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Estrategia de la masacre |
Objetivos de la operación de exterminio israelí en Gaza.
Podrán ser condenadas o no, podrán con justa razón ser catalogadas de "crimen de lesa humanidad", pero las masacres militares de civiles son una vieja herramienta "terrorista-disuasiva" para obligar al enemigo a negociar en condiciones de debilidad. La matanza de Israel en Gaza, no es una excepción en la materia.
Las utilizó (sin éxito) Israel en Líbano 2006 cuando sus aviones demolían los suburbios de Beirut y del Sur de Líbano dejando cadáveres sepultados, para luego arrojar panfletos alertando a la población de "próximos ataques".
Crear el caos y el terror, para luego "ofrecer la paz" a cambio de concesiones. Está en los manuales básicos de la guerra psicológica moderna.
Una formación de 63 bombarderos y una escuadra de 25 helicópteros: 100 misiles impactando sobre un "blanco" sin protección antiaérea (los cuarteles y sedes del gobierno de Hamás empotrados en zonas residenciales civiles densamente pobladas).
En 3 minutos: Más de 200 muertos bajo los escombros y más de 300 heridos y mutilados saturando los hospitales colapsados de Gaza. Fue el ataque "más preciso y demoledor" de los últimos veinte años en Medio Oriente, coincidieron los expertos.
Desde el punto de vista moral, un crimen de lesa humanidad perpetrado por una superponencia imperialista contra un pueblo sin ninguna chance de defenderse.
Desde el punto de vista militar, un golpe demoledor orientado a aterrorizar y a minar las reservas morales del enemigo. La operación de exterminio (el sábado) funcionó como una maquinaria mortal de relojería sobre unos 40 edificios de Hamás que fueron literalmente demolidos o semidemolidos junto a los complejos de viviendas civiles que los circundaban.
Y como ya sucedió en Líbano en 2006: El poder aéreo israelí (favorecido por la falta de acción y de condena efectiva de los gobiernos del mundo) continuó luego con su plan de exterminio sistemático y escalonado orientado a complementar un mensaje: Esta vez, la "solución militar" va en serio. El resultante en 72 horas: 320 muertos y más de 1100 heridos y mutilados, la mitad graves.
Los "efectos colaterales" (no deseados, según Israel): Centenares de hombres, mujeres y niños palestinos, muertos o mutilados debajo de los escombros. Como lo admitió luego el embajador de Israel en España: "En una guerra siempre mueren inocentes.
¿Que busca Israel con la masacre?
Básicamente, una nueva tregua con Hamás: Bajo presión de la matanza, Israel quiere forzar a Hamás a un nuevo acuerdo de cese "el fuego" mediante el cual el gobierno de Gaza se comprometa a desarmar en forma efectiva los búnkeres de lanzamiento de cohetes en la frontera con Israel por un término no menor a 12 meses, según algunos medios israelíes contactados con el ejército.
Si bien los cohetes artesanales palestinos no le producen daños considerables a las poblaciones judías (en 72 horas sólo produjeron un muerto), son una herramienta de acción psicológica tremendamente efectiva para producir caos y confusión que terminan impactando y generando crisis en el el gobierno de Tel Aviv.
La operación masacre apunta más que nada al "frente interno": los halcones israelíes necesitan recrear la fe colectiva en la "invencibilidad" del ejército israelí y restablecer la confianza en su capacidad para custodiar las fronteras de Israel.
La razón de fondo (entre otras): Israel tiene elecciones nacionales en febrero, y tanto al Kadima de Livni como al Likud de Netanyahu necesitan liberar a las poblaciones fronterizas israelíes del "peligro terrorista" de Hámas y de las organizaciones palestinas.
Como objetivo complementario: La operación masacre está orientada a recobrar la mística militar "triunfalista" perdida con Hezbolá en Líbano 2006, y a dar un claro mensaje a Irán, Líbano y Siria sobre la "unidad de acción" del gobierno y el estado mayor militar israelí.
Como efecto secundario: La inteligencia militar israelí ha deslizado en los medios que la nueva ofensiva puede abarcar "varios frentes", desde Líbano y Cisjordania hasta Siria e Irán, y la versión se multiplicó con la advertencia del líder de Hezbolá de un posible ataque de Israel contra sus posiciones en Líbano.
