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La guerra de baja intensidad |
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la llamada guerra de baja intensidad busca cubrir un campo fundamental del poder que es la cultura, definida como “el repertorio de convicciones que rige realmente la vida de un pueblo”. Es decir, que es ella la que permite que un pueblo legitime y acepte determinadas formas de gobierno, que apoye determinadas relaciones en sociedad y que comparta determinadas maneras colectivas de concebir la realidad. La cultura es la que, en realidad de verdad, nos gobierna. Por ello, conquistar y modelar la cultura de un pueblo es apropiarse de su destino.
Esta ha sido una herramienta trabajada en forma sistemática y consciente por el gobierno de Uribe Vélez y así lo dejan ver, con toda claridad, las orientaciones del llamado Centro de Pensamiento Primero Colombia, creado en octubre de 2006 para apoyar la política de Seguridad Democrática de Álvaro Uribe que, en conferencias a través del mundo y en la propia Colombia, difunde el consejero presidencial José Obdulio Gaviria.
La semana pasada, en Estados Unidos afirmó textualmente que "Nosotros no tenemos desplazados, tenemos migración en buena parte por el paramilitarismo y la guerrilla (...) esa gente se fue para ciudades y allá están como migrantes, más la gente que se fue del país, clase alta y media. (...)”. Ante lo cual la opinión nacional, casi unánimemente, gritó que José Obdulio estaba loco al afirmar que en Colombia no hay desplazados, jugando con las palabras.
Nada de loco, José Obdulio está caminando por los campos de la guerra de baja intensidad, una de cuyas herramientas es repetir una mentira cien veces hasta que, para la visión colectiva, se transforma en realidad, además de jugar con las palabras para darle un “sentido” diferente a los hechos.
También ha dicho José Obdulio, comunicando las “ideas superiores” –como él las califica– del Presidente Uribe, que en Colombia se acabó el paramilitarismo, cuando todos los días oímos informes sobre las acciones que cometen grupos paramilitares. Nos dice también que en Colombia no hay conflicto armado (sic) y que “las Águilas negras”, que según informes oficiales ya han cubierto todo el territorio nacional para ejercer políticas de retaliación, son producto imaginario de la oposición política.
Y una perla más: afirma que la lucha de las ONGs, en defensa de los Derechos Humanos, tiene como objetivo que los abogados defensores se lucren en un 35% de las “cuantiosas sumas” demandas al Estado.
Lo grave no es que todo esto sea un montaje de mentiras deliberadas y calculadas, sino que, poco a poco, gracias a los medios de comunicación al servicio del establecimiento, la gente las irá aceptando como ciertas.
Por ello es fundamental la lucha por la conquista de la cultura popular y no sólo de la razón, porque nosotros nos movemos impulsados por esa cultura que está a nivel del subconsciente y no por la razón. La verdad es que no existe el libre albedrío, planteamiento que en su momento hizo Jorge Eliécer Gaitán y que le permitió conquistar el subfondo del alma colectiva, tesis que ha sido comprobada hoy en día por los neurocientíficos.
El doctor Wolf Singer, director del instituto alemán Max Planch afirma que “nosotros somos los últimos que nos enteramos de lo que nuestro cerebro tiene la intención de hacer” y añade: “aquello que el ser humano experimenta como una decisión, no es otra cosa que la justificación posterior de cambios de estado que de cualquier forma sucederían”, mientras que el profesor norteamericano Benjamín Libet pudo demostrarnos que nuestras acciones se producen segundos antes de que aparezca nuestra voluntad de actuar. La “chispa consciente” se produce, en promedio, entre 0,3 y 0,4 segundos después de la aparición del potencial de alerta. Según Libet, la sensación de que se realizó un movimiento intencionadamente se produce 350 milésimas de segundos después del movimiento.
Estos descubrimientos, logrados gracias a las nuevas tecnologías de punta, le permiten afirmar al profesor Gerhard Roth, investigador del cerebro en la Universidad de Bremen, que “la sensación de que yo soy dueño de mis actos, sujeto consciente que actúa, es ilusoria. El cerebro decide antes de trasmitirme la sensación de que quiero hacer lo que me dispongo a hacer”. Y nos hará saber que “el libre albedrío no es tan dueño de sí mismo como a él mismo le agrada creer. Todo sucede como si el cerebro necesitara “calentar filamentos” durante unas fracciones de segundo antes de que salte el destello consciente. Por tanto, el acto de la voluntad no puede ser la causa del movimiento, sino únicamente una sensación que acompaña el movimiento mismo”.
Igualmente el doctor Niels Bimbauer, de la Universidad de Tubinga, dirá: “cuando yo digo o pienso “quiero hacer esto” el cerebro ya ha definido su voluntad unos 100 milisegundos antes”.
Esto explica la importancia trascendental de la cultura en el destino de los pueblos. Cuando no se trabaja este aspecto, científica y conscientemente, tenemos como resultado el que se haga necesario expedir leyes habilitantes para establecer políticas que permitan hacer los cambios. Ahí radica el problema actual de Venezuela: por un lado van las reformas estructurales, mientras que la cultura sigue siendo puntofijista.
Gloria Gaitán

Etiquetas: conocimiento, multitud, politica, sabiduria, violencia.
Cada uno de los más importantes dirigentes revolucionarios ratificaron su posición. Así, el nuevo dirigente máximo, Alfonso Cano, afirmó (Junio, 2008): “Continuamos luchando por cumplir todos con los planes aprobados, manteniendo a fondo la práctica de la guerra de guerrillas móviles, incrementando nuestros nexos con la población civil y con el movimiento de masas que resiste la ofensiva del gran capital y de los terratenientes...”
