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Narcotráfico: La fuerza que los une |
La historia de Colombia y particularmente la de la ciudad de Medellín está trágicamente ligada a la vida y obra de famosos capos del tráfico ilegal de drogas y de cualquier otro delito que deseemos mencionar: asesinato, secuestro, robo, prostitución, contrabando, juegos de azar, narcoturismo. El caso de Medellín resulta especial ya que esta ciudad, a partir de principios de la década de los 80, vivió bajo el gobierno de facto instituido por el más habilidoso narcotraficante conocido, Pablo Emilio Escobar Gaviria, “El Patrón”.
Este hombre de extracción humilde, que inició su pregrado delictivo practicando el pintoresco oficio de ladrón de lápidas, para luego robar carros, contrabandear al menudeo, comerciar objetos robados y matar a sueldo, termino levantando el mas legendario imperio que el mundo haya conocido en lo que respecta a la producción y tráfico de drogas ilegales: El Cártel de Medellín. Desde este núcleo del crimen organizado produjo mas de 20 toneladas de cocaína al mes y mantuvo bajo su dependencia económica directa a más de 3 millones de colombianos, sin contar al contingente de funcionarios públicos, policías, militares, periodistas, jueces, políticos, etc., que pagados por sus servicios conformaron para Escobar una basta red de corrupción y tráfico de influencias.
A mediados de la década de los 80, Pablo Escobar se ubica, según la Revista Forbes, entre los 20 hombres más ricos del mundo, con una fortuna en ascenso que sobrepasa los 3 Mil Millones de dólares y es el dueño absoluto de un emporio hamponil el cual vela por su crecimiento, buena salud y dominio sobre el narcotráfico mundial, perpetrando el secuestro y/o asesinato de policías, políticos, periodistas, empresarios y lideres sociales contrarios a sus intereses o al de sus aliados; financiando campañas electorales presidenciales; infiltrando el Congreso con legisladores pagados con dinero mal habido y lavando sus ganancias en los circuitos financieros de Estados Unidos.
Este exitoso “hombre de los negocios sucios” se convierte en ejemplo a seguir para las enormes masas que habitan las zonas marginales de la ciudad de Medellín, las que abandonadas a su suerte por los gobiernos de turno, en medio de la mas atroz ignorancia y miseria, empiezan a considerar al narcotráfico como un medio rápido para enriquecerse tal cual lo había logrado Escobar Gaviria. Es entonces, cuando Escobar entiende que tiene buena oportunidad de obtener un sitio como figura de importancia en la vida política lo cual le garantizaría influencia directa sobre las decisiones del Estado, mayor campo de acción e impunidad a menor costo. Comenzó su lucha por los votos del pueblo utilizando el caudal de recursos financieros a su disposición. Simplemente, en vez de “enterrar” el dinero que no podía “lavar” decidió usarlo para promocionarse a si mismo invirtiéndolo en la solución de los problemas inmediatos de Medellín y de los municipios vecinos. Financió proyectos de beneficio social en temas de vivienda, agua potable, electricidad, alimentos, recreación y deportes. Construyo más de 800 viviendas unifamiliares, donó numerosas canchas deportivas y organizó muchas “fiestas populares” en las que hablaba poco pero regalaba a los asistentes dinero en efectivo, electrodomésticos y otros bienes. Pero ante todo, vendía a los pobres una expectativa ulterior: la posibilidad de vincularse a su organización narcotraficante, fomentar una dependencia emocional y física con su persona y obtener poder y dinero en abundancia.
Esta campaña le convirtió primero en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín y, después, como candidato del Movimiento de Renovación Liberal, en diputado suplente del Congreso de la República en 1982. Su carrera política fue corta ya que se vio afectada por numerosas denuncias en su contra por tráfico de drogas, sin embargo nunca fue procesado y continuó dedicándose a su obra de “captación y reclutamiento” mediante la ayuda de algunos miembros de la iglesia católica.
Casi diez años después, sólo la traición de sus socios logró acorralar y doblegar a este magnate del narcotráfico, fue tal su poder e influencia sobre las instituciones y funcionarios del estado colombiano, que se entregó en 199, luego de pactar un acuerdo con el Gobierno y evitar así la extradición a los EE.UU. Estuvo recluido en Envigado, en el módulo número tres, en una celda de lujo custodiada al menos por trescientos efectivos del Ejército. A pesar de eso, tras permanecer 13 meses en la cárcel, escapó el 22 de julio de 1992.
