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Bush: sálvese quien pueda y fuga |
La refundación del capitalismo queda post-puesta.
Todas son "pálidas" encadenadas para el eje imperial USA-UE: La crisis financiera colapsa el crédito, y la contracción crediticia a su vez derrumba las ventas, procrea desocupación masiva con quiebras generalizadas, y pulveriza los números de la economía real.
Las "malas noticias" se expanden como un virus contagioso por todo el planeta.
EEUU y las principales economías de la UE (Alemania, Gran Bretaña y España) ya están en recesión, y las demás (incluidas las de Asia, América Latina y Medio Oriente) están en la cola de la crisis.
No hay un sólo espacio para la "buena onda": El Imperio económico USA-UE estalla y se derrumba por los cuatro puntos cardinales.
Al derrumbe financiero-bursátil ahora le sigue la debacle industrial-automotriz.
Nadie se salva: Finanzas, servicios, industrias, medios, publicidad industria del "espectáculo", la mítica "sociedad de consumo" tambalea por la ausencia cada vez más acentuada del consumo.
Las inyecciones y los súper-rescates cayeron en desgracia: Nadie cree en nada.
El sistema capitalista judío (establecido como "mundo único") ya no planifica futuro y solo juega a la coyuntura. Comprar barato, vender caro y rápido, y guardar el efectivo debajo del colchón, sintetiza la filosofía sionista de moda en los "mercados sin liquidez".
Se acabó la euforia del "crecimiento" (con ricos minoritarios y pobreza masiva), los engranajes claves del sistema están paralizados y la supervivencia está marcada por el "sálvese quien pueda".
La crisis no solamente colapsa a los mercados y a las economías sino que también arrasa con las ideologías de "libre mercado" y achica los márgenes de las utopías y de los mitos que sostienen y legitiman al sistema dominante.
El capitalismo está en bancarrota: Se caen las cáscaras de la "civilización superior" (con "democracia", filosofía "pacifista" y "sociedad de consumo" incorporados) y lo único que parece quedar vivo (en medio del terremoto económico) son los banqueros y el dólar USA que siguen cosechando rentabilidad con la crisis.
Se caen los paradigmas de la "multipolaridad" y la "oportunidad para todos", y solo queda en pie la verdad axiomática del capitalismo sionista de los judíos mercaderes: Comprar barato y vender caro.
Los datos de la realidad superan a las interpretaciones: Se quebró la cadena de mandos y las potencias capitalistas debaten que hacer con el mundo que inventaron a su imagen y semejanza.
Todo nace, se transforma y muere en cuestión de segundos.
Reinan la confusión y el caos: Los gobiernos y los bancos centrales imperiales perdieron la dimensión entre el "salvataje social" y el "salvataje de los negocios".
Solo se salva el negocio: El sistema capitalista se "reestructura" y crea "rentabilidad" y nuevos horizontes expansivos con la crisis.
El pez más grande se come al chico: Los gigantes financieros se devoran entre sí y solo queda en pie el más apto para seguir depredando.
El capital se concentra y se vuelve cada vez más autista: Si la tendencia prende en los gobiernos imperiales, estamos en las vísperas de la tercera guerra mundial intercapitalista.
Por ahora, en concreto, sólo estamos en el primer escalón del Apocalipsis económico, y las potencias de la UE (socias habilitadas de la rapiña imperial USA) quieren devorarse al Imperio regente por medio de una "refundación del sistema capitalista".
Proyectado en secuencia: El "lunes negro" de los mercados globales del 15 de septiembre pasado, que registró el mayor derrumbe de Wall Street desde el 11-S, trasformó la crisis hipotecaria en crisis crediticia e instaló oficialmente la crisis financiera con recesión proyectada desde las economías centrales a los países emergentes y periféricos del sistema capitalista a escala global.
Desde entonces, y ante la impotencia de la Casa Blanca y del establishment del poder estadounidense, la "burbuja financiera" del capitalismo especulador sin fronteras de Wall Street, la reproducción del dinero por el dinero mismo, estalló y se desmorona sobre las mismos cimientos de la red global que inventó.
Malos resultados empresariales a nivel mundial y la noticia de que Alemania y Gran Bretaña se enfrentan a una recesión aumentaron la presión sobre los líderes mundiales antes de la cumbre del G20 este fin de semana en Washington.
