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Bolsas mundiales se desploman |
Las grandes Bolsas asiáticas cerraron este lunes con fuertes pérdidas y las europeas operaraban también a la baja, pese al acuerdo alcanzado en Estados Unidos para rescatar al sector financiero y a las nacionalizaciones anunciadas en Europa para salvar a dos grandes bancos.
Tras una semana de negociaciones, los líderes parlamentarios y la administración de George W.Bush llegaron a un acuerdo sobre los términos del plan, una inyección de 700.000 millones de dólares en el sector financiero que será votada el lunes en la Cámara de Representantes y en el Senado.
"Hay un acuerdo", explicó el analista Joshua Raymond, de City Index, "pero en los mercados nadie corre riesgos y hay que esperar a que la votación confirme la aprobación (...) Entonces veremos si se activan todos los mecanismos de la recuperación, es decir, si el mercado entiende cómo funciona (el plan)".
"Puede que nos lleve un rato hacernos con una idea acertada de la interpretación que los mercados" hacen del plan, agregó Raymond. En Europa, las autoridades británicas anunciaron la nacionalización del banco británico Bradford and Bingley y las de Bélgica, Holanda y Luxemburgo la nacionalización parcial de la entidad bancaria y aseguradora Fortis con la aportación de 11.200 millones de euros.
Los gobiernos belga y francés también se comprometieron a ayudar al banco franco-belga Dexia, mientras que en Alemania el banco Hypo Real Estate (HRE) se salvó de la quiebra en el último minuto al conseguir una línea de crédito de un consorcio de bancos compatriotas.
En ese contexto intervencionista, las principales bolsas europeas sufrían pérdidas el lunes por la mañana: Londres cedía un 2,19%, París un 3,20%, Francfort un 2,85% y Madrid un 2,30%. En Asia, la bolsa de Hong Kong cerró con una pérdida de 4,3%, la de Tokio 1,26%, la de Sidney 2,0% y la de Seúl 1,35%.
Las operaciones de rescate de varios gobiernos europeos "han puesto de relieve que la tormenta financiera originada en Estados Unidos es un problema mundial", estimó Lee Hardman, analista del Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ en Londres. Las acciones de los bancos eran las más castigadas, particularmente las de las entidades salvadas en las últimas horas.
Las de Hypo Real Estate perdían un 64,2% para situarse en 4,84 euros en la bolsa de Francfort, mientras las de otro banco alemán, Commerzbank, perdían el 21,5% para pagarse a 11,315 euros. Las de Fortis perdían un 18,9% en la sesión matinal de la bolsa de Amsterdam, mientras las de los bancos franceses Credit Agricole y BNP Paribas cedían respectivamente el 6,84% y el 6,27% de su valor, para pagarse a 13,415 y 63,98 euros.
En Londres, la cotización de las acciones de Bradford and Bingley se suspendió al precio del cierre del viernes, que era de 20 peniques. Los títulos del Royal Bank of Scotland cedieron 13% (a 181 peniques), los de HBOS cayeron un 8,94% (157,8 peniques) y los de Barclays 6,55% (342,5 peniques).
"Aunque el plan de rescate (estadounidense) reduce el riesgo de un colapso sistémico, persisten muchos riesgos" que siguen apuntando a que se producirá "una prolongada recesión de la economía mundial", dijo David Woo, analista de Barclays Capital.
El plan de Washington constituye la mayor intervención estatal desde la Gran Depresión de los años 30 y tiene como objetivo apuntalar la economía para que no se vea arrastrada en su conjunto por lo que empezó con el impago de las hipotecas "subprime" -de alto riesgo- en Estados Unidos.
Los bancos centrales de Australia y Japón inyectaron este lunes más fondos de emergencia en los mercados monetarios a corto plazo. El Banco Central Europeo anunció la apertura de un periodo de préstamo extraordinario de 38 días para proporcionar liquidez a los bancos de la Eurozona en un momento en que las condiciones de préstamo en el mercado interbancario se han endurecido.
Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Con este cataclismo generalizado, las bolsas han sucumbido desde la apertura al cierre, con el sector bancario contra las cuerdas y con el cierre de posiciones de todos los bancos afectados por problemas de liquidez.
Los índices empezaron cayendo cerca de un 2% y han acabado con un desplome de entre el 3 y el 4%, a la espera de que el Congreso americano dé por fin luz verde al SOS de Bush.
Los bancos centrales, más protagonistas que nunca, han tenido que asistir al sistema financiero mundial.
El BCE realizado dos subastas extraordinarias, una de ellas de 120.000 millones, y la Fed ha aumentado a 620.000 millones de dólares el intercambio de divisas con otros bancos emisores para intentar sin éxito tranquilizar a las plazas financieras. El Dow Jones se desploma más de un 2% cuando acababa la sesión en Europa.
Ni por esas.
Los desplomes han sido masivos.
