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El día de las mariposas... |
Un hombre viola a una mujer, eso es violencia. Una mujer gana menos que un hombre en el mismo puesto de trabajo, eso es violencia. Un adolescente maltrata a su novia, eso es violencia. Un grupo de amigos le grita cosas a una mujer solo para demostrar su “hombría”, eso es violencia. Un marido obliga a su mujer a prostituirse, eso es violencia. Un hombre cree que “su” mujer es “su” objeto, eso es violencia. Y todo eso es responsabilidad nuestra. De todos y todas.
Cada 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el “Día de la no violencia contra la mujer”. Esa fecha conmemora el asesinato de las tres hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, militantes opositoras a la dictadura que ejerció, por más de 30 años, Leónidas Trujillo en la República Dominicana.
Según la “Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer”, emitida el 20 de diciembre de 1993, “se entiende por violencia contra la mujer a todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Una travesti golpeada por un policía; un marido o hijo que esperan, naturalmente, que su esposa o madre les prepare la comida; un hombre o, por qué no, una mujer que llama “puta” a una chica por ejercer libremente su sexualidad, son hechos que se repiten diariamente y poco se cuestionan. A pesar de que se condena a un violador casi unánimemente, a diario se reproducen este tipo de situaciones de violencia que pasan desapercibidas, que son capilares y que van construyendo y legitimando actitudes violentas. Por consiguiente, aunque sea un punto central, la violencia contra la mujer no terminará con las violaciones, si no el día que entre todos y todas construyamos relaciones de igualdad y respeto entre (todos) los géneros.
El artículo 2° de la declaración mencionada anteriormente plantea qué es violencia sobre la mujer: la violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina, la violencia relacionada con la explotación; la violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales, la trata de mujeres y la prostitución forzada y la violencia física, sexual y psicológica ejecutada o tolerada por el Estado.
Violencia sexual, cifras que alarman.
En el caso puntual de la violencia sexual hay una necesidad de entenderla no sólo como un ataque, sino a la integridad del ser humano. Debe pensárselo como un problema personal pero también eminentemente social, ya que atenta contra la libertad de la persona. “Además, fortalece el estereotipo y desequilibrio cultural del "hombre" productor (dominante) y de la mujer "reproductora" (sumisa), reduciendo a la mujer a objeto sexual y negándole el derecho de actuar en espacios considerados masculinos y, al mismo tiempo, absolviendo a los hombres de una mayor responsabilidad en el ámbito de la reproducción”, plantea María José Lubertino en un artículo publicado en el Instituto Social y político de la mujer (“Si molesta es acoso”, 26/03/02).
En la Argentina, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 niños o niñas es abusado por un familiar de confianza antes de los 5 años. De esa cifra el 87% de los casos son niñas y el 5,6 % de las adolescentes se iniciaron sexualmente por la fuerza.
“El acoso sexual viola derechos sexuales básicos como el derecho a la libertad sexual (la posibilidad de los individuos de expresar su potencial sexual, libres de coerción, explotación o abuso en cualquier tiempo y situaciones de la vida) y el derecho a la autonomía sexual, integridad sexual y seguridad del cuerpo sexual, lo que incluye el control y el placer de nuestros cuerpos libres de violencia de cualquier tipo”, agrega, en el mismo artículo, María José Lubertino.
Pero también es parte del acoso sexual la violencia que muchas veces el imaginario social vuelca sobre la mujer violada. Frases como “un poco de culpa la mujer también tiene” o “¿para qué sale vestida así, quiere que la violen?” son frecuentemente escuchadas y reproducen una lógica que, en muchos casos, parecería justificar un acoso.
Por otro lado, la violencia contra la mujer es doble cuando es pobre. Un aborto en una cocina es un acto de violencia de toda la sociedad contra una mujer. El problema no es si un niño o no niño vive o muere (los abortos se siguen haciendo igual sin importar esa discusión) sino que siempre las que se mueren son mujeres pobres. Las excluidas son doblemente excluidas, por pobres y por mujeres.
