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El caso del diario "El País" |
Un miembro de las Naciones Unidas denuncia la línea desinfomativa del diario El País sobre sucesos de Bolivia. Bartolomé Clavero, miembro del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, continua en la batalla de denunciar el papel desinformativo de la línea editorial del diario El País, y que es reproducido por los medios del Grupo Prisa y sus medios masivos en Bolivia. Aquí su tercera carta al diario desnudando su controvertido manejo de la información.
A: internacional@elpais.es, director@elpais.es
CC: cartasdirector@elpais.es,defensor@elpais.es
Estimados responsables de EL País,
He de celebrar que por el segundo editorial del sábado 13 de septiembre, “El incendio de Bolivia”, hayan por fin ustedes reconocido lo que hasta ahora han rehuido y esto es que el gobierno constitucional boliviano “mejoró su apoyo con un impresionante 67 % de los votos” y que “las cuatro provincias (rebeldes) vulneran todas las normas constitucionales”. Supongo que conocen los informes que corren por la red sobre su extraño seguimiento desinformativo de la situación boliviana y han decidido rectificar su posición sobre ese par de extremos esenciales.
Dicho esto, he de lamentar no sólo el modo poco franco de la rectificación, sino también el contexto de la propia editorial. Siguen presentando como “rebeldes” a cuatro “provincias” en bloque, lo que el propio referéndum ha demostrado que es completamente incierto.
Si todavía limitasen su afirmación a las capitales de los Departamentos, alguna consistencia se tendría, pues las provincias mismas de los Departamentos “rebeldes” (es secundario que ustedes confundan las unas con los otros) han votado mayoritariamente a favor del gobierno constitucional, lo cual ha debilitado sensiblemente la posición de las Prefecturas racistas, esto es de los gobiernos departamentales que sólo han logrado algún éxito en las ciudades donde tienen su sede y no en sus Departamentos.
Contra toda evidencia, su editorial también afirma que “los gobernadores rebeldes afianzaron su posición” con el referéndum “en medio de una extrema polarización” que son ellos quienes fomentan y ustedes quienes parecen, con ello, alentar.
La desinformación sobre la posición de las Prefecturas racistas no es lo más grave entre las inconsistencias del editorial. En sus primeras frases se afirma que “los primeros enfrentamientos con armas de fuego han causado al menos 10 muertos en Pando”. Se refieren ustedes a víctimas de emboscadas y asaltos de escuadrones racistas.
Aparte la gravedad de esa utilización indigna de los muertos para seguir ofreciendo una imagen de división de Bolivia sin distinción entre un gobierno constitucional con apoyo democrático acreditado y una agresión racista contra el mismo, sigue de este modo acusándose que no acaban ustedes de enmendar la línea de una desinformación cómplice de la agresión misma.
Tienen ya que reconocer lo que han venido ocultando, pero no cejan en su empeño. Se muestran ciegos y alimentan la ceguera ante la misma cronología de los acontecimientos. La agresión abierta se produce, con el saldo más grave, pero no único, de muertos, tras el referéndum que ha reforzado al gobierno constitucional y dejado en evidencia a las posiciones no sólo, en lo formal, anticonstitucionales, sino, en lo sustancial, racistas. Y no es un asunto exclusivo de desinformación exterior, pues no ha de olvidarse del dominio conseguido por el grupo al que pertenece El Pais, el de Prisa, sobre los media en la misma Bolivia.
Con mis atentos saludos,
Bartolomé Claveroes miembro del Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas
Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, monopolios, multitud, politica.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
La pasada noche del día 8 envié un artículo al diario El País. Al día siguiente al mediodía se me comunicó –con la firma 'Sección de Opinión del diario El País'– que el Comité de Lectura de artículos de opinión había decidido proponer su publicación, lo cual sin previo aviso se llevó a efecto al día siguiente miércoles 10. En un vistazo superficial percibí algunos cambios aparentemente irrelevantes, cosa por cierto prohibida en su Libro de estilo (p. 38 de la edición de 1990) salvo por motivo de ajuste o errores flagrantes, lo que no era el caso, pero no fue hasta la tarde de ese día que decidí cotejar las dos versiones. Fue entonces cuando me di cuenta de que se había producido un cambio importante en una frase concreta.En el texto que envié se leía: El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no son los responsables de los crímenes cometidos ni montar otra Causa General ahora de signo contrario.
