de la procesión.
Los hospitales del lugar solicitaron a la población que done sangre porque están sufriendo escasez por el número de víctimas.
(Xinhua)
"Seis personas fueron abatidas y otras dos arrestadas en las dos viviendas, todos civiles", afirmó Graned.
El funcionario añadió que los habitantes locales se estaban preparando para trasladar los cuerpos de las víctimas a la vecina provincia de Kandahar, el centro de la región sureña de Afganistán, donde planean organizar una manifestación para reclamar justicia.
Hasta el momento las fuerzas internacionales no han emitido ninguna declaración.
Los conflictos relacionados con la insurgencia talibán se cobraron más de 5.000 vidas, más de 2.100 de ellas de civiles, en el año 2008, y se espera que los actos de violencia sigan creciendo en 2009 en el país.
El gobierno afgano anunció recientemente que buscaría una "decisión nacional" sobre qué se debe hacer con las operaciones militares de las fuerzas internacionales en el país si los soldados internacionales no cumplen el borrador de acuerdo que exige que se ponga fin a las víctimas entre civiles dentro del periodo de un mes.
(Xinhua)
La oficina de prensa de las fuerzas de coalición lideradas por Estados Unidos, con sede en la capital, Kabul, ha confirmado que están enterados del incidente.
Ningún grupo ni individual ha reivindicado la autoría del atentado, aunque los militantes talibanes han intensificado sus atentados contra intereses del gobierno y de las tropas internacionales desde comienzos de 2009 en la región oriental de Afganistán, que limita con Pakistán.
Más de 100 personas han perdido la vida en conflictos y actos relacionados con la insurgencia Talibán en lo que va de año en Afganistán.
(Xinhua)
Según el jefe de la policía local, Tahir Dad, el retén atacado tiene enorme importancia para el control del tráfico por carretera en la región administrativa de Bannu, donde operan los extremistas.
Horas antes, el Ministerio de Interior había cuantificado en 15 las víctimas mortales por los atentados, perpetrados esta mañana por un comando de siete talibanes.
Dos de ellos atentaron contra el departamento de prisiones, en el norte de la ciudad, mientras que un tercero murió por los disparos de la policía cerca del Ministerio de Educación y los otros cuatro agresores lograron asaltar el Ministerio de Justicia.
Allí, uno de los terroristas hizo estallar la carga explosiva que llevaba en el edificio, mientras que otros dos resultaron muertos en un tiroteo con las fuerzas de seguridad y el cuarto fue detenido.
Los atentados de Kabul, que recuerdan por su ejecución a los ataques de Bombay (India) de noviembre de 2008, han tenido lugar sólo un día antes de la visita a la ciudad del nuevo representante especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke.
Un funcionario de alta jerarquía de Pakistán, Rehman Malik, le pidió a Estados Unidos "prestar atención" al clamor unánime de sus compatriotas para que detenga los ataques con misiles en territorio paquistaní.
Malik dijo que el gobierno estaba haciendo todo lo posible para frenar las actividades de los militantes en la frontera con Afganistán y que los ataques aéreos estadounidenses violaban la soberanía paquistaní.
Más de 20
En los últimos meses, EE.UU. ha llevado a cabo más de 20 ataques aéreos desde aviones no tripulados en la zona tribal del noroeste de Pakistán fronterizo a Afganistán.
El presidente paquistaní, Asif Zardari, afrimó a una TV estadounidense que los talibanes están establecidos en grandes zonas del país.
"Estamos luchando por la supervivencia de Pakistán. No estamos luchando por la supervivencia de nadie más", afirmó Zardari a la cadena CBS.
Sin embargo, Islamabad lleva tiempo quejándose que este tipo de ataques complica su lucha contra los insurgentes, además de violar su soberanía.
Los líderes paquistaníes han expresado su esperanza que el nuevo gobierno estadounidense de Barack Obama ponga fin a este tipo de actos.
Pero Obama afirmó a comienzos de esta semana que no había duda que los talibanes estaban operando desde bases seguras en la zona tribal de Pakistán y que su país se asegurará que los paquistaníes seguirán siendo aliados en esta lucha.
Baitullah Mehsud
El último ataque estadounidense tuvo lugar el sábado por la mañana en un pueblo cercano a la ciudad de Ladha.
La casa pertenecía a un miembro de un clan local y habría sido destruida por dos misiles.
Testigos en la zona afirman que éstos fueron lanzados desde un avión espía estadounidense no tripulado y añadieron que era frecuentada por militantes afines al líder paquistaní talibán, Baitullah Mehsud.
La corresponsal de la BBC en Islamabad, Shoaib Hasan, afirma que Mehsud es uno de los hombres más buscados en la región.
Según el corresponsal, se cree que Mehsud estaría detrás de varios ataques, incluyendo el asesinato de la ex primera ministra paquistaní, Benazir Bhutto.
El campo de entrenamiento pertenecía al comandante afgano Behram Khan en el área Sur Pul de la región de Orakzai, explicó NNI.
Este es el primer ataque con misiles de un avión estadounidense contra sospechosos escondites de militantes Talibán en la región tribal de Orakzai.
Al calificar los ataques aéreos como "contraproducentes" en la lucha contra el terrorismo, Pakistán ha pedido a la administración de EEUU que suspenda tales ataques.
(Xinhua)
Sobre su segunda visita a China como presidente planeada para el 20 de febrero, Zardari dijo que la relación y amistad entre Pakistán y China fueron iniciadas por el ex líder paquistaní y suegro de Zardari, Zulfikar Ali Bhutto, hace unos 50 años.
"Siempre he considerado que uno aprende de la sabiduría de la historia y que se aprende de la sabiduría de los antepasados", dijo Zardari, en clara referencia a las grandes contribuciones que hizo Ali Bhutto para fortalecer la relación con China.
Zardari también mencionó que bastantes chinos trabajan en Pakistán y que también hay un gran número de paquistaníes en China, una señal de que las relaciones tradicionalmente amistosas entre los dos países están profundamente arraigadas.
Zardari dijo que su visita a China, que abarcará a la provincia central de Hubei y la ciudad de Shanghai, está destinada a explorar la cooperación de beneficio mutuo con los centros de desarrollo e industrial de China.
China fue el primer destino al extranjero de Zardari, cuando realizó una visita al país a mediados de octubre del año pasado.
(Xinhua)
Dos días antes, el soldado británico Darren Smith, de 27 años de edad, resultó muerto en el sureste de Sangin, también en la provincia de Helmand, añade el reporte oficial difundido aquí.
Esas dos bajas incrementan a 145 la cantidad de militares de Gran Bretaña muertos en Afganistán desde la llegada de las tropas de Londres a ese país en 2001.
Según el portavoz de las tropas estadounidenses, coronel Rick Helmer, ese ataque aéreo de precisión en el distrito de Guzara estuvo dirigido contra el comandante rebelde Gholam Yahya Akbari, quien perdió la vida junto con otros 15 insurgentes.
De acuerdo con ese parte militar, la operación se desarrolló a unos 20 kilómetros al este de Herat luego que las fuerzas estadounidenses recibieran información sobre la presencia de los supuestos rebeldes afganos en la zona.
Helmer, como es usual, indicó que carece aún de confirmación oficial de la muerte de civiles en ese bombardeo y señaló que sus tropas evitan en lo posible causar víctimas inocentes. Sin embargo, la denuncia de la muerte de civiles por Estados Unidos ocurre a pocas horas de que la ONU alertara que dos mil 118 civiles perdieron la vida en 2008 por los ataques aéreos de las fuerzas ocupantes de Estados Unidos y la OTAN.
También el informe de la ONU asegura que esos bombardeos continúan siendo responsables del mayor porcentaje de víctimas civiles para un 64 por ciento entre las muertes causadas a las fuerzas progubernamentales.
Afganistán y Pakistán comparten frontera, etnia, religión y cultura. Las guerrillas se mueven entre los dos territorios y por eso EEUU ataca territorio paquistaní (aunque la guerra supuestamente sólo es en Afganistán).
La influencia política de organizaciones afines al talibán es tan determinante en la zona del Valle de Swat, que el gobierno acordó ayer con un grupo civil pro taliban, la imposición de la Sharia (ley islámica) -que es propuesta por los sectores más radicales-, para que las organizaciones civiles del Valle, acuerden un cese al fuego en los combates que guerrilleros llevan adelante contra el ejército regular paquistaní y contra tropas de ocupación que usan ese corredor para aprovisionar a sus efectivos en suelo afgano.
La inédita decisión del gobierno asiático admite en los hechos la pérdida de jurisdicción sobre esa parte del territorio, ya que a partir de ahora los encargados de impartir justicia serán los grupos talibanes.
Los guerrilleros de Swat declararon una tregua de 10 días para facilitar las negociaciones.
Según el diario pakistaní Roznama Jasarat, las guerrillas al mando del pro talibán Maulana Fazlullah, ya estaban en control del 80 por ciento de la zona desde hace varios meses.
En Swat están completamente prohibidos la música, los cibercafés y los comercios de discos compactos. Maulana Fazlullah incendió 15 tiendas de discos antes del mes sagrado musulmán de Ramadán, luego de pagar 2.000 dólares a cada uno de los propietarios.
Las escuelas de Swat, especialmente las de niñas, fueron clausuradas. En agosto, el director de una escuela fue asesinado con una bomba colocada en su vehículo, porque se negaba a dejar de dar clases a las estudiantes.
El periodista Tufail Ahmad, también denuncia la sangrienta lucha que enfrenta a Sunnitas (pro talibanes) contra Chiitas por el control de la región.
De visita oficial en India, el enviado estadounidense Richard Holdbrooke, declaró ayer que "India, Estados Unidos y Pakistán tienen una amenaza en común", en referencia a la insurgencia que se desarrolla en las regiones tribales ya mencionadas. Esto podría ser preludio de una intensificación en los ataques contra Pakistán.
El emisario de Obama agregó: "Por primera vez en los 60 años desde la independencia, India y Pakistán y Estados Unidos se enfrentan a un enemigo que representa una amenaza directa para nuestros dirigentes, nuestras capitales y nuestro pueblo".
