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¿Porqué se hunde el sistema financiero? |
Parecía inconmovible: Los (generalmente idiotizados) analistas rentados del sistema lo bautizaron "Globalización". Se trataba, en la realidad, de un vulgar macro-robo capitalista de "fronteras abiertas" posibilitado por la tecnología informática y el control de gobiernos y países a escala planetaria.
En la década del 90, en el mundo periférico, y con la doctrina del "Consenso de Washington" fueron destruidos sistemáticamente los Estados nacionales y sus legislaciones protectoras en nombre del "libre mercado" y la "apertura económica". Y -de la mano de las transferencias computarizadas- nació la era del "capitalismo sin fronteras" desde la matriz del sistema financiero imperial con asiento en Wall Street.
El sionismo empresario transnacional (cobijado bajo el paraguas militar-nuclear del Imperio "unipolar"), convirtió a los países periféricos en "economías de enclave" y comenzó a transferir enormes recursos financieros (producto de la depredación económica) a los países centrales. Estos recursos, finalmente, fueron utilizados para una segunda fase complementaria de explotación y rentabilidad capitalista en alta escala: La especulación financiera. Y, como no podía ser de otra manera, en la década del 90, en la catedral imperial de Wall Street nació la "burbuja financiera", o el reinado de la "economía de papel". Se trató (y se trata todavía) de la máxima abstracción de la rentabilidad capitalista: La reproducción del dinero por el dinero mismo, fijando reglas y dinámicas propias por encima del sistema productivo real.
En un salto cualitativo transformacional inédito, el sistema capitalista, dueño de los Estados (centrales y dependientes) y de sus sistemas económicos productivos, consumó lo que parecía imposible: La creación de una "economía de papel" sin respaldo real.
Hoy la "burbuja financiera" está bailando en el Titanic. Por falta de "efectivo" en ventanilla, finalmente hizo crash, chocó contra la realidad, y comenzó a hundirse a la hora señalada ante la impotencia manifiesta de sus creadores y sostenedores: Los Estados centrales del sistema capitalista. Bienvenidos a bordo.
La "burbuja financiera" del capitalismo especulador sin fronteras, la reproducción del dinero por dinero el mismo, se está desinflando y se desmorona sobre las mismas lacras que inventó.
Pérdida de confianza: Esa es la clave detonante de la fuga en masa del dinero de las plazas financieras internacionales.
Y esa pérdida de confianza por parte del "inversor" (particulares y bancos especuladores) va invariablemente asociada a la pérdida del control de los Estados imperiales sobre los sistemas financieros centrales.
La filosofía especuladora del "apalancamiento" (una economía virtual montada sobre el crédito y el endeudamiento) estalló cuando la "falta de confianza" de los tenedores de bonos y acciones (el dinero de papel) los llevó a "efectivizarlos" en dinero real.
Allí se destapó la mentira y la falta de respaldo de centenares de billones de dólares transferidos por asentamientos financieros y papeles que, cuando los tenedores quisieron convertirlos en dinero contante y sonante se encontraron con la sorpresa de que el efectivo no estaba donde debería estar: Los bancos.
Hay expertos que sostienen que un equivalente billonario a más de un PBI de EEUU y Europa juntos circula en papeles sin respaldo de la "burbuja financiera" que se generó en Wall Street en la década del noventa desparramando ganancia especulativa a escala planetaria.
Las "súper-fortunas" personales, los "súper-activos empresariales" se nutrieron de este macro-robo monumental del capitalismo financiero especulador que inventó una economía paralela: La economía de papel.
Esa economía es la que hoy está estallando junto con los macrobancos y macroempresas que lideraron el desfalco capitalista y que hoy se encuentran con sus bóvedas sobrecargadas de papeles sin valor: La chatarra de la "burbuja financiera".
En un ciclo de reproducción perversa del "dinero por el dinero mismo" (transferencias informatizadas a escala global) la dinámica de los grupos financieros súper-concentrados revela el predominio del capital especulativo (dinero sin fronteras) sobre el productivo, como dato más sobresaliente y distintivo de la llamada "globalización" del sistema capitalista en decadencia.
Como se sabe, y lo destacan una multitud de expertos, EEUU, la locomotora del sistema capitalista "globalizado", ha sustituido a la "economía real" por la "economía bancaria", o sea, ha sustituido a la "economía de los recursos genuinos" (respaldados por la producción) por la "economía de los papeles" (acciones de deuda sin respaldo) circulando por los mercados financieros globales.