Israel satura a dos puntas: Con la masacre y con la amenaza de nuevas masacres para forzar a Hamás a firmar una tregua que descomprima sus fronteras y le deje pensar con la "cabeza fría" su estrategia militar de fondo en Medio Oriente a 23 días de la asunción de una nueva administración en EEUU.
¿Y porqué va a funcionar ahora una tregua que acaba de fracasar?
En junio de 2008, Tel Aviv firmó con Hamás -vía intermediación de Egipto- un acuerdo de "cese el fuego" que sólo fue cumplido parcialmente y que Hamás dio por "terminado" la semana pasada desestabilizando al gobierno de Tel Aviv.
El nuevo estrangulamiento militar (con genocidio de civiles) busca recomponer el control utilizando a Hamás como ariete de presión sobre el resto de los grupos de la resistencia que operan en la frontera con Israel.
Desde hace 72 horas los ataques se orientan a pulverizar la infraestructura operativa del gobierno de Hamás para tratar de ahogarlo y someterlo a alguna reacción interna. Este lunes los ataques se siguieron concentrando sobre áreas de la presidencia de Gaza, como el ministerio del Interior.
Abbas, cómplice descarado del eje EEUU-Israel y uno de los beneficiarios políticos de la matanza en Gaza, sintonizó en frecuencia con la estrategia judía cuando acusó a Hamas de ser el culpable de la masacre.
Una versión periodística no confirmada manipulada por los servicios israelíes, señala que el líder supremo del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás), Jaled Meshaal, se ha mostrado dispuesto a firmar un acuerdo de alto el fuego que incluiría el fin de la ofensiva que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza y del bloqueo impuesto al territorio. La información salió del Ministerio senegalés de Asuntos Exteriores.
La versión contiene un dato clave: La propuesta de levantamiento del bloqueo (que no fue llevada a cabo durante la tregua firmada en junio) permitiría a Hamás, además de salir del aislamiento, recuperar aire político y recomponer su estructura demolida por los bombardeos israelíes.
El Ministerio "aseguró" que la propuesta para la tregua en Gaza fue expuesta anoche por teléfono a Meshaal por el presidente de Senegal y actual presidente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Abdoulaye Wade.
La información se difundió luego de que el director del servicio de Ambulancias del Ministerio palestino de Sanidad, Muawiya Hassanein, elevó el balance de los bombardeos a 310 muertos.
"El fin de la operación es minimizar los lanzamientos de cohetes hacia Israel para garantizar la seguridad de un cuarto de millón de personas que viven en el sur de Israel", dijo el lunes a AFP la portavoz del ejército, Avital Leibovitz.
Por su parte, el principal asesor del ministro de Defensa, Ehud Barak, el general de reserva Amos Gilad, aseguró a los periodistas que "el objetivo es llegar a una nueva tregua" con Hamás en las condiciones fijadas por Israel.
Más claro aún fue el analista militar y general de reserva, Shlomo Brom, quien afirmó a AFP que "Sobre toda la operación (en curso) planea el espectro de la guerra del Líbano".
Según el general, los responsables israelíes, tanto políticos como militares, "parecen haber aprendido las lecciones" de los fracasos de la guerra de Líbano, que obligaron a crear una comisión de investigación gubernamental y llevaron a las dimisiones del jefe del Estado Mayor, el general Dan Halutz, y del ministro de Defensa, Amir Peretz.
"Primero se fijan objetivos limitados (...) Así minimizan los riesgos de decepción. Segundo, el ejército golpea de entrada muy fuerte, mientras que en Líbano se dejó arrastrar por una escalada no controlada, no haciendo intervenir a sus fuerzas terrestres hasta muy tarde", añadió el experto militar judío.
"Tercero, el ejército se ha preparado durante mucho tiempo para la confrontación, al tiempo que el poder civil preparaba el terreno en la opinión internacional, contrariamente a la reacción espontánea que desencadenó el secuestro de dos soldados en julio de 2006 en la frontera libanesa y encendió la mecha (del conflicto)", continuó Brom.