Lo repitió el Comandante Iván Márquez (Julio, 2008): “La lucha armada no está en cuestión. Las causas que la motivaron no se han modificado. Las oligarquías sólo quieren una paz que no toque sus privilegios, que no modifique las injustas estructuras políticas, económicas y sociales que han causado la pobreza pública. La estrategia de dominación de los Estados Unidos ya está trazada y el pretexto es lo de menos. Lo que los gringos quieren es el petróleo de Venezuela, el gas de Bolivia, las riquezas de la Amazonia , y la miseria para nuestros pueblos. Lo que se impone es la articulación de la resistencia a las políticas agresivas del imperio. Quiero recordar que en los fusiles guerrilleros de las FARC resisten los pueblos de Nuestra América”.
Y lo volvieron a afirmar Rodrigo Granda y Jesús Santrich. (julio, 2008): “Queremos dejar bien en claro la posición determinante que seguramente quienes siempre han confiando en nosotros la conocen, y es que empeñaremos nuestras vidas, como en efecto lo estamos haciendo, en no defraudar a quienes creen en las luchas de los pueblos, a quienes como ustedes respaldan la necesidad de la lucha armada en las circunstancias que rodean a los pobres de Colombia, y de otros pueblos pisoteados por la bota militarista y usurera de los yanquis y de sus émulos, acólitos y cómplices en la desbocada rapiña neo colonial”. “...en nombre (...) de cada guerrillero y revolucionario que ha entregado su vida por el sueño de la emancipación., en nombre de los sueños y de cada gota de sangre de los combatientes caídos en Nuestra América por evitar el yugo de los opresores es que juramos que no seremos nosotros quienes arriemos sus espadas, sus lanzas, sus machetes, sus fusiles y sus banderas. No seremos nosotros, NO y mil veces no quienes bajemos las armas de Marulanda, las armas del pueblo, que se han levantado por la emancipación”.
Las FARC sostienen una lucha impostergable
Las causas que han dado lugar a la lucha de la FARC ya han sido ampliamente explicadas por sus combatientes y son conocidas por todos los explotados y oprimidos de un continente como el nuestro, sumido en la pobreza y la dependencia, desbordante de motivos para alzar al puño en lucha por la revolución.
Y la verdad es que, aunque los hombres de Colombia creyeran en la posibilidad de una lucha pacífica para cambiar su realidad, la experiencia les ha confirmado una y otra vez que no hay otra alternativa que la lucha armada. Los 24 sindicalistas asesinados en lo que va del año (más de 2.500 en los últimos 20 años), la tortura a los militantes y guerrilleros presos en las cárceles por su actividad política, las masacres perpetradas contra pueblos enteros por parte de los paramilitares (brazo no legalizado del estado y la clase dominante que lidera incluso el parlamento y las instituciones de la democracia colombiana), la extradición a EEUU de los dirigentes de las FARC como la Comandante Sonia , Simón Trinidad, e Iván Vargas... en fin, cada reacción del Estado colombiano reafirma cada día que el camino que han tomado los guerrilleros de las FARC es el único posible si es que se pretende cambiar algo de esa denigrante realidad.
Al levantarse en armas contra este orden de cosas la guerrilla pone en evidencia toda la perversidad del capitalismo colombiano y su actual gobierno, muestra el grosero enriquecimiento millonario por parte de un grupo de parásitos a costa de la creciente pobreza y pauperización del pueblo, evidencia la podredumbre de una clase media que decide no ver el precio de su “comodidad” (pagado en miseria y sangre por la gran masa trabajadora y campesina del país), deja al desnudo los circuitos de la corrupción, el narcotráfico y el paramilitarismo que sostienen la fortuna de esos pocos privilegiados y buscan aplacar el levantamiento de los humildes y explotados.
Frente a la evidencia de la podredumbre estatal y de que las FARC marcan un camino de lucha para el conjunto de los trabajadores y el pueblo, el régimen colombiano apela a los más aberrantes métodos del terror para sostener su poder y aniquilar a quienes lo cuestionan. La saña de Uribe está sostenida, como es ampliamente sabido, por el millonario financiamiento de EEUU y su plan Colombia, que incluye la intervención directa de los yanquis con sus asesores, su maquinaria y su entrenamiento, a lo que debe sumarse el aporte de otros países imperialistas como sucede con los servicios de inteligencia de Israel o el Estado francés.
En este marco y a partir de algunos sucesos circunstanciales, los últimos meses plantearon un momento difícil para las FARC, luego de la muerte de su máximo dirigente Manuel Marulanda Vélez, el asesinato de los Comandantes Raúl Reyes e Iván Ríos, y el revés que significó la recuperación de la libertad de los tres mercenarios yanquis, la dirigente política (ahora “amiga” de Uribe) Ingrid Betancourt y una quincena de militares y policías (todos asesinos a sueldo del Estado colombiano) sin que hayan sido liberados los más de 500 guerrilleros presos en Colombia y los jefes de las FARC extraditados en EEUU. Y aún así, golpeadas por un revés coyuntural y enfrentadas a la espectacular maquinaria de muerte que ha montado el imperialismo en Colombia, las FARC han respondido con un renovado grito de guerra por la revolución. “Estamos en una confrontación –decían Granda y Santrich- que no ha de cesar mientras no se acabe con las profundas causas sociales que la engendraron o se instaure un nuevo poder que establezca la justicia social”.
Y remataban: “preferimos (...) partir entre humo y metralla, una muerte en combate, que una claudicación del pensamiento, porque también nosotros creemos en que la ley primera debe ser "el culto a la dignidad plena del hombre" y actuamos con la máxima de que "Al acero responda el acero, y la amistad a la amistad", según lo expresara el Apóstol de las Antillas, pues a nosotros también se nos ha enseñado lo que pensaba el Titán de Bronce en cuanto a que "la libertad no se mendiga sino que se conquista con el filo del machete." o aquello que decía el Che en cuanto a que "en una revolución se triunfa o se muere si esta es verdadera".”