Actualmente, también sobre cifras de la OMS, en la Argentina se estima que se realizan más de 500.000 abortos al año frente a unos 700.000 nacimientos. El aborto es la primer causa de mortalidad materna. Una de cada tres muertes es producto de abortos mal practicados, mientras que los abortos realizados en condiciones adecuadas casi no conllevan riesgo para la paciente.
El caso de Romina Tejerina da cuenta de esta situación. Romina fue violada y quedó embarazada. Durante siete meses ocultó su embarazo e intento abortar con métodos caseros. Luego, parió sola en el baño de su casa y presa de stress post-traumático hirió mortalmente a la recién nacida. Hoy, Romina se encuentra detenida en el penal de mujeres de Jujuy. Actualmente, son muchas las mujeres que deciden abortar, sin embargo el derecho a ejercerlo es de aquellas que cuentan con los recursos económicos para que su vida no corra riesgos. La violencia sexual es también violencia económica y mientras no se garantice el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, seguirán habiendo abortos. La posibilidad de sobrevivir a los abortos clandestinos será garantizada únicamente por el dinero y no por quién debe hacerlo: el Estado.
¿Por qué el 25?, ¿por qué muchos 25?
En el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en 1981, se acordó esta fecha como forma de rendir homenaje a tres hermanas Dominicanas: Minerva, Patria y María Teresa Mirabal.
Conocidas y representadas como “las Mariposas”, nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía de Trujillo, se convirtieron en un símbolo de la resistencia popular y feminista. El 25 de noviembre de 1960 Minerva y María Teresa fueron a visitar a sus esposos a la cárcel, en compañía de su hermana Patria. Miembros de la policía secreta de Trujillo las interceptaron en un lugar solitario del camino. Cubiertas de sangre, destrozadas a golpes, estranguladas, fueron puestas nuevamente en el vehículo en el que viajaban y arrojadas a un precipicio, con la finalidad de simular un accidente. La noticia de estos asesinatos conmovió y escandalizó a la nación dominicana e impulsaron el movimiento anti-trujillo. Finalmente éste fue asesinado en 1961 y su régimen cayó poco después.
Las mariposas representan la lucha de cada una de las mujeres, de todos y todas los que luchan, sean gays, lesbianas, transgénero, travestis o transexuales. Son también cada una de las violadas, presas o desaparecidas en la Argentina. Son y fueron nuestras compañeras y en ellas está nuestro deseo de construir una sociedad con diversidad de iguales, sin violaciones pero también sin maridos que manden a lavar los platos a sus esposas. Son todas mariposas, son nuestras mariposas.
(Para más información sobre la historia de las Hermanas Mirabal se puede leer el libro de Julia Álvarez, En el tiempo de las mariposas, Atlántida, 1994)
Este 25-11 y siempre soy otra vos...
ILL DA QUESH
(Las mayas dicen soy otra tú)
Soy...
María Soledad, violada y muerta en Catamarca...
Teresa Rodríguez, muerta en un piquete...
Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy...
Claudia Sosa, presa en Mendoza...
Soy...
violada por Hoyos en Salta,
Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero,
Soy...
las chicas asesinadas en Mar del Plata, (hace años)...
la trabajadora violada en el ANSES...
las niñas violadas en el Congreso...
Johana secuestrada y agredida en un hospital...
Soy...
Marita, Vanesa, Lidia, y tantas secuestradas para el tráfico de mujeres y la prostitución en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Río Gallegos...
abusada por los curas en todo el país...
una originaria en el Norte, con un nombre inventado y prisionera para votar...
una originaria desterrada de su lugar,
Soy....
una desnutrida muerta en los hospitales
Soy...
una hambrienta en un piquete mundial
una negra en el mundo
una africana sin clítoris,
una musulmana, que pueden lapidar
una moribunda en coma cuatro por un aborto séptico (custodiada por la policía)...
una mujer estéril y presa por un aborto séptico
una muerta por aborto séptico
una abusada y golpeada por mi compañero, padre, tío, padrastro, extraño etc.