El resultante de la estrategia judía parece estar claro: 72 horas de saturación del exterminio militar, 310 muertos y más de 1.100 heridos, terror social y político masificado en Gaza, destrucción del limitado poder logístico y operativo de las fuerzas de Hamás, inacción premeditada de los gobiernos centrales imperiales para detener el genocidio, falta de una reacción encadenada de protestas y condenas mundiales a Israel, y parálisis del llamado "mundo árabe" para articular un movimiento de presión en la ONU.
Los halcones de Tel Aviv, por ahora, celebran: La fría matemática de la fuerza tecnológica-militar aplicada a la dominación imperial le va ganando a la conciencia universal de defensa de la vida paralizada por el individualismo y la indiferencia nivelados como ideología única en todo el planeta.
Ya nada sorprende ni golpea: Los cadáveres aún calientes de 310 palestinos han sido reducidos a meros "instrumentos de negociación".
Israel, la madre patria del sionismo capitalista mundial, convirtió a la masacre militar en una nueva moneda de intercambio. Con Gaza como laboratorio experimental.
(continue)
Manuel Freytas

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
En consecuencia (y como se desprende de la lógica de los hechos) Israel claramente ejerce el rol de potencia ocupante (ilegal) de un país soberano sin posibilidad de defensa ante su poderío militar de última generación.
Comprobadamente, el bloqueo israelí en Gaza (apoyado por EEUU y la Unión Europea) ya sumió a la Franja en un situación de catástrofe humanitaria, donde decenas de miles de palestinos (principalmente niños y ancianos) mueren por efectos de la desnutrición y de las enfermedades colaterales del hambre.
Formalmente, Gaza cuenta con un gobierno y un parlamento elegido en la urnas, pero en la práctica (y por la situación descripta) el país funciona como un "gran campo de concentración" de Israel con un millón y medio de palestinos adentro.
Frente a la realidad abrumante de la ocupación y del poder militar de Israel, la reacción del gobierno (conducido por Hamas) y de las organizaciones de la resistencia palestina se parece a la de un mosquito frente a un buey: Sólo puede causarle molestias.
Grafiquemos: Durante los más de quince meses que lleva el bloqueo judío contra Gaza, los efectos de los cohetes palestinos artesanales que impactan contra ciudades fronterizas israelíes no superaron los diez muertos. En la misma cantidad de tiempo, el ejército israelí, en distintas incursiones en Gaza, mató a más de 400 palestinos e hirió a centenares, además de los miles de muertos a causas de enfermedades producidas por el hambre y la desatención sanitaria.
Solamente el sábado, las sincronizadas y fulminantes operaciones militares israelíes con 60 bombarderos y helicópteros asesinaron (en cuestión de minutos) a más de 240 palestinos e hirieron y/o mutilaron a otros 800.
Esta realidad sucinta (que surge de situaciones y números concretos al alcance de cualquiera) muestra claramente (y con total objetividad) la falsedad de la tesis israelí que justifica sus ataques y sus masacres militares y económicas en un argumento de "defensa" ante la "amenaza terrorista" de Hamas.
Concretamente, y como se puede verificar en los hechos, Israel es una superpotencia nuclear que controla y domina a un país casi indefenso ante su poderío tecnológico-militar, y que se encuentra con su población enferma, hambrienta y en estado de catástrofe humanitaria.
Claramente, y más allá de cualquier consideración jurídica o política internacional, la operación de exterminio militar ejecutada por Israel contra un país enfermo, debilitado, hambriento y sin capacidad de defenderse, el sábado, constituye un crimen de lesa humanidad.
Es la máxima expresión de injusticia del fuerte contra el débil.
En ese escenario, los pilotos judíos que el sábado cumplieron la "misión" de matar o mutilar en Gaza a centenares de hombres, mujeres y niños indefensos y luego volvieron a sus bases (casi sin despeinarse), no son soldados peleando contra un enemigo equivalente, sino criminales de lesa humanidad.
