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Las cuentas de la conquista

Lo vienen sosteniendo los informes oficiales, en términos reales, y al margen de cualquier otra consideración geopolítica o estratégica, Irak fue una "guerra" inventada para hacer negocios. Y eso, los negocios financieros con la renta petrolera iraquí, es lo que está haciendo el sistema bancario privado de la Reserva Federal de EEUU manejada por los grupos sionistas que controlan el sistema capitalista a escala planetaria desde Nueva York.

Además de que la extracción y comercialización ya está nuevamente en manos de las petroleras multinacionales, la renta que emana del pago por los servicios financieros y de los intereses de los fondos acumulados por la ganancia del petróleo iraquí, queda en los bancos y grupos financieros controlados por la Reserva Federal estadounidense.

En febrero de 2005 el subsecretario del Tesoro, John Taylor, informó que Irak colocó US$ 5 mil millones de su renta petrolera en una cuenta en la Reserva Federal de EEUU, "lo que incrementará sus vínculos con el resto del mundo financiero y le hará ganar millones en intereses", según dijo.

Posteriores versiones extraoficiales divulgadas (y no confirmadas oficialmente) en medios norteamericanos y europeos señalaban que la suma depositada en el sistema de la Reserva Federal ascendía a US$ 50.000 millones correspondientes al producido de la renta petrolera iraquí desde la invasión militar en marzo de 2003.

Según un informe actualizado del Congreso de EEUU divulgado esta semana por la BBC, aproximadamente US$10.000 millones, producto de las ventas petroleras iraquíes, están en el Banco de la Reserva Federal en Nueva York donde están ganando millones de dólares en interés.

Eso quiere decir que, por un lado, los bancos de la Reserva Federal (que son privados) se benefician por el pago de los servicios de esa multimillonaria suma de petrodólares acumulados en sus registros contables, y por otro, se benefician de los intereses que les deja ese capital reinvertido en la colosal maquinaria de especulación financiera de Wall Street.

Y esto no es nuevo: Detrás del presupuesto destinado a solventar la ocupación militar de Irak y de Afganistán se mueve una gigantesca maquinaria financiera que lucra en cifras multimillonarias con los intereses de los fondos destinados tanto al presupuesto militar, como a la "reconstrucción" del país ocupado y de su infraestructura petrolera.

Como presupuesto general: A partir de la conquista militar todo lo que pasa en el "mercado" iraquí (su actividad económica general) está bajo la órbita y el control de los bancos y trasnacionales norteamericanos, tanto armamentistas como petroleras y financieras.

Esta semana se produjo una "buena noticia" para los pulpos petroleros multinacionales: el lunes, el gobierno de Irak decidió abrir sus yacimientos petrolíferos a la inversión extranjera, terminando con 30 años de nacionalización impuesta por el gobierno de Saddam Hussein.

Irak, ocupado militarmente por una coalición de países que encabeza EEUU desde el año 2003, posee las terceras reservas más importantes de crudo a nivel mundial, y al tomar la decisión de abrir el paso a las trasnacionales, se convierte en el único país productor de Medio Oriente en haber actuado de esta manera, ya que los demás países productores únicamente conceden la explotación a las empresas públicas.

De esta manera, y de acuerdo al marco regulatorio de la nueva ley para el petróleo, así como EEUU "legalizó" la ocupación militar con un gobierno de mayoría chií (aliado de la invasión) elegido en las urnas, de la misma manera, utiliza a esa administración y su parlamento para convertir en "ley" un proyecto diseñado por la embajada norteamericana y los representantes de las transnacionales del petróleo, las beneficiarias directas de la conquista de Irak.

El "negocio financiero" de la conquista

En realidad, el Imperio sionista norteamericano y sus corporaciones en Irak no hacen sino repetir lo que hacen en todo el planeta con "gobiernos democráticos" colaboracionistas: Controlar el sistema económico-productivo de los países y beneficiarse de la rentabilidad capitalista de su explotación.

Solamente que, para conseguir la rentabilidad y el control del petróleo de Irak, EEUU debió realizar una costosa y sangrienta invasión militar que ya causó más de medio millón de muertos (la ocupación de 5 años ya cuesta al Tesoro norteamericano US$ 650.000 millones) para instalar luego una administración títere que gerencie el país para los bancos y trasnacionales del Imperio, como es el caso del llamado "gobierno iraquí".