Soy una muerta por los mismos,
soy insultada y descalificada por mi/s compañer@s
soy una desaparecida de la dictadura y de las democracias ...
Soy MUJER, TRAVESTI, TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, NEGRA, MUSULMANA, AMERICANA, EUROPEA, POBRE, OPRIMIDA...
Soy mujeres violentadas, golpeadas, violadas, presas, insultadas, asesinadas, discriminadas, torturadas, desaparecidas, traficadas, cercenadas, prostituidas... muertas
Lo padezco en el cuerpo, es una enfermedad,
el remedio que no calma mi dolor,
pero que me ayuda a seguir adelante es...
revelarme día a día, rebelarme momento a momento,
Ser millones de mujeres que se rebelan frente a la opresión
Ser millones de mujeres que queremos cambiar las relaciones sociales y desterrar la principal... el PODER
Dicen las Mayas ill da quesh, soy otra tú,
soy otra vos, y otra voz, miles de voces...

Etiquetas: conocimiento, memoria, multitud, sabiduria, violencia.
Después de estos años podemos afirmar que pocas cosas han cambiado. En lo general, el hecho de que la mujer haya ganado espacio en el ámbito público no ha resquebrajado el modelo: sociedad heteronormativa y nuclifamiliar jerárquica, con una estructura económica capitalista que otorga valor sólo a la esfera pública; mientras ésta se halla sustentada por la función doméstica y el trabajo de cuidados que siguen llevando a término las mujeres. En la gran mayoría de los casos de forma gratuita e invisible.
Desde la CGT vemos necesaria una crítica a la situación que continuamos viviendo las mujeres, provocada por la desigualdad y la discriminación estructural por motivos de género, que la ley integral contra la violencia machista no ha venido a solucionar en aquellos casos en los que se manifiesta de manera más cruel.
Queremos enunciar y denunciar las principales dificultades con la que se encuentran las mujeres que solicitan protección frente a las agresiones machistas en el ámbito familiar. Son las siguientes:
- Falta de autonomía de las mujeres, que se ven envueltas en muchas ocasiones en una vorágine administrativa que decide continuamente por ellas, no siendo escuchadas ni pudiendo tomar decisiones propias, estando diseñado el itinerario independientemente de su voluntad y de sus especiales circunstancias.
- Las mujeres inmigrantes sin papeles cuentan con la gran amenaza de la Instrucción 14/2005 de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Con la amenaza siempre presente de la expulsión, en el caso de las que carecen de permisos, mientras las que cuentan con una autorización de residencia, o de residencia y trabajo, se encuentran con las trabas de la Ley de Extranjería, que siempre se antepone a la Ley Integral contra la Violencia. Comprobamos, así mismo, como la administración prima como bien jurídico la situación administrativa de la mujer inmigrante, y no la vida y la integridad física y psíquica de la mujer.
- Grandes diferencias a nivel geográfico, ya que la aplicación del apoyo social recogido por la ley como un derecho depende en gran medida de las administraciones locales, provocando grandes diferencias a nivel geográfico. Supeditados a las decisiones políticas del territorio, existen autonomías dónde los recursos son más bien escasos, faltando una homologación real en los servicios de atención tal y como establece la ley.
- Dificultad de ejercer los derechos laborales recogidos en la Ley 1/2004, en su capítulo 2. Es decir, los cambios de horarios, cambios de centro de trabajo, las ausencias y las faltas de puntualidad justificadas, etc. por causa de la precariedad laboral de las afectadas (empleos precarios, medias jornadas, economía sumergida) siendo la consecuencia más frecuente el despido.
