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Esto se pone feo... otra vez |
Los inversores que se hayan ido de vacaciones con posiciones en cartera -no muchos, la verdad, con el añito que llevamos- vuelven a escuchar la misma canción otra vez: pérdidas. La ilusión que despertó el rebote de la semana pasada se esfumó con el batacazo del viernes y hoy se confirma el giro del mercado con una nueva sesión claramente bajista. A mediodía, las pérdidas se mantenían en torno al 1% en el Ibex tras la apertura de Wall Street.
En todo caso, el índice pierde los 11.500 puntos y se acerca a la zona de soporte de 11.280-11.300 desde la que arrancó el rebote. Mientras no la perfore, no pasa nada; pero si pierde ese nivel, la recaída a los mínimos anuales del 15 de julio (la zona de 11.000) estará cantada. Por el contrario, para que la subida desde mínimos sea algo más que un rebote, el índice debe superar los 12.000.
En todo caso, parece difícil que hoy se produzca nada realmente serio a la espera de la reunión de la Fed de mañana y de la del BCE del jueves. El dato de ingresos y gastos de EEUU ha salido peor de lo esperado, ya que la subida de la inflación en un 0,8% -hasta el 4,1% interanual, su tasa más alta en 17 años- se ha comido el repunte del consumo provocado por las ayudas fiscales de Bush (el 0,6%). Este mal dato ha provocado una nueva apertura negativa de Nueva York, con caídas en torno al 0,6% para los índices tradicionales y al 0,9% para el Nasdaq.
De nuevo, es el sector financiero el que arrastra a la baja al mercado. BBVA se se deja ya más del 2% después de que Morgan Stanley lo retirase de su lista de valores financieros preferidos. Santander cede el 1,4% y Popular, el 1,6%. El resto de los grandes también ha entrado en negativo, y Repsol ya supera el 1% de caída.
Peor que BBVA lo hace Técnicas Reunidas, que cede el 3,5%; cosa sorprendente tratándose de uno de los poquísimos valores que ganan en 2008. Caídas importantes también para las constructoras: FCC pierde el 3,8%, OHL el 2,6% y ACS, el 2,7%.
Otro protagonista de movimientos corporativos, Gas Natural, es de lo poco que sube en el Ibex, con un 0,8%. Telecinco es el mejor valor del selectivo con un alza del 1,6%, mientras que Cintra y Mapfre se anotan en torno al 1%. Fenosa, Renovables, Inditex y Bankinter también se encuentran en positivo.
Fuera del Ibex, GAM se dispara un 8%, mientras que Ercros recupera en torno al 5%. En el otro extremo, nueva sangría para algunas inmobiliarias pequeñas: Inypsa pierde más del 6%, y Española del Zinc y Urbas se dejan más del 4%.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Por su parte, el Índice General de la Bolsa de Madrid caía el 1,02 por ciento, hasta 1.231,98 puntos.
Después del cierre negativo el viernes en la Bolsa de Nueva York, que bajó el 0,45 por ciento, las bolsas europeas abrían hoy con pérdidas que fueron acortando durante la mañana, al contrario que la bolsa española.
Así, con el euro negociándose a 1,557 dólares y el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizando otra vez por encima de los 125 dólares, Londres subía un 0,31 por ciento, mientras que Fráncfort caía el 0,45 por ciento; París, el 0,21 por ciento, y Milán, el 0,15 por ciento.
En España, FCC encabezaba los números rojos del Ibex, con una caída del 2,37 por ciento, seguido del BBVA, que perdía el 2,25 por ciento, y de Técnicas Reunidas, con una bajada del 2,27 por ciento.
Por el lado de las ganancias, Gas Natural lideraba el selectivo, al subir el 1,44 por ciento, por delante de Mapfre, que se revalorizaba el 0,97 por ciento, e Iberdrola Renovables, con un alza del 0,71 por ciento.
En cuanto a los demás pesos pesados del mercado, Santander se dejaba el 2,07 por ciento, después de confirmar el viernes que mantiene negociaciones con el Gobierno de Chávez para vender su filial en el país.
Por su parte, Telefónica cedía el 0,60 por ciento, Repsol YPF el 1,06 por ciento e Iberdrola, el 0,95 por ciento.
Los valores más bajistas del mercado continuo los encabezaba Española del Zinc, al caer el 6,98 por ciento, seguido de Parquesol, que se dejaba el 6,44 por ciento, mientras que las ganancias las lideraba Ercros, que subía el 5 por ciento, seguido de Reno, que se revalorizaba el 3,70 por ciento.
Poco después de las 12.00, el mercado continuo había negociado algo más de 115,69 millones de acciones por un valor de 1.339,5 millones de euros, de los que 146 millones correspondían al Santander, 104 millones al BBVA y 88 millones a Telefónica.