La influencia del Cártel de Medellín continúa en la actualidad, más allá de la muerte de su creador Pablo Escobar persiste bajo la dirección de su heredero Álvaro Uribe Velez. Hoy en día esta mas que comprobado que el narcotráfico es un arma de control político y social utilizada por el imperio norteamericano y sus secuaces para alienar a los pueblos y mantener su hegemonía. Por tanto, siendo la Revolución Bolivariana un peligro para esta última, siendo el socialismo el mayor enemigo del narcotráfico y del capitalismo salvaje, podemos asegurar que esta letal arma, como tantas otras, está siendo utilizada contra ambos e intentará herirlos directamente en el corazón al corromper al pueblo de tal forma que sea imposible mantener la moral, la ética y los valores socialistas.
La experiencia vivida por Colombia es una advertencia. No dejemos que políticos promovidos y comprados por el narcotráfico se apoderen de nuestras instituciones de gobierno. Tomemos conciencia de que esas campañas políticas en donde se regala dinero, electrodomésticos y otros bienes no pueden sino estar patrocinadas por quienes obtienen fondos de forma ilegal y ejerciendo actividades que causan dolor y cuestan la vida a miles de personas en todo el mundo. En una sociedad dominada por estas mafias, la juventud es presa fácil de la drogadicción, la prostitución, el juego, el robo, el asesinato, o cualquier otra actividad del crimen organizado. Las ciudades se convierten en escenario de luchas entre bandas y nadie, absolutamente nadie, esta seguro.
Sres. Salas, Sr. Acosta y Sr. Makled, sabemos que cualquier parecido con lo sucedido en el vecino país y lo que esta sucediendo en Carabobo no es mera coincidencia.
EL PUEBLO EN REVOLUCION ESTA ALERTA.
NO! A LOS NARCOTRAFICANTES Y SUS COMPLICES.
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!!!!! VENCEREMOS!!!!!

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, mentiras, multitud, violencia.
Pero hay que seguir, les dije. A través de Columnistas Libres de cuya fuente me abastezco, no sólo admiro el valor de quienes han persistido en el empeño de atravesar el desierto de la oposición, sino que atisbo el viraje de importantes columnistas que han empezado a abrir los ojos, unos, ciertamente por intereses políticos de cara a las elecciones del 2010, y otros por sus propios intereses económicos que ahora ven amenazados ante la inminente explosión social que provocará la recesión que nos espera a la vuelta de este segundo semestre del 2008.
Precisamente, uno de los analistas económicos más acertados con que cuenta el país, Eduardo Sarmiento, advierte en su última columna de El Espectador (09-08-08) sobre la “insostenibilidad de la burbuja” basada en un modelo de crecimiento económico con revaluación que no genera empleo ni es sostenible.
“La revaluación indujo a las empresas a sustituir las materias primas nacionales por importadas y mano de obra por capital”, dice Sarmiento, y agrega que en los dos últimos años la tasa de desempleo crece por debajo de la población lo que hace presumir, aunque el gobierno diga otra cosa, que el paro laboral va en alza que resultará en los próximos meses proporcional a la caída de la actividad industrial y comercial que se avecina.
Quizás por este encierro de circunstancias adversas se le ve a Uribe y a sus más cercanos colaboradores muy nerviosos y desatinados. En una entrevista con Yamit Amad, el ministro de Hacienda alcanzó la paradoja de afirmar que la alta tasa de interés que mantiene el Banco de la República es buena para evitar la inflación, y cuando el periodista le pregunta que entonces por qué el gobierno la critica responde… “porque también es bueno que baje”.
El mismo Presidente está tenso. En un acto de condecoración a militares, cuando un soldado le da la mano en señal de agradecimiento, el Presidente comete el desaguisado de increparle diciendo: “¡apriete duro, sea hombre!”.
En el arte de mentir, el gobierno y sus secuaces siguen firmes. Al menos mucha gente le sigue comiendo cuento, aunque mucha de esa gente sólo sea de papel, es decir, estadísticas mágicas de las encuestadoras de bolsillo que le han hecho creer en su soberanía popular, al punto de desafiar la Ley, la Constitución y la Democracia con un referendo que le volviera a elegir sin el cohecho penalizado por la Corte Suprema de Justicia en cabeza de la hoy tristemente célebre ex representante Yidis Medina.
