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Irán en la carrera nuclear |
La credibilidad de las grandes potencias, cuando pretenden imponer al resto del mundo ciertos patrones de comportamiento en lo relacionado con la producción y uso de la energía nuclear, está tan bajo mínimos que no es extraño que el gobierno iraní -tan reprobable por otros muchos aspectos- no tome en serio las amenazas y presiones con las que se intenta controlar el desarrollo de su industria nuclear.
No son fiables las repetidas declaraciones del presidente iraní de que no aspira a poseer armas nucleares sino que lo que Irán desea es gestionar, según su libre y soberana decisión, todas las fuentes de energía, incluida la nuclear. No se puede descartar que el desarrollo de esta energía con fines pacíficos derive, en un futuro no muy lejano, hacia la experimentación y el desarrollo de armas nucleares.
Pero tampoco merece crédito el Consejo de Seguridad, que por una parte hizo a Irán una razonable y verosímil oferta de ayuda al desarrollo energético y de suspensión de las sanciones internacionales, a la vez que enfáticamente declaraba que, si Irán aceptara sus condiciones y detuviera las actuales actividades nucleares, se alcanzaría "un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva".
Para Teherán y para cualquier observador medianamente informado de la situación real en la zona, es engañosa y falaz tan idílica conclusión. Quienes la proclaman saben de sobra que Oriente Medio no puede estar libre de armas de destrucción masiva desde el momento en que Israel las posee y bastantes de sus dirigentes no han ocultado la intención de utilizarlas, llegado el caso.
Ninguno de los miembros del Consejo de Seguridad que exigen a Irán la paralización de su programa nuclear ha insinuado siquiera que Israel se deshaga de sus armas nucleares, tan ilegales, peligrosas y desestabilizadoras para esta región como lo serían las iraníes. Es grande el cinismo que a veces se observa al tratar de este asunto: cuando hace unos meses se preguntó en el Parlamento británico al ministro de Defensa sobre esta cuestión, esta fue su respuesta: "Todo lo que yo conozco es que Israel no admite poseer armas nucleares". Y se quedó tan fresco. Nadie pidió su dimisión.
Tampoco es frecuente señalar que en Irán existe un legítimo recelo ante las armas nucleares de Israel y que esa es la razón por la que se aspira a disponer de un arsenal, aun mínimo, de tales armas. Si Francia oficialmente confía todavía en la disuasión nuclear ¿por qué Irán no habría de hacerlo? Lo que está ocurriendo en Oriente Medio es una etapa más de la ya conocida carrera nuclear que se desencadenó y se alimentó durante la Guerra Fría por las grandes potencias. Está comprobado que el recelo ante un país provisto de tales armas puede inducir a otros a obtenerlas. El ejemplo de India y Pakistán es tan elemental que no habría necesidad de citarlo.
Entre los muy variados asuntos aludidos por Barak Obama en su reciente gira internacional -con gran brillantez retórica y bien estudiado apoyo mediático- no se le ha oído hablar de las causas de la inestabilidad nuclear del ya de por sí inestable Oriente Medio. Hubiera sido una interesante novedad y nos hubiera hecho pensar que, con Obama, "el cambio" del que tanto alardea sí sería posible.
No es solo la existencia de armas nucleares en Israel lo que quita fuerza al discurso occidental frente a terceros países. Es también el incumplimiento reiterado, por las grandes potencias, del Tratado de no proliferación nuclear, que exige a los países oficialmente nuclearizados "avanzar hacia un desarme general y completo". Si los que hicieron el tratado son los primeros que lo incumplen, es difícil ejercer fuerza moral para que los demás lo respeten. Así que solo queda la fuerza de la coacción o la violencia que, lejos de resolver los conflictos, los prolonga y agrava.