- Ayudas económicas de auténtica miseria, las destinadas a las mujeres que sufren violencia y no consiguen trabajar remuneradamente. La Renta Activa de Inserción y Ayuda al pago único, aplicable en el primer caso es de 407 euros, año 2008. Y cuando hablamos de las segundas los requisitos para su cobro son muy restrictivos.
- Respecto a las Casas de Acogida, la ley recoge la adaptación de las actuales para convertirse en centros de recuperación integral, que garanticen terapia psicológica, seguimiento legal, apoyo social y educativo; pero la realidad es bien distinta. En el funcionamiento y coordinación de este recurso hay una gran dispersión y diversidad. No hay un criterio común y consensuado que garantice la calidad y eficacia del servicio. Muchas casas de acogida ofrecen su gestión a empresas de servicios que contratan profesionales sin experiencia, con unas condiciones de trabajo inestables y mal remuneradas. Muchas son gestionadas por asociaciones de mujeres de carácter conservador, asistencial y religioso, desvirtuándose en demasiadas ocasiones el papel que deben desempeñar.
- Repercusión de la violencia patriarcal al resto de la familia, no sólo a las mujeres, siendo especialmente vulnerables las y los menores, sin contar con una protección efectiva frente a la situación que viven.
- Incumplimiento de la disposición respecto a implantar la asignatura obligatoria “Educación para la igualdad y contra la violencia de género”, que figura en la ley que denunciamos. No sólo no se ha creado, sino que no se destina ni un solo euro en la educación igualitaria, una educación que promueva la autonomía de las mujeres en el plano personal, laboral y económico, buscando la distribución de roles, públicos y privados. También es urgente y necesario abordar la educación amorosa y sexual, analizando cómo construimos los vínculos amorosos.
La realidad, por tanto, nos muestra que la labor legislativa, con ser importante, no es suficiente para resolver los problemas que nos acosan. Siguen siendo habituales las situaciones que afectan a mujeres que han sufrido violencia en el ámbito doméstico, encontrándose desprotegidas y sin recursos, a pesar de las responsabilidades familiares que tienen que afrontar y que acaban viéndose abocadas inevitablemente a sufrir penurias personales y la exclusión social.
Para nosotras, las mujeres que conformamos la CGT, hablar de erradicar la violencia contra las mujeres, supondría la deconstrucción de todo un imaginario simbólico que conforma la realidad desigual en la vivimos.
Esta tarea corresponde a todos y todas las que pertenecemos a la sociedad. No podemos pensar en delegar toda la responsabilidad y las atribuciones en un Estado patriarcal y capitalista.
Por un lado, nuestras estrategias de lucha, de autoorganización y autodeterminación como mujeres, no pueden ser obviadas por las instituciones. Queremos ser mujeres libres, fuertes, autónomas que usen todas sus capacidades para defenderse, reivindicando la autodefensa feminista sin esperar a que venga a salvarnos el Estado, que perpetúa y garantiza un sistema patriarcal.
Y, por otro lado, hay que exigirle a ese mismo Estado que no solo asuma los discursos de los movimientos feministas, sino que asuma sus contenidos. Y que lo haga con los suficientes recursos y seriedad. Solamente de esta manera se podrá decir sin mentir, que se está actuando en la protección y prevención de la violencia machista.
¡¡ Frente a la violencia machista, Autodefensa Feminista !!
Sujeta la escoba, agita tu arma, otras volaron y fueron quemadas, hoy el fuego se enciende en el plan, la beca, la cámara, la cárcel, el dinero, ¿por qué nuestros cuerpos deben humear en la pira de la pobreza?
Hay que detener las agresiones, otros no tienen derecho ni propiedad sobre tu cuerpo, debemos dejar la esclavitud de la espera de que algún día cambiarán las cosas, hoy hay que cambiarlas, hoy es día de revelaciones y de revoluciones, de rebeldías multiplicadas, sólo la rabia nos salva, - y también la ternura. -, así aprendimos a sobrevivir.