Los analistas cotidianos le han cazado muchas mentiras al gobierno y le agobian con sus publicaciones irrefutables. Pero una que no se han pillado y que hace parte de mis hipótesis que por desgracia todas me resultan ciertas, es que entre el Banco de la República y el gobierno se están tapando mutuamente con sus críticas el uno al otro.
En esa traición de subconsciente en que cayó el ministro de Hacienda en la entrevista con Yamit se asoma el mascaron de un embuste económico, pues, cuando el Emisor sube las tasas de interés, satisface las exigencias del modelo impuesto por el FMI y el Banco Mundial; y cuando el gobierno le increpa públicamente que no puede tomar decisiones sin oír al pueblo, lo cual es cierto como afirmé en pasado comentario titulado “Una verdad en boca de un mentiroso”, el Presidente valoriza sus acciones como defensor de los débiles (aunque en el ejemplo presente sea en defensa de los poderosos exportadores), logrando carambola a tres bandas, pues, el pueblo le aclama por berraco, capaz de darle en la cara a esos maricas (parodiando su propia expresión en uno de esos falsos positivos que montó con un fotógrafo de Palacio), en tanto que sus amos del norte le apuntalan el solio que se le mueve por mantener en Colombia la vigencia de un modelo económico, el neoliberalismo, del que el premio Nobel, Joseph Stiglitz, acaba de anunciar el fin.
Director Diario La Razón
FRANCISCO MARHUENDA
Señor Director:
En respuesta a su editorial del pasado 7 de agosto de los corrientes ("La cocaína llega de Venezuela") debo manifestarle lo siguiente:
1.- Venezuela no es productor ni consumidor significativo de drogas, pero dispone de dos mil doscientos kilómetros de complicada frontera con el principal productor de cocaína del mundo: Colombia.
2.- Venezuela ha firmado 50 instrumentos de cooperación antinarcóticos con 37países.
3.- En las páginas 78 y 79 del Informe Mundial de la ONU sobre Drogas, correspondiente al año 2007, se certifica que, por tercer año consecutivo, Venezuela quedó posicionada como el tercer país del mundo con mayores incautaciones de droga.
4.- El reconocimiento internacional a la lucha contra el narcotráfico adelantada por Venezuela, incluye reconocimientos expresos, públicos y fácilmente verificables, provenientes, entre otros, del Ministro de Justicia de los Países Bajos, Jan Piet Hien Donner (septiembre, 2005); del Embajador del Reino Unido en Venezuela, Donald Lamond (diciembre, 2005); del Secretario de Estado para las Relaciones Exteriores del Reino Unido, Kim Howell (marzo y septiembre 2006); del Fiscal Nacional Antimafia de Italia, Pietro Grasso (marzo, 2007); del Embajador de Alemania en Venezuela, George Clemens Dick (junio, 2007).
Mucho le agradeceré la publicación de esta respuesta,
Alfredo Toro Hardy
Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España
¿Por qué la implantación del modelo económico de privatización organizado por la alianza entre ganaderos, agricultores, bananeros y transnacionales con el gobierno regional, y salvaguardado por la estrategia militar-paramilitar de expoliación y muerte, permanece en impunidad, “sin vínculos y sin responsabilidad” entre el General Rito Alejo del Río y el hoy Presidente de la Republica Álvaro Uribe Vélez?
Parece que las preguntas llevan implícitas las respuestas.
Las voces de las victimas de las horrendas masacres que se cernían a diario sobre esa región y las voces de las muertes selectivas que aun se cometen, no han sido escuchadas por la institucionalidad, las victimas siempre reclaman justicia y verdad.
Siempre denunciando el Plan sistemático de "Pacificación del Uraba": el laboratorio campesino de muerte profesional como instrumento para “la paz”…
Laboratorio de muerte consolidado históricamente con la creación y legalidad de las AUC legitimadas por Uribe Vélez cuando fue Gobernador de Antioquia y creó las llamadas CONVIVIR, continuado como política integral de Estado mediante el llamado Paramilitarismo… que desde ese momento hasta hoy, siembra las prolíficas tierras del Urabá de fosas comunes.