Durante el proceso del "boom inmobiliario" en EEUU que devino en la "burbuja hipotecaria" a escala global, la Reserva Federal mantuvo las tasas bajas, las calificadoras otorgaron "credibilidad" y "seguridad rentable" a los bonos, y la prensa financiera (a través de los analistas de mercado) publicitó la ola inversora de la "burbuja hipotecaria" a escala global.
Todo estaba de "buena onda" y la acumulación capitalista funcionaba de maravillas con la "burbuja" y el festival de bonos y acciones del negocio inmobiliario de EEUU "globalizado" por medio de los grandes bancos y fondos de inversión.
De pronto llegó la "crisis", y desde septiembre del año pasado, la Reserva Federal y las "autoridades monetarias" del capitalismo cambiaron de la "buena" a la "mala onda": Comenzaron a subir las tasas e inyectar dinero en el mercado para "salvar al sistema" mientras vaticinaban (y siguen vaticinando) sombríos pronósticos para EEUU y la economía mundial.
En resumen, y como resultante del proceso, los tenedores de los bonos subprime "desvalorizados" comenzaron a venderlos en masa generando un colapso generalizado (de todos los índices y acciones) de los mercados financieros en EEUU, Europa, Asia y América Latina.
Los gigantes bancarios e hipotecarios comenzaron a derrumbarse arrastrando consigo a todo el sistema financiero imperial.
Y se llegó al "lunes negro" de esta semana donde la quiebra del gigante Lehman Brothers marcó el principio de un salto cualitativo: La crisis hipotecaria devino finalmente en crisis del crédito caracterizada por una iliquidez pronunciada y creciente del sistema financiero.
Este jueves, los bancos centrales de EEUU, la Unión Europea, Suiza, Canadá, Japón y Reino Unido se han visto nuevamente obligados a reaccionar ante el derrumbe bancario y hundimiento generalizado de las bolsas a ejecutar una nueva macro-operación rescate del sistema financiero afectado por un mal que parece incurable: La iliquidez, convertida en el principal retroalimentador de la crisis.
En un escenario marcado por el derrumbe bursátil y las quiebras de los gigantes bancarios del Imperio las autoridades monetarias de EEUU y Europa informaron el jueves que van a seguir "auxiliando" a los bancos para evitar que las turbulencias financieras contaminen la economía real.
Paradojalmente, EEUU y la Unión Europea, exportadores universales de las doctrinas de "libre mercado" y "libre comercio" tienen que acudir a la regulación y al salvataje estatal de las entidades suprafinancieras para salvarlas de la quiebra y recobrar la "gobernabilidad del sistema".
El BCE y el Banco de Inglaterra anunciaron que ofrecerán cada uno hasta 40.000 millones de dólares (unos 28.117 millones de euros) en liquidez a un día. La Fed dijo que autorizaría un aumento de 180.000 millones de dólares en swaps en divisas, al tiempo que el Banco de Japón anunció unas operaciones en dólares como parte del esfuerzo para hacer frente a una escasez de liquidez en la moneda estadounidense.
"Estas medidas, unidas a las tomadas en los últimos días de manera individual por los bancos centrales, están diseñadas para mejorar las condiciones de liquidez en los mercados financieros mundiales", dicen un comunicado de esas instituciones.
La acción concertada se produce por el temor a nuevas quiebras en Wall Street después de una semana en la que Lehman Brothers solicitó protección contra la bancarrota y Merrill Lynch perdió su independencia.
El miércoles nuevamente se derrumbaron las bolsas europeas y asiáticas, el Dow Jones cayó 4.06% y el Nasdaq 4,94 en Wall Street.
En una muestra de la "incertidumbre global", el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU a corto plazo se hundió el miércoles acercándose bruscamente a cero, niveles nunca alcanzados.
Esta caída del rendimiento se explica por la corrida de los inversores hacia títulos considerados como los más "seguros posibles", en un contexto de crisis generalizada de confianza y dudas sobre la solidez de las instituciones financieras.
A un año del estallido de la crisis subprime en EEUU, el mercado interbancario está "seco", las entidades financieras -según los especialistas- padecen una "crisis de confianza" y no se prestan dinero a sí mismas generando inestabilidad en la economía global.
El miércoles, la furia "vendedora" y el pesimismo impactaron nuevamente en las acciones de los bancos de inversión Morgan Stanley y y Goldman Sachs bajaron un 24,22 por ciento y un 13,92%, respectivamente.