En realidad se persiguen tres fines...
La frase aludía a lo escrito por J. Pradera en su columna del domingo anterior día 7, titulada "La guerra que no cesa", donde tras referirse a diversos procesos de transición decía: "La singularidad española es que se continúen buscando en 2008 las responsabilidades individuales de los crímenes cometidos entre 1936 y 1975, a los 33 años de iniciada la transición y 72 años después de comenzada la Guerra Civil. Por mucho que se repita la necedad, la atribución de esa anomalía a un pacto de silencio solapadamente suscrito en 1978 por franquistas cínicos e izquierdistas claudicantes continuará siendo una enorme tontería". Y a continuación seguía una crítica al uso de la palabra desaparecidos en relación con la guerra civil española.
Esto influyó en el título que puse al artículo, en el que, intencionadamente, utilicé la palabra desaparecidos, reivindicando así su aplicación en el caso español y su estrecha relación con el concepto de fosa común. Pero alguien, que probablemente captó la relación con el escrito de Pradera, decidió que la frase anterior no debía salir así sino de esta otra manera: El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no es descubrir ni mucho menos castigar a los responsables de los crímenes cometidos, ni tampoco montar otra Causa General, ahora de signo contrario.
En realidad se persiguen tres fines...
Naturalmente el sentido del texto original fue tergiversado por completo haciendo decir al autor lo que no había dicho y dando a la frase un sentido que no tenía, de forma que lo que era una alusión crítica a quienes, como Pradera entre otros, acusan de espíritu de venganza al movimiento de memoria histórica, se convirtió en una peculiar y extraña opinión del autor sobre lo que no debe ser el objetivo del llamado movimiento por la memoria.
La consecuencia del cambio fue inmediata, produciéndose esa misma mañana y a lo largo del día críticas en torno a esa frase y a la siguiente, que por proximidad también había quedado desvirtuada, pues de ser respuesta a la anterior sobre lo que buscan realmente la mayoría de las personas que recurren a la página de Todos los Nombres –la frase simplemente constataba un hecho– pasó igualmente a representar otra opinión del autor.
El día 11 escribí una carta al director denunciando la manipulación y pidiendo una rectificación pública. Los efectos de la fechoría ya habían llegado al propio periódico, que en la misma edición de ese día publicaba una carta ("Sorprendente", de María M. Lorenzo) en la que se utilizaba la frase falsificada para criticar un supuesto doble rasero del juez Garzón y la actitud de la sociedad española.
Supongo que esta circunstancia la tuvo que saber la propia Sección de Opinión que había dado el visto bueno a mi artículo y supo del arreglo pero, según parece, le dio igual.
Por otra parte, como era de esperar, a determinada gente –por no usar otra palabra– les faltó tiempo para esparcir por Internet críticas a mi texto y a mi persona, todas ellas centradas precisamente en el párrafo falsificado.
La bola es difícil de parar y, como siempre, las críticas aparecen muchas más veces que el propio artículo. El falsificador contaba ya probablemente que su trabajo sería amplificado de inmediato por ese tipo de individuos que ni siquiera consideran oportuno aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Por su parte El País, ante mi queja al director, se ha conformado con incluir el viernes 12 en una "Fe de errores" el texto que apareció y el original –antecedido por un "debía haber dicho...". Con ello el periódico ampara y avala no sólo "el error", que no existió, sino la falsificación y por tanto al individuo que alteró el texto para desvirtuarlo y causar perjuicios al autor.
El manipulador profesional, que introdujo al menos veinte pequeños cambios en el texto publicado con la probable intención de diluir el verdadero cambio, debe estar riéndose allí donde esté. Ha conseguido que el contenido del artículo haya sido relegado a un segundo término y que, dada la extrañeza producida por el hecho de que semejante defensa de la impunidad salga de quien esto escribe –sobre todo después de haber mantenido una y otra vez la necesidad de que la verdad jurídica vaya a la par que la verdad histórica–, la discusión se centre en el párrafo manipulado. Y es que realmente los efectos de la falsificación afectan a todo el artículo –encabezado por la frase manipulada: “El objetivo del movimiento por la memoria no es castigar a los responsables de la represión…”– y, por supuesto, al autor, víctima de un verdadero ejercicio de ese tipo de violencia que no deja huellas visibles.