Hoy, desde la Presidencia de la Republica, esta política de legitimación del exterminio es continuada de una forma más sutil: la legitimación se opera mediante el artilugio de la “desmovilización” y “negociación” del Estado con el paramilitarismo, mediante la "Ley de Justicia y Paz", negociada como instrumento de impunidad y legalización de los criminales pero mostrada ante el mundo como “el compromiso del gobierno con el país”…
Hoy los paramilitares son convertidos como cuerpo en grupos sociales y guardabosques…
Legalización presentada como un éxito de la política de seguridad democrática que se jacta de afirmar que gracias a ello los paramilitares entregaron “verdades”, armas y ante todo "reparación".
Han consolidado la "matriz social" de control a la población civil…
¿Cual Justicia? Nada más alejado de la verdad.
Los crímenes continúan en la impunidad, los paramilitares continúan delinquiendo, los "elegidos" con estos votos (votantes coaccionados), se cambian el derecho a seguir legislando con el aval del Presidente. No creó que la verdad que hoy sale a la luz, sea exclusivamente como efecto de la “ley de justicia y paz”.
Es (y parece extraño), son los Victimarios, los Carniceros, los que cuentan episodios de cómo, donde, con quién, con que fin se desarrolló esta estrategia.
Algunos lo hacen porque les han incumplido los pactos políticos… mientras que otros paramilitares se resienten porque los que de la mano de ellos mismos graneaban las estrategias de exterminio de las comunidades, hoy permanecen inmunes, en silencio, en la vida ciudadana, como grandes señores, presidentes o generales de la república.
La política de la mentira, la deslealtad, la desconfianza entre las personas, la violación a la soberanía nacional y la de los países vecinos, centran los llamados "valores" de la política de seguridad democrática.
Todavía insito en dar cuenta al país de mi testimonio, me niego al silencio impuesto por los operadores y por los medios de comunicación, quiero denunciar que las mujeres y hombres que fuimos testigos del exterminio de las comunidades y que nunca fuimos tomados en serio por los "operadores de justicia", exigimos justicia, exigimos verdad, exigimos la responsabilidad de todos los responsables, las pruebas están ahí en el análisis del contexto político, económico, cultural de la región.
Los operadores de Justicia, se negaban a tener en cuenta nuestras denuncias sobre la responsabilidad de los "carniceros" institucionales, afirmaban que no teníamos pruebas judiciales directas de la responsabilidad contra el general Rito Alejo y el Gobernador de ese entonces Álvaro Uribe, entre otros, en las masacres del Urabá. No les bastaba con las voces de las víctimas, con el análisis de contexto que entregábamos, con la prueba material de los hechos, ellos esgrimían que ellos requerían la prueba procesal, la que cumple con los requisitos de forma, como si fuera posible separar la verdad material de la formal, como si la verdad no fuera sólo una, como si el testimonio de las víctimas aunado a los hechos contextuales no fuera suficiente… Como si la razón de la decisión judicial no dependiera de la reconstrucción de los hechos conforme al contexto, como si de lo que se tratara no fuera de establecer la verdad, sino de dirimir a favor del más fuerte un proceso… Como si no existiera responsabilidad a la luz de la Constitución de los que tienen a su cargo el cuidado de la vida como principal mandato.
Estos operadores jurídicos, llámense jueces, fiscales, procuradores judiciales, hoy tienen la obligación ética y moral de responder al país.
¿Cuantas visitas a la fiscalía? Cuantas veces mujeres y hombres, relatamos los sucesos del desplazamiento, el dolor de familiares de desaparecidos, mujeres violadas, asesinatos selectivos, cuantas veces fuimos con las mujeres a "rescatar" de la presión paramilitar a los hombres inermes, mientras “el General” o mejor dicho “el Carnicero" gozaba de los avances y los reportes a su jefe inmediato que conocía TODO lo que pasaba en la zona. Y siempre la pregunta por la Prueba judicial.
No bastaba el dolor, ni señalar a los responsables. Tal vez hoy los cómplices de esas masacres respondan por el "Eslabón Perdido" de los responsables que tienen nombre evidente y que no se atreven a responsabilizar, aunque todos saben quienes son los "Carniceros del Urabá" y donde están hoy.