Estos dos gigantes de Wall Street quedan maltrechos luego de la eliminación de sus rivales: Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch.
La crisis bancaria (como efecto de las "subprime") proyectada de EEUU a Europa tiene como protagonistas centrales a los líderes hegemónicos de la especulación financiera a escala global: Bear Stearns (quebrado y absorbido), Lehman Brothers (quebrado) , Merrill Lynch (absorbido), Goldman Sachs (en lista de espera) , Citigroup (en lista de espera) y J.P. Morgan (en lista de espera).
Son los símbolos quebrados de la "burbuja financiera", la economía de papel del mundo "globalizado", que esta semana comenzó a escribir la palabra "crash" en el almanaque.
Manuel Freytas
Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica, sabiduria.
► viernes, 19 septiembre, 2008
La administración Bush ha desarrollado un plan para liberar a los bancos de los activos ilíquidos, aquellos de difícil venta, y proteger así al sector financiero de la crisis desatada el pasado lunes, según manifestaron el secretario de Tesoro norteamericano, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.El representante demócrata de Massachusetts Barney Frank, aseguró que el Gobierno estadounidense pretende que el poder se haga responsable "de los activos contaminados del balance de las instituciones financieras", aunque consideró que esta tarea podría "llevar un tiempo".
Paulson, Bernanke y el presidente de la Comisión de Valores estadounidense (SEC), Christopher Cox, mantuvieron ayer una reunión de unos 90 minutos de duración en el Congreso con más de una docena de legisladores demócratas y republicanos, incluida la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en su oficina.
Tras el encuentro, Paulson dijo a los periodistas que la administración y el Congreso estaban trabajando en un plan para "hacer frente a los riesgos sistemáticos de los mercados y ayudar a los bancos a deshacerse de los activos ilíquidos", aunque no ofreció más detalles.
Especulaciones sobre el plan
Sobre la mesa esta una propuesta de crear una nueva entidad gubernamental que compraría los activos contaminados de los bancos y las firmas financieras y luego los vendería en subasta, según diversos medios americanos.
The Wall Street Journal, que cita fuentes anónimas,señala que el Tesoro había estado estudiando la creación de esta agencia durante semanas, "pero había sido reacio a presentarla al Congreso hasta que estuviera seguro de que la propuesta iba a ser aprobada".
El diario especifica que la entidad no será similar a Resolution Trust Corp, que fue creada en los 80 para paliar la crisis de los savings and loans. En lugar de mantener y vender los activos de los bancos quebrados como hizo ésta, la nueva "compraría activos con un fuerte descuento de instituciones solventes para luego venderlas en el mercado" a través de una subasta.
Intervención del Gobierno
"Hablamos sobre un abordaje integral que exigirá que la legislación trate con activos no líquidos y los balances generales de las instituciones financieras," dijo Paulson ante los periodistas.
Los funcionarios aceptaron explorar "todas las opciones legislativas y administrativas, y esperan trabajar durante el fin de semana con los líderes del Congreso para encontrar una forma de salir adelante", señaló el portavoz del Tesoro, Brookly McLaughlin. Paulson no reveló mayores detalles del plan de la administración estadounidense.
Asimismo, Pelosi mandó ayer una carta al mandatario estadounidense George W. Bush, alertándole de que la situación económica requería de otro esfuerzo de recuperación bipartidista.
Por su parte Bush, que canceló el viaje que iba a hacer hoy a Alabama y Florida para quedarse en la Casa Blanca y analizar la cuestión de la crisis financiera, manifestó que el pueblo americano "puede estar seguro de que continuaremos actuando para fortalecer y estabilizar nuestros mercados financieros y aumentar la confianza de los inversores".
Acuerdo virtualmente unánime
El demócrata Frank, que preside el Comité de los Servicios Financieros de la Cámara Baja, dijo que llegaron a un "acuerdo virtualmente unánime" durante el encuentro para nacionalizar los activos basados en hipotecas para evitar la quiebra del sistema financiero estadounidense.
El senador Richard Shelby dijo, por su parte, que la reunión se centró "en cómo deshacerse de los activos ilíquidos (...) Estoy esperando a ver la propuesta que el Tesoro Público y la Fed nos enviarán".
El pasado lunes las principales bolsas europeas se desplomaron con caídas que oscilaban entre el 3,3% y el 4,3%, en una sesión marcada por los descensos en el sector financiero, tras el anuncio de bancarrota del cuarto banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers.
