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Que cada palo aguante su vela |
O como dijo ayer diplomáticamente la canciller alemana, Angela Merkel, "cada país debe asumir responsabilidades a escala nacional". La cumbre del G-4 en París, que reunió a los mandatarios de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso; al del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y al del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, apenas dejó acuerdos de calado y sí un mensaje claro: no habrá un plan como el estadounidense, aunque los Gobiernos europeos se comprometen a rescatar a los bancos en riesgo, como ha ocurrido ya esta semana en cinco entidades.
También se acordó actuar de forma coordinada, pese a que las fisuras son patentes en casos como la nacionalización de Fortis por Holanda o la decisión unilateral de Irlanda y Grecia de elevar las garantías sobre los depósitos bancarios.
No habrá un gran plan de rescate del sistema bancario europeo, al estilo del plan Paulson norteamericano. Pero Francia, Alemania, el Reino Unido e Italia se comprometen a "garantizar la solidez y la estabilidad" de los sistemas bancarios y financieros y "tomar todas las medidas necesarias para conseguir este objetivo". "No faltará dinero en los mercados". Cada Gobierno, sin embargo, lo hará "a su manera, pero de forma coordinada". Los responsables del sector bancario que están en el origen de la crisis "serán sancionados", y los accionistas "pagarán".
"No se puede decir por adelantado que vamos a reflotar a todos los bancos, porque esto transferiría los riesgos exclusivamente hacia los Estados, pero en último término es lo que va a suceder en cada país", señalaban fuentes gubernamentales que han participado en la redacción del documento que pone el sello a la minicumbre europea contra la crisis.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, no consiguió el sábado "refundar el capitalismo", sólo algunas medidas de reparación de urgencia del sistema bancario zarandeado por la crisis. Sí consiguió, sin embargo, que se fijara una hoja de ruta con este objetivo que debería desembocar en una reunión del llamado G-14, un grupo que incluye a China, India y Brasil, entre otros grandes países, para redactar un nuevo pacto, al estilo del que se estableció en Bretton Woods tras la II Guerra Mundial, que regule el sistema financiero mundial. Mañana se reúnen en Nueva York los ministros de Economía del G-7; el martes, el Ecofin, y a mediados de mes se celebra el Consejo Europeo en Bruselas.
Sarkozy consiguió que sus invitados -la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, Gordon Brown, y el italiano, Silvio Berlusconi, los líderes de los tres países europeos que, además de Francia, son miembros del G8- se mostraran de acuerdo en la necesidad imperiosa de reforzar los sistemas de control del sistema financiero, reescribir las reglas bancarias y estigmatizar el "capitalismo especulativo", frente al "capitalismo productivo", que debe recuperar su lugar central.
El presidente francés no pudo, sin embargo, avanzar en la idea de una gobernanza política de la economía, que era lo que pretendía su plan no nato, avanzado por la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, de crear un fondo común europeo de garantía bancaria de 300.000 millones de euros. Ayer negó la mayor. "Es una idea que no sólo no asumo, sino que nunca la hemos tenido ni aún menos propuesto", zanjó.
Entre los detalles de lo acordado ayer en el palacio del Elíseo, en una reunión a la que también asistieron los presidentes de la Comisión, José Manuel Durão Barroso; del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, destacan la futura revisión de las reglas relativas a la contabilización de los activos de los bancos en función de su duración y no en el corto plazo; una regla que ha sido uno de los detonantes de la crisis.
El presidente francés, con su tenacidad, aprovechó para lograr algunos de sus deseos. La declaración conjunta dice que, dadas las circunstancias económicas, caben las excepciones al pacto de estabilidad acordado en Maastricht para la creación de la moneda europea, siendo como es Francia uno de los peores alumnos en la contención del déficit público. También señala que la UE tendrá "flexibilidad" a la hora de valorar la legalidad o no de las ayudas de los Estados a las empresas, dando así patente de corso al tradicional proteccionismo francés.
Los presentes tuvieron en todo momento en cuenta que no representaban más que a sus países; sin duda conscientes de las críticas que esta "cumbre íntima" ha levantado en lugares tan distantes como Madrid y Helsinki. Así, Sarkozy anunció que comerá con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el primer ministro polaco. Sobre Irlanda, que decidió el jueves garantizar los depósitos en sus grandes bancos, creando así una ventaja competitiva que rápidamente padecieron las instituciones británicas, cayó la regañina. Merkel explicó que su Gobierno ha pedido a la Comisión Europea que analice si las medidas tomadas por Dublín infringen las reglas comunitarias.