La senadora estadounidense, Dianne Feinstein, reveló que los ataques aéreos contra las áreas tribales se realizan desde una base dentro del propio Pakistán, y la agencia EFE, divulgó que en la ciudad de Peshawar, capital de la Provincia de la Frontera del Noroeste, se encuentra el centro de operaciones de la CIA, desde donde se planean los ataques.
La misma agencia publicó ayer la declaración de un agente de inteligencia, quien afirmó que "es evidente que EEUU cuenta con autorización y que está ampliando sus objetivos y su información sobre el terreno".
Según reveló el ex presidente paquistaní, Pervez Musharraf (un aliado incondicional de EEUU), en 2001 Richard Armitage, entonces subsecretario de Estado de EEUU (funcionario ligado a más de 60 mil asesinatos de civiles vietnamitas), le advirtió al director del ISI (servicio secreto paquistaní) que su país debía prepararse para ser bombardeado y volver a la "edad de piedra" en el caso de que no colaboraran en la invasión a Afganistán.
"La UNAMA registró en 2008 un total de 2.118 civiles muertos. El alza en la cantidad de víctimas, de casi el 40% respecto de los 1.523 muertos civiles registrados en 2007, es motivo de gran preocupación para la ONU", afirmó.
Según estas cifras, 2008 fue el peor año para los civiles desde la expulsión del poder en Kabul de los talibanes, a finales de 2001, por una coalición internacional liderada por Estados Unidos. Del total de víctimas, "1.160 (55%) al parecer murieron por elementos antigubernamentales y 828 (39%) por las fuerzas progubernamentales. La responsabilidad de la muerte de los 130 restantes (6%) no pudo ser establecida", precisó la UNAMA.
La violencia perpetrada por los insurgentes afganos, entre éstos talibanes, se redobló en los últimos dos años, a pesar de la presencia en ese país asiático de 70.000 soldados extranjeros. "La gran mayoría (85%) de las muertes de civiles causadas por elementos antigubernamentales ocurrieron en atentados suicidas o en la explosión de bombas", afirmó. "El año 2008 registró una clara tendencia de la oposición armada a perpetrar atentados en zonas residenciales, sin preocuparse aparentamente por las numerosas víctimas causadas entre los civiles".
En cuanto a las muertes de civiles atribuidas a las fuerzas progubernamentales, "los ataques aéreos fueron ampliamente responsables (64%)", precisó. Los errores cometidos durante los bombardeos de las fuerzas internacionales en Afganistán provocan la ira de la población y de la autoridades afganas, en particular del presidente Hamid Karzai. "Las víctimas civiles no son tolerables (...) pero debemos recordar que los enemigos de Afganistán son los principales responsables de las pérdidas civiles", reaccionó el portavoz de la presidencia afgana, Homayun Hamidzada.
Por su parte, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) proporcionó un balance diferente. "La cifra de la que disponemos habla de 237 civiles muertos en 2008 a causa de las acciones de la ISAF y de la coalición" liderada por Estados Unidos, declaró a la AFP un portavoz militar, el comandante Martin O'Donnell. Este aludió a "diferencias de metodología" para explicar la disparidad con las cifras de la ONU. Las fuerzas internacionales acusan también a los insurgentes de utilizar a los civiles como escudos humanos.
La UNAMA también expresó su preocupación por los miembros de organizaciones humanitarias. En 2008, 38 de ellos fueron asesinados, "dos veces más que en 2007", y 147 fueron secuestrados, precisó.
Musa Khan Khel, que trabajaba para Geo TV y el diario en idioma inglés The News fue asesinado en el área Matta del valle Swat en la Provincia Frontera Noroeste (NWFP en inglés), informó Geo.
Khan Khel fue enviado al área a cubrir las esperadas conversaciones entre el líder talibán local y un líder clerigo, según la agencia de noticias News Network Interntional (NNI).
Sufi Muhammad, jefe del Tehrik Nifaz-i-Shariat Muhammadi (TNSM) encabezó a cientos de sus simpatizantes para llegar a Matta para las conversaciones con el líder talibán Maulana Fazalullah para convencerlo de deponer las armas.
El TNSM había llegado a un acuerdo con el gobierno de la provincia NWFP de que Sharia sería impuesto en la división Malakand cuando se restaurara la paz en el valle Swat.
"Exigimos que el gobierno rastree a los asesinos y los castigue", declaró el canal Geo TV.
Ningún grupo se ha hecho responsable del asesinato.
Se trata del segundo periodista asesinado en el valle Swat en tres meses.
El ministro de Información Sherry Rehman condenó el asesinato de Khan Khel y dijo que los asesinos serán presentados ante la justicia.
NOTA: Esta noticia es multiple, visitar la fuente para obtener mas informacion,
El alto el fuego sigue a la decisión gubernamental de aplicar elementos del sistema judicial islámico, o Sharia, en el Valle de Swat, una demanda del clérigo que lidera a los militantes.
Los insurgentes calificaron de "muy positivas" las negociaciones con Islamabad y dijeron que es posible llegar a un cese el fuego permanente.
El movimiento Talibán, además, liberó a un ingeniero de telecomunicaciones chino que fue tomado como rehén hace más de cinco meses.
"Buena voluntad"
El corresponsal de la BBC en Islamabad Shoaib Hasan informa que los detalles del acuerdo de cese el fuego se anunciarán formalmente este lunes en la capital provincial, Peshawar.
El periodista agrega que el acuerdo lo suscribió el clérigo radical Maulana Sufi Mohammad este domingo luego de sostener un diálogo con las autoridades de la Provincia de la Frontera Noroeste.
"Anunciamos un cese el fuego como un gesto de buena voluntad durante las actuales conversaciones entre Maulana Sufi Mohammad y el gobierno", dijo Muslim Khan, portavoz de los militantes.
Igualmente funcionarios paquistaníes catalogaron de acto de buena fe la liberación del rehén chino.
A finales de 2007, los militantes se hicieron del control del Valle de Swat, que en el pasado fue uno de los destinos turísticos más populares de Pakistán.
NOTA: Esta noticia tambien aparece en "Pueblo en Línea".
"El gobierno de Punjab ordenó a la administración local clausurar el sistema de transporte de la OTAN", dijo el ministro de Ley Rana Sanaulah en la Asamblea.
El legislador opositor Sher Ali Khan presentó el asunto ante la Cámara y dijo que el sistema de transporte fue creado para abastecer a las fuerzas de la OTAN en Afganistán, añadiendo que armas y otros ítems han sido suministrados desde la estación.
El ministro provincial confirmó a la Cámara que una persona había dado el terreno en renta para los camiones de abasto de la OTAN, añadiendo que el área fue entregada sin permiso del gobierno de Punjab.
Sanaulalh mencionó que los camiones de abasto de la OTAN permanecen estacionados en el lugar antes de partir hacia Afganistán.
Los miembros de la asamblea provincial celebraron el cierre de la estación golpeando los escritorios.
Algunos funcionarios comentaron que alrededor de 70 por ciento del combustible y otros ítems que se abastecen a las fuerzas de la OTAN y de EEUU en Afganistán pasan por Pakistán.
(Xinhua)
Los ataques mataron a 30 y 31 personas respectivamente y, al parecer, el objetivo de ambos eran militantes de Baitullah Mehsud.
La escalada se ha producido mientras el gobierno paquistaní tenía que enfrentarse a las acusaciones apoyar los ataques en "privado" al tiempo que los condena públicamente.
Sus dificultades han aumentado con declaraciones de un número cada vez mayor de altos cargos en ambos bandos admitiendo el acuerdo y con las pruebas fotográficas de que, efectivamente, ha estado albergando aviones estadounidenses en una de sus bases aéreas.
Los ataques con los aviones teledirigidos han sido tremendamente impopulares en las zonas tribales paquistaníes y han provocado protestas generalizadas ya que han matado impunemente a civiles.
Con Pakistán luchando para mantener el control en la zona frente a la cada vez mayor insurgencia, es probable que la intensificación de los ataques exacerbe los problemas de credibilidad que tiene el gobierno paquistaní entre las tribus.
Según un portavoz de la ISAF, general Richard Blanchette, sus fuerzas tienen prohibidos dejar atrás cualquiera munición de guerra por lo cual se investiga para determinar lo sucedido.
Ese incidente se suma a un combate librado por las tropas dirigidas por la OTAN contra insurgentes afganos registrado en el conflictivo distrito de Sangin, situado en la provincia sureña afgana de Helmand, donde perdieron la vida varios civiles.
Un comunicado de la ISAF lamenta esas víctimas civiles, indica que los heridos recibieron tratamientos médicos y que se investiga ese suceso.
Según estadísticas de la ONU, dos mil 118 civiles perdieron la vida a causa del conflicto afgano, la mayoría por los ataques terrestres y aéreos de Estados Unidos y la OTAN.
Mientras, Alemania enviará a un contingente adicional de 600 soldados para ayudar a estabilizar la situación de la seguridad con vistas a las elecciones presidenciales previstas el 20 de agosto próximo.
Esto se comunicó por el comandante alemán Jory Vollmer durante una reunión para revisar la precaria situación de seguridad con oficiales afganos en la gran ciudad norteña de Mazar-e-Sharif, reportó la agencia de prensa afgana.
Más de tres mil 500 soldados alemanes se encuentran ocupando regiones del norte en Afganistán desde el 2002.
Los investigadores encontraron armas y municiones en el lugar de la operación y llegaron a la conclusión de que 13 civiles fueron muertos junto con tres militantes.
El ejército estadounidense había dicho que 15 militantes fueron muertos en el ataque aéreo antes de la investigación, pero el Ministerio de Defensa afgano dijo que "siete terroristas" estaban entre "varios civiles" muertos en el ataque, provocando que el ejército de Estados Unidos ordenara una investigación.
Más de 2.100 civiles fueron muertos en Afganistán el año pasado, 40 por ciento más que en 2007, según un reporte de las Naciones Unidas.
(Xinhua)
Sin embargo, no reveló si se encontraba algunos rebeldes importantes entre los detenidos.
Las tropa afganas, con el apoyo de la fuerza de paz de la ISAF (Fuerza de Asistencia para la Seguridad Internacional) liderada por la OTAN, han venido luchando contra militantes para asegurar una paz duradera en el país pos-talibán.
