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La democracia y el pueblo |
Gracias a los medios de comunicación de masas, la opinión pública es más poderosa que nunca, lo cual explica el constante incremento de las profesiones que se especializan en influenciarla. Lo que es menos conocido es el vínculo crucial entre los medios políticos y la acción directa: una acción desde la base que repercute directamente en quienes toman las decisiones, eludiendo los mecanismos intermedios de los gobiernos representativos.
Ello resulta más evidente en los asuntos transnacionales, en los que no existen esos mecanismos intermedios. Todos estamos familiarizados con lo que se ha denominado "efecto CNN": la políticamente poderosa, pero completamente desestructurada sensación de que "algo debe hacerse" respecto del Kurdistán, Timor Oriental u otra zona en conflicto.
Más recientemente, las manifestaciones en Praga y Seattle han mostrado la efectividad de la acción directa bien dirigida por pequeños grupos conscientes del poder de las cámaras, incluso contra organizaciones que fueron diseñadas para ser inmunes a los procesos políticos democráticos, como el FMI y el Banco Mundial.
Todo esto enfrenta a la democracia de impronta liberal con el que quizás sea su problema más serio e inmediato. En un mundo crecientemente globalizado y transnacional, los gobiernos nacionales coexisten con poderes que tienen tanto impacto como ellos en la vida diaria de sus ciudadanos, pero que están más allá de su control.
Los gobiernos ni siquiera tienen la opción política de abdicar ante tales fuerzas que escapan a su radio de acción.
Cuando los precios del petróleo aumentan, existe la convicción en los ciudadanos, incluso en los ejecutivos de las empresas, de que el gobierno puede y debe hacer algo al respecto, aun en países como Italia, en donde poco o nada se espera del Estado, o como Estados Unidos, en donde muchas personas no creen en el Estado.
¿Pero qué podrían hacer los gobiernos? Más que en el pasado, están bajo la presión creciente de una opinión pública continuamente controlada.
Ello restringe sus opciones. Pero los gobiernos no pueden dejar de gobernar.
Además, se ven alentados por sus expertos en relaciones públicas para que se muestren gobernando constantemente, y esto, como ha mostrado la historia británica del siglo XX, implica multiplicar gestos, anuncios, y a veces, hasta leyes innecesarias. Y las autoridades públicas de hoy se ven constantemente enfrentando decisiones sobre intereses comunes, que son de índole tanto técnica como política.
Aquí, los votos democráticos (o las elecciones de los consumidores en el mercado) no son en absoluto una guía.
Las consecuencias ambientales del crecimiento ilimitado del tráfico a motor, y las mejores formas de lidiar con ellas no pueden ser descubiertas simplemente por un referendo. Además, estas formas pueden resultar impopulares, y en una democracia, es poco inteligente decirle al electorado lo que no quiere oír.
¿Cómo pueden organizarse racionalmente las finanzas públicas, si los gobiernos se han autoconvencido de que cualquier propuesta para aumentar los impuestos conduce a un suicidio electoral, cuando en las campañas electorales se compite por bajar impuestos y los presupuestos gubernamentales se ejercitan en el oscurantismo fiscal?
En resumen, la "voluntad del pueblo", o como quiera llamársela, no puede determinar las tareas específicas de gobierno.
Como apropiadamente observaron Sidney y Beatrice Webb respecto de los sindicatos, la "voluntad del pueblo" no puede juzgar proyectos, sólo resultados.
Es inconmensurablemente mejor votando en contra que a favor. Cuando consigue uno de sus principales triunfos negativos, como derrocar los regímenes corruptos de 50 años de posguerra en Italia y Japón, es incapaz por sí misma de ofrecer una alternativa.
Y aun así, el gobierno es para la gente. Sus efectos son juzgados por lo que afecta a la gente. Por más desinformada, ignorante o aun estúpida que sea la "voluntad del pueblo", y por muy inadecuados que sean los métodos para descubrirla, es indispensable.
¿De qué otra forma podríamos definir la manera en que las soluciones técnico-políticas, por más expertas y técnicamente satisfactorias que sean en otros aspectos, afectan a las vidas de los seres humanos concretos?
Los sistemas soviéticos fallaron porque no existió una retroalimentación de información entre aquellos que tomaban las decisiones "en nombre del interés del pueblo" y aquellos a quienes se imponían esas decisiones. La globalización del laissez-faire de los últimos 20 años ha incurrido en el mismo error.
La solución ideal ahora está menos que nunca al alcance de los gobiernos. Es la solución a la que recurrían en el pasado los médicos y los pilotos, y a la que sigue tratando de recurrir una parte crecientemente desconfiada del mundo: la convicción popular de que nosotros y ellos compartimos los mismos intereses.