Se incluyó también la propuesta de Gordon Brown de implantar ayudas para la pequeña y mediana empresa, que sufre especialmente la congelación del flujo crediticio. "Los créditos para la economía deben ser mantenidos", señala la declaración, para lo cual el Banco Europeo de Inversiones dispondrá de 30.000 millones de euros. El documento apunta también la posibilidad de acabar con los bonos extraordinarios de los ejecutivos de banca si no están ligados a los resultados.
La reunión, que se prometía larga, acabó antes de lo esperado. Duró poco más de tres horas. En la conferencia de prensa que cerraba la cumbre, Sarkozy acabó diciendo triunfante: "Europa existe". A su lado, Merkel arremetió contra "los responsables" de la crisis y pidió que lo sucedido sirva para sacar una lección sobre la responsabilidad del sistema, abogando por la creación de reglas de control más efectivas. "Europa sola no puede hacerlo", dijo.
Berlusconi insistió en que se garantizará "el ahorro de los ciudadanos". El mandatario italiano hizo una encendida defensa de la economía productiva frente a los "especuladores" y señaló con énfasis que lo que hay que imponer en el sistema financiero es "ética".
La jornada empezó con la escenificación de las fisuras que no han dejado de aparecer en la última semana, con la llegada de las crisis bancarias a Europa. La mayoría de los asistentes empezaron a llegar a las cuatro de la tarde al Elíseo y entraron discretamente. La canciller Merkel rompió el protocolo y pareció dirigirse hacia la tribuna de prensa. Sarkozy le hizo un gesto negativo. Merkel rectificó y ambos subieron juntos las escaleras y desaparecieron. Pero Merkel se empeñó en salir para lanzar su mensaje: "En este momento, los Estados europeos deben asumir sus responsabilidades, pero también deben asumirlas quienes han causado el daño". Merkel destacó que en Europa "hay un alto nivel de acuerdo y de comprensión para evitar que se intensifique" la crisis. El huracán financiero pondrá a prueba las costuras de ese acuerdo.
En un plazo muy breve.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Pese a la existencia de una Unión Monetaria desde 1999, una divisa única y un mercado común, la Europa del euro es 'un ser casi invertebrado' desde el punto de vista institucional y financiero, especialmente, a la hora de hablar de emisiones de deuda soberana. La crisis ha puesto de relieve el cerrojo existente para algunos emisores como España o Italia, aunque permanece abierto para colocadores como Alemania, que sigue colocando bunds cuando lo requiere.
Este desequilibrio ha abierto el melón sobre las posibilidad de emisiones conjuntas entre varios países europeos. El Reino de España prevé emitir 30.000 millones de euros en deuda durante el 2009 para satisfacer las necesidades de tesorería del Estado. Son las previsiones contenidas en el los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y dadas a conocer ayer por la directora general del Tesoro Público, Soledad Nuñez, en el transcurso de un encuentro financiero organizado por Euromoney, la jefa de la institutición estuvo acompañada en el debate por sus antecesoras en el cargo Gloria Hernández, actual directora financiera de Banco Pastor, y Belén Romana, directora general en ONO.
La crisis financiera amenaza con un cambio institucional de gran magnitud, no sólo en el plano de la regulación, sino también en otras instituciones como el Tesoro. "No hay precedente sobre la actual situación en Europa: no hay un Tesoro Europeo y eso suena dificultoso a la hora de implementar un plan similar al de Paulson, que incluya a los 27 países de la Unión o de la zona del euro, porque los instrumentos comunitarios son escasos", explica en un informe Laurence Boone, analista del banco de inversión Barclays Capital. EEUU ha demostrado tener la herramientas para afrontar un efecto dominó sin precedentes desde la crisis de 1929 al tener un Tesoro Federal que agrupa las emisiones del Gobierno.
Lo hizo tras el rescate de la aseguradora AIG, activando al Tesoro que dirige Hank Paulson para que respaldase a la Reserva Federal (Fed) de Ben Bernanke con una emisión de bonos de 40.000 millones de dólares. Fue el rescate del rescatador. En Europa, por contra, el armamento público frente a la crisis está mucho más diseminado y apenas hay órganos comúnes salvo el todopoderoso Banco Central Europeo (BCE) que preside Jean Claude Trichet. Pero, ¿quién apoyaría al BCE en caso de necesitarlo a imagen y semejanza de lo ocurrido en EEUU?