(Xinhua)
Según el rotativo, se trata de mecanismos que activan las bombas con control remoto y que son transportadas por voluntarios musulmanes que viajan a Pakistán.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, tuvo conocimiento de esos hechos durante su reciente visita de dos días a Pakistán.
Un experto en explosivos informó al ministro del hallazgo de componentes electrónicos procedentes del Reino Unido en bombas utilizadas por los talibanes contra el Ejército británico.
Cuando Miliband preguntó cómo habían llegado esos componentes hasta Pakistán, el experto le explicó que o bien se habían enviado desde el Reino Unido o los habían llevado musulmanes británicos hasta el país asiático.
Los ingenios utilizados por los insurgentes van desde teléfonos móviles cargados de explosivos hasta otros mecanismos más sofisticados que sirven para atacar vehículos militares.
Algunos de esos mecanismos electrónicos son muy elementales como los que se utilizan en el aeromodelismo, pero también hay otros componentes técnicamente más complejos que permiten llevar a cabo un ataque por control remoto hasta 1,6 kilómetros de distancia.
"Un civil afgano que trabajaba para las fuerzas de la coalición también murió", agrega el texto, que no precisa la nacionalidad de los soldados muertos.
Estas bajas elevan a 43 la cifra de soldados extranjeros muertos en Afganistán desde principios de año, la mayoría en atentados, según la página independiente 'icasualties.org'.
Además, 16 rebeldes murieron el lunes en combates con fuerzas internacionales y soldados afganos en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, anunció la coalición en un comunicado.
Una patrulla fue atacada por los rebeldes, que recurrieron a armas pesadas, morteros y lanzacohetes.
"Frente a esta amenaza, las fuerzas respondieron con ataques de precisión, tras asegurarse de que no había civiles en la zona", añadía el comunicado, sin precisar si se trató de un ataque de la aviación o la artillería.
"Dieciocho insurgentes murieron y dos soldados afganos" también, informó a la AFP el portavoz provincial, Daud Ahmadi. En la provincia vecina de Oruzgán también hubo enfrentamientos que se saldaron con la muerte de diez rebeldes, según las fuerzas de la coalición bajo mando estadounidenses y del ejército afgano.
Finalmente, dos civiles resultaron heridos en Kandahar al estallar una bomba el martes al paso de un convoy militar afgano, anunció el general Shair Mohammad Zazai.
Los actos de violencia de insurgentes afganos, entre éstos los talibanes expulsados del poder en Kabul en noviembre de 2001 por una coalición liderada por Estados Unidos, aumentaron en los últimos dos años, pese a la presencia en el país asiático de 70.000 soldados extranjeros.
Según el jefe del mando militar, general de brigada Shair Mohammad Zazai, la detonación se produjo al paso de una caravana del ejército afgano por una avenida, que ocasionó dos personas heridas.
Mientras, el portavoz de la administración provincial de Helmand, Daud Ahmadi, comunicó a medios informativos que durante enfrentamientos en el distrito de Nad Ali resultaron muertos dos soldados afganos, 18 rebeldes y heridos dos extranjeros de los cuales desconoce la nacionalidad.
Esa lucha comenzó cuando hombres armados atacaron a soldados afganos que escoltaban a policías.
En la provincia vecina de Oruzgán también se libraron combates en el distrito de Shaheed Hasa entre las fuerzas comandadas por Estados Unidos y los insurgentes afganos, que según un comunicado del Pentágono tuvieron 10 muertos.
De acuerdo con la nota militar estadounidense, sus tropas repelieron el ataque de los rebeldes, antes de pedir apoyo aéreo a la aviación que lanzó un bombardeo de precisión.
Gran Bretaña tiene desplegados ocho mil soldados en Afganistán, la mayoría concentrados en el sur.
Hasta la fecha, 148 efectivos de las Fuerzas Armadas británicas murieron en Afganistán desde que Estados Unidos invadió el país centro asiático en el 2001.
En otro hecho violento, seis soldados y tres civiles resultaron heridos al estallar una bomba al paso de un convoy militar en la sureña ciudad de Kandahar.
El artefacto explosivo, colocado al borde de un camino, fue detonado por control remoto.
Pero el atacante consiguió abandonar el automóvil y murió al estallar la carga explosiva que portaba adherida a su cuerpo.
De acuerdo con el comunicado militar estadounidense, tres empleados afganos resultaron heridos por las detonaciones.
Los lesionados fueron trasladados hacia un hospital de ese complejo militar aéreo para recibir tratamiento médico.
La vocera del comando del Pentágono, capitán Elizabeth Mathias, explicó a medios informativos en esta capital que se produjeron dos explosiones, primero de un vehículo y luego de un hombre que llevaba un abrigo repleto de explosivos y los hizo estallar en las cercanías de la base.
Mathias precisó que ningún soldado estadounidense estaba cerca, aunque tres empleados resultaron levemente heridos.
Mientras, tres soldados canadienses de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) murieron y dos resultaron heridos a causa de una explosión dinamitera en la conflictiva provincia sureña afgana de Kandahar.
El jefe del contingente canadiense, adscrito a la OTAN, general de brigada Jon Vance, confirmó a medios informativos que ese incidente ocurrió en el distrito de Agrandad, a unos 10 kilómetros de la ciudad de Kandahar, capital de la provincia homónima.
Vance explicó que esas bajas se registraron cuando una bomba estalló al paso de una patrulla de sus tropas.
Con anterioridad, fuentes de la ISAF reportaron este hecho, aunque sin especificar, como es costumbre, la nacionalidad de los militares ni el lugar del suceso.
El portavoz de la ISAF, general de brigada Richard Blanchette, sólo informó en Kabul las pérdidas de esos soldados y las condolencias enviadas a sus familiares.
Esas tres muertes elevan a 111 el número de militares de Canadá fallecidos desde que invadieron a esta nación islámica centroasiática.
Canadá mantiene una fuerza ocupante de dos mil 500 soldados en el sur del territorio afgano.
El portavoz dijo que hasta el momento ninguna organización terroristas ha reivindicado la autoría del atentado, probablemente organizado por agrupaciones afines al movimiento Talibán.
Dos misiles disparados por aviones sin piloto alcanzaron un campo de entrenamiento de los talibanes en la zona tribal de Kurram, cercana a la frontera afgana, según las mismas fuentes.
"Hemos recuperado 24 cadáveres", explicó a AFP el responsable de una organización caritativa local. El balance anterior era de 18 muertos.
"Los insurgentes siguen buscando entre los escombros", declaró a AFP un responsable de la administración local.
Un responsable de los servicios de seguridad paquistaníes, que pidió mantenerse en el anonimato, precisó que entre los muertos había "extranjeros", término utilizado para designar a combatientes de Al Qaeda. Agregó que 50 islamistas resultaron heridos.
Según otro responsable, los insurgentes realizaban ejercicios de entrenamiento en el momento del ataque.
La zona tribal de Kurram es una de las siete regiones semiautónomas cercanas a la frontera con Afganistán, donde las tropas estadounidenses luchan contra los militantes talibanes.
En esta región se han registrado más de 30 ataques con misiles, atribuidos a las fuerzas estadounidenses estacionadas en Afganistán, desde agosto de 2008, un mes antes de la llegada a la presidencia paquistaní de Asif Ali Zardari. En ellos han muerto más de 330 personas.
Para varios grupos de talibanes afganos y combatientes de Al Qaeda, estas zonas tribales del noroeste de Pakistán se han convertido en un refugio y sirven de base de retaguardia para lanzar ataques contra las fuerzas extranjeras en Afganistán.
"Dos miembros del servicio de la ISAF murieron en el acto y otros dos fallecieron a causa de sus heridas a causa del ataque producido por un Artefacto Explosivo Improvisado en el este de Afganistán", señaló el comunicado.
De ese suceso se responsabilizaron mujahidines del partido islámico Hiz-e-Islami del ex primer ministro Gulbudin Hekmatyar, que integra uno de los segmentos armados de la resistencia afgana contra los invasores extranjeros.
Según un portavoz de esa agrupación proscrita, Haroon Zarghon, sus guerreros sembraron dos minas en el distrito de Bati Kot que causaron ocho soldados muertos y dañaron dos vehículos blindados de personal.
Mientras, dos soldados británicos perecieron la víspera en una explosión cuando su vehículo blindado cruzó sobre una mina terrestre en el distrito de Garmsir, en la conflictiva provincia sureña de Helmand, limítrofe con Paquistán.
Otro soldado británico falleció el sábado último durante una patrulla al sur de Musa Qala, también en la provincia de Helmand. Con esas tres bajas mortales suman 152 los muertos de las tropas de Gran Bretaña desde que invadieron con Estados Unidos en octubre de 2001 esta nación islámica.
Un soldado francés murió asimismo el sábado durante un ataque de los estudiantes coránicos (Talibán) en el área oriental de Kabul y uno alemán falleció en un accidente de tráfico en el norte del país, según la OTAN.
Como es usual, el portavoz de la ISAF, general de brigada Richard Blanchette, ofreció sus condolencias a los familiares y amigos de los soldados caídos.
Con las muertes del domingo ascienden a 61 el número de militares ocupantes fallecidos en Afganistán desde comienzos de 2009.
Unos 70 mil soldados al mando de la OTAN y Estados Unidos junto con más de 60 mil colaboradores afganos pretenden vencer a una insurgencia que cada día incrementa el alcance de sus actividades desde hace un año.
No se han facilitado por el momento ni la identidad ni la nacionalidad de las víctimas.
Son los países los que se encargan de confirmar si los fallecidos son nacionales.
La mayor parte de soldados de la zona donde se ha producido el atentado es de nacionalidad norteamericana.
Las tropas de la OTAN destacadas en Afganistán incluyen soldados de 40 nacionalidades.
La muerte de estos cuatro soldados eleva a 61 el número de militares muertos en el país en lo que va de año.
En su página web, los talibanes han informado de un ataque a tropas norteamericanas en el distrito de Kot de la provincia oriental afgana de Nangarhar.
Según su versión, "varios" soldados norteamericanos murieron por la explosión de una bomba activada por control remoto que alcanzó y destruyó un tanque.