El miércoles, Wall Street cayó en picada luego de que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, indicara que las autoridades están cambiando el foco de un masivo plan de rescate financiero nacional, dejando de lado planes para comprar títulos e hipotecas "tóxicas".
Los precios del petróleo se hundieron a menos de US$ 53 en Londres luego de que el Banco de Inglaterra anunciara que el país ya estaría oficialmente en recesión y expertos alemanes anticiparan que la mayor economía europea probablemente no crezca el año próximo.
Alemania anunciaría este jueves que está oficialmente en recesión.
Un grupo de expertos independientes indicó que el crecimiento económico de Alemania se detendrá el año próximo. Criticaron medidas para estimular la economía como "un popurrí de proyectos aislados diseñados para dar la impresión de que el gobierno está haciendo algo".
"La economía probablemente entró en recesión en la segunda mitad de 2008 y posiblemente la producción se contraiga aún más", indicó el Banco de Inglaterra (central) en su último informe trimestral.
La tasa de desempleo británica subió a su mayor nivel desde 1997, un 5,8%, en el tercer trimestre, según otras cifras oficiales.
Las "malas noticias" llegaron de todos los rincones del mundo.
La confianza de los consumidores japoneses registró un récord a la baja, y la producción industrial de la zona euro cayó fuertemente en septiembre.
La primera pérdida trimestral en la historia del grupo de banca y seguros ING destacó otra vez el daño causado por la crisis financiera, y el primer banco de Italia, Unicredit, anunció también un desplome en sus ganancias.
El secretario de Estado español de Economía, David Vegara, indicó que el gobierno podría revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para 2009, de 1%, debido a la crisis mundial. La economía española se contraería un 0,2% en el tercer trimestre, en relación al trimestre anterior, señaló.
Con un escenario continuado de "mercados nerviosos", con bolsas que suben un día y bajan el otro, con un marco de situación "volátil", tan efímera y cambiante como el ánimo de las autoridades mundiales del sistema que no consiguen dar en la tecla para "normalizar" al rubro financiero colapsado, ahora Sarkozy, Merkel y los principales líderes del centralismo europeo han llegado a la conclusión de que tienen que empezar por el principio del problema: Terminar con el reinado del dólar.
Una consigna temible, que comienza a recorrer cada vez con más fuerza la espina dorsal tanto de las economías centrales como de las periféricas de Asia, África y América Latina.
El sistema financiero internacional está "dolarizado", un 80% de las transacciones comerciales internacionales, un 70% de las importaciones mundiales, y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, y las bolsas y los mercados mundiales del dinero operan mayoritariamente con la divisa estadounidense a través de las acciones y bonos desparramadas a escala global por los grandes bancos y fondos de inversión que tiene su central operativa en Wall Street, EEUU.
En este escenario, la UE ya lanzó hace varias semanas la primera piedra de una "refundación" del sistema capitalista nacido en Bretton Woods, que implica tácitamente terminar con la globalización del dólar como moneda patrón.
Según informó el miércoles la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que este fin de semana será el anfitrión de la cumbre sobre la crisis financiera mundial, instará a "solucionar los problemas" actuales en lugar de desmantelar el sistema existente, informó el miércoles la Casa Blanca.
Como ya lo viene advirtiendo, USA, el Imperio hegemónico, prefiere seguir con el "modelo" vigente: "Controlado" (financieramente) desde Wall Street y "garantizado" (militarmente) por el poder nuclear y convencional de EEUU. Para Bush y la Casa Blanca, en ese terreno, no hay "nada que innovar".
Bush viaja este jueves a Wall Street para ofrecer sus "puntos de vista" sobre los mercados financieros y la economía global de cara a la reunión de los líderes del G-20 en Washington.
La cumbre se celebrará el viernes y el sábado y se prevé que inicie una revisión de la arquitectura financiera global.
Los gobiernos ya han inyectado cientos de miles de millones de dólares en los mercados en un intento por activar los mercados crediticios, calmar a los nerviosos operadores, y evitar que la economía mundial se siga hundiendo en una recesión.
"Deberíamos solucionar los problemas que tenemos en lugar de desmantelar un sistema que ha mejorado las vidas de cientos de millones de personas de todo el mundo", declaró el portavoz de la Casa Blanca Carlton Carroll, anticipando los comentarios de Bush.
Según la Casa Blanca, el presidente imperial (seguramente sin ruborizarse) "subrayará que el capitalismo de libre mercado, especialmente el libre intercambio, es aún el mejor sistema para lograr crecimiento económico y sacar a la gente de la pobreza".