El “progresismo” reclama la rendición de las FARC
Pero como si fueran pocos los dispositivos impulsados para conseguir que las FARC abandonen la lucha contra el régimen de explotación y opresión colombiano, junto a los millones y millones de dólares norteamericanos, junto a las bases militares, entrenamientos, asesores yanquis, agentes del Mosad israelí, gestores franceses, políticos y empresarios colombianos... junto a todos ellos un nuevo foco de presión quizás aún más peligroso se ha consolidado últimamente y hasta ha llegado a la primera plana de los diarios del mundo.
Tanto Fidel Castro en Cuba como Hugo Chávez en Venezuela, al igual que lo han hecho Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, salieron a condenar la lucha de la guerrilla colombiana y sus métodos (que es lo mismo), responsabilizando incluso a las FARC por las incursiones militares norteamericanas y las atrocidades cometidas por el gobierno paramilitar de Uribe. Son declaraciones políticas de primerísimo orden porque con ellas se convoca a dejar en soledad a las FARC, cuando no se llama directamente a condenar su lucha revolucionaria. Y el hecho es gravísimo (aunque no sorprendente) porque estos presidentes y dirigentes políticos son reconocidos y escuchados por numerosas organizaciones populares de sus países y del continente, con lo cual amplifican la propaganda imperialista contra los revolucionarios de las FARC, extendiendo el aislamiento y la condena de la acción revolucionaria más heroica que existe en estos momentos en América Latina.
Uno a uno estos dirigentes salieron a atacar a la guerrilla más antigua de América. Así, tras el “rescate” trucho de Betancout y los demás prisioneros canjeables de las FARC, Rafael Correa festejó: "Que mal que han quedado las FARC” y ya que estaba les echó la culpa de la existencia del gobierno proyanqui colombiano: “Saben quiénes son los mejores apoyos, las mejores bases para Uribe: las FARC”. Como si no fuera aún suficiente, el presidente de Ecuador (que manipula la figura del “Guerrillero Heroico” y Comandante Che Guevara intentando mostrarlo como un “romántico” no guerrillero) quiso “avergonzar” a la guerrilla en nombre del Che: “es injustificable lo que hace” dijo, “Si el Che Guevara estuviera vivo, se moriría de vergüenza”.
Esto mismo había hecho hace poco Evo Morales, quien usó justamente el aniversario de la muerte del Che Guevara en octubre pasado para reclamar la rendición de la guerrilla: “no son tiempos para levantar las armas. ¡Qué bueno sería que las FARC de Colombia dejen las armas y, así como nuestros países, [hagan] una revolución democrática y cultural!”.
De todas formas el impacto más grande contra las FARC ha sido la condena abierta de Fidel Castro y Hugo Chávez a la lucha de los guerrilleros y sus métodos para la liberación de los presos políticos encarcelados en Colombia y extraditados a EEUU. Ambos han callado frente a las inmundas condiciones de detención de los más de 500 guerrilleros presos que son reclamados por las FARC, y ambos se han mantenido en silencio también mientras EEUU se atribuye el derecho de juzgar y tiene en sus cárceles a tres dirigentes revolucionarios colombianos como Sonia, Simón e Iván (¡del mismo modo que tiene presos a los cinco héroes cubanos!). Ambos han “festejado” la liberación de un grupo de prisioneros de guerra en manos de las FARC que, junto a Betancourt y la quincena de torturadores a sueldo del estado colombiano, incluye a 3 mercenarios yanquis (¡los mismos que atentaron mil veces contra Cuba!, ¡los mismos que impulsaron el golpe en Venezuela!).
A su vez ambos han condenado falsamente a las FARC por ser supuestamente “crueles” con sus prisioneros de guerra, cuando –como pudo ratificarse tras su liberación-, éstos contaron con todos los cuidados humanitarios, lo que permitió que aún habiendo estado detenidos en las durísimas condiciones de la selva, su estado de salud se haya evidenciado muy bueno. Y también ambos están condenado a largos años de cárcel y extradición a los guerrilleros farianos presos al reclamarle a las FARC que abandonen los únicos métodos que hoy tienen para conseguir la liberación de sus compañeros por medio del canje de prisioneros. Es lo que hace Fidel Castro cuando condena a las FARC por “los métodos objetivamente crueles del secuestro y la retención de prisioneros en las condiciones de la selva” y les reclama “poner en libertad a los secuestrados y prisioneros que aún estén en su poder, sin condición alguna”. Es lo que hace Chávez cuando afirma que “llegó la hora de que las FARC liberen a todos lo que tienen en la montaña” y condenando a una larga reclusión a los presos políticos de la resistencia colombiana remata: “sería un gran gesto, a cambio de nada”.
De esta forma, tanto Fidel Castro como Hugo Chávez piden “un capitulo de paz para Colombia”, sólo que cuestionando a un solo bando de esta “guerra” desigual... y es el lado del pueblo. Porque ninguno ha hecho el más mínimo comentario sobre el carácter asesino del gobierno de Uribe, el que está matando a dirigentes políticos todas las semanas, el que en este momento está torturando a los luchadores en sus cárceles, el que está desplazando a pueblos enteros con su política de terror militar y paramilitar... Así, olvidan el “detalle” nada menor de la responsabilidad de un estado terrorista que utiliza la masacre, la persecución, la tortura, el asesinato, la cárcel y la extradición para sostener los privilegios de unos pocos... y mientras tanto Fidel Castro y Hugo Chávez le piden a las FARC que vayan hacia la paz... “a cambio de nada”.