La Policía calificó de «muy grave» la acción de ayer. «Es la primera vez que viene un número tan elevado de milicianos», explicó Abdul Qadir Qamar, un alto responsable poli- cial, que consideró que se trató de «un ataque coordinado y bien planeado».
No obstante, desde Kabul, el coronel Greg Julian, portavoz de las tropas estadounidenses en Afganistán, minimizó el alcance de la acción. «Tenemos múltiples vías para garantizar que nuestras tropas tengan lo necesario», señaló. En su opinión, el ataque es «el resultado de la mayor presión ejercida sobre los insurgentes desde ambos lados de la frontera, que les han causado importantes bajas».
Julian, que confió en que el Ejército paquistaní refuerce la seguridad en las carreteras, agregó que «junto a las dos principales vías entre Quetta y Kandahar y entre Peshawar y Jalalabad, hay otras (de acceso a Afganistán) desde el Norte».
Sin embargo, la zona donde se encuentran las terminales es prácticamente un punto de paso obligado para todos los camiones que llevan suministros de comida, pertrechos y combustible a los soldados de la OTAN en Afganistán.
El mes pasado, Pakistán tuvo que suspender momentáneamente los suministros a las tropas extranjeras en el país vecino tras el secuestro de quince camiones perpetrado por la insurgencia en la principal carretera que une ambos territorios y el cierre del paso de Khyber, cerca de Peshawar. Este paso constituye una vía de suministro estratégica para las fuerzas de la ISAF, la misión de la Alianza.
Hace menos de una semana, los talibán quemaron una decena de camiones con equipamiento destinado a la OTAN en Afganistán, una acción en la que murieron dos personas.
El responsable policial Qamar explicó que tras aquel ataque se reforzó la vigilancia y el número de guardias en torno a los depósitos de Peshawar, pero no se pudo hacer nada ante la superioridad de los atacantes. «Preparamos una nueva estrategia para impedir incidentes como éste», añadió.
Las zonas fronterizas paquistaníes se convirtieron en refugio de los talibán afganos, después de que su régimen fuera derrocado por los estadounidenses durante la invasión que comenzó en noviembre de 2001.
Según un comunicado del Ministerio, el atentado causó la muerte de nueve agentes y dos civiles. Aparte, otras 29 personas, en su mayoría policías, resultaron heridas.
Agregó que otros cinco militantes que habían huído del compuesto y luchaban contra las Fuerzas también fenecieron y tres presuntos militantes fueron detenidos cerca del compuesto.
El informe añadió que las fuerzas conjuntas descubrieron armas y más de 230 kilogramos de materiales explosivos en potencia.
Los insurgentes talibanes que combaten a las tropas afganas e internacionales no han llevado declaraciones hasta ahora.
(Xinhua)
"Estamos buscando una estrategia global", dijo Obama en una entrevista para el programa 60 Minutos de la cadena CBS. "Y debe ser una estrategia de salida". Agregó que "debe interpretarse que esto no es una tendencia permanente".
En tanto, el ejército de Estados Unidos señaló en un comunicado que en un operativo junto a las fuerzas afganas fue asaltado un edificio en la ciudad de Imam Sahib, en la provincia de Kunduz, y fueron abatidos cinco supuestos militantes, detuvieron a cuatro y descubrieron un arsenal de rifles de asalto AK-47 y chalecos.
Esta versión fue desmentida por el alcalde de la localidad, Abdul Manan, quien aseguró que las tropas atacaron su casa y mataron a dos de sus guardaespaldas, un chofer, su cocinero y un pariente.
El jefe provincial de la policía de Kunduz, Abdul Razaq Yacoubi, negó que hubiera recibido alguna información sobre una operación conjunta entre tropas estadunidenses y afganas, y confirmó que el edificio atacado pertenecía a Manan.
Por otro lado, dos soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, cuya nacionalidad no se dio a conocer, murieron este domingo y un civil pereció el viernes en un ataque con cohete contra una base militar, en Kandahar, en el sur de la nación asiática, informaron fuentes militares.
Mientras, en Irak, la otra nación asiática invadida por Washington, el comandante de las operaciones de arresto de Estados Unidos, David Quantock, informó que en los próximos meses enviará ante la justicia iraquí entre 6 mil y 7 mil prisioneros que considera muy peligrosos.
Por otra parte, el Ministerio del Interior iraquí despidió a 62 mil funcionarios acusados de corrupción en 2006, de 500 mil personas que ahí trabajan, reportó el diario estadunidense The Chicago Tribune.
La ISAF añadió que Maulawi Hassan era un alto cargo de la insurgencia y una importante figura en el norte de Helmand, y que su influencia se extendía hasta la provincia occidental de Uruzgan.
"Maulawi Hassan estaba inmediatamente por debajo del alto cargo talibán Mullah Rahmatullah, quien dirige las actividades insurgentes desde fuera de Afganistán. Mullah Rahmatullah sustituyó a Abdhul Wali Akhund, quien fue abatido por los soldados de la ISAF en verano de 2008", añade.
Durante la operación también se confiscaron varias armas y componentes para fabricar artefactos explosivos.
Los conflictos y la violencia relacionados con la insurgencia talibán se cobraron las vidas de más de 5.000 personas, 2.000 de ellas civiles, en 2008. Se predice que estos actos de violencia se volverán más frecuentes en 2009 debido a que el gobierno de Estados Unidos ha anunciado que aumentará sus tropas en el país.
(Xinhua)
La fuerza estadounidense intensificó recientemente los ataques de aviones teledirigidos dentro de Pakistán desde Afganistán por temor a que Pakistán no pueda eliminar los escondites de militantes de Al- Qaeda y del Talibán en su territorio.
Pero el gobierno paquistaní ha condenado en repetidas ocasiones los ataques de misiles estadounidenses en su territorio.
(Xinhua)
Los hechos ocurrieron en torno a las 14.20 horas (10.20, hora peninsular española), antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciase su nueva estrategia para Afganistán, que incluye el entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas por parte de militares estadounidenses.
El comunicado cita al ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, quien aseguró que el incidente está siendo investigado y que se emprenderán "acciones correctivas". No es la primera vez que ocurre algo así en Afganistán, donde unos 70.000 efectivos de ejércitos extranjeros combaten a los milicianos talibán y a los miembros de la red terrorista Al Qaeda.
La violencia extremista ha reaparecido en Pakistán, que tiene capacidad nuclear, desde mediados de 2007, con numerosos ataques a las fuerzas de seguridad y contra objetivos del Gobierno y de Occidente.
Policías, fuerzas paramilitares y autoridades gubernamentales estaban entre la congregación de la mezquita próxima a la ciudad de Jamrud, a unos 30 km de la frontera afgana, cuando ocurrió el ataque.
El suicida activó los explosivos que llevaba con él cuando el imán comenzó el servicio.
"En el momento que el imán dijo Alá es Grande, ocurrió la explosión", dijo Tauseer Jan, de 70 años, desde la cama de un hospital cercano a la ciudad paquistaní de Peshawar.
"Fue enorme. Aún no puedo oír bien", dijo Jan, que tiene heridas en sus manos y cabeza. Su hijo y nieto también están heridos.
Rahat Gul, un portavoz de la administración de la región de Jyber, dijo que 50 personas habían muerto y 75 resultaron heridas.
En el momento del ataque habían en la mezquita entre 250 y 300 personas, dijo Tariq Hayat Jan, el máximo administrador de la región.
"Fue un ataque suicida. El agresor estaba dentro de la mezquita. Era un edificio de dos pisos y se derrumbó", dijo Jan.
El jueves, otro atentado suicida mató a nueve personas en un restaurante frecuentado por extremistas opuestos al masimo comandante talibán paquistaní en la sureña región de Waziristán, al suroeste de Jyber.
El atentado se produjo al mismo tiempo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaba una nueva estrategia para erradicar a el Talibán y Al Qaeda de Afganistán y de Pakistán.
“La gente lloraba. Nunca había visto semejante destrucción en toda mi vida”, agregó Jan.
El paisaje de la mezquita era desolador. Se veían decenas de camisas, de gorros blancos y de zapatos empapados de sangre y esparcidos entre los escombros, y también bloques de hormigón aplastados sobre un suelo donde yacían muertos y heridos.
Una nube de fieles dispuestos a rezar huían del horror a gritos. La mezquita de la pequeña ciudad noroccidental de Jamrud quedó presa de pánico.
“Estaba escuchando al imán que iba a dirigir el rezo. Aconsejó a los fieles que se pusieran en fila porque iba a empezar la oración”, contó Jan.
De la mezquita quedan en pie los dos minaretes entre ruinas ensangrentadas. Eran asiduos a ella los policías y paramilitares de los Jiber Rifles, la unidad a cargo de la vigilancia de la frontera con Afganistán, desplegados en esta región tribal para luchar contra los talibanes y demás grupos islamistas.
Los responsables de seguridad sospechan que el atentado es una represalia por las operaciones emprendidas por las fuerzas paquistaníes contra los islamistas en Jiber.
Y es que la insurgencia está muy arraigada en esta zona tribal atravesada por el célebre Paso de Jiber que une la gran ciudad de Peshawar y la frontera afgana, donde los talibanes atacan con frecuencia los convoyes de abastecimiento de las fuerzas de la Alianza Atlántica en Afganistán.
Entre las idas y venidas de las ambulancias para el traslado de los heridos, los socorristas removían los escombros. Otros cubrían los pedazos de cuerpos con trozos de telas o envolvían los cadáveres en mantas sucias para llevárselos.
“Había unas 170 personas en la mezquita en el momento del atentado”, calcula Zahirulá, de 19 años, otro testigo.
“Estoy sano y salvo porque no pude encontrar sitio en el interior. Tuve que quedarme fuera, cerca de las escaleras. El ruido de la explosión fue tan violento que perdí el conocimiento durante un rato. Es un milagro que no esté herido”, reconoce.
"Están teniendo un efecto, pero si continuarán o no es algo que corresponde decidir al Gobierno paquistaní y a nuestro Gobierno trabajando codo con codo y en colaboración", explicó el general. "Los ataques han hecho dos cosas: primero, se han dirigido muy específicamente contra Al Qaeda; y segundo, producen muy pocos daños colaterales", agregó.