Ha perdido también todo su valor el tradicional argumento de que las armas nucleares en "nuestras manos" son factor de estabilidad y seguridad, mientras que en "manos ajenas" solo pueden conducir al desastre. Esto se debe a la irracional estrategia de la guerra preventiva, aceptada explícita o implícitamente por varias de las grandes potencias. La consecuencia es que los países oficialmente nuclearizados no respetarán ya la cláusula de no servirse de esas armas contra los que no las poseen, como ha venido ocurriendo desde el comienzo de la era nuclear. Esto muestra que el equilibrio nuclear es hoy más inestable que durante la Guerra Fría.
Como el lector podrá observar, estamos ante un juego poco limpio y peligroso, en el que algunos Estados solo tienden a promover sus propios intereses aun a riesgo de desacreditar el principal tratado que, si bien de modo poco justo y bastante imperfecto, intentaba frenar la alocada carrera nuclear que EEUU inició en Hiroshima un día un 6 de agosto, hace 63 años.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, mentiras, multitud, politica.
Tres días después de que venciera el plazo que dieron EEUU y las potencias occidentales a Irán para que se expidiera sobre su oferta -beneficios diplomáticos y económicos a cambio de suspender el programa de enriquecimiento de uranio-, Teherán envió su respuesta por escrito a la UE. Y fue negativa.
Un alto cargo del Gobierno iraní dijo a la agencia Reuters, bajo condición de anonimato, que en el escrito no se menciona la idea de que Irán congele sus actividades nucleares, como le exigen las potencias occidentales. Es más, según este responsable iraní, "la carta entregada no es una respuesta a la oferta de occidente".
El lunes, una llamada telefónica del negociador nuclear iraní, Said Jalili, sobre la oferta fue calificada de "decepcionante" y "no concluyente", a la espera del documento escrito, que se esperaba para el martes, señaló la fuente a Reuters.
"La respuesta escrita a los seis países implicados en las negociaciones nucleares ha sido entregada a funcionarios de la Unión Europea por el embajador iraní en Bruselas", informó por su parte la agencia oficial iraní, sin dar más detalles.
Los países implicados en las negociaciones con Irán, el llamado G-6 -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania- dijeron que, ante "la falta de una respuesta clara y positiva" a la oferta, no habrá otra opción que imponer nuevas sanciones, según la agencia AFP.
Bajo la presión de Israel y EEUU, Irán se encuentra ante el dilema de aceptar las propuestas del "Sexteto" de países mediadores, o enfrentarse a un nuevo régimen de sanciones internacionales o incluso, ser objeto de una posible agresión, según la prensa iraní
El ministro de defensa de Israel Ehud Barak afirmól a semana pasada durante una reunión bilateral EEUU-Israel en Washington que su país no descarta la posibilidad de emprender ataques preventivos contra Irán.
Luego de su reunión con el Departamento de Estado y el Pentágono sobre el programa nuclear iraní, Barak subrayó la necesidad de imponer a Irán un "régimen de diplomacia rígida", propuesta que obtuvo el respaldo de la Administración estadounidense.
Por su parte la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, afirmó que "la diplomacia rígida prevé inevitablemente la imposición de sanciones e incluso el empleo de la fuerza, pues en el caso contrario, esa diplomacia se convierte en palabras sin sentido".
Al comentar su reciente visita a Israel en una reunión con congresistas del partido demócrata, el candidato Barak Obama afirmó que el Gobierno israelí puede optar por emplear la fuerza contra Irán. "Nadie me lo dijo directamente, pero tras las conversaciones me quedó la impresión de que si las sanciones internacionales fallan, Israel atacará Irán", subrayó Obama.
Por su parte, las autoridades de Teherán acusaron a EE.UU. de aplicar una política de "doble discurso" en materia nuclear al firmar un acuerdo de cooperación con la India, una país que, a diferencia de Irán, no ha suscrito el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
"Irán expresa su seria preocupación sobre la política de doble discurso de Estados Unidos, que ha minado y minará la credibilidad, integridad y universalidad del TNP", afirmó el representante de Irán ante la OIEA, Ali-Asghar Soltaniyeh, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Por otra parte, Irán mantuvo en firme el martes su advertencia de que bloqueará en caso de agresión el Estrecho de Ormuz, por donde transita más de una cuarta parte del petróleo mundial.
