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Colombia en el Unasur |
Colombia aceptó este sábado formar parte del Consejo de Seguridad de la Unión de Naciones del Sur (Unasur), informó el portal web del diario El Tiempo de Bogotá.
Según El Tiempo, el anuncio fue hecho por el presidente, Álvaro Uribe Vélez, tras una reunión de tres horas con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la hacienda de Hatogrande, sede campestre de la Presidencia.
“La decisión que comunica Colombia hoy es ingresar en el Consejo de Seguridad de Suramérica”, dijo Uribe Vélez en una rueda de prensa conjunta ofrecida tras la reunión.
El presidente Uribe Vélez anunció que ingresará a esta nueva instancia de integración en defensa de los países de la región, gracias a que se cumplieron tres condiciones que había manifestado y que Lula garantizó que se cumplirían.
La primera, que las decisiones en el seno de una organización de esta naturaleza se adopten por consenso.
La segunda, que en la constitución del organismo haya un reconocimiento explícito a las fuerzas institucionales consagradas en la Constitución de cada país, y la tercera, una declaración expresa de rechazo a todas las organizaciones violentas, fuerzas irregulares armadas, sin importar su origen.
El Consejo de Seguridad de la Unasur fue promovido por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y cuenta con el apoyo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, Brasil, Bolivia, Argentina y demás países suramericanos.
Lula da Silva y Uribe Vélez anunciaron también su interés en convertirse en socios para promover la industria militar.
El mandatario brasileño llegó a la sede campestre de la Presidencia, este sábado, acompañado por Uribe Vélez, a las 11:30 de la mañana.
Lula da Silva se encuentra en Bogotá desde este viernes por la noche con el propósito de efectuar una visita oficial que culminará el mediodía de este domingo.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, mentiras, politica.
Uribe precisó en ese consejo "las decisiones deben ser por consenso", "deben reconocerse solamente a las fuerzas armadas consagradas por los países signatarios" y habrá "rechazo total a grupos violentos, cualquiera sea su origen", según su diálogo con Bachelet.
Ambos mandatarios presenciaron la firma de diez convenios orientados al impulso de industria militar conjunta, el desarrollo de un avión de carga pesada, el combate de armas ilegales, gestión ambiental urbana, y destino adecuado de basura en Bogotá, entre otros.
Mañana asistirán en Leticia, ciudad colombiana en la frontera con Brasil, a un encuentro con el mandatario peruano, Alan García, con quien hablarán "sobre la lucha contra el terrorismo y temas de orden comercial", según adelantó el embajador colombiano en Lima.
En la mañana ambos mandatarios inauguraron un encuentro de unos 250 empresarios en el que repasaron la agenda económica binacional y exploraron proyectos conjuntos de infraestructura.
Ese constituye uno de los proyectos más significativos que se implementan actualmente para fomentar el acercamiento de los pueblos suramericanos desde el punto de vista infraestructural.
Dicha iniciativa se verá beneficiada con la construcción de la llamada vía Hacia el Norte, que será financiada con el préstamo dado la víspera por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva.
En su discurso en la suscripción de acuerdos junto a su par boliviano, Evo Morales, Da Silva reiteró su compromiso con el plan de unir las costas brasileñas y chilenas a través de este país.
Lula, Morales y la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, acordaron en diciembre del año pasado la concreción de esa arteria, que transformará el panorama de la región. El estadista brasileño subrayó que la entrega de esa suma para construir la carretera Rurrenabaque-Riberalta, que conectará a tres departamentos de Bolivia y a ésta con el gigante suramericano, refleja la voluntad de cooperación.
Asimismo, el ex dirigente sindical destacó la responsabilidad que tiene su país en el progreso del cono sur americano, por sus enormes potencialidades.
“Por su dimensión geográfica, el tamaño de su economía, y su desarrollo, Brasil debe, puede y quiere contribuir de manera activa para la prosperidad y el bienestar de sus vecinos”, aseveró en la norteña ciudad boliviana de Riberalta.
El encuentro trilateral sirvió además para que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresara la iniciativa de crear una vía de conexión común para toda Suramérica desde el Mar Caribe hasta Argentina, a modo de columna vertebral.
Señaló que tras los avances logrados en el referido enlace del Pacífico al Atlántico debía edificarse un camino similar desde el este del continente hasta el litoral caribeño.
Chávez coincidió con Lula en que el mejoramiento de la infraestructura resulta primordial en el proceso de transformaciones y complementación experimentado hoy por América Latina.