Nuestras palabras son la amenaza de que las cosas pueden cambiar.
Hincá tus dientes en la carne del patriarca, para reconocer su sangre y dar alarma a las demás, infundí fuerza, hagamos del dolor nuestra rebeldía.
El 25 de noviembre, se conmemora el día internacional por la no violencia hacia las mujeres, día de denuncia del maltrato físico y psicológico, también día de visibilización de las resistencias.
Si la violencia circula, nuestra resistencia también.
Porque yo soy...
María Soledad, violada y asesinada en Catamarca... Teresa Rodríguez, muerta cuando reprimían un piquete, allá en el sur... Sandra Cabrera, asesinada en Rosario, Liliana Tallarico, asesinada en La Plata, Soy las mujeres de Juarez. Soy todas las asesinadas por odio.
Y también soy Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy... y Claudia Sosa de Mendoza y Etelvina y Patricia, y la Galle, presas...
He sido violada por Hoyos en Salta. Soy Eli Díaz, violada por Benavidez en Córdoba. Soy Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero, Soy... las mujeres asesinadas en Mar del Plata, la trabajadora violada en el ANSES, las niñas violadas en el Congreso...
Soy María, me violó mi papá.
Soy Marita, Vanesa, Lidia, Fernanda, Andrea y tantas secuestradas para el tráfico sexual en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Corrientes, Río Gallegos, La Pampa...
Soy Carolina, a mi madre la desapareció la dictadura militar.
Soy las abusadas por los curas y el poder.
Soy Paulina, mi crímen sigue impune, soy tucumana.
Soy las originarias desterradas de sus casas, soy las wchis desnutridas, soy la beba que no llegó al hospital
Soy la niña de once años violada y embarazada, no se qué hacer, no hay ley que nos ampare.
Soy... una africana sin clítoris, una musulmana que pueden lapidar, una colombiana desplazada, expuesta a la violencia paramilitar.
Soy nica, soy feminista, el gobierno me persigue.
Soy uruguaya, repudio la dictocracia que me criminaliza si decido sobre mi cuerpo.
Soy una haitiana violada por un soldado de la minustah.
Soy una mujer estéril por un aborto mal practicado, soy aquella que murió tras un aborto clandestino,
Soy Ana María Acevedo, quería abortar para curar mi cáncer, me dejaron morir en un hospital de Santa Fe.
Yo soy la castigada, la invisible, soy la maltratada. ¿Quién ha cavado estos agujeros? ¿Quién ha roto mi mirada? ¿Quién ha desoído mi respiración de espanto? ¿Quién ha cortado, golpe a golpe, los pedazos que me arman? Me repliego, muda, las palabras vuelan lejos, no las sujeto como si me esquivasen desde el principio de los siglos, palabras vacías que se deletrean sonido a sonido perdiendo su significado. Como toda criatura marginada, expoliada, espiada y exiliada, me quedo sin lenguaje.
Entonces recuerdo que existe el grito.
Que puedo gritar: Soy MUJER, TRAVESTI, TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, BOLIVIANA, NEGRA, MUSULMANA, INDIA, INMIGRANTE, POBRE, OPRIMIDA...
Soy la que está harta, la que se rebela, la que se organiza, la que quiere cambiar las relaciones sociales, la que quiere desterrar la injusticia, la que lucha contra el patriarcado.
Dicen que dicen las Mayas "ill da quesh", soy otra tú.
Eso, soy otra vos, y otra voz, y soy miles de voces que, tomándole un verso a Neruda gritan, gritamos: sube a nacer conmigo, hermana!!!
Porque siempre, siempre, se puede volver a nacer.
Enredadera de textos:
fugitivas del desierto
publicación indymedia
marcela lagarde
liliana daunes
Este periódico, que se reparte a la entrada del metro y que leen miles de trabajadoras y trabajadores, daba como buena, sin decirlo expresamente, la relación entre la ley del aborto con la falta de suficientes medios educativos y preventivos, como si el Estado no dispusiera ya de todos los instrumentos jurídicos necesarios para atender adecuadamente la salud reproductiva y permitir que las mujeres podamos decidir en libertad si queremos ser madres o interrumpir el embarazo.