Los funcionarios políticos y jefes militares que dieron las órdenes no representan a ningún Estado que defiende su seguridad, sino que representan a un Estado criminal que asesina en forma masiva por razones imperiales de conquista y sometimiento territorial.
Y la acción del ejercito israelí no está incursa dentro de ninguna lógica de la guerra militar, sino dentro de una política criminal depredadora que viola (impunemente) leyes y derechos establecidos como norma internacional por el propio sistema capitalista.
¿Porqué ningún país o jefe de Estado (salvo Irán, Venezuela o Cuba) se atreve a denunciar y a condenar públicamente los crímenes y las políticas imperialistas de Israel?. Hay dos razones principales:
A) El que denuncie y condene públicamente a Israel se expone a quedar aislado (bajo los cargos de antisemita) y ser derrocado por un movimiento de presión internacional digitado desde Europa y EEUU.
B) Las organizaciones internacionales (como la ONU y su Consejo de Seguridad), los organismos y tribunales jurídicos que podrían juzgar y condenar a Israel se encuentran en manos de EEUU y de las potencias sionistas aliadas en la OTAN que hacen de la supervivencia del Estado de Israel, su propia supervivencia.
Esto explica claramente porqué para EEUU, la Unión Europea y la ONU en la Franja de Gaza no hay ocupación militar israelí, sino un "conflicto" entre el "terrorismo" de Hamas y el Estado de Israel.
Todo lo que se oponga a esta norma establecida a priori como único valor de "análisis", no tiene ninguna entidad creíble o simplemente no existe en la prensa y en las grandes cadenas mediáticas formadoras de "opinión pública" internacional.
En consecuencia, y para las mayorías planetarias, entre sábado y domingo, Israel asesinó en Gaza a 300 seres humanos, hirió y mutiló a más de 1000, sólo para defenderse del "terrorismo asesino" de Hamas.
El que se salga de esa lógica discursiva y analítica, es... antisemita.
En resumen, y para supervivir éste y los años que restan dentro del sistema, hay que liberarse de dos tendencias destructivas: Llamar "judío" al sistema que controla el mundo y llamar "colonizador y asesino" al Estado de Israel.
El que consiga dominar estas tendencias destructivas puede dormir en paz, y sin que los cuerpos destrozados y mutilados del pueblo palestino de Gaza le afecten la digestión.
"El Estado de Israel ha lanzado una operación militar para restaurar la calma en los residentes del sur, que han estado sufriendo incomodidades y la interrupción de su vida cotidiana, que les ha impedido desarrollar una vida normal", indicó el primer ministro antes de su reunión semanal con el Gabinete de ministros. Cabe destacar que el ministro árabe israelí, Raleb Majadele, no ha comparecido a la reunión en señal de protesta.
"No es una situación sencilla", reconoció Olmert, "pero tenemos que manejarla con cuidado, consideración, paciencia y firmeza", en declaraciones recogidas por el diario Yedioth Aharonoth.
"El Gobierno ha invertido muchos recursos en manejar la situación del frente nacional", indicó Olmert, en referencia a las comunidades que se encuentran en la primera línea de fuego de los cohetes de las milicias palestinas de la Franja.
"Ha llegado el momento de luchar", dijo por su lado en una alocución televisada, recogida por la cadena británica BBC, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak.
Por su parte, el presidente israelí, Simón Peres, responsabilizó hoy al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de la situación actual en Gaza durante los bombardeos israelíes sobre la Franja, por emprender una guerra "irracional" contra Israel, a pesar de los esfuerzos de Tel Aviv para aliviar la tensión a través de medidas como la retirada unilateral de Gaza en 2005.
"En toda la historia de Israel, no recuerdo una guerra más inútil o irracional que la que Hamás está librando contra nosotros", indicó Pérez olvidando que Hamás se encuentra imposibilitado de lanzar una guerra ante la desproporción del poderío militar aéreo y terrestre de Israel.
"Es una guerra de locura, de gente irracional que no está preparada para explicar por qué disparan y por qué está luchando", declaró el presidente israelí sin aclarar que desde hace quince meses Israel mantiene un bloqueo económico que ha llevado a Gaza a la catástrofe humanitaria.