Los líderes del G20 (países más ricos y emergentes) se reunirán a partir el viernes de noche en Washington para intentar restaurar la confianza y la estabilidad en los mercados y comenzar a reformar el sistema financiero mundial.
Funcionarios estadounidenses indicaron que la cumbre desembocará en un "plan de acción" que incluye pasos a corto plazo para ayudar a la economía mundial. Países como Francia presionan para que la cumbre adopte medidas concretas.
La cumbre del G-20, a la que acudirá España, reunirá a países emergentes claves como China, India, Brasil y Sudáfrica con el denominado Grupo de los Siete (G-7) países industrializados para examinar las causas de las turbulencias y proponer soluciones.
Los líderes cenarán el viernes por la noche en la Casa Blanca y el sábado llevarán a cabo dos sesiones plenarias. Sin embargo, hay dudas sobre si las diferencias existentes entre los participantes del G-20 permitirán alcanzar avances tangibles.
La reunión será la primera de una serie de encuentros, y responsables estadounidenses prevén que la próxima tenga lugar durante el primer trimestre de 2009, probablemente después de que Bush deje el cargo y sea reemplazado por el presidente electo, Barack Obama.
Desde que el proyecto de "refundación" impulsado desde Francia comenzara a circular, la Casa Blanca salió a "bajar las expectativas" de apoyo de EEUU a cambios radicales al actual sistema globalizado de la economía que tiene al dólar como moneda patrón de las transacciones económicas-financieras y como moneda de reserva internacional.
Previo a la cumbre, Sarkozy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso,se reunieron con Bush en la residencia presidencial de Camp David, en las montañas de Maryland (este de Estados Unidos), y el presidente USA les mostró su oposición a la "refundación" propuesta por los líderes del Eurogrupo.
Los líderes de la Unión Europea quieren una reforma real y completa, una suerte de nuevo Bretton Woods, el conjunto de acuerdos que gobiernan desde 1944 (tras el final de la Segunda Guerra Mundial) el sistema económico-financiero del capitalismo hoy nivelado a escala planetaria.
Bush, que deja el cargo en enero, dijo que "se necesita tiempo" para que se vean los efectos de las intervenciones de los gobiernos para detener la crisis.
Esto es, Bush y la Casa Blanca delimitan claramente el "rescate financiero" coordinado USA-UE de una reforma estructural del sistema en la que las potencias del euro podrían intentar desplazar a Washington de las decisiones centrales económicas y financieras del sistema.
Por lo tanto Bush, sostienen analistas estadounidenses, no se compromete a una reforma más allá del sistema estadounidense, lo cual, de todos modos, recaerá en su sucesor desde enero de 2009, en tanto los europeos proponen una "forma de supervisión mundial de los mercados" que implementaría el Fondo Monetario Internacional.
Obama, que no participará en la cumbre del G20, está concentrando su investidura, prevista para el 20 de enero, en cómo enfrentar la crisis que, según todos los pronósticos, ya empuja a Estados Unidos y al mundo hacia una larga y profunda recesión.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Alemania -una de las mayores economías del mundo- se declaró el jueves oficialmente en recesión.
La primera economía europea registró una contracción económica de 0,5% en el tercer trimestre respecto al anterior, tras una caída de 0,4% en el segundo trimestre, cumpliendo la definición técnica de recesión, dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según el servicio nacional de estadísticas Destatis.
La Oficina Federal de Estadísticas informó que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo en un 0,5%, un porcentaje mayor de lo que estimaban los analistas.
La noticia, señala el corresponsal de la BBC en Berlín, Steve Rosenberg, fue como un balde de agua fría para los políticos alemanes, que pese a la crisis global insistían en que la economía nacional era lo suficientemente fuerte como para resistir las turbulencias financieras que están golpeando a las principales economías del planeta.
Uno de los factores causantes de este crecimiento negativo de Alemania es la caída en las exportaciones, que registraron una disminución de 11,4%.
En París, Joergen Elmeskov, director de política económica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el club de los 30 países más industrializados, declaró que "la OCDE en su conjunto se encuentra actualmente en recesión y permanecería en esa situación un cierto tiempo".
La OCDE pronosticó que EEUU registrará una contracción económica de 2,8% en el cuarto trimestre de 2008.