Hoy Fukuyama habla por boca de los líderes “progresistas”
Si hay un discurso que invita a la derrota y el sometimiento es el que Fukuyama y tantos otros (comúnmente catalogados como “neoliberales”) repitieron hasta el cansancio en los años 90, felices por el triunfo que el capitalismo había obtenido con la caída del muro de Berlín y la plena restauración capitalista de la URSS. Dijeron entonces que la lucha revolucionaria contra el sistema y por una nueva sociedad era algo de los 70. Y pretendieron decretar con ello la inmortalidad del capitalismo y el fin de la lucha armada, a la que a partir de ahora han rebautizado “terrorismo”.
Y no sólo son hijos de esta “filosofía de la derrota” aquellos que se integraron de lleno en los circuitos del sistema, pisando cabezas para escalar en el mundo de la eterna competencia. También lo son quienes decidieron resignar para un futuro incierto y lejano la posibilidad de una transformación revolucionaria que termine con la explotación de los trabajadores latinoamericanos. Esos que junto a Fukuyama y los “neoliberales” repiten que los de ahora “son otros tiempos”, y que convocan entonces (en nombre del “socialismo”, la “revolución” y otras grandes palabras) a continuar con el capitalismo, a sostener la paz entre las clases, en una palabra, a la resignación y el abandono de los pobres y explotados del continente.
Hoy Fidel Castro, dirigente de una revolución que se propuso construir el socialismo convoca ahora a seguir “nuevas vías en las complejas y especiales circunstancias actuales, después del hundimiento de la URSS ”. Es lo que repite Evo Morales, llamando a la docilidad de los explotados: “tal vez antes los pueblos levantaban armas contra el imperio, ahora estamos viendo que el imperio levanta armas contra los pueblos. Pido no entrar al juego del imperio levantando las armas”. “Ahora, estamos en otros tiempos, se acabaron las dictaduras y deben acabarse también las guerrillas contra el imperio, estamos en época de conciencias y, en base a la conciencia, hacer transformaciones pacíficas y democráticas” Aún más claro es Hugo Chávez, quien considera que la revolución era de otros tiempos y que "a estas alturas está fuera de orden un movimiento guerrillero armado. Eso hay que decírselo a las FARC”, “la guerra de guerrillas pasó a la historia”.
Peor aún, Chávez, el mismo que se cree con derecho de criticar a la guerrilla más antigua de este continente, el mismo que se considera “amigo” y “hermano” del presidente narcoparamilitar de Colombia, Álvaro Uribe (cabeza de playa de los EEUU en el continente), no conforme con eso Chávez acusa a las FARC de darle excusas a EEUU para su política guerrerista afirmando que“el día que se haga la paz en Colombia se acabó la excusa en el imperio, la principal que tienen, el terrorismo”. ¡Como si los yanquis necesitaran excusas, acá , en Irak, en Colombia en Venezuela o donde sea! ¡Como si no fueran las FARC, junto al pueblo cubano que ha resistido a la invasión por casi 50 años, el mayor ejemplo de lucha antiimperialista que se sostiene en nuestros tiempos!
Tan bien les ha venido a los yanquis estas graves declaraciones que hasta el candidato republicano recogió el guante que le dejó el presidente de Venezuela, afirmando que “esperaba que las FARC aceptacen el consejo de Chávez de desarmarse”.
¡No pongamos a las FARC a los pies de los caballos!
La frase la tomé de un artículo escrito por un activista vasco y es la clave de este momento. Es un reclamo fundamental en esta hora difícil para los compañeros de las FARC que están entregando alma y cuerpo en una lucha ejemplar para todos los que buscamos un nuevo rumbo en nuestra América Latina. El problema es que hoy por hoy eso significa asumir que hay quienes están meando fuera del tarro y la cosa se está poniendo cada vez más jodida.
Una cosa sería como se dice por ahí, “respetar que cada uno tenga su estrategia”. Eso implicaría que mientras los compañeros colombiano luchan por el poder con las armas en la mano (después de constatar en carne propia y en base a miles de muertos que no hay otra posibilidad), otros “hacen su experiencia”, buscando cambiar el mundo con la pipa de la paz y con las herramientas de la democracia capitalista. No entraré en tema ahora, aunque dejo aclarado que no es para nada inofensivo convocar al pueblo a hacer una revolución imposible y tenerlo ahí años y años soñando con un futuro que no podrá darse si no hay organización y combate contra el capitalismo. Pero si esto es un asunto serio, ni que hablar entonces de lo que está pasando ahora: los más importantes referentes de toda una corriente política internacional donde entran Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y otros más, son hoy los voceros de la condena a la lucha revolucionara en Colombia, lo cual ya es muchísimo más grave, y temo advertir: no tendrá vuelta atrás.
Hay muchos compañeros, como bien lo resaltan Granda y Santrich, que en este momento difícil no se han dejado llevar por la avalancha condenatoria, y han asumido una valiosa defensa de los revolucionarios farianos. Así es y debe ser. Pero no es justo hacer eso y al mismo tiempo salir a justificar a los voceros de tan grave condena que tiene la responsabilidad de estar influyendo sobre muchos activistas honestos para que quiten su apoyo a la guerrilla.
Eso es lo que hizo Petras en su artículo “El Presidente Chávez y las FARC: Estado y Revolución” donde trata de justificar la condena de Chávez contra los revolucionarios farianos... aunque no logra hacerlo. En ese artículo Petras descontextualiza ciertas posiciones de Lenin con la intención de asimilarlas a las posiciones que Chávez sostiene contra los revolucionarios colombianos. Igual de forzado es su intento por hacer una ley común para el conjunto de los que él llama “revolucionarios” donde hay tanto enemigos de la revolución como Stalin, o grandes dirigentes como Lenin... y entre ellos se ubica a Chávez quien nunca enfrentó a la burguesía ni encabezó una revolución. De todas formas, lo importante del asunto es que con artículos como el de Petras lo que se intenta es sostener una posición que cada día se vuelve más insostenible: defender a las FARC y la lucha armada revolucionaria de Colombia y el proyecto de toma del poder del Estado y al mismo tiempo defender los planteos de dirigentes que, como Chávez, hoy son declarados enemigos de la guerrilla colombiana y están haciendo un llamado público para combatir su lucha.