Nosotros [el pueblo] no le dijimos [al gobierno] cómo debe servirnos, carentes de pericia, no podríamos, pero hasta que algo salga verdaderamente mal, le brindamos nuestra confianza.
Pocos gobiernos (para distinguirlos de regímenes políticos) disfrutan actualmente de esta fundamental confianza a priori. En las democracias de impronta liberal, los gobiernos raramente representan la mayoría de votos, ni qué decir del electorado. Los partidos de masas y organizaciones, que alguna vez otorgaron a "sus" gobiernos confianza y apoyo constante, se han desmoronado.
En los omnipresentes medios de comunicación, los directores, entre las bambalinas, y arrogándose una idoneidad competitiva con la del gobierno, no dejan de comentar críticamente los desempeños gubernamentales.
De modo que la solución más conveniente, a veces la única, para los gobiernos democráticos, es mantener el mayor número posible de decisiones fuera del alcance de la opinión pública y de la política, o al menos, dejar de lado los procesos de característicos del gobierno representativo.
Muchas decisiones políticas serán negociadas y decididas detrás de escena.
Lo que incrementará la desconfianza ciudadana en los gobiernos y la mala opinión pública sobre los políticos.
¿Entonces, cuál es el futuro de la democracia de impronta liberal en esta situación? Con la excepción de la teocracia islámica, en principio ningún movimiento político poderoso desafía esta forma de gobierno. La segunda mitad del siglo XX fue la edad dorada de las dictaduras militares.
El siglo XXI no parece demasiado favorable a ellas, ninguno de los estados ex comunistas ha elegido seguir por esa vía, y casi todos esos regímenes militares carecen del cabal coraje de la convicción antidemocrática: se limitan a proclamarse salvadores de la Constitución hasta el día (sin especificar) del retorno del gobierno civil.
Ello es que, cualquiera que haya sido su apariencia antes de los terremotos económicos de 1997-98, ahora resulta evidente que la utopía de un mercado global de laissez-faire y sin Estado no llegará.
La mayoría de la población mundial, y ciertamente aquella bajo regímenes democrático-liberales que merecen tal denominación, continuarán viviendo en estados operativamente efectivos, aun a despecho de que en algunas -y poco felices- regiones el poder y la administración estatal se hayan desintegrado virtualmente.
La política continuará. Las elecciones democráticas perdurarán.
En resumen, deberemos enfrentar los problemas del siglo XXI con un conjunto de mecanismos políticos espectacularmente inapropiados para lidiar con esos problemas. Se trata de mecanismos que están, en efecto, confinados dentro de las fronteras de unos estados nacionales enfrentados a un mundo interconectado, fuera del alcance de sus operaciones. Aún no está clara la longitud de su radio de acción dentro del vasto y heterogéneo territorio que posee una estructura política común como la Unión Europea.
Se enfrentan a y compiten en el marco de una economía globalizada que opera a través de unas unidades harto heterogéneas y para las cuales son irrelevantes la legitimidad política y el interés común, a saber: las corporaciones transnacionales.
Sobre todo, se enfrentan a una era en la que el impacto de las acciones humanas sobre la naturaleza y el planeta se ha convertido en una fuerza de proporciones geológicas.
La solución, o aun la mera mitigación, precisará de medidas para las cuales, casi con certeza, ningún apoyo podrá encontrarse contando votos o midiendo las preferencias de los consumidores.
Esto no mejorará las perspectivas a largo plazo de ninguna democracia en el mundo.
Encaramos el tercer milenio como el irlandés apócrifo que, preguntado por la mejor manera de llegar a Ballynahinch, y tras una breve pausa reflexiva, espetó:
"si yo fuera usted, no partiría de aquí".
Pero aquí estamos, y de aquí partimos.
Eric Hobsbawm es el decano de la historiografía marxista británica. Uno de sus últimos libros es un volumen de memorias autobiográficas: Años interesantes, Barcelona, Critica, 2003.
Traducción para www.sinpermiso.info por Camila Vollenweider
Eric Hobsbawm

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, monopolios, multitud, politica.
el presidente venezolano, Hugo Chávez, ya tiene la certeza de que el plan de sus adversarios políticos no será gobernar, sino derrocarlo. Para repeler la potencial conjura, animó el viernes en la noche a sus seguidores y a los generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional a "barrerlos", a "defender a la revolución".
También cita estas afirmaciones de Chávez:
"No le tenemos miedo a cuatro fascistas, al pueblo lo llamo a la movilización permanente. Ellos no vienen a gobernar una alcaldía o una gobernación, ¡ellos vienen por Chávez! (...) Preparémonos, generales, almirantes, porque los barreremos, no les daremos cuartel. Nosotros estamos dispuestos a morir por la revolución bolivariana", dijo Chávez la noche del viernes, durante la toma de posesión de su ex ministro de Defensa, Jorge Luis García Carneiro, como nuevo gobernador del Estado de Vargas.