El presidente del banco de la Reserva Federal de Filadelfia, Charles Plossser, dijo que se espera que la tasa de desempleo en Estados Unidos supere 7% el año próximo. Este indicador llegó en octubre a 6,5%, su nivel más alto desde 1994, pero desde junio de 1993 no alcanza 7,0%.
El grupo de investigación Capital Economics aseguró que "la economía mundial se encamina hacia su peor recesión desde los años '30".
Se espera que Francia anuncie el viernes que está en recesión. El Banco de Inglaterra (central) indicó el miércoles que posiblemente Gran Bretaña ya esté en recesión.
La economía japonesa, la segunda del mundo, entrará en recesión a fines de 2008 y se contraerá un 0,1% en 2009, según la OCDE.
Antes de la cumbre del G20 en Washington, la prensa japonesa informó que el primer ministro nipón, Taro Aso, ofrecería un préstamo de 100.000 millones de dólares a las naciones emergentes golpeadas por la crisis.
"Las naciones del G20 no necesitan luz verde de la cumbre de Washington para estimular sus propias economías con políticas fiscales activas y recortes agresivos de las tasas de interés", recordó Capital Economics.
"Pero claramente será mucho más duro llegar a un acuerdo sobre la reforma de la infraestructura financiera mundial", añadió.
La recesión ya impacta en las ganancias de las empresas y el mercado laboral, tanto en EEUU como en Europa.
No obstante el presidente Bush sostuvo que la crisis no es "un fracaso del sistema de libre mercado" y alertó contra considerar la intervención gubernamental como "una cura para todos los males".
En vísperas de la cumbre del Grupo de los 20 sobre la crisis económica mundial, George Bush, advirtió el jueves contra un exceso de intervencionismo del gobierno y aseguró que cualquier tipo de reforma que decidan los líderes mundiales deberá respetar los principios del libre mercado.
La crisis financiera que sacude al mundo "no es un fracaso del sistema de libre mercado. Y la respuesta no es tratar de reinventar el sistema", aseguró Bush, quien presidirá la cumbre que se realiza hoy y mañana en Washington, con la participación de los jefes de Estado y de gobierno de los principales países industrializados y emergentes, para debatir sobre la reforma del sistema financiero global, entre ellos, la argentina Cristina Fernández de Kirchner.
El G-20 propone una modificación total del sistema, como en la conferencia de Bretton Woods de 1944, cuando las 44 naciones aliadas en la Segunda Guerra Mundial crearon el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Pero EE.UU. se niega a una reforma profunda, como dejó claro Bush en su discurso del jueves.
"La historia demostró que la mayor amenaza a la prosperidad económica no es la falta de implicación gubernamental en el mercado, sino el exceso", afirmó el jefe de la Casa Blanca imperial en Nueva York.
Bush afirmó que "algunos culpan de la crisis a la insuficiente regulación en el mercado hipotecario estadounidense. Pero muchos países europeos tenían reglas mucho más amplias y aun así experimentaron problemas casi idénticos a los nuestros".
Además, citó a la Unión Soviética y Cuba como ejemplos de cómo otros sistemas fracasaron. "El comunismo soviético mató de hambre a millones de personas, envió un imperio a la bancarrota y se derrumbó definitivamente junto al Muro de Berlín. Cuba, que era conocida por sus vastos campos de caña, se ve forzada ahora a racionar el azúcar", sostuvo.
Por eso, afirmó, el camino más seguro para conseguir el crecimiento global es a través de "mercados libres y pueblos libres".
"La respuesta no es reinventar el sistema. Es solucionar los problemas que afrontamos, aplicar las reformas que necesitamos y avanzar en los principios del libre mercado que llevaron bienestar y esperanza a la gente en todo el mundo", señaló.
Bush, quien entregará el 20 de enero la Casa Blanca al demócrata Barack Obama -ausente en esta cumbre-, dijo que ";los líderes que participarán en la reunión de este fin de semana están de acuerdo en un objetivo claro: hacer frente a la actual crisis y sentar las bases para las reformas que prevengan una crisis similar en el futuro".
La cumbre se va a realizar luego de que el gobierno de EEUU anunciara un cambio de orientación respecto al plan de rescate financiero de US$700.000 que se puso en marcha hace un mes.
El Secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, dijo que el objetivo del plan será ahora reactivar el crédito, reforzando el balance de los bancos comprando directamente sus acciones y no las "deudas tóxicas", producto de las hipotecas.
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