Las instituciones comunitarias cuentan con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), capitalizado con más de 160.000 millones de euros. Una cifra enorme, equivalente al 16% del PIB español aproximadamente, pero insuficiente para financiar un plan como el de Paulson que prevé destinar 700.000 millones de dólares adicionales a los rescates ya efectuados para neutralizar la crisis financiera. La Unión Europea (UE) tiene otro problema extra: el complicado entramado legal y normativo que rige la unión y que ya ha obligado a Bruselas a iniciar investigaciones sobre el rescate de Fortis o Dexia para determinar si son ayudas públicas. "Claro que lo son", expresa una fuente bancaria a este diario.
¿Europa unida o cada cual por su lado? Benelux o Irlanda
Pero se pueden camuflar si se consideran como operación financiera temporal. Sin embargo, las inyecciones de capital realizadas, por valor de unos 18.000 millones de euros, afectan directamente al endeudamiento del Estado si se consideran eso: inyecciones de capital de dinero público. Fuentes del sector financiero coinciden en señalar que se abre un horizonte de incógnitas sobre la contabilidad nacional de los Estados a la hora de incluir partidas como las ejecutadas por los países del Benelux.
"No obstante, el nuevo escenario siembra la duda sobre la capacidad de financiación de cada Estado miembro de la UE en función de su ratio deuda/PIB", explica Boone, de Barclays, en referencia a los criterios definidos en el Tratado de Maastrich, vigentes, que ponen como límite de endeudamiento en relación al PIB un 60% en cada Estado. Las reacciones a las primeros problemas a gran escala en los bancos europeos han sido parados, de momento, vía inyección de dinero público (caso Benelux) o bien mediante la garantía pública sobre los depósitos y bonos de los bancos (caso Irlanda).
La doble reacción ha funcionado, pero los expertos temen que haya otros escenarios en los que se necesite un órgano común de financiación o de rescate que refuerce la posición del BCE, inmerso no sólo en el pastoreo del mercado interbancario con inyecciones y drenajes de liquidez, sino también vigilante ante la inflación y los tipos de interés.
¿Es hora de un Departamento del Tesoro Único en Europa?
Durante una rueda de prensa con su ministro de Finanzas, Peer Steinbrueck, la canciller afirmó que los directivos de las instituciones financieras deberán ser castigados por su comportamiento irresponsable. Además, subrayó que los ciudadanos no tienen que temer por sus ahorros. Pero el mensaje tranquilizador no ha quedado ahí. Desde el ministerio de finanzas se asegura que el Gobierno alemán garantiza todos los depósitos de ahorro que sus ciudadanos tienen en los bancos.
El HRE había anunciado anoche el fracaso de la operación y señalado que el grupo de bancos privados que se había comprometido a participar junto al Estado en un crédito inmediato de 15.000 millones de euros había retirado su oferta.
Así, la elevación del límite de garantía habilitado por la Autoridad de Servicios Financiers permite ya asegurar cobertura para el 98% de las cuentas bancarias del país, si bien el organismo estudia la posibilidad de incrementar aún más el umbral de garantía, en un contexto de pesimismo en los mercados, que abrieron esta mañana con preocupantes evoluciones a la baja.
Coordinación comunitaria
No obstante, y pese a reconocer que era su responsabilidad lograr "estabilizar" el sistema y garantizar su buen funcionamiento, Darling ha añadido que este objetivo deberá en todo caso cristalizar a partir de operaciones acordadas en el arco comunitario. "Cuando los estados miembro adoptan acciones unilaterales hay consecuencias", ha advertido, después de que la decisión de Irlanda se haya ampliado a Alemania y Grecia.
Con todo, recordó que las transacciones financieras "son el corazón" del sistema en su totalidad, no sólo un capítulo exclusivo de los bancos, y en consecuencia consideró "esencial tomar acciones para apoyar el sistema bancario en su conjunto y estar preparados para intervenir en casos particulares cuando haga falta".
Problema irlandés
Así, el Banco de Inglaterra ha destinado partidas financieras a los mercados que prevé mantener en función de la evolución de la crisis, si bien Darling insistió en que por el momento no hay previsión de seguir el camino abierto por Dublín, pese al temor de que esta vía derive en una fuga masiva de usuarios hacia bancos cuyos países hayan optado por la cobertura integral.
En este sentido, fuentes de Downing Street avanzaron que el primer ministro británico, Gordon Brown, preveía analizar el alcance de la protección a la que se ha sumado Alemania con la canciller germana, Angela Merkel, tan sólo dos días después de la cumbre en la que ambos tomaron parte en París para evaluar con el resto de colegas europeos del G-8 medidas ante la crisis y en la Merkel no habría informado de su decisión.