El presidente hizo especial hincapié en que el pueblo israelí "no odia a nadie y no quiere matar a nadie, pero tiene el derecho de defenderse por sí mismo". Según Peres, "El Ejército ha demostrado contención y capacidad de atacar sus blancos sin atacar a inocentes". Lo que, obviamente se contradice con la versión de los médicos y observadores internacionales que sostienen que la mayoría de las víctimas son civiles inocentes.
Peres, no obstante, reconoció que el Ejército israelí se enfrenta a "un dilema moral de la mayor envergadura", ya que "algunos de los depósitos de armas de Hamás se encuentran en domicilios privados". En este sentido, anunció que "se les advirtió a sus propietarios de que se deshicieran de sus bombas".
Para el presidente, la operación militar en Gaza es "una operación justificada para lo que no hoy alternativa". "La gente está unida y respalda la operación", concluyó.
Por su parte, el embajador israelí en España, Raphael Schutz, lamentó hoy la "increíble ligereza" con la que ciertas personas utilizan el argumento de la supuesta desproporcionalidad de la respuesta israelí a los ataques de las milicias palestinas contra la población civil del sur de Israel.
La "respuesta israelí" que cita el embajador ya mató, desde el inicio del bloqueo, a más de 700 palestinos hirió a más de 2000, además de los miles que mueren por enfermedades del hambre, mientras que los "ataques palestinos" con cohetes no superaron la docena de muertos.
Schutz aseguró que "los bombardeos israelíes sobre Gaza tienen sólo como objetivo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), organización terrorista a la que Israel responsabiliza por ocho años de continuos lanzamientos de cohetes contra los territorios israelíes adyacentes a la Franja de Gaza".
"Es una operación para ejercer el derecho de Israel de proteger la vida, la seguridad y los derechos básicos de sus ciudadanos, que han sufrido en los últimos 8 años una situación inaceptable bajo el fuego de cohetes y misiles", explicó. "Estamos cien por cien dentro de la ley internacional protegiendo a nuestros ciudadanos, algo explícito en toda la ley internacional", agregó.
A quienes apelan a la desproporcionalidad de la respuesta israelí, Schutz recordó que los israelíes han sufrido ocho años de "persistentes ataques con misiles".
"Pediría a esta gente que se pusiera en lugar de estos ciudadanos. Es un castigo colectivo", dijo. Además, emplazó a quienes utilizan este argumento a proponer una alternativa. "No desearía a nadie esta situación en la que están los israelíes", agregó.
Además, "la situación se ha agravado en los últimos días después de que la organización terrorista Hamás pusiera fin de forma unilateral al estado de calma".
Schutz lamentó las bajas civiles provocadas por el bombardeo. Sin embargo dijo que "hay que recordar que es una guerra y lamentablemente cae gente inocente".
"Castigo colectivo"
Un portavoz de la Delegación General de Palestina en España, Salah Abú Kaoud, denunció hoy el "castigo colectivo" que supone el bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza e insistió en que va en contra de todas las leyes internacionales.
Asimismo, Abú Kaoud acusó a los israelíes de ejercer una "fuerza desproporcionada" en la "matanza" de palestinos, en declaraciones a Europa Press.
Abú Kaoud explicó que la Franja de Gaza es un territorio muy pequeño en el que se concentran 1,5 millones de palestinos, la mayoría civiles.
"Israel ha tendido una trampa a Hamás", afirmó Abú Kaoud al ser preguntado por el lanzamiento de cohetes por parte de milicianos palestinos desde la Franja.
En cualquier caso, denunció el bloqueo israelí de la Franja, vigente desde hace más de un año, que habría llegado "a un extremo insoportable".
El portavoz de la delegación palestina en Madrid hizo un llamamiento a la presión internacional para que Israel abra los pasos fronterizos de Gaza y permita la entrada de ayuda humanitaria. "Gaza es el mayor campo de concentración del mundo", denunció.
Abú Kaoud aprovechó además para denunciar que la Unión Europea premia a Israel con un acuerdo de relación preferencial y destacó que Europa tiene un gran poder, ya que la mayoría de las exportaciones israelíes tienen como destino la UE.
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