Un día después la Reserva Federal rescató a la mayor empresa aseguradora del mundo, American International Group (AIG) y evitó su quiebra con un préstamo de 85.000 millones de dólares (599.738 millones de euros).
► viernes, 19 septiembre, 2008
"Lo que está ocurriendo es increíble, es la consecuencia de lo que yo llamo integrismo del mercado, esa ideología de dejar hacer y de la autorregulación de los mercados", explica el multimillonario, quien indica que "la crisis no se debe a factores exteriores, no es la consecuencia de una catástrofe natural. Es el sistema que ha causado su propia pérdida".Soros responsabiliza de esta situación al ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, porque "dejó los tipos de interés demasiado bajos demasiado tiempo". Las autoridades de control también son responsables, en su opinión, por haber dado demasiada libertad a los actores de los mercados y "permitido que se desarrollara un mercado de crédito monstruosamente extenso".
"El resultado de esta política es una crisis financiera que se hunde en el sufrimiento de víctimas inocentes", precisa. Soros critica las "vacilaciones" de las autoridades estadounidenses a intervenir y afirma que su rescate "era necesario", de lo contrario, "la situación hubiera sido incontrolable", aunque advierte de que "estas acciones son curativas, no preventivas".
Para el financiero, la gran diferencia entre la crisis de 1929 y ésta es la "actitud de las autoridades", que en esta ocasión han apoyado al sistema. El multimillonario considera que "todo el sistema financiero estadounidense debe ser repensado" para salir de la situación actual.
Preguntado sobre los efectos en Europa, Soros responde que "el futuro dependerá de la forma en que las autoridades gestionen la crisis" y pronostica: "Vamos a entrar en un periodo de deflación" y "será oportuno bajar los tipos de interés". A su juicio, la crisis se trasmitirá a la economía real, y puntualiza que EEUU ya está en recesión, que se acelerará en los próximos dos trimestres.
El candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, "comprende mejor la situación" que su rival republicano, John McCain, en opinión de George Soros.
► viernes, 19 septiembre, 2008
Según la puiblicación, desde febrero de este año, el valor de las acciones de la firma de inversiones que dirige Buffett ha perdido el 15% de su valor.La fuerte volatilidad de los mercados financieros ha provocado que se excluyan en ella a 33 ricos norteamericanos, aunque no todo ha sido negativo en este último año de turbulencias. Los elevados precios del petróleo y del mercado del arte han facilitado el ingreso de 31 nuevos miembros a tan selecto club y el regreso de otros ocho.
El tercer hombre más rico de Estados Unidos es el propietario de BEA Systems, Lawrence Ellison, con 27.000 millones de dólares, y el cuarto Jim Walton, propietario de Wal-Mart, con 24.000 millones de dólares, y en ella también figura en el puesto octavo el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Entre los nuevos socios de este exclusivo club están los empresarios de fertilizantes Alexander Rovt; el concesionario de automóviles y coleccionista de arte; el fundador de la empresa de tequila Patrón, John Paul DeJoria, y el joven Mark Zuckerberg, de 24 años y fundador de la red social Facebook, que dispone de 1.500 millones de dólares.
Han vuelto a la lista, el dueño de la marca de ropa Urban Outfitters, Richard Hayne, o los fundadores de Gap, Donald y Doris Fischer, quienes disponen de una colección de arte valorada en más de 1.000 millones de dólares. Algunos de los grandes perdedores de fortunas de este año han sido los millonarios Eli Broad y Steven Udvar-Hazy, accionistas de firmas en situación precaria como la recién "nacionalizada" aseguradora AIG.
La crisis pasa factura a los bolsillos de los millonarios
Además de Buffett, otros millonarios han visto mermadas sus cuentas corrientes en el último año. Es el caso del empresario de casino de Las Vegas Sheldon Adelson, quien, según la revista, ha perdido 13.000 millones de dólares equivalente a "perder 1,5 millones de dólares por hora". Otro empresario de ese sector, Kirk Kerkorian, perdió 6.800 millones de dólares por el menor valor de sus acciones en el casino MGM Mirage de Las Vegas, y pérdidas muy grandes aunque no tanto tuvieron también otros millonarios conocidos como los creadores de Google, Sergey Brin and Larry Page, o Pierre Omdyar, de eBay, que siguen en la lista.