El error fue creer no ya que El País respetaría la libertad intelectual y el derecho de autor, cosas que ya sabemos que no están entre las prioridades de buena parte del cuarto poder, sino simplemente que no falsificarían un documento de carácter privado enviado a la sección de opinión de un periódico.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
Ha trabajado para muchas revistas y periódicos y publicado una decena de libros, todos ellos de fotoperiodiosmo de guerra.Por su intrepidez, su sensibilidad y su asombrosa habilidad para la foto, ha recibido un sinfín de premios internacionales, tanto de asociaciones pro derechos humanos como de asociaciones de prensa, habiendo sido elegido Mejor Periodista del año en varias ocasiones. La ONU le nombró "Enviado especial de UNESCO para la paz" en el 50 aniversario de la Declaración Universal de DDHH.
Este es el discurso que pronunció el pasado 7 de Mayo al recoger el Premio Ortega y Gasset que otorga el diario El País, ante todos los medios de comunicación, la vicepresidenta del gobierno, varios ministros, el presidente del Senado, la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde.
Léanlo y comprenderán por qué nadie quiso publicarlo:
Me avergüenzo de mis representantes políticos
Estimados miembros del jurado, señoras y señores:
Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.
Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias.
► viernes, 19 septiembre, 2008
En el artículo publicado en Rebelión.org titulado ‘Los buenos y los malos, El País mintiendo con fotos de Bolivia’, el periodista español presenta evidencias de cómo este periódico de España tergiversa informaciones sobre la situación boliviana y sus actores, a través del uso del recurso fotográfico.A continuación presentamos el artículo completo de Pascual Serrano, con la variación de que las fotos no serán incorporadas en el texto, sino que podrán ser visualizadas por los usuarios con su respectiva reseña, pulsando sobre cada una de las imágenes que aparecen a la derecha.
Los buenos y los malos:
El País mintiendo con fotos de Bolivia
Como de todos es sabido, en Bolivia se enfrentan dos grupos sociales bien diferenciados. En torno al presidente Evo Morales, se encuentran los indígenas, los pobres, los campesinos, los excluidos. Frente a él, y abanderando los movimientos autonómicos de las regiones más ricas del país, los sectores opositores de familias acomodadas que se niegan a aceptar los nuevos derechos de los sectores indígenas y que, con un marcado carácter racista, se han lanzado a las calles a destruir sedes y oficinas del estado y perseguir y atacar a indígenas y campesinos.
En diferentes ocasiones, los fotógrafos de prensa han podido captar imágenes de ambos grupos. Reuters difundió en noviembre del pasado año una foto de miles de indígenas simpatizantes de Evo Morales congregados en la Plaza Murillo de La Paz, frente a la Casa de Gobierno, tal y como informó la BBC.
Ahora, con motivo de los ataques de los grupos opositores que han provocado dos decenas de muertos, Reuters también ha difundido fotografías de los sectores autonomistas que, como es sabido, tienen como emblemas el verde de su bandera regional y el símbolo una cruz bizantina. Como se aprecia son jóvenes de clase acomodada, y bien pertrechados para enfrentarse al Estado boliviano.
Ahora veamos cómo ha presentado ambas fotos el diario El País. El 28 de noviembre del pasado año, los indígenas que se manifestaban a favor de Evo Morales, fueron publicados cómo se ve en la imagen a la derecha.
Es decir, dijeron que eran opositores: “Cientos de opositores al Gobierno de Evo Morales se congregan en la plaza Murillo de La Paz, en Sucre”. Y aunque ya fue denunciado públicamente en rebelión.org, no se rectificó.
Ahora, el 15 de septiembre, los jóvenes violentos autonomistas de Santa Cruz, se presentan en El País como lo muestra la foto de la derecha.
Es decir, como “Partidarios del presidente de Bolivia, Evo Morales. Y aunque fue denunciado en el portal Menéame tampoco se rectificó. Es más, hasta se borró del foro de El País el comentario que lo criticaba.
La conclusión es clara, los aparentemente buenos de las fotos sólo pueden ser opositores, y los agresivos, por supuesto, partidarios de Evo Morales. Y si se descubre, a mirar para otro lado, que la mentira hay que explotarla.
(mas...)