Ésta es la primera vez que un alto cargo del Gobierno estadounidense habla 'on the record' sobre esta cuestión. Las autoridades estadounidenses normalmente no admiten su implicación en estos ataques y lo que suelen hacer es decir a los periodistas que contacten con las autoridades paquistaníes para que les aclaren si realmente ocurrieron.
Los bombardeos fueron ordenados en un principio por el ex presidente George W. Bush, pero la Administración Obama ha seguido llevando a cabo esta estrategia y además algunos altos cargos han indicado recientemente que los aviones no tripulados podrían ampliar sus operaciones a la provincia de Baluchistán, en el oeste del país.
El consejero de Seguridad Nacional explicó que la nueva política de Estados Unidos hace más hincapié en Pakistán que el que se hacía en el pasado, algo que consideró "normal" porque "es un problema más nuevo".
Jones destacó que las relaciones entre Washington y Pakistán están en un "modo de reinicio". "Quiere decir que estamos teniendo un diálogo muy intenso. Estamos construyendo una confianza entre las Fuerzas Armadas" de ambos países, añadió.
NO HABRÁ TROPAS DE EEUU EN PAKISTÁN
No obstante, lo que ya ha quedado claro es que Estados Unidos no tiene intención de enviar tropas a Pakistán, y así lo ha confirmado el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Sur y el Centro de Asia, Richard Boucher, quien indicó que los paquistaníes, un "aliado de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo", están actuando en su territorio.
"Nosotros operamos de forma diferente al otro lado de la frontera", dijo en referencia a Afganistán. Boucher afirmó que Estados Unidos entiende y "respeta" que los paquistaníes no quieren que las fuerzas estadounidenses se desplieguen en su país. "Pero, al mismo tiempo, queremos asegurarnos de que les apoyamos adecuadamente", agregó.
Por su parte, el representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, subrayó que la lucha para llevar la estabilidad a las zonas fronterizas de Pakistán es "el desafío de mayores proporciones" al que se enfrenta el nuevo plan de Obama porque Islamabad ha impuesto un límite. "La línea roja es inequívoca y el Gobierno la ha expresado públicamente: no a las tropas extranjeras en nuestro territorio", dijo.
Los disparos de cohetes a viviendas de esas regiones causaron hasta la fecha más de 400 muertos civiles entre los pobladores, de acuerdo con jefes tribales y fuerzas de seguridad paquistaníes.
En un comunicado distribuido a la prensa en Islamabad, Basit subrayó que es importante que la administración estadounidense tenga en cuenta esos ataques aéreos en su nueva estrategia operacional.
La preocupación de Paquistán al respecto se transmitió al más alto nivel del gobierno de Washington, señaló el vocero de la cancillería.
Medios informativos comunicaron que el presidente Barack Obama conversó telefónicamente ayer con su par Asif Ali Zardari antes de informar acerca de sus nuevas políticas hacia Afganistán y Paquistán.
Con anterioridad, el influyente diario The New York Times reportó que Estados Unidos considera ampliar su cobertura de guerra a Paquistán, atacando a la provincia de Baluchistán, ubicada en el suroeste de este territorio.
No obstante, el camión fue inspeccionado por soldados afganos que con ayuda de las tropas internacionales ISAF fue retirado de la zona y desactivado mediante explosión en un lugar seguro donde no causó víctimas.
La ciudad de Jamrud se encuentra cerca del paso de Khyber, a través del cual Pakistán envía un 80% de las mercancías destinadas a los efectivos de la OTAN y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán.
Expertos occidentales sospechan que en las áreas tribales fronterizas con Afganistán han encontrado refugio muchos militantes del movimiento Talibán y de la red terrorista de Al Qaeda.
Otros oficiales de la policía afirmaron que el número de víctimas puede ser más importante a causa de la violencia del tiroteo entre las fuerzas del orden y los asaltantes.
Refuerzos policiales, a bordo de vehículos blindados, llegaron al lugar y cercaron los alrededores del centro de entrenamiento, un gran edificio rodeado de zonas verdes. Un intenso tiroteo se produjo durante buena parte mañana.
Según las primeras informaciones suministradas por la policía, asaltantes armados, disfrazados de policías, se introdujeron en un centro de entrenamiento de la policía situado en Manawan, cerca de Lahore, la segunda ciudad del país. "Hombres armados no identificados atacaron un centro de entrenamiento de la policía, ya alertamos a las tropas de élite", declaró a la prensa un alto funcionario policial, Mumtaz Sukhera. "Hombres armados no identificados con uniformes policiales entraron en el centro de entrenamiento", declaró a la AFP un alto funcionario policial, Inam Wahid.
Las televisiones mostraban en directo a policías que reptaban por el suelo mientras otros se protegían detrás de sus vehículos, al tiempo que un tiroteo nutrido oponía a las fuerzas del orden y a los asaltantes.
Lahore, la gran ciudad del este de Pakistán, fue el pasado 3 de marzo escenario de un espectacular ataque realizado por un comando de una docena de hombres armados contra los jugadores de la selección de cricket de Sri Lanka, que dejó ocho muertos, dos civiles y seis policías de la escolta. Los asaltantes lograron huir y no han sido descubiertos hasta la fecha.
Atentado a una mezquita
Al menos 48 personas murieron el lunes y 80 resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado en una mezquita en la zona tribal paquistaní de Khyber, fronteriza con Afganistán, informó una fuente oficial citada por el canal privado "Geo TV".
El atentado tuvo lugar en una mezquita repleta de fieles con motivo del día de oración musulmán en el área de Jamrud, cerca de un puesto de las fuerzas de seguridad y no se descarta que la cifra de víctimas pueda aumentar.
"Cuarenta y ocho cadáveres han sido ya recuperados entre los escombros y muchos más podrían estar atrapados", aseguró el jefe de la demarcación de Khyber, Tariq Hayat Khan.
"Más de 80 personas resultaron heridas. Podría haber más muertos, quizá más de 70", advirtió Khan. Según el jefe administrativo de Khyber, citado también por otras televisiones paquistaníes, el suicida penetró en la mezquita y, en el momento del atentado, unas 250 personas se hallaban en su interior, dado que la oración acababa de empezar.
Entre los muertos hay quince miembros de la administración civil, así como guardias de seguridad, según una fuente oficial citada por "Dawn TV", que añadió que en la mezquita había también miembros de las fuerzas paramilitares paquistaníes.
La víspera, el ministro afgano del Interior reveló que más de 40 agentes del orden murieron de manos de los insurgentes en la última quincena. Con las víctimas de hoy, su número ya supera medio centenar.
Esta primavera es la más sangrienta en Afganistán desde la caída del régimen taliban en 2001. Ya más de 200 policías perdieron la vida en atentados terroristas en lo que va del año.
Según los datos del Ministerio del Interior, en Afganistán se perpetraron el año pasado 161 atentados terroristas con explosivos en los que murieron 1.608 personas y 2.700 resultaron heridas. En 2008 fueron abatidos en el país 3.603 miembros de la guerrilla afgana.
"El misil impactó en un domicilio donde se alojaban algunos huéspedes", según un oficial paquistaní bajo el anonimato, en referencia a milicianos tribales paquistaníes. "Nos consta que 13 personas han muerto, entre ellas algunos invitados", añadió.
Las autoridades ya habían advertido esta semana de la presencia de "terroristas suicidas" tanto en Islamabad como en la localidad vecina de Rawalpindi.
El titular paquistaní de Interior, Rehman Malik, declaró a los medios que las fuerzas de seguridad dispararon al atacante cuando éste se acercaba al puesto de control.
"Debido a los disparos de los paramilitares el hombre no pudo alcanzar el lugar donde ellos estaban cenando. Los terroristas están ahora atacando a las fuerzas de seguridad. De momento no hay método en el mundo para evitar los ataques suicidas", subrayó Malik, citado por el canal privado "Express TV".
Este ataque, que tuvo lugar a última hora de la tarde, estuvo precedido de otro atentado suicida por la mañana, en el que un hombre intentó empotrar un vehículo cargado de explosivos contra un convoy de las fuerzas de seguridad en la conflictiva demarcación tribal de Waziristán del Norte, en la frontera con Afganistán.
"Los guardias de fronteras vieron aproximarse el vehículo sospechoso y realizaron disparos de advertencia, tras lo cual el suicida hizo estallar la carga explosiva que llevaba", explicó el coronel paquistaní Atiq Rehman.
En la acción fallecieron al menos ocho personas, siete de ellas civiles, incluidos dos niños, mientras que otras 39 sufrieron heridas.
Tanto el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, como el presidente, Asif Alí Zardari, condenaron las acciones terroristas y ordenaron abrir investigaciones.
Aunque nadie reivindicó los ataques, los analistas pronto apuntaron a la insurgencia talibán, responsable de la mayoría de atentados recientes que han sumido a Pakistán en una nueva ola de violencia.
Respuesta a bombardeos estadounidenses
El líder de los talibanes paquistaníes, Baitulá Mehsud, ya amenazó días atrás con que sus hombres llevarían a cabo acciones suicidas como respuesta a los continuos ataques con misiles lanzados por aviones no tripulados de EEUU contra territorio pakistaní en las áreas tribales.
Uno de esos ataques -ya son casi 40 desde septiembre de 2008- causó la muerte la pasada madrugada de al menos trece personas también en Waziristán del Norte, según informaron distintos medios paquistaníes.
Dos misiles impactaron contra la vivienda de un lugareño identificado como Tariq Khan en la zona de Datta Khel, un supuesto suministrador de armamento de los talibanes.
De acuerdo con la versión ofrecida por el canal privado "Geo TV", entre los fallecidos se encontraban tres mujeres, cuatro niños y un número indeterminado de "extranjeros".
Estados Unidos argumenta que las áreas tribales, en especial las demarcaciones de Waziristán del Norte y del Sur, se han convertido en los últimos años en un refugio de grupos talibanes, a los que el Ejército combate en áreas vecinas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la semana pasada su estrategia para Afganistán y Pakistán, a cuyo Gobierno prometió una ayuda de 1.500 millones de dólares anuales durante cinco años condicionada a su esfuerzo en la lucha contra el "terrorismo".
Casi 8.000 personas murieron en 2008 en diferentes episodios de violencia en Pakistán, donde se registraron más de 2.000 ataques armados.