En el ránking de millonarios de Forbes también hay 42 mujeres, cuya fortuna media se valora en 4.200 millones de dólares, y entre las que se encuentra la famosa presentadora de televisión y empresaria Oprah Winfrey, que ha aumentado su riqueza en 200 millones de dólares este año hasta disponer de 2.700 millones de dólares.
Para pertenecer al exclusivo club de los hombres más ricos de Estados Unidos, la publicación neoyorquina señala que el precio de admisión "es disponer de 1.300 millones de dólares" en sus cuentas personales y señala que entre todas las 400 fortunas reunidas en su ránking, suman 1,57 billones de dólares. La fortuna media de los 400 estadounidenses más ricos ha sido cifrada por Forbes en torno a los 3.900 millones de dólares. Sin embargo, la revista advierte de que los ricos estadounidenses no lo son mucho más que hace un año, pues sólo han incrementado sus fabulosas fortunas un 2%, es decir 30.000 millones de dólares.
¿Dónde está el origen de la crisis?
La banca de EEUU relajó al máximo su política de concesión de préstamos. Llegó un momento en el que concedían hipotecas para comprar viviendas sin hacer preguntas sobre ingresos, ni depositar una entrada. Las hipotecas subprime (de alto riesgo) han existido desde hace décadas, pero nunca se había asumido tanto riesgo de forma tan masiva. Todo funcionó mientras el precio de la vivienda subía, pero el juego terminó en la primavera de 2007 cuando la entidad de EEUU, New Century Financial, declaraba la quiebra. Nacía la primera víctima de una crisis sin precedentes.
¿Cómo se ha convertido una crisis local en algo global?
Los bancos empaquetaron esas hipotecas basura en vehículos que ofrecían elevadas rentabilidades con un riesgo aparentemente bajo, en los que invirtieron inversores de todo el mundo. La ingeniería financiera dio lugar a instrumentos contagiados con estos activos tóxicos, como CDOs, ABS, conduits o sivs, que fueron perdiendo valor en mercado. Por ahora, han provocado ya unas pérdidas en las entidades por importe superiores a los 500.000 millones de dólares.
¿En qué se parece esta crisis a las anteriores?
Esta crisis se parece a las anteriores en que tiene como base un principio erróneo, pero en el que los inversores reinciden con pasmosa regularidad: el de que un determinado activo se va a revalorizar en el futuro de forma permanente. Pasó con los tulipanes del siglo XVII, ocurrió con las acciones en el crack del 29 y en el boom puntocom de finales de los noventa.
¿Por qué han caído bancos de inversión?
Entidades como Lehman Brothers o Bear Stearns llenaron su balance con activos como titulizaciones de hipotecas basura. Estos activos, ahora denominados tóxicos, eran hace un año productos de moda de Wall Street. Al contrario de lo que sucedió en otras crisis, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y las titulizaciones comenzaron a depreciarse a marchas forzadas, los bancos tenían su balance repleto de estos activos. Esto provocó que muchas entidades no quisieran prestar dinero a corto plazo a estas firmas, ya que dudaban de su solvencia. Ante la falta de financiación para hacer frente a sus pagos diarios, los bancos han tenido que quebrar.
¿Por qué afecta también al sector seguros?
Algunas aseguradoras, como AIG, también se adentraron en el mundo de las finanzas sofisticadas y contaban, de la misma manera, con grandes cantidades de títulos ligados a hipotecas.
Se hundió Bear Stearns en marzo y Lehman y AIG lo hicieron en septiembre, ¿por qué no todos a la vez?
Bear Stearns quebró en marzo, cuando perdió la confianza de los inversores. El banco no llegó a tiempo a la ventana especial de liquidez creada por la Fed. Cuando los inversores se fijaron en Lehman Brothers como la siguiente víctima, esa ventana especial de liquidez ya estaba abierta y el banco pudo sobrevivir a trancas y barrancas. Pero cuando la situación se agravó a principios de septiembre, ni tan siquiera las inyecciones de la Fed pudieron salvar al banco, a quien sus contrapartidas habituales le habían cerrado el grifo.
¿Por qué se ha dejado quebrar a Lehman Brothers y no a otros?