En nombre de la paz, de la inversión económica, de acabar con la guerrilla, el entonces Gobernador Álvaro Uribe y su secretario de Gobierno diseñaban la estrategia mayor…
Hoy siento mucho que Pedro Juan Moreno, no este vivo (Pedro Juan Moreno, amigo de Uribe, propietario de GMP, importadora de Permanganato de Potasio para la cocaína).
¿Quién lo saco del juego?
¿Quien conocía del poder y la verdad que guardaba Pedro Juan Moreno?…
¿Quien lo mando matar? Cuanto diera hoy por escuchar con su soberbia habitual y la alegría que se dibujaba en su rostro con cada desplazamiento y cada muerto "comunista" y claro los reportes de misión cumplida de Álvaro Uribe, lo que nos podría decir desde su "verdad"…
¿Quien mato a Carlos Castaño o… estará en Israel?
Desde esta experiencia de exterminio, empresarios, bananeros, políticos, y algunos religiosos dieron vía libre a la operación militar esa que hoy paramilitares como "H.H"(Veloza), “el Alemán”, Mancuso, Don Berna, “Melasa”, entre otros, denuncian.
Estas practicas, las de ayer y las de hoy, no son hechos aislados, no fue a la espalda del país, ni de los medios de comunicación, NO, esto exige que hoy mas de 13 años después, la verdad se le cuente al país y se responda; NO POLITICAMENTE ( pedir excusas afirmando que lo hicieron otros) como desde el Gobierno ya se esta acostumbrando a sectores del país, no, exigimos que se responda desde la justicia, con sanciones personales.
Ya sabemos que desde la política es simplemente asumir que era "necesario hacerlo" porque valía la pena esto parta “salvar a Colombia del comunismo”, era una tarea del "elegido" que tiene que imponer una moral salvadora a los corderos.
Si señores y señoras… Es hora de levantar la voz con las victimas. Contra la inmoralidad de este gobierno basado en la falsedad, la mentira cotidiana, la palabrería vacía de ética: esto exige que la gente DESPIERTE.
El gobernante de arena, no puede seguir pretendiendo ser reelegido con una historia de crimen, mentira, complicidad.
¿Será que los medios de comunicación acompañaran una marcha exigiendo la responsabilidad de los nunca nombrados: General Rito Alejo y Presidente Uribe?
Hoy no puede seguir el silencio sobre las masacres y el descuartizamiento selectivo en el URABA, que hasta hoy sigue vigente. No podemos estar presenciando que saquen de sus casas a hombres y mujeres responsabilizándolos según el estado de ser “terroristas”, no podemos estar en silencio mientras avanza la masacre, la muerte selectiva, el señalamiento golpeando a las comunidades que NO olvidan, que no venden su dolor del pasado por un plato de lentejas.
Desde mi condición de ciudadana exijo que los operadores de justicia que estaban en la zona del Urabá, en especial en el periodo 1995-1998 entreguen su versión de lo que pasó.
¿Donde estaba el defensor del Pueblo? ¿Donde estaba medicina legal? ¿Dónde estaban los jueces, los fiscales? En fin estoy como siempre indignada de este adormecimiento del país y la desmemoria impuesta.
¿Donde esta la responsabilidad de Luís Camilo Osorio?
¿Donde están los rostros humillados de niñas y niños que los obligaron a crecer sintiendo que sus familiares era mejor que morirán de cualquier forma y de esa manera “purificar los pecados” en la tierra; y ahora si ellos no estaban al lado de los victimarios correrían la misma suerte?
Hoy el Presidente Uribe no solo hizo homenajes al General de la muerte, sino que con el, presentaban al país su modelo, su propuesta de gobierno, de seguridad, su propuesta de dirimir los conflictos.
Presentaba en ese homenaje su postulación a la Presidencia de la Republica y prometía que la "valentía", “el coraje de Su General” habían mostrado la manera de devolver la paz a Colombia: no diálogos, no salidas políticas, sino la fuerza, la violencia, la venganza, la alianza narco-armas-política serian los nuevos ritos de la secta.
Exijo que la justicia, si todavía podemos nombrarla, muestre su rostro frente al Presidente Uribe… que el General Rito Alejo, Luís Camilo Osorio, desmovilizados del EPL, inclusive, los asesores actuales del Gobierno vinculados a este capitulo de la historia del país respondan.
También los cooperadores económicos, nacionales e internacionales respondan, los quiero ver a todos mostrando su rostro a las victimas.
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