► viernes, 26 septiembre, 2008
Con esta nueva rebaja de lectores-compradores, el para-periódico se pone en 365.470 ejemplares de venta diaria, según la última auditoría de la OJD, Oficina de Justificación de la Difusión, que recoge con tanta alegría el diario El Mundo en su edición del 24 de septiembre, página 53.Lo mejor de todo, que implica concienciación de tantos lectores que empiezan a caerse del chopo, es que estamos ante una tendencia. A saber:
En enero – junio de 2005, la circulación del para-periódico era de 490.589 ejemplares.
En enero – junio de 2006 fue de 453.862, o sea, tuvo una rebaja de 36.727 ejemplares de venta diaria en seis meses.
Más:
En enero – marzo de 2005 era de 494.150 ejemplares de circulación diaria.
En enero – marzo de 2006 fue de 470.992, lo que supone una bajada de 23.158 copias al día en tres meses.
Estos datos no son de un diario de su competencia: son de la web del propio grupo PRISA, extraídos del documento “Grupo PRISA – resultados Trimestres enero – marzo de 2006” y documento semejante de enero – junio de 2006.
Para que se interprete mejor lo que estas cifras significan, vean la nota de júbilo publicada estos días en prisa.com:
“El País ha cerrado los ocho primeros meses de 2008 con un crecimiento en su difusión del 1% ivrespecto al mismo periodo del año anterior. El dato acumulado del ejercicio sitúa la circulación media del diario en 438.002 ejemplares, frente a los 433.924 registrados entre enero y agosto de 2007, lo que representa una subida de 4.000 ejemplares al día, según los datos de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) pendientes de certificación.
O sea:
Enero – marzo de 2005: 494.150 ejemplares de circulación diaria.
Enero – marzo de 2006: 470.992 (menos 23.158).
Enero – junio de 2005: 490.589 ejemplares de venta diaria.
Enero – junio de 2006: 453.862 ejemplares (menos 36.727).
Primeros ocho meses de 2007: 433.924 ejemplares (19.938 menos que en enero – junio de 2006).
Primeros ocho meses de 2008: 438.002 ejemplares (15.860 menos ejemplares que en enero – junio del año anterior).
Esta cifra última de los primeros ocho meses de 2008 significa:
56.148 menos que en enero – marzo de 2005.
32.990 ejemplares menos que en enero – marzo de 2006
52.587 menos que en enero – junio de 2005.
15.860 menos que en enero – junio de 2006.
Los lectores han empezado a ver mejor al para-periódico que distribuye jabones (¡qué prensa de calidad y de referencia!)… con los que debería lavar los textos de sus legionarios-mediáticos-sin-fronteras: Maite Rico, Miguel Ángel Bastenier, Clodovaldo Hernández, Jorge Marirrodriga, cualquiera de los cuatro intercambiables por personajes de la categoría de Ludmila Vinogradoff ( Abc ), Joaquím Ibarz ( La Vanguardia… Española ), Jaime López ( El Mundo ), Carmen de Carlos ( Abc ) o Alejandra Vengoechea ( Abc ).
Como ven, se trata de otra versión del “Vamos a menos” de El País, de Juan Goytisolo.
(Tal vez sea el momento en que Chávez les vuelva a encargar un barco de libros, o dos, para nivelar ingresos… y que a los legionarios citados les ordenen descansar un rato…).
* * * * * * *
Para acabar la buena noticia de la semana y para que los lectores puedan subrayar la pérdida de posiciones del gran hermano manipulador con una sonrisa, no dejen de ver las palabras que siguen del académico-por-carambola-ajena, Juan Luis Cebrián, colega de Rodolfo Martín Villa en PRISA, publicadas en el para_periódico del día de ayer, jueves: "No estamos alineados con ningún gobierno y contra ningún gobierno"…
Habrá querido decir el colega de Martín Villa que no están contra ningún gobierno que no les suelte lana. Por ejemplo, Caracas, La Habana, La Paz y Quito, ante los cuales los medios de PRISA son la contra.
Y, no se lo pierdan, el empresario Juan Luis Cebrián exigía al gobierno español un sistema audiovisual “sin amiguismos”: ver para creer, hermanos…
José Manuel de Pablos Coello (jpablos@ull.es) es catedrático de Periodismo de la Universidad de La Laguna (Tenerife, Canarias).
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