Las primeras investigaciones de la Policía, sostienen que el terrorista activó los explosivos que llevaba cuando los agentes de seguridad del lugar, que también se encuentran entre los muertos, intentaron detenerle en la puerta del centro Imambargah, donde se celebraba la festividad de Majlis Aza.
Las autoridades enviaron dos helicópteros a la localidad, situada a unos 90 kilómetros de Islamabad, para trasladar a los heridos a hospitales de Rawalpindi, cerca de la capital paquistaní, y otras ciudades.
Asimismo, al menos ocho miembros de las fuerzas de seguridad fallecieron durante un ataque suicida en un control paramilitar de Islamabad.
Las fuentes dijeron además que hay varias decenas de heridos, de los cuales al menos 15 en condiciones graves.
Una reconstrucción del hecho permitió saber que el atacante, un adolescente de 16 o 17 años vestido de negro, trató de superar los controles meticulosos en el interior de Imambargah, pero, viéndose descubierto, accionó el dispositivo de explosivos que llevaba en la cintura.
La deflagración tuvo efectos devastadores entre las 2.000 personas que se disponían a participar de la ceremonia en ocasión del peregrinaje chiita anual de Majlis Aza, en recuerdo del martirio del Imam Hussein.
Pakistán es un país con mayoría sunnita, los chiítas representan el 20 por ciento de la población y los enfrentamientos entre ambos son frecuentes.
La nueva estrategia en un lugar de culto fue condenada con firmeza por el presidente Asif Ali Zardari y todas las personalidades religiosas.
Cientos de personas, lo mismo civiles que insurgentes, han muerto en una docena de ataques de ese tipo iniciados en agosto de 2008.
Se estima que esas acciones forman parte de la estrategia de Estados Unidos para combatir al Talibán y a la red Al Qaeda.
¿Insurgentes o civiles?
De acuerdo con fuentes oficiales paquistaníes algunas de las víctimas del ataque de las últimas horas, dirigido contra un refugio de la insurgencia, eran extranjeras, lo cual fue negado por un portavoz del Talibán.
El vocero, que habló a nombre del comandante Hafiz Gul Bahadur, aseguró que los muertos son civiles.
Shoaib Hasan, corresponsal de la BBC en Islamabad, informa que la mayoría de los ataques con misiles han tenido como blanco la zona que controla Bahadur o la de su aliado, el comandante Maulvi Nazir, también del movimiento Talibán.
Ambos han admitido que atraviesan la frontera para combatir a las fuerzas de la OTAN en Afganistán.
Funcionarios paquistaníes alegan que estos insurgentes protegen a altos líderes de Al Qaeda.
Este es el segundo de tales ataques en lo que va de la semana. Un ataque de misiles teledirigidos posiblemente de Estados Unidos en la agencia tribal de Orakzai de Pakistán el miércoles pasado mató al menos a 12 personas.
La fuerza norteamericana ha intencificado recientemente los ataques teledirigidos dentro de Pakistán desde Afganistán por temor a que Pakistán no pueda eliminar los escondites de los militantes de al-Qaida el movimiento Taliban en su territorio.
Pero el gobierno pakistaní ha refutado repetidamente estos ataques, denominándolos como contraproducentes, y demandó a los Estados Unidos que revise su política de ataques dirigidos a distancia.
No ha habido un comentario inmediato de este ataque por parte del gobierno de Pakistán.
Durante una visita a Islamabad por el enviado de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, y el almirante Mike Mullen, director del equipo de Jefes de los EEUU, Pakistán y los EEUU no pudieron resolver su desacuerdo sobre estos ataques.
El enviado norteamericano visitó Islamabad después de que los EEUU revelaran una nueva estrategia antiterrorista en Pakistán y Afganistán el 27 de marzo.
(Xinhua)
El mensaje habría sido entregado al enviado regional Richard Holbrooke y al Jefe del Estado Mayor Conjunto Almirante Mike Mullen durante su visita a Pakistán a comienzos de esta semana.
Funcionarios paquistaníes también habrían reclamado que Estados Unidos entregue el control de las misiones letales con aviones no tripulados que ya han asesinado a centenares de personas.
En una visita a la India el miércoles, Holbrooke abordó las preocupaciones indias de que Estados Unidos esté favoreciendo a Pakistán.
El enviado especial de Estados Unidos Richard Holbrooke se expresó así:
“Estamos trabajando intensamente con nuestros amigos de Pakistán para alcanzar un objetivo común. Eso es lo que estamos haciendo. Sabemos que será difícil, pero la seguridad nacional de estos tres países está claramente en juego. El gobierno que representamos está comprometido con esto. Lo vamos a hacer, pero será difícil”.
Con anterioridad, portavoces estadounidenses reportaron que en el transcurso de esa ofensiva en el paso de Gardez causaron la muerte a cuatro supuestos insurgentes en Khost, en el este de Afganistán, entre ellos una mujer.
Sin embargo, un comunicado del ente educacional afgano clarificó la víspera que las víctimas del ataque resultaron una profesora de un instituto local, sus hijo e hija y un familiar.
Esto se corroboró por el vocero del gobierno de la provincia de Khost, Kochai Naseri, quien aseguró a medios informativos que esas víctimas eran cinco inocentes, dos hombres, dos mujeres y un adolescente.
Ante ese cúmulo de evidencias, Estados Unidos asumió la responsabilidad de esas muertes, y, como es usual, expresó condolencias por las víctimas y prometió un resarcimiento a sus familiares.
El creciente número de civiles que pierden la vida en las operaciones de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN son objeto de innumerables críticas y denuncias gubernamentales y demostraciones de repudio de la población afgana.
Según estadísticas de la ONU, más de dos mil 118 civiles perecieron en 2008, en su mayoría por los ataques aéreos y terrestres de las tropas ocupantes de esta nación islámica centroasiática.
Ese fue el primer ataque con aviones teledirigidos del tipo Depredador contra Datta Khel, y el cuarto en las últimas dos semanas contra puntos de Waziristán Norte y Sur.
El mando de las fuerzas estadounidenses que ocupan el vecino Afganistán alega que bombardean presuntos escondites o reductos de la insurgencia islamista afgana que se refugia en suelo paquistaní.
Pero en esas acciones han perecido muchos civiles, incluidos niños, adolescentes, mujeres y ancianos, han reportado medios y funcionarios paquistaníes.
El más reciente bombardeo estuvo dirigido contra la vivienda de Tariq Khan, un líder talibán local. La casa donde se encontraban mujeres y niños fue totalmente destruida y de los escombros los vecinos sacaron 13 cadáveres, señala The Post.
La fuente no agregó más detalles.
Ningún grupo o individuo ha reivindicado el atentado hasta el momento, mientras que militantes talibanes han prometido intensificar este año los atentados en Afganistán, sobre todo a través de ataques suicidas y de bombas en las carreteras.
(Xinhua)
Esta es la última acción de una serie de golpes en meses recientes en los alrededores de esa urbe, capital de la Provincia de la Frontera Noroccidental, que han ocasionado sustanciales pérdidas a las fuerzas ocupantes de Afganistán.
Por Paquistán pasa el 70 por ciento de los abastecimientos, tanto militares como de provisiones, y el 40 por ciento del combustible que usan los contingentes de Estados Unidos y la OTAN en suelo afgano.
Los suministros llegan principalmente por el puerto de Karachi y las caravanas los transportan a través del Paso de Khyber.
No hubo víctimas fatales humanas en los ataques, que acontecieron al romper el día, aunque los guardias de ambas terminales resultaron golpeados por los asaltantes, indicó el oficial de policía Abdul Gahfoor, citado por el canal Geo News.
En Afganistán ya perdieron la vida 116 soldados y oficiales del contingente canadiense de 2.500 hombres.
Mientras, un contingente de insurgentes afganos atacó e incendió esta mañana un complejo de edificios gubernamentales en el distrito de Musakhil, en la provincia occidental de Khost.
Según el director del distrito, Zahir Gul, reportó que más de 250 rebeldes armados ocupó el centro oficial, el cual destruyó, tras matar un policía y capturar a otros dos.
Esta acción se confirmó mediante llamada telefónica a los medios informativos por el por portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahed, quien indicó que los tres policías resultaron muertos.
Del otro lado, un ataque aéreo de Estados Unidos volvió a provocar víctimas civiles en Afganistán, informaron fuentes militares.
Además de cuatro insurgentes muertos, la operación en la provincia de Kunar, en el este del país, costó la vida a seis civiles afganos e hirió a otros 14, cuatro de ellos de gravedad, según admitió la SAF, liderada por la OTAN.
Hasta la fecha, la ISAF aseguró que ese ataque del lunes último causó entre cuatro y ocho combatientes enemigos fallecidos.
Con anterioridad, la ISAF reconoció la muerte de cinco civiles, entre ellos dos mujeres y un niño de siete años, durante una operación en la provincia de Khost semana pasada.
Las víctimas civiles en operaciones de las tropas de Estados Unidos y la OTAN son uno de los temas más controvertidos y repudiados de la ocupación en Afganistán. Más de dos mil 100 civiles perdieron la vida en 2008, de acuerdo estadísticas de la ONU.
Los militares consiguieron adelantarse a la guerrilla afgana y destruyeron los cañones con golpes aéreos puntuales.
Los talibanes no han tenido hasta ahora armas antiaéreas, incluidos los sistemas portátiles capaces de complicar la vida a los pilotos de la fuerza aérea de la OTAN.
Ese tipo de armamento, como los sistemas antiaéreos portátiles Strelá y otros, fueron empleados por los mojaheddines afganos para derribar aviones soviéticos en los años 80 del siglo pasado.
Inmediatamente después de la explosión se declaró emergencia en el hospital de Charsadda.
Hasta ahora, ningún grupo se atribuyó de la tragedia.
Este ataque se produjo el mismo día que el gobierno de la NWFP emitió una notificación formal para reforzar la Sharia, o la ley Islámica, en la división de Malakand de la NWFP incluyendo al valle Swat.
El presidente pakistaní Asif Ali Zardari firmó esta normativa que introduce la Sharia en el área noroccidental el lunes por la noche, luego de que el parlamento aprobara la resolución.
El gobierno de la NWFP y los militantes locales habían alcanzado un acuerdo de paz en febrero, acordando que la ley islámica sería puesta en vigor en Swat para devolverle la paz.