La periodista, ya de su propia cosecha añade que:
Chávez no ha aportado más pruebas que su palabra al hacer estas denuncias y no es la primera vez que lo hace de ese modo. A lo largo de la campaña electoral para las elecciones regionales, calificó a los candidatos de la oposición de "terroristas", "golpistas", "corruptos" y "secesionistas".
Destaca con un formato muy crítico el diario algunas acciones de los sectores progubernamentales en los estados en que han perdido las elecciones regionales:
La convocatoria de Chávez ya ha sido atendida por un grupo de simpatizantes, que el viernes realizaron su primera protesta contra el nuevo gobernador de Miranda, Henrique Capriles Randonski. El gobernador saliente de ese Estado por el oficialismo, Diosdado Cabello, también tomó medidas: antes de que se produjera la toma de posesión de su sucesor, transfirió al Poder Ejecutivo el control de bienes y servicios -hospitales y rutas de transporte público, entre ellos- que eran controlados por la Gobernación.
Para los opositores tiene estas palabras con las que termina el artículo:
Los mandatarios recién electos han insistido, sin embargo, en que desean gobernar en armonía con los programas del Gobierno central. Pero Chávez dice que no cree "absolutamente nada" de esa intención de conciliar.
La conclusión que saca el lector después de leer la información es lógica: Chávez y sus seguidores no saben perder y han comenzado una campaña de hostigamiento y acoso a los opositores (“que desean gobernar en armonía”).
¿Cuál es lo se puede objetar a este artículo? ¿dónde está la falsedad? Está en que la corresponsal de El País omite las siguientes acciones protagonizadas por la oposición y que generaron los comentarios de Chávez:
· Un consultorio modular de Barrio Adentro I fue incendiado en el barrio Los Taladros, municipio Valencia del Estado Carabobo. La doctora dice que los responsables portaban banderas amarillas.
· Un médico de Barrio Adentro en el consultorio de la prefectura de un pueblo, fue sacado por un grupo de personas que indicaban que no requerían de sus servicios. El médico tuvo que ser trasladado recibiendo ofensas verbales.
· En un municipio, el nuevo alcalde ordenó a los médicos cubanos salir de un local adaptado en la Casa de los Abuelos, propiedad de la alcaldía. Un caso similar fue reportado por Yvke Mundial este viernes, pero no está claro si se trata de la misma situación.
· En los municipios Independencia y Córdoba del estado Táchira, estudiantes de las misiones informan que tienen que entregar las aulas donde ven clases y retirarse.
· Estudiantes internacionales de la Escuela Latinoamericana de Medicina en el municipio Andrés Bello, recibieron notificación de entregar la vivienda donde residen, ya que fue alquilada por la alcaldía, que pasó a ser opositora.
· En el municipio Libertador del estado Mérida, que pasó a la oposición, estudiantes de medicina integral comunitaria reciben mensajes diciendo que van a tomar el Centro de Alta Tecnología para sacarlos de allí.
· En Miranda, hubo invasiones y amenazas de sacar a una Universidad Politécnica pública (UNEFA) de la Gobernación de Miranda.
· También en Miranda, un Centro de Diagnóstico Integral (CDI) fue amenazado y tuvo que ser protegido por la policía. Una doctora recibió un mensaje indicando que el CDI iba a ser tomado, lo que provocó la movilización del pueblo para protegerlo.
· También hubo amenazas contra el hospital de Guatire, estado Miranda, y la aldea universitaria, donde hay médicos cubanos.
· El Centro de Diagnóstico Integral Mama Pancha, del municipio Cristóbal Rojas del estado Miranda, fue amenazado por opositores. 35 personas del comité de Salud de los Consejos Comunales y 10 reservistas se presentaron a defender el CDI.
· Se produjeron ataques el pasado miércoles en el Centro de Economía Comunal Alí Primera de Los Teques, así como más ataques a los autobuses del partido gubernamental.
Es evidente que según se conozcan o no estas agresiones de los grupos opositores el comentario de Chávez se puede valorar de una forma u otra. Todas ellas las enumeró el presidente de Venezuela en la misma intervención a la que hace referencia la noticia, pero la periodista de El País las omitió.
www.pascualserrano.net
Había también ciudadanos marroquíes esperando como cada mañana.
La Guardia Civil disparó botes de humo afectando, según testigos, a quienes estaban allí, incluidas las fuerzas de seguridad españolas, que no llevaban máscaras.