El ministro portugués explicó que tanto en la reunión del Eurogrupo como en la reunión de ministros de Economía de la UE que se celebra mañana defenderá que todos los Estados miembros "den esta garantía a los ciudadanos".
"Es importante que se dé esta garantía para poder restaurar la confianza en el funcionamiento de nuestros sistemas financieros", resaltó.
También defendió que se sancione a los directivos de los bancos en los que sea necesaria una intervención pública y que el peso de este tipo de actuaciones recaiga en primer lugar sobre los accionistas de las entidades.
El jefe del Ejecutivo recibió al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz; y los presidentes del BBVA, Francisco González y del Banco Popular, Ángel Ron; así como a los presidentes de La Caixa, Isidre Fainé; Caja Madrid, Miguel Blesa; y Unicaja, Braulio Medellos. Zapatero deseaba saber en esta reunión su diagnóstico sobre la situación económica y financiera.
Hasta ahora, el sistema bancario español no se ha visto inmerso en la ola de quiebras que ha golpeado a las instituciones bancarias de otros países, como Estados Unidos, Gran Bretaña y el Benelux. Y este lunes, tanto Zapatero como los dirigentes de los bancos y cajas españoles coincidieron en destacar la "solvencia y fortaleza" del sistema y reiteraron su "compromiso de protección a los ahorradores e inversores", dijeron las fuentes de Moncloa.
Pese a todo, el secretario de comunicación de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos (COMFIA-CCOO), Rafael Muñoz, indicó a EFE que este sindicato ya había pedido recientemente el aumento de los 20.000 euros que garantiza cada uno de los tres fondos de garantía de depósitos (FGD) por entidad y ahorrador.
Aunque tras el encuentro celebrado en La Moncloa no se dieron detalles sobre el aumento en que podría incrementarse la garantía por cada depósito, COMFIA ha indicado que espera que el aumento sea significativo.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios de UGT, Juan Sánchez, indicó que era partidario de que se garanticen los depósitos como se está haciendo en otros países, con el aval del Estado, porque se evitará que la inversión marche a otros países.
Para Sánchez, estas medidas, "independientemente de que haya que hacerlas", pueden generan un poco de temor porque pueden generar cierta sensación de fragilidad del sistema, aunque desde La Moncloa hayan asegurado que el aumento de las garantías tiene como objetivo "reforzar" la confianza de los ciudadanos, de los depositarios de cuentas y de los empresarios en el sistema financiero español.
En esta reunión, previa a la que celebrará mañana el Ecofín -consejo de ministros de Economía y Finanzas europeo y que podría tomar una decisión común sobre la garantía de depósitos- tanto Zapatero como los dirigentes de Banco Santander, BBVA, Banco Popular, La Caixa, Caja Madrid y Unicaja coincidieron en subrayar la "solvencia y fortaleza" del sistema financiero español.
A la cita acudieron los presidentes del BBVA, del Banco Popular, de Cajamadrid, de La Caixa y de Unicaja los que acudirán a la cita de Moncloa.Mientras, el Banco de Santander está representado por su consejero delegado.
Los representantes de las entidades insistieron en la salud y solvencia del sistema financiero español en parte por la labor del Banco de España de exigir fuertes provisiones, aún en periodo de bonanza económica, y de no permitir la proliferación de productos estructurados ni fuera de balance.
El encuentro tenía como objetivo hacer un diagnóstico de la salud de la banca española tras la incertidumbre creada en los mercados internacionales con la quiebra y rescate de grandes entidades a ambos lados del Atlántico.
La reunión se suma a otras que el presidente del Gobierno pretende mantener en los próximos días para analizar la evolución de la crisis económica.
En concreto, Zapatero tiene pendiente una entrevista con el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, que se concretará tras los contactos previos que están manteniendo el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, y el responsable económico del PP, Cristóbal Montoro.
Además, el presidente del Gobierno tiene intención de mantener otra reunión con los representantes de los agentes sociales.
ALEMANIA
Objetivo: Salvar a la hipotecaria Hypo Real State que se encontraba al borde de la quiebra por tener una fuerte inversión en deuda "contaminada".
¿Por qué?: De acuerdo con las palabras del ministro de Finanzas alemán, si Hypo hubiera entrado en bancarrota se habría producido un "incalculable daño" a la economía de Alemania y a los servicios financieros europeos.
Monto: US$68.000 millones, financiado a través de bancos privados.