"Con las condiciones y el equipamiento que tienen hoy nuestras Fuerzas Armadas, podemos cerrar fácilmente el Estrecho de Ormuz", afirmó Mohammad Ali Yafari, jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.
Añadió que Irán dispone de armamento táctico en capacidad de hundir buques enemigos a una distancia de 300 Km de sus fronteras.
A principios de julio pasado Ali Yafari dijo que Irán podría bloquear la navegación en el Estrecho de Ormuz y en el Golfo Pérsico en alusión a posibles ataques militares por parte Israel.
Por su parte, el comandante de la 5ª Flota estadounidense, vicealmirante Kevin Cosgriff, aseguró que EEUU nunca dejaría a Irán obstruir la navegación en una vía marítima usada para transportar más del 25% del crudo global.
Simultáneamente, y tras el lanzamiento experimental de 9 misiles de largo y medio alcance en el mes pasado, Irán probó con éxito otro misil antibuques de nuevo tipo, suficiente para destruir buques dentro del radio de 300 kilómetros, según los medios oficiales de Teherán.
Según fuentes militares citadas por la prensa estatal, el misil, desarrollado completamente con tecnología nacional, es único en el mundo y el grado de desarrollo tecnológico alcanzado por las Fuerzas Armadas iraníes permite bloquear desahogadamente y por un período indefinido el estrecho de Ormuz en caso de invasión extranjera.
La Guardia Revolucionaria de Irán lanzó experimentalmente diversos tipos de misiles en el mes pasado, incluyendo misiles tierra-tierra “Estrella Fugaz-III” de alcance superior a los dos mil kilómetros, que pueden alcanzar a Israel y a las bases militares de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente.
La Casa Blanca, por medio de su portavoz expresó el domingo que la conducta de Irán no deja a las Naciones Unidas otra opción que la de intensificar las sanciones.
Por medio de su cancillería Irán advirtió por su parte que si es agredido, atacará las bases militares de las fuerzas estadounidenses en la región y reiteró su amenaza de bloquear el estrecho de Ormuz, lo que sería suficiente para afectar al transporte de más del 40% del petróleo mundial.
El lunes pasado, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Rusia, Francia, Gran Bretaña y China), junto a Alemania, decidieron imponer nuevas sanciones a Irán por no contestar a las propuestas para detener su proyecto nuclear.
"A falta de una respuesta clara y positiva de Irán (este fin de semana), hemos decidido que no tenemos otra opción que aplicar nuevas medidas adicionales contra Irán", dijo el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Gonzalo Gallegos.
Para Gallegos, "Irán ha tomado la clara determinación de permanecer aislado", dijo el martes en un encuentro con los periodistas.
La respuesta de Teherán ya había sido adelantada el sábado pasado cuando el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó que su país "no renunciará ni a un ápice" a su derecho nuclear.
El 30 de julio pasado, el líder espiritual iraní el Ayatollah Ali Jamenei dijo que Irán continuará desarrollando su programa nuclear a pesar de las objeciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Consejo de Seguridad.
Si Teherán rechaza definitivamente la oferta de las potencias EEUU promoverá en septiembre la aprobación de una nueva resolución en el Consejo de Seguridad endureciendo aún más las medidas sanciones contra Irán.
En ese plazo, entre septiembre y octubre, se estima que el Pentágono concluirá el emplazamiento en territorio israelí de sistemas de defensa antiaérea y misiles interceptores de corto alcance para neutralizar un contraataque iraní.
Si no prospera ningún acuerdo diplomático es posible que el conflicto ingrese en una escalada de movimientos de fuerzas en el Golfo (tanto de Washington como de Teherán) y de advertencias de operaciones militares contra Irán por parte de Israel y de EEUU.
Esta semana, los hechos van demostrando que las negociaciones diplomáticas entre Irán y las superpotencias ya se han convertido en un círculo vicioso y permanecen estancadas.
Sólo falta saber en que momento la "opción diplomática" virará hacia la "opción militar" que Bush y los funcionarios de la Casa Blanca aseguran tener en la manga.
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