En palabras de José Palazón, de la asociación Pro Defensa de la Infancia (Prodein) de Melilla, “aquello fue un caos total en el que todo el mundo, al final, estaba intoxicado por el humo”.
El ejército marroquí apareció a continuación, con varios camiones de soldados y dispersaron a la gente golpeándola con bastones.
Pese a la violencia de la actuación, las asociaciones de derechos humanos (DD HH) melillenses se sienten aliviadas pues en los últimos incidentes se ha disparado sólo al suelo o al aire:
“Es la primera vez desde 2005 –entonces murieron 14 inmigrantes subsaharianos– que no se ha disparado al cuerpo quizá debido a la presión que se está ejerciendo a todos los niveles…”, señala Palazón (ver DIAGONAL nº 84).
Los 84 inmigrantes detenidos esa mañana estaban por la tarde en la central de Nador, de donde fueron trasladados a Oujda para ser abandonados abandonados en el desierto, en la tierra de nadie en la frontera entre Marruecos y Argelia.
José Alonso, de la Asociación pro DD HH de Melilla, coincide con Palazón en denunciar la manipulación del suceso en la prensa.
“Se ha exagerado mucho el tema de la violencia por parte de los inmigrantes. Nos preocupa bastante que se presente a estas personas como gente violenta cuando sabemos que eso no es cierto. Mostrar un arañazo de un policía y una varilla –del diámetro de un lápiz – y decir que eso es ir con piedras y palos para forzar la frontera es la típica criminalización del inmigrante para justificar muchas cosas”.
Palazón añade a este respecto:
“La ‘campaña’ que dice en España que tiran piedras y que van con palos, en el lado marroquí consiste en comentar que los inmigrantes venían con hachas y cuchillos y que por eso han tenido que ser tan duros. Para la población, ante un posible caso de muerte –lo más probable con esos métodos–, serviría para que estuviese justificado”.
Situación en Marruecos
Las condiciones de los migrantes en Marruecos son cada vez más duras:
“Viven prácticamente en la clandestinidad. Se considera que si ayudas a un inmigrante eres de una mafia y ayudarles es delito hoy en Marruecos”, señala Alonso.
Y lo mismo apunta, por su parte, Prodein:
“En la zona cercana a Melilla es imposible vivir en la calle ahora mismo si eres subsahariano porque hay una represión enorme. La propia gente que vive en el campo, en las cercanías de la frontera se ve casi obligada a denunciar porque si no la policía les responsabiliza de no colaborar y de favorecer la inmigración ilegal”.
Balga Mohamed, secretario general de la marroquí Pateras de la Vida con sede en Larache, señala que las autoridades de Marruecos se esfuerzan por disuadir a quienes luchan por los DD HH:
“no paran de criminalizarnos y poner obstáculos a nuestro trabajo”
y lo hacen legal e ilegalmente, mediante intimidación y agresiones.
Los intentos de salto podrían tener también otras explicaciones. Según Alonso:
“Normalmente los intentos de pasar son a nado, en coche o en patera. Es una ‘casualidad’ que los saltos más o menos masivos se produzcan coincidiendo con encuentros de alto nivel. En Marruecos, con el control que hay hoy día, es muy complicado que se junten 150 subsaharianos cerca de una frontera. Puede ser que ocurra esto para conseguir medios de presión económicos”.
Y, de hecho, el 11 de noviembre, día siguiente al intento de ‘salto’, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, visitaba Marrakech para hablar, entre otras cuestiones, de su propuesta de “migración circular” presentada en el primer encuentro de ministros de Trabajo de la UE y los países del Mediterráneo. Además, señala Alonso:
“Hay una colaboración entre España y Marruecos que se está planteando como modélica y que lo que está haciendo es subcontratar la seguridad de España a un país en el que el respeto a los DD HH no es el deseable”. Marruecos es el principal beneficiario de la ayuda al desarrollo española pero gran parte de esa partida “se va en armas, jeeps, etc. para controlar la inmigración y no para evitar que ésta se genere en origen, como dicen”.
El control y represión en los pasos de la frontera tiene una consecuencia más que alimenta los últimos intentos masivos de cruce, y no sólo de migrantes.
El contrabando, o “comercio atípico”, según la expresión de la presidenta de la Cámara de Comercio de Melilla, se ha trasladado al paso de Barrio Chino.
Un negocio que “beneficia a cuatro empresarios de Melilla y otros tantos de Marruecos y a la policía corrupta de la frontera”, según Palazón.
Las prisas por cruzar hacen que se produzcan ‘avalanchas’.
El 17 de noviembre una mujer moría en una de ellas. Dos días antes, en Beni Enzar, un joven marroquí sufría un ataque al corazón terminando en la UVI de Melilla.
(continue)
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