Hipo Real Estate se ha hundido un 74%, mientras que Dexia se ha dejado un 28,5%.La desbandada de inversores ha sido de tal calibre que otros bancos se han dejado más de un 25%, como Deutsche Postbank o Commerzbank. ING ha sufrido un batacazo del 18% al tiempo que Natixix, Lloyds, Royal Bank of Scotland se han dejado más de un 12%. Credit Agricole, AXA, Deutsche han perdido entre un 5 y un 10%.
Santander y BBVA han capeado mejor el temporal y han acabado el día con descensos menores, pero que aún así han sido superiores al 4%. Popular, Sabadell, Bankinter y Banesto también han sucumbido con pérdidas de entre el 4 y el 5%.
Pero las mayores caídas han sido para Iberdrola Renovables, Acciona y Técnicas Reunidas. La banca mediana cedía entre un 3 y 4%.
La construcción ha sido el tercer sector más castigado con Sacyr y OHL muy dañados.
En lo que respecta al euro, la divisa única ha cedido terreno hasta los 1,4436 dólares, mientras que la libra se ha hundido contra el billete verde.
El barril West Texas baja 6 dólares por la fortaleza de la moneda estadounidense hasta los 100 dólares.
La onza de oro se dispara 15 dólares en Nueva York hasta los 903,70.
En el mercado de deuda, el bono alemán a diez años ha subido el 1,58%, lo que ha rebajado su rentabilidad al 3,963%.
Los bancos centrales que disfrutarán de esta nueva línea recíproca de "swap" son, además del Banco Central Europeo (BCE), los de Canadá, Inglaterra, Japón, Dinamarca, Noruega, Australia, Suecia y Suiza.
Además, la Fed ha decidido ampliar su facilidad de crédito para los préstamos de corto plazo (84 días) para los bancos comerciales, que pasará a partir del 6 de octubre de 75.000 millones a 225.000 millones de dólares.
"Estas medidas se toman para mitigar las presiones evidentes en la liquidez de los mercados tanto en Estados Unidos como en el exterior", indicó el comunicado de la Reserva.
"Con el compromiso de proveer de una gran cantidad de fondos a corto plazo, las acciones de la Reserva deberían asegurar a los participantes en el mercado financiero que habrá fondos disponibles respaldados por buenos colaterales, y que se deberían aliviar las preocupaciones sobre los riesgos", agregó el comunicado.
"El efecto dominó llega a Europa"
En Reino Unido, la que estuvo a punto de declararse en bancarrota fue la hipotecaria Bradford & Bingley. El Santander salió al rescate: le ha comprado sus sucursales y depósitos por 772 millones de euros. El banco que preside Emilio Botín perdía en la Bolsa de Madrid un 4,21%.
El tercer banco rescatado fue el alemán Hypo Real Estate: un grupo de bancos alemanes le facilitó un crédito a corto y medio plazo que le otorga la liquidez necesaria para poder operar.
Pero hubo más: la banca islandesa también se ha visto salpicada por las subprime y ya hay un banco nacionalizado.
Por todas estas malas noticias, las principales financieras europeas, las que cotizan en el Eurostoxx 50 lideraron los números rojos, con Unicredito, Crédit Agricole y la aseguradora Aegon a la cabeza. Porque, además, ya comienzan a escucharse más nombres, como el banco belga Dexia, que se hundió en Bolsa casi un 30%. Pero en el índice europeo en el que cotizan las cincuenta mayores compañías de la zona euro hubo una gran excepción: Volkswagen, que se disparó más de un 7%.
El Banco Central Europeo intentó limitar el impacto con una subasta de liquidez extraordinaria de 120.000 millones de euros, pero no sirvió de nada.
Las pérdidas que sufrían las Bolsas europeas se vieron agravadas con la apertura de Wall Street, donde Citigroup salvó a Wachovia de la quiebra. Por eso, la Bolsa de Nueva York también abría con pérdidas. Además, el plan de salvamento aún estaba pendiente de aprobación por el Congreso.
El índice español fue uno de los que menos cayó. El Ibex cedió un 3,88% y terminó la sesión por debajo de los 11.000 puntos, en los 10.945,70 puntos. La banca española es, de momento, la que mejor aguanta en Bolsa. El Popular fue el que más cayó: un 5,75%. A continuación, el Sabadell y Bankinter: retrocedieron alrededor de un 4,5%. Banesto, el Santander y BBVA cedieron algo menos, pero más de cuatro puntos porcentuales.
Dentro del Ibex, sólo un valor, Red Eléctrica, se salvó de las pérdidas: ganó un 0,25%. En general, el sector energético fue el que mejor se comportó. Entre los valores que menos cayeron se situaron Unión Fenosa o Enagas.
En el otro lado de la tabla, dos compañías que apuestan por las energías verdes: Iberdrola Renovables y Acciona, con pérdidas de un 11,17% y de un 10,80%, respectivamente. No fue un buen día para este tipo de compañías: Cie Automotive, que apuesta por el biodiésel, cayó un 10,92% y Solaria, un 10,87%. Fersa, Abengoa y Gamesa, más de ocho puntos porcentuales.