(Xinhua)
Entre los 20 muertos se encuentran dos civiles y 18 oficiales de seguridad.
El convoy atacado estaba integrado por 11 vehículos, dijo el superintendente adjunto. Entre los heridos quedaron ocho oficiales de seguridad y siete civiles, quienes fueron trasladados al hospital para ser atendidos.
El presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, y el primer ministro, Syed Yousaf Raza Gilani, condenaron enérgicamente el atentado suicida.
La Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento, fue informada en una sesión hoy que un total de 1.395 personas ha muerto en incidentes terroristas de enero de 2008 a marzo de 2009 en el país.
(Xinhua)
El puesto policial quedó totalmente destruido, varios policías con heridas fueron hospitalizados, indicó el portavoz.
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, quien asiste a la Conferencia Anual 2009 del Foro para Asia, en Pekín, condenó el atentado suicida y prometió erradicar el terrorismo y el extremismo del país.
"A pesar de las medidas tomadas por la coalición antiterrorista en Afganistán, diversos grupos terroristas consiguieron restablecer su potencial bajo la bandera de Al Qaeda, la cual se afianzó en calidad de principal coordinadora del terrorismo internacional", dijo.
Sedov hizo estas declaraciones en Moscú, al intervenir en una conferencia científica dedicada al protagonismo de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en la tarea de garantizar la seguridad regional.
"No hubo víctimas en los ataques perpetrados el domingo temprano contra los terminales de Pak-Afgan y de Fazale Rabi, que destruyeron once camiones cargados con material de la OTAN", informó el oficial de policía Abdul Gahfoor.
Este tipo de ataques, perpetrados por talibanes contra vehículos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que cruzan el noroeste de Pakistán para entregar material a las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán es cada vez más frecuente.
El mando de Estados Unidos reportó por su parte que 10 supuestos insurgentes murieron durante enfrentamientos con sus tropas y las afganas en el distrito de Baraki Barak, en la provincia de Logar, a sólo 80 kilómetros al suroeste de esta urbe.
Mientras, los antigubernamentales afganos advirtieron con desatar una respuesta masiva en el territorio, después del anuncio por Washington de enviar refuerzos estadounidenses a este ocupado país islámico.
De acuerdo con el portavoz de los rebeldes, Zabihula Muyahid, como Norteamérica y la OTAN quieren enviar más soldados a Afganistán, los afganos sienten la necesidad de una operación masiva que los defienda, a ellos y a la libertad de su país.
En mensaje remitido a medios informativos, Muysahid afirma que a partir del 30 de abril lanzaran la operación Nasrat (victoria), conformada por emboscadas, ataques y atentados.
También advierte que tomaran como blanco a las fuerzas armadas invasoras, las embajadas, los responsables del gobierno fantoche, los diputados, los funcionarios de los ministerios de Defensa, Interior y de los servicios de inteligencia.
La policía paquistaní ha arrestado a 21 sospechosos durante una operación de búsqueda e inicio una investigación de la violencia.
(Xinhua)
La fuerza de EEUU intensificó recientemente sus ataques aéreos en Pakistán desde Afganistán ante el temor de que Pakistán no pueda eliminar los escondites de al-Qaeda y de militantes del Talibán en su territorio.
Sin embargo, el gobierno de Pakistán ha rechazado reiteradamente los ataques aéreos de EEUU en su territorio, calificándolos como contraproducentes, y demandó a EEUU revisar su política de ataques aéreos.
Hasta el momento no han habido comentarios sobre el ataque por parte del gobierno de Pakistán.
Durante la reciente visita que realizó a Islamabad Richard Holbrooke, enviado de EEUU para Afganistán y Pakistán, no se logró resolver el desacuerdo sobre los ataques aéreos de EEUU dentro de Pakistán.
(Xinhua)
Como resultado de los combates, el ejército pakistaní recuperó el control de la localidad de Dagar, punto estratégico de Buner donde se ha concentrado varios grupos de activistas Talibán.
Un portavoz del ejército pakistaní indicó que entre los guerrilleros muertos hay mercenarios y que en los combates murieron dos soldados pakistaníes.
Según el portavoz, la toma de Dagar comenzó el pasado martes con bombardeos y culminó con la entrada de las tropas del ejército para obligar a los Talibán a retirase de esa zona, según un acuerdo de paz acordado entre el gobierno pakistaní y los lideres Talibán el pasado mes de febrero.
El acuerdo autorizó a los lideres Talibán implementar la ley islámica o Sharia en el valle de Swat, situado al lado de Buner, y en otros distritos de la región, a cambio de que pusiera fin a dos años de insurgencia.
Según el ejército, los Talibán han aprovechado el cese al fuego para incrementar la presencia de grupos armados de su movimiento lo que supone una violación del acuerdo.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, criticó al gobierno de Islamabad por el acuerdo de paz pactado con los talibanes.
La semana pasada, el primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, declaró que su país esta en condiciones de defenderse de los Talibán que han ampliado la zona de influencia en las regiones montañosas al norte del país.
El portavoz, general Athar Abbas, declaró hoy que "en las últimas 24 horas, fueron muertos entre 55 y 60 extremistas".
Poco antes, se había informado que otros diez paramilitares paquistaníes fueron raptados hoy por supuestos talibanes en el noroeste del país, cerca de dos distritos en los que el ejército dijo haber lanzado una gran ofensiva contra grupos armados, en la zona del valle de Swat.
Alrededor de 60 hombres armados atacaron el cuartel general de guardias de frontera durante la noche y raptaron a diez hombres que participaban de la ofensiva militar.
La ofensiva del ejército fue lanzada el domingo, bajo presión de Estados Unidos.
Desde entonces, 70 policías y paramilitares de la guardia de fronteras fueron raptados por los talibanes. El ejército liberó el miércoles a 18 de ellos.
(ANSA)
Las fuerzas militares afganas y extranjeras devolvieron el fuego y pidieron apoyo aéreo.
El contingente español desplegado en Afganistán opera principalmente en el oeste del país, lejos de la zona del incidente.
El Ministerio de Defensa de Letonia dijo que los soldados occidentales murieron junto a tres soldados afganos en el ataque realizado por combatientes talibanes y otros insurgentes en la región Kumar, en el este de Afganistán.
"Los soldados letones se encontraban en una misión para entrenar al Ejército Nacional afgano", djo Normunds Stafeckis, un portavoz del Ministerio de Defensa letón, agregando que varios otros soldados resultaron heridos en el ataque.
Fuerzas internacionales y afganas respondieron el ataque y solicitaron apoyo desde el aire, dijo la estadounidense Mathias, pero no dio más detalles de la localización del incidente.
El sector este incluye 14 provincias, de las cuales algunas han visto importantes combates.
Letonia tiene aproximadamente 160 soldados en la fuerza liderada por la OTAN en Afganistán.
El primero de los ataques fue a las 14.00 horas (hora local española), cuando una patrulla del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) español de Qala-i-Nao, en misión de reconocimiento en la ruta que une las localidades de Qala-i-Nao y Sang-Atesh y actuando en apoyo de las Fuerzas de Seguridad afganas (Ejército Nacional Afgano -ANA- y Policía Nacional Afgana -ANP-), sufrió un ataque insurgente mediante fuego de fusilería y lanzagranadas RPG en las proximidades de la localidad de Sang-Atesh.
El ataque fue repelido "de forma satisfactoria", según Defensa, que no precisa si los militares españoles respondieron con fuego al ataque, que concluyó con el apoyo de la aviación de la ISAF -misión de la OTAN-, que, según precisa el Departamento que dirige Carme Chacón, "no llegó a abrir fuego". "No hubo que lamentar daños, ni personales ni materiales, en ninguna de las partes", agrega el comunicado.
El convoy atacado se componía de 28 vehículos militares españoles, divididos en dos grupos (Ampurdan y Chacal), y 17 vehículos pertenecientes al ANA y al ANP acompañados por sus mentores de los Equipos de Enlace y Adiestramiento Operativo (OMLT) italianos.
Segundo ataque
El segundo de los ataques, ocurrido a las 14.10 horas (hora local española), fue contra una patrulla del Grupo Zamora, integrado en la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, cuando realizaba una misión de seguridad junto con fuerzas de la policía afgana.
Este grupo sufrió un ataque insurgente mediante fuego de fusilería y de lanzagranadas RPG, cuando se encontraba en el centro de la población de Siahvashan, situada a unos ocho kilómetros al Este de la Base de Herat.
"La situación de las casas de la localidad, la insistencia de la insurgencia y una importante tormenta que se desencadenó en ese mismo momento, hizo que el ataque se prolongara algo más de cuatro horas, hasta que las fuerzas españolas consiguieron repeler de forma satisfactoria el ataque y abandonar el pueblo", sostiene Defensa.
Para ello, contaron con apoyo aéreo proporcionado por helicópteros de la clase Mangusta italianos. La acción finalizó a las 18.45 horas (hora local española) y tampoco hubo que lamentar daños en las fuerzas españolas, afirma Defensa.
El segundo ataque se produjo hacia las 14h10 en el centro de la localidad de Siahvashan, unos ocho km al este de la base militar española de Herat, durante una misión de seguridad conjunta con la policía afgana. Los insurgentes también dispararon con fusiles y lanzagranadas.
La situación de las casas, la insistencia de los atacantes y una gran tormenta que se desató en ese momento hicieron que la escaramuza durara cuatro horas y media. Apoyados por helicópteros italianos, los soldados españoles lograron finalmente repeler el ataque y salir del pueblo, sin daños que lamentar en sus filas. El comunicado ministerial no dice si hubo bajas entre los insurgentes.
El incidente sucedió en el distrito de Guzara de la provincia de Herat, precisó.
El coche se dirigía a Herat, procedente de la provincia vecina de Fará, para asistir a una boda, agregó el portavoz.
“Llovía y la visibilidad era muy mala. De repente, vi luces delante mío y apareció un convoy de soldados extranjeros“, explicó Ahmad Wali, de 32 años, que conducía el coche.
“Lo que vi después fue la mitad de la cara de mi sobrina que había desaparecido, que mi madre estaba herida en el pecho y que mi cara estaba toda ensangrentada por los restos del parabrisas que había explotado”, detalló.