[Nota de La Haine: El autor no menciona otra artículo de Petras, "Fidel Castro y las FARC: Ocho tesis erróneas de Fidel", que quizás se ajusta más a la temática del artículo.]
En este marco entran también las consideraciones de militantes que muy valientemente han levantado su voz junto a las FARC pero que intentan quitar a Fidel Castro la responsabilidad de sus propias palabras. Así por ejemplo Narciso Isa Conde en su artículo “Colombia al revés”, considera que aunque Fidel Castro condene los “métodos” de las FARC, no critique a Uribe y haga una convocatoria a la paz, sus palabras no son contraproducentes porque el dirigente cubano también ha dicho que no está “sugiriendo a nadie que deponga las armas”, lo que mostraría que Fidel Castro es “alguien que sabe medir el ambiente que pueden generar sus palabras”. Olvida -eso sí- el peso de un dirigente que al menos desde el año 1997 viene reiterando que ya no es tiempo de revoluciones violentas y que es momento de tomar “nuevas vías”.
Es algo similar a lo que hace Celia Hart, quien como militante cubana sabe muy bien lo importante que es la lucha revolucionaria y lo grave que es la condena y el aislamiento, y a quien -por eso mismo- le causan “profundo dolor” las condenas de Fidel Castro a las FARC y sus métodos guerrilleros. Pero en su articulo “Las FARC hoy más que nunca” Celia Hart muestra a flor de piel esa contradicción de quien sin negar su apoyo a las FARC quiere acompañar a quienes hoy las condena abiertamente. Así, esta valiosa militante cubana afirma que “no quiere” ni “repetir” ni “comentar” las posiciones de Fidel Castro sobre las FARC; y espera (casi “sueña”) que todo sea un gran error, o que haya razones profundas y ocultas aún desconocidas que den razón a esta condena que a simple vista no deja de mostrarse como un llamado al abandono y el aislamiento de los guerrilleros revolucionarios. Por eso dice Hart: “mejor darle un minuto al tiempo si es que el tiempo usa reloj, a ver si entendemos estas críticas a un revolucionario como Tirofijo, incluso recién fallecido, por el guerrillero más "viejo" de la historia y el mejor revolucionario que vive. Entonces tendremos que leer mil veces las reflexiones de Fidel; lo que dicen entre líneas, pues quiero pensar y sobre todo creer, y más que creer, sentir, que algo más que criticar a las FARC y a Manuel Marulanda está entre ellas”.
El problema es que “queriendo creer y sentir” que Fidel Castro o Chávez no han dicho lo que han dicho será muy difícil asumir la tarea de tomar posición por las FARC y los métodos de la revolución, aún contra sus detractores y no haciendo de cuenta que éstos no han dicho nada, o que no han llegado a entenderse sus palabras. El culto a la personalidad es una cosa muy peligrosa y el criterio crítico nos impone ser serios a la hora de analizar si estas posiciones ayudan o traban la revolución latinoamericana. Hoy más que nunca es preciso hacerse carne del llamamiento: “¡Abajo la idolatría!”, sosteniendo la crítica más severa frente a aquellos que están cuestionando la lucha revolucionaria. El seguidismo a una u otra figura (incluso aquellas que en algún momento pudieron jugar un papel importante para la revolución continental) puede ser un obstáculo muy serio para los revolucionarios. Esto lo expresa muy claramente Celia Hart cuando afirma que “ya a los revolucionarios parece que se nos acaban los recursos hoy que hasta Fidel Castro critica el uso de los fusiles”.
Pues bien compañera, si Fidel Castro “critica el uso de los fusiles” y propone “nuevas vías” en las que realmente no creemos, pero Alfonso Cano, Iván Márquez, Rodrigo Granda, Jesús Santrich, la Comandante Sonia , Simón Trinidad, Iván Vargas... y allí delante de todos ellos el Che Guevara, como siempre lo ha estado, nos marcan un camino de revolución, pues ese será el camino que habremos de seguir.
Porque si hay algo en lo que tiene mucha razón Celia Hart es que el camino de la revolución lo señala como nadie el Che Guevara. En mi país, en el suyo, en Colombia y donde sea en este mundo en revolución, el camino que ha marcado el Che es de la lucha hasta las últimas consecuencias por la causa de los explotados. Muy bien vale la cita que recuerda Celia Hart; dice el Che:
“Llevada la discusión al terreno de América, cabe hacerse la pregunta de rigor: ¿Cuáles son los elementos tácticos que deben emplearse para lograr el gran objetivo de la toma del poder en esta parte del mundo? ¿Es posible o no en las condiciones actuales de nuestro continente lograrlo (el poder socialista, se entiende) por vía pacífica?
Nosotros contestamos rotundamente: en la gran mayoría de los casos no es posible. Lo más que se lograría sería la captura formal de la superestructura burguesa del poder, y el tránsito al socialismo de aquel gobierno que, en las condiciones de la legalidad burguesa llega al poder formal, deberá hacerse en medio de una lucha violentísima contra todos los que traten, de una manera u otra, de liquidar su avance hacia nuevas estructuras sociales”.
El camino entonces, que seguiremos forjando cada uno en su lugar, es el de la revolución, el de la única revolución posible, como lo dijo también el Che:
“REVOLUCIÓN SOCIALISTA O CARICATURA DE REVOLUCIÓN”
1) guerra y homogenización política,
2) reordenamiento territorial de la propiedad y
3) soporte del impulso de la actividad trasnacional en Colombia en el desarrollo de macro proyectos.