El gobierno de Venezuela otorgó un empréstito de 300 millones de dólares para realizar caminos en otras zonas de esta nación, y se comprometió con otros 41 millones destinados a proyectos de la industria alimenticia.
Por su parte, Morales calificó de histórico el encuentro y aseguró que “nos compromete a acelerar la unidad e integración de Suramérica”.
Además, agradeció la colaboración de Brasil y Venezuela, y la solidaridad mostrada durante las inundaciones que afectaron al país entre finales de 2007 y comienzos de 2008.
Esos aportes reemplazan a una donación de la denominada "Cuenta del Milenio", que Estados Unidos dejó temporalmente sin efecto como resultados de las disputas políticas entre La Paz y Washington.
Como evidencia del amplio espectro del proceso integrador latinoamericano, otro de los acuerdos de la reunión de Riberalta se refiere a la protección de la Amazonía.
En la cita se valoraron igualmente la realización de otros proyectos colectivos de desarrollo relacionados como vías férreas, el sector petrolero y la construcción de una hidroeléctrica en la frontera boliviana-brasileña.
"Algunos problemas en el departamento de Potosí (suroeste), donde hay pugnas internas sobre el municipio, no es una confrontación entre hermanos de ese municipio, sino hay problemas por la plata (dinero) del imperio (estadounidense), mediante Usaid que quiere confundir, quiere dividir (y) quiere crear problemas", advirtió.
Morales se refirió de esa manera en un discurso pronunciado en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, donde entregó un cheque por tres millones de bolivianos (375 mil dólares) para un Instituto Pedagógico, en el marco del programa "Bolivia cambia, Evo cumple", que cuenta con la cooperación del gobierno de Venezuela.
Indicó que varios pobladores denunciaron que Usaid les condicionó su cooperación a que estos dejen de apoyar a su gobierno, sin embargo estos lo rechazaron y por ello no fueron beneficiados por recursos de esa agencia estadounidense.
Ya en anteriores ocasiones, Morales denunció que Washington, a través de Usaid, intenta desestabilizar a su gobierno apoyando a sectores de la oposición.
Con este argumento, los cultivadores de hoja de coca del Chapare, en el trópico del departamento de Cochabamba (centros) expulsaron a Usaid de esa región en junio pasado.
Una publicación sobre periodismo en Estados Unidos, titulado "Financiar prensa para comprar influencia", del autor Jeremy Bigwood, señala que Usaid distribuyó cerca de 53 millones de dólares en actividades de desarrollo de medios extranjeros, entre ellos en Bolivia.
La publicación detalla que en 2005, Estados Unidos y los grandes medios de comunicación intentaron impedir el acceso de Morales a la presidencia de Bolivia.
Agrega que desde que Morales tomó la conducción del país, Estados Unidos está detrás de un movimiento separatista en algunos departamentos, según Bigwood, que cita la denuncia del ex portavoz de la Presidencia, Alex Contreras.
Sin embargo esas denuncias fueron desmentidas por el portavoz de Usaid, Paul Koscak.
Las relaciones entre La Paz y Washington pasan por un momento tenso después de una masiva protesta de ciudadanos alteños contra la decisión del gobierno de Estados Unidos de dar asilo político al ex ministro boliviano de Defensa, Carlos Sánchez, acusado de genocidio y delitos económicos.
El político de las filas del ex partido gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) se desempeñaba como ministro en la segunda administración del presidente Gonzalo Sánchez (2002-2003 ) durante la masacre de septiembre-octubre de 2003 que dejó más de 60 muertos y más de 400 heridos, particularmente en la ciudad de El Alto, cuando se enfrentaron las tropas con miles de civiles que reclamaban por la posibilidad que el gas boliviano fuera exportado por territorio chileno.
El pasado 16 de junio, el embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, fue convocado por su gobierno para que explique sobre las "agresiones" que sufrió la embajada norteamericana en La Paz, tras una marcha multitudinaria de alteños y paceños.
El diplomático estadounidense retornó el miércoles 2 de julio a La Paz y tras ello se reunió con personeros del gobierno boliviano.
La administración del presidente Morales le planteó una agenda de siete puntos que contempla el diálogo político, cooperación, comercio, cooperación judicial (extradición de Gonzalo Sánchez y Carlos Sánchez), lucha contra el narcotráfico, cooperación en temas migratorios y otros.
Hasta el momento no hay una respuesta oficial a esos planteamientos por parte de Washington.
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