Condiciones: No se dieron a conocer los detalles, pero la canciller alemana Angela Merkel dijo que los directivos de las instituciones financieras en problemas debían rendir cuentas por su "comportamiento irresponsable".
BÉLGICA, LUXEMBURGO Y HOLANDA
Objetivo: Rescatar del colapso a la empresa financiera Fortis.
¿Por qué?: Su quiebra hubiera provocado un efecto dominó en varias instituciones bancarias del continente europeo, pues la institución cuenta con 65.000 empleados en todo el mundo y activos avaluados en cientos de miles de millones de dólares.
Monto: En Bélgica y Luxemburgo US$32.000 millones, que representan el 75% de las acciones de Fortis, fueron adquiridos por el banco francés BNP Paribas, mientras que los gobiernos de ambos países conservaron una porción minoritaria. En Holanda, sin embargo, el gobierno tomó el control total de las operaciones de Fortis en un acuerdo valorado en más de US$23.000 millones.
Condiciones: Ninguna revelada hasta ahora, pues se trata de una nacionalización total en suelo holandés y de una compra privada en Bélgica y Luxemburgo. Fortis quedó expuesta a la crisis después de que invirtiera en la compra de ABN Amro junto a Santander y el Royal Bank of Scotland.
ESPAÑA
Objetivo: Dotar de liquidez al sistema bancario.
¿Por qué?: El gobierno español teme que la banca sufra más dado el ambiente de incertidumbre global que, entre otras cosas, provoca que los bancos no se presten entre sí y por ende no le presten a empresas y ciudadanos.
Monto: Cerca de US70.000 millones en un fondo al que podrán acceder los bancos españoles
Condiciones: Según el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la medida es temporal y no busca "sanear" a las entidades financieras, sino regresar liquidez al mercado para que las empresas y los ciudadanos puedan acceder
ESTADOS UNIDOS
Objetivo: Impedir que más empresas con deudas "contaminadas" colapsen, arrastrando consigo a la economía estadounidense.
¿Por qué?: De continuar las quiebras en dicho país se tendrían que cerrar más empresas, lo que significaría una mayor pérdida de empleos. Además la economía mundial seguiría padeciendo los efectos de la crisis.
Monto: US$700.000 millones, aprobados por el Congreso de Estados Unidos.
Condiciones: Límites a los salarios de los ejecutivos, pago de rendimientos si las empresas endeudas vuelven a tener ganancias. También se prohíben las indemnizaciones millonarias y se garantiza que si bancos que se sumen al plan, no pueden pagar después, el dinero saldrá del sistema financiero privado.
ISLANDIA
Objetivo: Evitar el derrumbe de toda la economía del país.
¿Por qué?: Islandia tuvo un "boom" en su economía en los últimos años debido a que estaba basada fundamentalmente en servicios financieros.
Monto: Podría llegar hasta US$20.000 millones. El gobierno ya nacionalizó dos de los bancos más grandes del país que habían perdido un gran porcentaje de su valor y se encuentra en conversaciones con Rusia para que este país les preste hasta US$5.000 millones para cubrir las deudas bancarias.
Condiciones: Los bancos tienen que vender los activos que tengan en el exterior. Adicionalmente, el parlamento de Islandia le dio al gobierno poderes ilimitados para que haga frente a la crisis.
REINO UNIDO
Objetivo: Mantener a flote el sistema bancario.
¿Por qué?: Los bancos británicos más importantes perdieron una buena parte de su valor por las caídas en los mercados. Sufren además de falta de liquidez y no quieren prestarse entre ellos por temor a no poder enfrentar sus propios problemas y a no conseguir recuperar el dinero.
Monto: US$90.000 millones en un fondo para comprar acciones bancarias preferenciales, US$350.000 millones en garantías para que los bancos consigan créditos privados y hasta US$400.000 millones en préstamos a corto plazo a los bancos proporcionados por el Banco Central.
Condiciones: Límites a los salarios de los ejecutivos bancarios, condiciones preferenciales para el gobierno cuando los bancos obtengan ganancias, y prohibiciones para realizar transacciones con las acciones adquiridas por las autoridades.
RUSIA
Objetivo: Reactivar el crédito interbancario.
¿Por qué?: La bolsa de valores de Moscú ha tenido drásticas caídas que han afectado la liquidez de sus bancos
Monto: US$36.400 millones ofrecidos por el gobierno ruso en préstamos a largo plazo sólo a disposición de las instituciones bancarias,.
Condiciones: Ninguna conocida. El gobierno ruso sólo ha dicho que necesitan restaurar la confianza en los mercados.
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