Además la masa de rentabilidad comercial y financiera (léase los beneficios económicos de la ocupación militar de Irak) se recicla en nuevas ganancias colocadas en el mercado de la especulación financiera a escala global.

Y ese fue (y es) el objetivo central de las invasiones militares norteamericanas por el planeta, que los ignorantes atribuyen al fundamentalismo "mesiánico" de inquilinos pasajeros de la Casa Blanca, como es el caso de Bush.

Además, una parte substancial de los fondos destinados a Irak son financiados con endeudamiento del Estado norteamericano con los pulpos del capital financiero de Wall Street que controlan la Reserva Federal.

De tal manera que, por un lado el Estado norteamericano se endeuda con los bancos privados de la Reserva Federal para solventar el presupuesto militar de la ocupación, y por otro, esos mismos megabancos lucran financieramente con el producido de la renta petrolera iraquí.

Un negocio de "doble vía" que demuestra claramente cuáles son los principales beneficiarios (además de las petroleras y las armamentistas) de la invasión militar de Bush a Irak.

El informe del Congreso difundido esta semana indica que, gracias a los precios récord del crudo, el gobierno iraquí podría terminar este año con un superávit de más de US$50.000 millones.

La información de que Irak puede llegar este año a tener US$50.000 millones de superávit por cuenta del petróleo despertó fuertes críticas en Estados Unidos.

Un organismo de control del Congreso de EEUU. señaló que sólo una mínima parte de la ganancia petrolera iraquí se está utilizando en los proyectos para reconstruir el país (aunque ahí también intervienen las corporaciones estadounidenses).

Y aunque no se indica el destino de los US$ 96.000 millones de la renta iraquí producida durante los años de la ocupación, es previsible (y obvio) que los fondos de la renta petrolera iraquí estén volcados en el circuito financiero-especulativo de los bancos de inversión de la Reserva Federal que produce mayor rentabilidad a corto plazo que los proyectos de inversión en la infraestructura de "reconstrucción" de Irak.

Ante tal situación (la emigración de la rentabilidad petrolera) los dos senadores que comisionaron el informe, el republicano John Warner y el demócrata Carl Levin, dijeron que el gobierno de EE.UU. debería dejar de financiar los trabajos de reparación de los servicios básicos del país, señala la BBC.

El congresista republicano Dana Rohrabacher dijo a la BBC que, "en términos de activos, los iraquíes están entre las personas más ricas del mundo porque tienen algunas de las mayores reservas de petróleo del planeta en momentos en que el precio del crudo está subiendo".

Según el informe del Congreso, desde la invasión encabezada por EEUU la renta petrolera iraquí ha sumado US$96.000 millones.

Esa renta no está en Irak ni se recicló en infraestructura o en redistribución del ingreso entre las mayorías empobrecidas: Irak es un país devastado y colapsado. Su tasa desocupación supera el 60% y es récord, su infraestructura de salud y de asistencia social está destruida y la pobreza extrema alcanza a más del 60%, según la ONU.

Lo que implica una sola lectura: La mayoría de la renta petrolera iraquí fue reciclada (por medio de la Reserva Federal) en el sistema financiero especulativo internacional donde el capitalismo cosecha en estos momentos la más alta tasa de rentabilidad de su historia.

Y en este sentido hay que ser precisos: El Imperio puede padecer derrotas o perder batallas militares, pero sus bancos y trasnacionales siempre ganan.

Como lo viene sosteniendo IAR Noticias, y como ya se verifica en los informes oficiales, en términos reales, y al margen de cualquier otra consideración geopolítica o estratégica, Irak fue una "guerra" inventada para hacer negocios.

Y eso, negocios financieros con la renta petrolera iraquí, es lo que está haciendo el sistema bancario privado de la Reserva Federal manejada por los grupos sionistas que controlan el sistema capitalista a escala planetaria desde Nueva York.

El más de medio millón de muertos durante la invasión y ocupación de Irak poco interesan en las frías matemáticas de rentabilidad capitalista que hunde sus raíces en la máxima sionista de los Rothschild: "Si no hay guerra, hay que inventar una para hacer negocios".

Manuel Freytas

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