El Terrorismo que el Estado colombiano ha impuesto como concepción y práctica para gobernar el país es causa determinante de la crisis nacional; las masacres y el terror narco-paramilitar han generado el desplazamiento de cuatro millones de colombianos.
El desplazamiento es consecuencia de las diferentes políticas de seguridad del Estado colombiano y ha estado presente en el transcurso de la historia, desde la época de la violencia: el hace parte de una maniobra de lucha contrainsurgente dirigida a “secarle el agua al pez” y de exterminio en contra del movimiento social y popular.
Igualmente, el fenómeno del desplazamiento resultante de la acción paramilitar y oficial produce la transformación de las relaciones sociales, económicas y políticas existentes estructurando unas nuevas relaciones de poder cimentadas sobre la fuerza, el terror y la expropiación de pequeños y medianos propietario.
Es así como el mismo desplazamiento es una estrategia de “desocupación premeditada” dirigida a beneficiar las compañías trasnacionales que buscan implantar y consolidar megaproyectos con el apoyo de los dirigentes y gamonales paramilitares, en lugares donde el desplazamiento se hace necesario para poder realizar la debida expropiación o obligar a los pobladores a la comercialización de sus propiedades a bajos precios para la posterior explotación de tierras. Esos megaproyectos tienen que ver con la explotación de aguas, maderas, recursos energéticos y mineros, la apertura de vías y canales, el impulso de proyectos agroindustriales especialmente de palma africana entre otros.
Antes de continuar es necesario señalar que el desplazamiento forzado afecta indiscriminadamente a hombres y mujeres, sin embargo, hay afectación particularmente a las mujeres: un 60% de los desplazados son mujeres, de las cuales alrededor de un 36% deben asumir la condición de la jefatura del hogar a partir del momento en que son desterradas, de haberse dispersado sus hogares o quedado viudas.
Pero fundamentalmente, la causa generadora del desplazamiento forzado en Colombia son los procesos de concentración violenta de la propiedad de la tierra, con lo que reafirmando que en Colombia, la tierra sigue siendo la causa fundamental de la violencia. La última década ha estado marcada por una acelerada concentración de la tierra, que ha llevado a un grave descenso de la producción alimentaría porque la tierra se ha dedicado a actividades no agrícolas.
Este fenómeno de contrarreforma agraria se está produciendo fundamentalmente mediante expulsiones masivas de campesinos de sus tierras por parte de grupos paramilitares en beneficio de multinacionales o grupos económicos poderosos. Y esta concentración de la tierra va unida al desarrollo de macroproyectos desarrollados por trasnacionales avalados por el Estado colombiano.
El campesinado, las comunidades negras y los indígenas, enfrentan no sólo la vía terrateniente y del narcotráfico, sino también al gran capital multinacional y sus megaproyectos y todas ellas son expresiones del modelo económico neoliberal.
Como vemos el desplazamiento forzado no es producido por el conflicto armado, como se señala en algunos círculos, con lo que la responsabilidad del Estado intencionalmente se hace desaparecer.
El conflicto que desangra el país no es el causante del desplazamiento forzado, sino su consecuencia más obvia. Y la solución de este no es militar, sino política y negociada.
En ese sentido luchamos las FARC-EP, aunando cada vez más corazones y esperanzas, esfuerzos, por una solución estructural al desplazamiento forzado de millones de colombianos, que ponga fin al terrorismo de Estado, que devuelva las tierras expropiadas por los paramilitares, que indemnice a los campesinos, que garantice créditos, titulación y reforma agraria, que castigue a los responsables de las masacres, desplazamientos… y que pasa por la construcción de la Nueva Colombia en Paz y con justicia social.
Vamos a ser un poco novelescos y tratar de dar cabida a preguntas y algunos interrogantes que nos hacemos sobre el tema.
¿Lucha De Clases Y Guerrillas?
No podemos negar, la existencia de una lucha de clases entre la oligarquía colombiana y el pueblo. Desde hace más de sesenta años hay guerra en Colombia entre explotados y explotadores, liberales y conservadores, ricos y pobres. Este hecho lo narra, con su prosa literaria sin igual, el escritor insigne colombiano y premio Nóbel, Gabriel García Márquez. En su novela Cien Años de Soledad. Usando, la magia de su prosa poética y encarnando las luchas eternas de esta sociedad colombiana en busca siempre de la paz y contra la justicia social imperante. Valiéndose para ello de generaciones casi interminables de Aurelianos. Personaje guerrero y quijotesco del coronel Aureliano Buendía.
Situación Social Y Política
No importa que ganen las elecciones en Colombia, liberales o conservadores. La rancia estructura del poder, que mantiene la oligarquía en el país, no cambia y se mantiene. No se toca para nada esa caca. Es un quítate tú, que ahora me toca a mí disfrutar de las mieles del poder. Pero jamás el pueblo ha alcanzado el poder. Únicamente ha comido de las migajas que le caen del banquete de esta oligarquía liberal o conservadora. Que disfruta del gobierno. Además de las grandes empresas transnacionales y nacionales que disfrutan del poder. (Los capitalistas, y oligarcas son los que mandan realmente en Colombia) Al pueblo solo le llegan los huesos, del banquete de la clase dominante y el pan suficiente para que no se mueran y seguirlos explotando. (Desigualdad de clases) igual a (Lucha de clases).
La Difícil Situación Colombiana
Es cierto que la situación política Colombiana es difícil. Guerra, narcotráfico, paramilitarismo, paragobierno narcogobierno, presos de las FARC y el gobierno, secuestrados etc., etc.
Hay un dicho antiguo que dice:
El que a hierro mata, a hierro muere.