Un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, en Herat, declaró que el coche no hizo caso a las consignas repetidas de los militares italianos, con señales luminosas y altavoces.
“Pese a estas advertencias, el coche siguió avanzando en dirección al convoy y los militares efectuaron un aviso antes de apuntar directamente al vehículo”, precisó.
Las fuerzas extranjeras en Afganistán provocan con frecuencia la muerte de civiles en sus combates y bombardeos o si los coches de acercan demasiado a sus convoyes.
© 1994-2009 Agence France-Presse
"Doce de nuestros inocentes compatriotas murieron y otros 32 civiles, entre ellos dos policías, resultaron heridos", dijo.
Las tropas internacionales estaban viajando junto a fuerzas afganas cuando fueron atacadas, añadió el portavoz.
El jefe de la policía del distrito de Gereshk, Abdul Razeq, afirmó a AFP que dos soldados extranjeros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN resultaron heridos en el ataque, pero ni Ahmadi ni la ISAF confirmaron la información.
"La explosión ocurrió en un bazar muy concurrido, en el centro del distrito, por eso hay tantos heridos", dijo Ahmadi.
Hasta el momento nadie ha reivindicado el ataque, pero es muy similar a otros llevados a cabo por los insurgentes islamistas talibanes, particularmente activos en Helmand.
Unos 70.000 miembros de las fuerzas internacionales se encuentran en Afganistán para luchar contra los talibanes, que redoblaron sus ataques en los últimos dos años.
Sin embargo, esa versión oficial soslaya, como es usual, las nacionalidades de los fallecidos, ni el lugar exacto de ese enfrentamiento con la insurgencia afgana. En esa zona se encuentran acantonadas en especial tropas de Estados Unidos.
Un portavoz militar, capitán Mark Durkin, expresó en nombre de la ISAF las condolencias a los familiares de los caidos, e indicó que honrarán ese sacrificio.
También, un soldado británico murió por una explosión dinamitera cerca de la ciudad de Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, que eleva hasta hoy a 159 los fallecidos de esa nacionalidad desde su invasión con Estados Unidos a Afganistán en octubre del 2001.
La tropa expedicionaria de Gran Bretaña de unos ocho mil 300 efectivos se encuentra en su mayoría en esa provincia afgana fronteriza con Paquistán.
El soldado británico representa además el séptimo que muere en los últimos ocho días.
Esa confirmación se hizo por el Ministerio británico de Defensa que comunicó que ese militar, del Grupo de Apoyo Acorazado de los Marines Reales, perdió la vida cuando viajaba en un vehículo blindado Viking cerca de Lashkar Gah.
Según medios oficiales, esos bombardeos estadounidenses causaron hasta la fecha más de 350 civiles muertos.
También, Geo reportó que comandos aerotransportados del ejército fueron trasladados a la zona montañosa poco poblada de Peochar, como parte de la ofensiva en el conflictivo valle de Swat.
El canal televisivo, que cita a fuentes militares, indica que tropas del ejército transportadas por helicóptero aterrizaron en Peochar y que esa operación está actualmente en curso contra los insurgentes islámicos acantonados en esa área.
Los enfrentamientos en Swat y el resto de distritos norteños paquistaníes ha provocado un éxodo masivo de habitantes, los cuales comenzaron a llenar los campos de desplazados instalados por las autoridades.
De acuerdo con estadísticas de la ONU, más de 360 mil desplazados se registraron desde 1 de mayo, aunque las autoridades y las agencias humanitarias estiman que ellos pueden alcanzar el millón de personas.
Sin embargo, descartó que los militantes del movimiento talibán estuviesen implicados en el accidente, indicando que no se había debido a la insurgencia talibán ni a otro fuego hostil.
El portavoz también dijo que sólo el piloto había sufrido heridas leves en el accidente.
Los conflictos en el sur de Afganistán han experimentado un aumento desde que los militantes del movimiento talibán se comprometieron a lanzar una Ofensiva de Primavera a finales de abril.
Este mismo día, un coche bomba suicida dirigido contra la base policial de Kandahar mató al menos a un agente de policía y dejó heridos a otros cinco.
(Xinhua)
El fuego comenzó luego del ataque, por lo que bomberos fueron despachados al lugar. La terminal también fue dañada mientras los atacantes abandonaban el lugar, indicó el reporte.
Parte de los suministros de la OTAN y las fuerzas aliadas ubicadas en Afganistán son transportados a través de Pakistán. La terminal en Peshawar donde los camiones de suministro de la OTAN y los contenerdores son almacenados, fueron frecuentemente atacados por militantes a finales del año pasado.
(Xinhua)
Durante sus conversaciones con los dirigentes afganos se abordaron cuestiones concernientes a los intereses comunes, como la celebración de las próximas elecciones presidenciales y la situación en materia de seguridad en Afganistán.
Más de 2.700 tropas francesas han prestado servicio en Afganistán dentro del marco de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para ayudar a estabilizar la seguridad en este país golpeado por la insurgencia.
(Xinhua)
El ministro del Interior, Rehman Malik, habló tras visitar un campamento de refugiados para miles de personas desplazadas por el conflicto.
Malik no especificó cuánto tiempo más durará la operación y tampoco descartó ampliar la operación militar, enfocada actualmente en el Valle de Suat y áreas circundantes, a otras partes del noroeste, donde al-Qaida y el Talibán ha estado desde hace mucho tiempo.
Washington quiere que Islamabad arrase con la presencia de al-Qaeda y el Talibán a lo largo de la región fronteriza para aliviar la presión que sufren las tropas de Estados Unidos y de la OTAN destacadas en la vecina Afganistán. Estados Unidos también quiere eliminar cualquier amenaza al propio gobierno de Pakistán, un país con armas nucleares.
La operación comenzó el mes pasado y ha llevado a enfrentamientos en los distritos de Dir Inferior y Buner, pero cobró su mayor intensidad a principios de mayo en Suat, el principal bastión del Talibán en el noroeste del país.
Casi un millón de civiles han tenido que desplazarse por la operación, de los cuales casi 100 mil permanecen en campos de refugiados. El ejército ha advertido que algunos insurgentes intentan escapar y algunos se llegan a cortar la barba para mezclarse con los refugiados.
El ejército se prepara para tomar el pueblo de Mingora, en el Valle del Suat, donde se cree que se esconden 4.000 combatientes talibanes.
Las zonas en las que se realizó la operación militar, incluyendo el Valle del Suat, en el noroeste del país, son demasiado peligrosas para los periodistas por lo que no fue posible verificar de forma independiente las declaraciones de Malik.
El ejército no especifica la forma en la que diferencia entre las muertes de civiles e insurgentes. Además de la cifra de milicianos no se presentó un número de muertes de civiles.
ISLAMABAD, PAKISTÁN
Conscientes de que sería muy difícil salir del apuro por cuenta propia, los militares extranjeros solicitaron cobertura aérea. La aviación lanzó sólo una bomba contra las posiciones de la guerrilla.
"Si los militares de la ISAF supieran que los talibanes nuevamente usan a los civiles en calidad de escudo humano, jamás habrían pedido apoyo aéreo", subrayó el portavoz.
El pasado lunes, las tropas afganas tomaron Marjeh por sorpresa ocasionado la muerte de decenas de guerrilleros y civiles obligando el retiro de los talibán, pero los guerrilleros tras reagruparse, repelieron la ofensiva y recuperaron el control sobre la ciudad centro importante del narcotráfico.
Durante los pocos días que duró la ocupación de Marjeh, el ejército afgano y soldados de la OTAN decomisaron varios centenares de explosivos, 210 kilogramos de narcóticos y 25 toneladas de precursores o compuesto químicos utilizados para la fabricación de heroína.
Por otra parte, el portavoz del movimiento talibán Kari Yusuf Ahmadi informó que en los combates emprendidos ayer para recuperar el control de Marjeh fueron abatidos al menos 18 militares extranjeros y decenas de soldados del ejército afgano.
También, esa muerte eleva a 107 la cifra de militares ocupantes víctimas mortales desde inicios del 2009, precisan estimados del sitio en Internet www.icasualties.org.
Del otro lado, un grupo de soldados alemanes resultó objeto de un atentado con explosivos en la ciudad de Feyzabad, en el norte de Afganistán, sin causar heridos, según otro parte de guerra de la OTAN, que comanda la ISAF.
Los insurgentes afganos lanzaron otros dos ataques en abril pasado contra patrullas alemanas en las cercanías de la ciudad norteña de Kundus, con saldo de un soldado muerto y nueve heridos. Hay tres mil 750 soldados alemanes estacionados en esa área.
En la actualidad, hay más de 70 mil soldados de unos 42 países ocupando el territorio afgano bajo el comando de Estados Unidos y la OTAN. Washington ordenó el envío de otros 21 mil militares adicionales que llegarán en los próximos meses.
Al confirmar esa acción, el portavoz del Ministerio afgano del Interior, general de brigada Zemarai Bashary, precisó que también tres personas perdieron la vida y otras dos heridas.
Mientras, un vocero de la facción armada Hezb-e-Islami del ex primer ministro Gulbuddin Hekmatyar, Qari Mansoor reivindicó el atentado a la agencia afgana de prensa AIP.
Kapisa representa una provincia estratégica dada su proximidad a la base-prisión de Bagram, sede del comando de Estados Unidos en Afganistán, y enlace de la autopista Kabul-Jalalabad.
Los ataques con explosivos sembrados en las calles y portados por suicidas se incrementaron en los primeros cuatro meses de 2009 con un 25 por ciento más que en el mismo período del año pasado.
Estos atentados con coche bomba causaron la muerte a 172 militares de Estados Unidos y la OTAN en el 2008. Este año esa cifra se acerca hasta la fecha a 140.
Agregó que hasta el momento nadie ha sido arrestado.
Esta es la primera ocasión en la que un gobernador provincial es atacado en la relativamente pacífica región septentrional de Afganistán.
Ningún grupo o personas han reivindicado responsabilidad por el ataque. Sin embargo, los combatientes talibanes han prometido acelerar las actividades contra los intereses del gobierno y las tropas internacionales este año en el país.
(Xinhua)
«« | Inicio | »» |