En el mercado de materias primas, fuerte descenso del precio del petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó por debajo de los 96 dólares, mientras que el barril de West Texas retrocedía 5,38 dólares, con lo que se cambiaba por 101,51 dólares en la Bolsa de Nueva York. Pese a todo, Iberia cayó un 7,49%.
Técnicas Reunidas, mientras, perdió más de un 10%, y Repsol caía un 5,20%.
Fuera del Ibex, sólo nueve valores cerraron al alza. Los que más subieron fueron Ence e Inmocaral Colonial, que cayeron un 5,54% y un 5%, respectivamente.
En el mercado de divisas, fuerte descenso para el euro. La moneda única comunitaria cedía un punto porcentual frente al billete verde, con lo que el tipo de cambio se situaba en 1,4379 unidades.
Claves:
- Las quiebras de bancos llegan a Europa en avalancha. Eso llenó de pesimismo a los mercados del Viejo Continente, que cerraron con fuertes pérdidas, que se agravaron cuando se conoció la noticia de que Citigroup ha rescatado a Wachovia. El Ibex fue uno de los que menos cayó con su descenso del 3,88%.
- Sólo un valor del Ibex cerró en positivo: Red Eléctrica. En el resto del mercado, sólo otros siete terminaron la sesión con ganancias.
- El petróleo y el euro cayeron con fuerza debido a las malas noticias sobre la banca europea.
Cristina Vallejo
Los analistas de Citigroup consideran que la subida de los precios de la vivienda en algunos países europeos -España, Reino Unido, Irlanda y Francia- ha superado la de EEUU en esta década, por lo que la caída ahora debe ser mayor. Y eso tiene graves consecuencias en la construcción, el gasto de consumo y en el balance de los bancos, donde el valor de las garantías hipotecarias se reduce. Además, el ajuste de la burbuja comenzó en Europa el año pasado, mientras que en EEUU lleva más de dos años; luego la mayor parte de la caída en Europa está por venir.
Más endeudamiento y menos colchón
A esto hay que sumar la fortísima subida de la deuda de las empresas por la actividad de fusiones y adquisiciones, y el gasto de capital. El endeudamiento corporativo ha alcanzado ya niveles de la burbuja tecnológica de 1999-2001, y eso se está traduciendo en un fuerte deterioro de la calidad crediticia: el 78% de los cambios de rating en Europa durante el segundo trimestre fueron rebajas. Aparte de los problemas en casa, muchos bancos europeos tienen una elevada exposición a activos subprime en EEUU: el 73% de la de los bancos norteamericanos, según el FMI. De hecho, las fuertes inyecciones de liquidez en dólares por parte del BCE y el banco de Inglaterra evidencian esta exposición a la crisis norteamericana.
Estos efectos adversos se exageran porque la mayor debilidad de los bancos europeos que, en los años buenos de 2005 y 2006, tenían menos beneficios y menos márgenes que los estadounidenses, y un mayor nivel de apalancamiento (endeudamiento), lo cual se traduce en insuficiencias de capital y en un colchón menor para absorber las pérdidas. En el caso de los beneficios (como porcentaje de los activos) los bancos españoles se llevan la palma e incluso superan a los de EEUU; en provisiones ganamos a los europeos pero no a los norteamericanos; y en márgenes nos superan EEUU y Austria.
Las consecuencias de esta situación ya las estamos viendo a diario: un endurecimiento brutal de las condiciones de crédito, que profundiza la caída del crecimiento económico (Citi considera que la zona euro ya está en recesión) y de los precios de los activos, lo que a su vez agrava la situación del sector financiero.
No hay soluciones a la vista
Finalmente, lo que convierte a esta crisis en la peor en mucho tiempo (si no de la Historia) es la enorme dificultad para encontrar soluciones que funcionen. Así, las inyecciones masivas de liquidez alivian pero no solucionan el problema. Los rescates se están haciendo caso por caso y con una fórmula casi a medida, pero habrá problemas cuando se trate de entidades con presencia significativa en varios países, como ha señalado recientemente Jaime Caruana. Por no hablar de las entidades pequeñas y con un fuerte componente público como las cajas de ahorros, cuya salvación tiene complicaciones añadidas en el terreno político.
Ni siquiera las bajadas de tipos por parte de Jean-Claude Trichet que todo el mundo espera para octubre bastarán, porque aliviarán el impacto en la economía de la restricción de crédito, pero no rescatarán a los bancos. Además, las bajadas de tipos no serán suficientemente rápidas para reavivar las cotizaciones. La única solución que funcionaría, según este análisis, son ampliaciones de capital generalizadas en el sector para cubrir las pérdidas y las amortizaciones, para lo que muchas entidades están mirando al capital riesgo y a los fondos soberanos. Pero parece muy difícil atraer ese capital, porque los inversores que entraron en el sector a finales de 2007 y principios de 2008 han perdido hasta la camisa y la confianza en la economía europea está bajo mínimos.
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