Esto, se lo podemos aplicar a los bandos implicados en el conflicto de la lucha armada colombiana.
Al estilo uribista -guerra es guerra y todo se vale-
Ahora bien, nos preguntamos ¿quien empezó esta guerra?
Si marchamos bien, pero bien atrás en la historia, vemos como. El General Santander en representación de la oligarquía colombiana y actuando como su brazo ejecutor, conspira para asesinar al Libertador.
Al final, logran acabar con el Libertador y con su sueño de integración. La Gran Colombia.
Nos adelantamos en la historia un poco más y vemos como esa misma oligarquía asesina a Don Jorge Eliécer Gaitan. –La última esperanza pacífica que tenía el pueblo colombiano, para alcanzar el poder por la vía de elecciones libres- Digo la última, pues tenemos cercanos dos hechos recientes registrados por la historia de lo que pasó con más de 3.000 dirigentes del Movimiento 19 de Abril y de la U.P. (Unión Patriótica) que aceptaron acogerse a la política de pacificación colombiana. Que creyeron como un creyón. Para ir a parar luego en la tumba fría de un cementerio, en el mejor de los casos.
La oligarquía colombiana gobernante les aplicó:
La paz de la muerte
Los muertos no hablan ni echan vaina.
Es público, que en Colombia actualmente, es más seguro ser guerrillero que líder sindical. En lo que va de año 2008, han muerto asesinados más de sesenta dirigentes sindicales.
Ante este panorama, ¿en nombre de que o quién pide la oligarquía colombiana, representada por el presidente Uribe paz y libertad?, si lo que tienen el poder actualmente dan paz y libertad únicamente a los que piensan como ellos. Para los otros, la paz de la muerte. En Colombia, para participar hoy en elecciones. Se tiene que ser oligarca, Uribista o cipayo (mercenario a sueldo) y pro imperialista.
¿Así Es Como Piensa El Presidente Uribe?
Prohibido pensar de otra manera que no sea la mía.
Llamo terroristas a mis enemigos.
El terrorismo de estado lo aplico, pero con justicia.
Escucho críticas, pero a mi favor.
La Libertad y la democracia soy yo y Bush.
En nombre de ella puedo matar, apresar, torturar e invadir.
Soy El Llanero Solitario y hago guerra preventiva como mi pana Bush.
¿Así Piensa La Oposición Armada?
Así no se puede jugar limpio, ni a la paz, ni a elecciones libres ni a la democracia al estilo yanqui.
No importa por quien voten los colombianos, ¡siempre ganará la oligarquía!
Ganen Liberales o Conservadores la misma vaina es.
Los que mandan y gobiernan Colombia, son las grandes corporaciones.
Queda Algo Por Decir
Referido a la liberación de los rehenes, a la muerte y ataque dentro de territorio ecuatoriano por fuerzas (especiales colombianas), del Comandante Raúl Reyes. Segundo en el mando de las FARC. Acciones estas, en que han jugado una parte importante, tanto la inteligencia, como la contra inteligencia de los gobiernos involucrados en el plan Colombia. (Como asesores o partícipes).
Error Fatal De Las FARC
El error fatal de las FARC, es de mantener prisioneros y secuestrados en la selva, y secuestrar a personas civiles.
El Che, Ernesto Guevara nunca lo hizo.
Ni Fidel tampoco,
Es más lo criticó recientemente. Y les recomienda liberar a los rehenes.
Aunque les dice que, no entreguen las armas. Me figuro, por lo que pasó con los guerrilleros del M-19 y de la UP.
Una guerrilla necesita movilidad y velocidad en el accionar y los prisioneros y secuestrados le quita lo anteriormente dicho a la guerrilla. Los prisioneros se convierten, en lo que son actualmente para dichas fuerzas. Un lastre, una carga, y un constante peligro.
Guerra De Alta Tecnología
En las actuales condiciones tecnológicas. Es imposible que una guerrilla pueda triunfar bélicamente hablando. Lo han probado las mismas FARC con más de sesenta años de lucha. Entre otros muchos factores, está la tecnología electrónica, el armamento de punta y los satélites militares de última generación. Puesta toda esta tecnología al servicio del señor presidente de Colombia y sus fuerzas armadas generosamente por sus aliados imperiales. Esta tecnología ha sido utilizada, para asestar los golpes más duros dados a las FARC últimamente.
En la guerra son validas todas las armas disponibles, hasta el soborno, y ofrecer recompensas. (Lo hizo Batista con la guerrilla de Fidel) y ahora lo hace el presidente Uribe.
Guerra Electrónica
Es la misma alta tecnología en electrónica de satélites y armamentos que empleó EE.UU. en la guerra contra IRAK llamada Tormenta del Desierto. Satélites infrarrojos de espionaje y escucha, satélites que pueden leer la placa de un carro y ver si un hombre está o no afeitado y distinguir una pelota de golf en medio del campo. Equipos capaces de interceptar todo tipo de comunicaciones (escucha) o bloquearlas por completo. En todas las frecuencias del espectro, en el momento preciso (silencian las comunicaciones). Tienen bombas guiadas por láser (inteligentes) y GPS desde el espacio.
(¿Armas secretas, que aún no conocemos?)
Es muy difícil, que pueda triunfar una guerrilla en estas condiciones.
La Guerrilla De Las FARC Cae En Una Trampa.
En los momentos más críticos, para el gobierno de Uribe. La senadora colombiana Pilar Córdoba arriba a Venezuela Bolivariana. Ella, trae una misión ¿de quién? liberar a los presos y secuestrados por las FARC. Está decidida a liberarlos. Es sin duda, una loable empresa humanitaria. Solicita para ello, la colaboración y ayuda del presidente Chávez. Lo cual es aceptado por el presidente Chávez
El presidente Uribe autoriza esta intermediación.