La Fed pensó que las consecuencias de dejar caer a un banco como Bear Stearns provocaría un efecto devastador en el sistema financiero, por los compromisos que tenían muchas entidades con éste. Pero la Fed insistió en que lo de Bear Stearns era un caso puntual que no se volvería a repetir. Con Lehman Brothers, la institución monetaria no quiso arriesgarse a convertir en norma el rescate puntual de Bear Stearns. Después llegó la aseguradora AIG que, no sólo es más grande que Lehman, sino que ha asegurado a muchos otros bancos contra los impagos sobre los activos que poseen, además de pólizas de seguros a millones de estadounidenses. Así, el colapso de AIG podría haber originado pérdidas incalculables tanto en bancos como en los ciudadanos de a pie.
¿Quién tiene la culpa?
Se ha culpado a Alan Greenspan, presidente de la Fed entre 1987 y 2006, por mantener los tipos en el 1% durante demasiado tiempo en medio de políticas fiscales expansivas. Pero, por mucho que los tipos estuvieran tan bajos, el principal responsable de haber prestado dinero de forma sistemática a aquellos que no podían pagar fueron los banqueros y brókeres que concedieron esas hipotecas. Luego está la responsabilidad de las agencias, que pusieron rátings triple A a productos que luego se ha demostrado que no eran merecedores de ello. Y, por último, aquellas entidades de todo el mundo, bancos y fondos, que invirtieron en productos complejos vinculados a hipotecas basura, bien sin entenderlo, bien sin estudiar con detenimiento qué compraban.
¿Actuaron tarde las autoridades?
Las autoridades podrían haber tomado en septiembre pasado las mismas medidas que han adoptado ahora. Pero entonces, pocos tenían tan claro el alcance de la crisis, y muchos habrían criticado que el Gobierno pudiera rescatar con dinero público entidades privadas. Hoy sí se sabe el alcance de la crisis y que el sistema financiero está en situación grave, por lo que es más digerible el uso de fondos públicos.
¿Por qué en España no hay subprime?
España también ha vivido su particular boom inmobiliario con crecimientos de dos dígitos en el saldo vivo de créditos hipotecarios. Sin embargo, la política de concesión de préstamos asumida por la banca no ha sido tan laxa. Además, el Banco de España prohibió la inversión en vehículos que se mantuvieran fuera de balance, que es precisamente la forma que tomó la diseminación de productos subprime.
¿Cómo le afecta a usted?
El euribor, el tipo de interés al que se referencian la mayor parte de las hipotecas en España, se ha disparado. Al margen de la subida de tipos del BCE, del 4% al 4,25%, el principal motivo ha sido la desconfianza existente entre los propios bancos, ya que el euribor es el tipo de interés al que las entidades se prestan entre sí.
¿Y a la banca española?
La creciente aversión al riesgo de los inversores ha dificultado a la banca la emisión de deuda a unos precios asequibles, mientras apremian los vencimientos de bonos a los que tienen que hacer frente. Esto ha obligado a recrudecer todavía más la guerra para captar pasivo, con ofertas de depósitos agresivas, o concentrar la financiación a plazos más cortos, como las subastas de liquidez del BCE. En definitiva, se encarecen unos costes de financiación que podrían tener impacto en las cuentas de la banca.
¿Quebrará algún banco o caja español?
Los bancos españoles cuentan con un colchón de provisiones importante, pero la mora sube con velocidad, y lo más probable es que lo siga haciendo en los próximos trimestres. Pero si algún banco o caja entra en problemas, lo más probable es que el Gobierno invite a una entidad saneada a hacerse con ella.
¿Quién tiene la solución?
La solución llegará cuando se estabilice el mercado inmobiliario estadounidense. Entonces, cuando los precios de la vivienda hayan tocado fondo, será posible contabilizar el valor real de las titulizaciones hipotecarias. Con ello, el mercado de titulizaciones debería reactivarse, los bancos se desharían de los títulos -con pérdidas, probablemente- y deberían buscar financiación para tapar el agujero creado en sus balances. Entonces, la actividad crediticia se reanudaría con normalidad. La propuesta del Tesoro de EEUU anunciada ayer para comprar deuda morosa a los bancos pretende conseguir eso mismo pero por la vía rápida.
¿Cuánto puede durar?
Nadie se atreve a dar una fecha para el fin de esta crisis porque todas las previsiones han resultado ser fallidas. No obstante, cuanto más duren las amenazas bancarias, mayor será el daño para la economía real y, a medida que más instituciones financieras entren en crisis, la liquidación de sus activos a unos precios irrisorios arrastrará a la baja los de otras entidades y, por lo tanto, generarán nuevas pérdidas.
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