Y es que la firma ha optado por recortar sus estimaciones para el beneficio por acción de los bancos domésticos a un 11-27% por debajo del consenso del mercado. Asismimo, la casa considera que si se produjera un escenario considerablemente difícil, las entidades bancarias tendrían que rebajar el dividendo en 2009 para poder mantener los ratios de capital en 2009 y 2010.
La banca mediana, por su parte, ha sido de nuevo la más afectada por el recorte de precios objetivos por parte de Morgan Stanley. Los títulos de Popular, en concreto, han visto como su objetivo se reducía desde los 9,6 euros anteriores hasta los 6 euros.
Pero no ha sido la única. La casa ha rebajado el objetivo de Sabadell desde los 5,5 euros hasta los 4,2 euros por acción, mientras que para las acciones de Banesto lo ha recortado hasta los 9 euros. Bankinter tampoco ha escapado de la quema y Morgan Stanley ha rebajado su precio objetivo desde los 9 euros anteriores hasta los 5,6 euros.
De los dos grandes bancos, el único afectado por las negativas previsiones de la casa de análisis ha sido BBVA, que ha recibido una recomendación de igual ponderación desde sobreponderar.
Otras entidades financieras europeas también han sido foco de las estimaciones de Morgan Stanley, de manera que la firma ha recortado el objetivo de los títulos de Unicredit hasta situarlo en 4,7 euros por título y el de las acciones de Generali hasta los 26 euros.
¿Tan poco hemos aprendido desde entonces?
Creo que se merecen una explicación.
A finales de los 80 hubo una crisis financiera, de la que casi nadie se acuerda, que tuvo las consecuencias descritas. Todavía no hemos alcanzado esas cifras. Al menos por ahora. Todo lo que se está leyendo estos días en la prensa acerca de la mayor crisis financiera de la historia al menos desde La Gran Depresión, de momento, no es verdad. Pero, si nos empeñamos, podría llegar a serlo.
Vayamos por partes.
Durante los últimos años 70 y primeros 80 del convulso siglo XX, como consecuencia de la crisis del petróleo, hubo recesión, inflación, paro y acciones por los suelos. Los mercados empezaron luego a recuperarse y Reagan llegó al poder. Con él se trajo, entre otras cosas, mayor desregulación y una ampliación por parte del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), el Fondo de Garantía de Depósitos americano, de hasta 100.000 dólares de las garantías de los depósitos de los ciudadanos americanos, afortunadamente para ellos.
Las nuevas tendencias políticas, la euforia bursátil y la mencionada desregulación produjeron una de las peligrosas innovaciones que fabrica la mal llamada ingeniería financiera (la ingeniería es algo más serio, no tiene nada que ver con las finanzas y si se hace mal cuesta vidas, además de dinero): los bonos basura (junk bonds) que permitían realizar compras apalancadas.
¿Recuerdan a la maravillosa Julia Roberts en Pretty Woman? Pues esos personajes existieron y no con un corazón tan blando como el de Richard Gere.
Michael Milken y la empresa Drexel fueron probablemente los principales protagonistas de esa época. Se dedicaban a emitir dichos bonos, llamados basura porque eran de alto riesgo y por lo tanto pagaban mayores intereses que la aburrida deuda pública. Con el dinero recaudado con los bonos se lanzaban LBO´s (Leveraged Buy Out, la palabreja de moda), generalmente agresivos y a precios cada vez más exagerados. La empresa adquirida, hiperapalancada como consecuencia de la operación, cargaba con el servicio de esa deuda con la caja que generaba.
El sistema funcionaba con beneficios crecientes, pero podía hundir tanto a la empresa adquirida como a los bonistas cuando los beneficios no eran los previstos.
Se ve que no hacían análisis de sensibilidad.
La operación más emblemática de aquella época fue la adquisición por 26.000 millones de dólares de RJR Nabisco en el año 1989. La revista Time lo denominó “A Game of Greed”, un juego de codicia. El fin de esa época, y el colapso del sistema, que provocó con una caída del 6% en un solo día del Dow Jones, fue producido por las operaciones fallidas de United Airlines, en Octubre de 1989, y el colapso de Campeau Corporation unos meses después. Un excéntrico inmobiliario canadiense, Robert Campeau, había conseguido tomar el control de los almacenes Bloomingdale´s por 11.000 millones de dólares, con un capital propio de únicamente 200. Sólo las comisiones que pagó a los bancos fueron superiores a un año entero de los beneficios de los grandes almacenes.
Como suele ser en estos casos, junto con las quiebras se detectaron operaciones fraudulentas.
El 21 de Noviembre de 1991 el Sr. Milken fue condenado a 10 años de cárcel y a pagar 600 millones de dólares en indemnizaciones.
José María de la Viña Molleda
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