Coincidiendo con este articulo, el periódico de los sin techo, La Farola, ha sacado un especial dedicado a los grupos pro-vida, que toca todos los temas relacionados, desde la defensa de derechos de los niños virtuales (los no-nacidos), la criminalización de las mujeres que deciden abortar (las asesinas de hijos), el supuesto discurso de unas supuestas mujeres arrepentidas y traumatizadas (Asociación de víctimas del aborto – AVA), más un estudio psicoanalítico sobre el inconsciente de los fetos y un alegato sobre la obligación que tenemos las mujeres de poblar el mundo y garantizar el sistema de pensiones.
Veinte páginas de aberraciones que venden jóvenes inmigrantes africanos sin seguramente tener la menor idea de qué ideas están ayudando a difundir.
Este especial de La Farola se complementó con un artículo publicado en El País el domingo 7, proporcionando interesante información sobre, por ejemplo, quién financia a estas "presuntas" organizaciones terroristas.
::: Link :::
Por ejemplo, la asociación Adevida recibe 1 millón de euros anuales de la Comunidad de Madrid para financiar "actividades de asesoramiento legal y psicológico a mujeres sin recursos en periodo de gestación".
Su asesoramiento consiste en engañar y culpabilizar a las mujeres embarazadas para evitar que aborten y así conseguir que las parejas que no pueden tener hijos propios, adopten los hijos que esas mujeres no podrán criar, recurriendo, naturalmente, al elegante servicio de recogida de niños para la adopción que acaba de inaugurar la Comunidad de Madrid.
De esta forma, las parejas se evitarán los gastos de las adopciones internacionales y l@s españ@les se evitarán recurrir a la importación de niños chinos, rusos o peruanos.
A pesar de que han pasado 28 años desde que las mujeres conseguimos, después de dar mucho la tabarra en la calle, la despenalización del aborto en tres supuestos, poco hemos avanzado.
Confiadas en que vivimos en una sociedad opulenta y que en mayor o menor medida, casi todas conseguimos los euros que nos exigen las clínicas privadas, la mujeres conseguimos abortar en España y abandonar los vuelos charter a Londres de toda la vida.
Pero los sectores fundamentalistas apenas perdieron una batalla, no la guerra.
Mientras nosotras estamos encerradas en nuestros colectivos debatiendo sobre lo divino y lo humano, ellos están ocupando la calle y los medios, comiendo el tarro, manipulando y mintiendo a mucha mujer desprevenida y presionando al gobierno para que nos quiten los pocos derechos que hemos conseguido.
Digamos alto y claro que las mujeres no necesitamos una nueva ley. Lo que necesitamos es que el aborto salga del código penal.
Asimismo, necesitamos que los dineros de la sociedad se dediquen a atender todos los aspectos de la salud reproductiva, para que las mujeres podamos decidir si queremos ser madres o no, y para que no se castigue a las mujeres más vulnerables.
No podemos dejar en manos de los sectores más retrógrados una legislación que regula los derechos de las mujeres.
Tampoco podemos confiar en las políticas burócratas del PSOE, que después de tantos años en el gobierno y a pesar de su supuesta ideología feminista, han sido incapaces de despenalizar el aborto y así defender los derechos de todas las mujeres.
Volvamos a la calle.
Defendamos nuestros derechos.
De nosotras depende.
La Haine
La primera mentira es hablar de “niños no nacidos” y acusar a las mujeres que queremos abortar de ser “asesinas de niños”.
¿Es esto cierto?
Pues no. Si miramos el significado de nacer en el diccionario de la RAE, vemos que para que una persona nazca tiene que salir del vientre materno y ser capaz de vivir fuera de él.