Sorpresivamente aparece El niño Emmanuel, en manos del ejército, rescatado de un asilo de niños.
Ya, las FARC, están siendo monitorizadas por la inteligencia electrónica.
¿Pero nadie habla, de los presos de las FARC en cárceles colombianas? ¡Claro estos son presos no humanos, presos legales!
El Presidente Chávez, le pide a Tiro Fijo, la libertad sin condiciones de todos los presos o secuestrados en poder de las FARC. Qué a estas alturas no se justifica continuar la guerra guerrillera.
Así, salen los primeros liberados.
¡Qué felicidad la de todo el mundo!
¡Libres al fin algunos secuestrados!
La Táctica De Uribe Y Sus Panas.
Se valen de esta operación humanitaria, de la senadora Pilar Córdoba y del presidente Hugo Chávez. Para activar toda su red de inteligencia y seguir el rastro dejado por los guerrilleros durante sus negociaciones. Sus movimientos, sus contactos, y poder localizar sin mucho esfuerzo, las posiciones enemigas. Interceptan su red de comunicaciones. Cosa esta que se logra con eficacia. Es hostigada la columna que lleva a los primeros cautivos camino a su liberación por la aviación colombiana.
Paralelo a esto, ofrece el gobierno millonarias recompensas para los (patriotas y sapos) que entreguen (guerrilleros), maten a sus jefes o delaten posiciones de la guerrilla.
Uribe, no se chupa el dedo. Todo se vale para ganar la guerra
Guerra Es Guerra Y Todo Se Vale
El retruque, como se dice en criollo, fue el ataque contra la base de Raúl Reyes, situada en la selva ecuatoriana. La bombardean de noche, empleando elementos de alta tecnología (visión nocturna) radares especiales, bombas dirigidas por láser, posicionadores satelitales GPS, helicópteros silenciosos para vuelo nocturno a muy baja altura, casi al ras de los árboles, y toda la parafernalia guerrera de última generación, facilitados o prestados por naciones amigas. Atacan el campamento, matando a sangre fría (tiros de gracia) a todos los presentes, (no hay presos). Incluido al comandante Raúl Reyes, que (estaba durmiendo) y muere despedazado por las bombas. El cadáver de Raúl Reyes, es capturado y llevado a Colombia. Ignorándose su paradero. Una joven mexicana, se salva de casualidad en este ataque. Aquí se capturan intactas las famosas computadoras capaces de soportar tal ataque. Fabricadas dicen por Superman con un material indestructible del planeta Kripton. (Pero de que existen, existen).
Carambola
Manuel Marulanda (Tiro Fijo) muere del corazón, a los pocos días del hecho.
Operación Jaque Mate
Se libera a Ingrid Betancourt. Quince presos y secuestrados incluidos a tres ciudadanos de los EE.UU. Es un golpe maestro contra las FARC. Todo sale perfecto, sin un solo error, no se ha disparado un tiro, nadie a muerto en esta operación sin precedentes. Sólo un ojo morado. Típica de comandos bien entrenados. El (AS) de las baraja, lo tiene ahora el presidente Uribe. Ha salido fortalecido por el éxito de esta operación y es aclamado por sus admiradores en Colombia y fuera de ella. Entre los que le felicitan y le dan las gracias al presidente. Están los secuestrados. Entre ellos la propia Ingrid Betancourt.
Las FARC. Están debilitadas.
Futuro De Las FARC
Entre 10.000 a 20.000 hombres en armas, y ahora con un nuevo comandante Alfonso Cano. A las FARC le quedan dos caminos a elegir con el nombre de una famosa novela del conde y escritor ruso León Tolstoy. (La Guerra o la Paz).
A última hora, dicen las noticias que: el presidente Uribe está dispuesto a pedido de las FARC a negociar honestamente con Alfonso Cano sobre la paz, y entrega de los rehenes.
Así misma ha dado la orden a sus fuerzas de intensificar los ataques contra el ELN. Fracasadas las negociaciones de paz llevadas a cabo en la Habana con este grupo
Incógnitas Run Run e Interrogantes
¿Puede la senadora Pilar Córdoba, pertenecer a la contrainteligencia colombiana?
¿Todo el plan por la liberación de los secuestrados, fue una trampa montada por Uribe y sus panas (concha de mango) en la que Hugo Chávez fue el señuelo principal?
¿Pensaban el presidente Hugo Chávez, el presidente Correa y el Comandante Raúl Reyes, rearmar a las FARC?
Uribe, se entera de esto, y les pica adelante, atacando la base de Raúl Reyes en Ecuador y dándole muerte, junto a su tropa élite. Además Uribe sabía el delicado estado de salud de Tiro Fijo.
Conclusión
La verdad es: que sin este operativo iniciado intencionalmente por el presidente Uribe (marchas televisadas en Colombia y el exterior pidiendo la libertad de los detenidos y secuestrados por las FARC) cosa muy loable. Y coordinada esta acción pro liberadora por la senadora Pilar Córdoba y el presidente Hugo Chávez, como intermediario autorizado por el propio presidente Uribe y que además actúa a petición del propio Uribe.
Es muy posible, o casi seguro. Que sin esta operación estructurada a favor de la liberación de los secuestrados, no se hubiesen podido dar estos duros golpes contra las FARC.
Es válido pensar que, Raúl Reyes y su tropa élite, estarían vivos y posiblemente el propio Tiro Fijo.
Ultima Hora
Comunicado de las FARC explica que en lo referente a la liberación de los prisioneros y secuestrados no fue una liberación. Fue una traición de sus custodios y miembros de las FARC encargados de la custodia de los mismos César y el Gafas que negociaron por su cuenta con el gobierno del presidente Uribe y entregaron a los quince detenidos.
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