Wonder News: El peligro de los rescates

Si la política de bajos tipos estadounidense diluyó cualquier sensación de riesgo entre clientes, inversores y directivos, la de auxilio financiero amenaza con dar el espectáculo de disparar con pólvora del Rey.

Los expertos achacan que parte de la crisis financiera que nos ha asaltado se debe a los excesos de las políticas de tipos muy bajos, de economías como la estadounidense o la japonesa. Unas decisiones que han difuminado la sensación de riesgo entre inversores y primeros espadas de compañías financieras a la hora de acometer las inversiones, y que ahora el rescate financiero que ha capitaneado el Tío Sam revela que aún muchos directivos, incluidos los auxiliados, siguen disparando con pólvora del Rey.

Como muestra un botón, la que dan los ejecutivos de la aseguradora estadounidense AIG, que dilapidaron en una semana poco después de que el Gobierno estadounidense decidiera rescatarla y sacrificar a Lehman Brothers, algo más de 400.000 dólares. Debió de ser una cura de estrés de esas que hacen historia, porque quemaron en una semana 200.000 dólares en un lujoso hotel, de esos de a mil dólares la noche.

No miraron las calorías, se metieron entre pecho y espalda suculentas comidas y cenas por valor de 150.000 dólares, y para curar el susto que alguno de ellos se llevó antes de saber si iba o no a la hoguera, emplearon en curas de estrés 23.000 dólares, todo en tratamientos del balneario del hotel californiano Monarch Beach.

Eso es ser agradecido y lo demás tonterías, además qué se puede esperar de una entidad como AIG cuyo primer ejecutivo presenta unas pérdidas de 5.000 millones de dólares en el último trimestre de 2007 y le permiten que se embolse –por servicios prestados- un bonus de 5 millones, amén de un mullido colchón de otros 15 millones para facilitarle una salida digna.

En fin, que está visto que quien dispara con pólvora del Rey ni mide ni valora, ni por supuesto nada arriesga. La teoría del sueño americano fue bonita mientras duró, sólo que ahora la cura se está convirtiendo es una auténtica bomba de relojería, lo que revela que a más de uno debieran darle placebo.

Concha Rubio

Publicado por Pause