El significado de nacer se aplica de la misma forma para los demás seres vivos. Es decir, las aves nacen cuando salen del huevo, y las plantas nacen cuando salen (germinan) de la semilla.
Y si nadie confunde un sobre de semillas con un ramo de flores, ¿se puede confundir un embrión o un feto con una persona?
Porque no es lo mismo, es que generalmente es posible interrumpir el embarazo en las primeras semanas. Por ejemplo, interrumpir un embarazo de 4 semanas significa extraer del útero un coágulo de sangre que pesa menos de un gramo y mide de 2 a 4 milímetros. Y hay que tener mucha mala fe y muchas ganas de engañarnos para llamar a eso “niño”
Otro argumento que se utiliza es decir que las mujeres no tenemos derecho a nuestro propio cuerpo y por tanto no tenemos derecho a abortar, porque durante el embarazo se está desarrollando un ser distinto de la madre.
Este argumento parte de la idea que se tiene de que las mujeres somos seres distintos e inferiores a los hombres y que debido a la maternidad, no tenemos derecho, como tienen los hombres, a disponer y decidir sobre nuestra propia vida. Es decir, somos una especie de envase sin cerebro ni sentimientos, que estamos a disposición de “los demás”, llámese pareja o sociedad. De ahí surge también la idea de “madre abnegada”, que supone que tenemos que olvidarnos de nosotras mismas, de nuestros deseos y necesidades, para atender a los demás. O la idea de “mujer objeto”, cuya sexualidad debe estar a disposición de los hombres, porque ellos “tienen necesidades que no pueden controlar” mientras que nosotras no tenemos necesidad sexual ninguna y mucho menos, incontrolable.
Un tercer argumento es hablar de los riesgos del aborto y del “trauma” que ocasiona.
Algunos datos:
La OMS indica que desde el punto de vista de la salud pública, cuando el aborto se practica en condiciones seguras, es una intervención que apenas representa riesgos. La tasa de mortalidad es apenas de uno por cada 100 mil intervenciones, es decir, menor que el riesgo asociado a los embarazos llevados a término en las mejores circunstancias posibles.
Sin embargo, en el mundo se realizan más de 18 millones de interrupciones del embarazo clandestinos o que no tienen todas las garantías sanitarias. El riesgo de morir como resultado de un aborto peligroso es de 350 por cada 100 mil mujeres.
En cuanto al trauma psicológico… dependerá de las ideas que tengamos en la cabeza. Desde luego, si nos creemos las mentiras sobre las asesinas de niños, el trauma será grande. Ahora bien, si estamos seguras de que no podemos, no debemos, no queremos tener un hijo cuando no estamos preparadas para ello… el trauma será mínimo o inexistente.
El verdadero trauma empieza cuando pasamos por un embarazo no deseado, tenemos un hijo que no podemos cuidar, que dejamos en manos de terceras personas y que nos obliga a ir por la vida llenas de remordimientos.
Por otra parte, las únicas obligadas a dar a sus hijos en adopción o a arriesgar su vida son las mujeres pobres. Ellas engrosan las listas de mujeres muertas al dar a luz o de los abortos clandestinos.
Es por todo esto que defendemos:
. el derecho al aborto libre y gratuito
. el derecho a decidir por nosotras mismas si queremos o no ser madres
. el derecho a disponer de todos los medios anticonceptivos
. el derecho a disponer de nuestro propio cuerpo
Defendemos el aborto libre y gratuito en la seguridad social para que este derecho no dependa del dinero o a la clase social a que se pertenece. Actualmente, las mujeres que tienen acceso a un aborto seguro son las que lo pueden pagar, tanto en España como en el resto del mundo.
Sacar el aborto del código penal y dejar que las mujeres tomemos nuestras propias decisiones es un derecho inalienable que no estamos dispuestas a dejar en manos de burócratas, políticos ni empresarios.
De nosotras depende.
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