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Israelíes decapitan a una maestra palestina |
Según fuentes de la UNRWA y familiares que hallaron su cadáver, los soldados israelíes colocaron en la puerta un artefacto explosivo que arrancó la mayor parte de la cabeza de Wafer. A continuación, los soldados israelíes encerraron durante cinco horas a los traumatizados niños de entre 2 y 13 años en una habitación tras cuya puerta yacía el cadáver de su madre.
Soldados israelíes decapitan con explosivos a una maestra palestina delante de sus hijos
La onU reclama una investigación para esclarecer las circunstancias en las que el ejército israelí mató a una maestra palestina al reventar con explosivos la puerta de su casa en presencia de sus tres niños.
Wafer Shaker al Daghma, de 34 años de edad y maestra en una escuela de primaria de la agencia de la onU para los Refugiados (UNRWA), falleció el pasado miércoles cuando se disponía a abrir la puerta de madera de su casa a los soldados israelíes. Según fuentes de la UNRWA y familiares que hallaron su cadáver, los soldados israelíes colocaron en la puerta un artefacto explosivo que arrancó la mayor parte de la cabeza de Wafer. A continuación, los soldados israelíes encerraron durante cinco horas a los traumatizados niños de edades comprendidas entre los 2 y 13 años en una habitación tras cuya puerta yacía el cadáver de su madre.
Aunque a eso de las 9 p.m. los soldados israelíes acabaron por abandonar la casa, sumida en la oscuridad a causa del toque de queda, Samira, la hija de 13 años de la difunta señora al Daghma, siguió sin salir al exterior durante dos horas más, atenazada por el terror que le provocaba la continua presencia de vehículos acorazados israelíes en el exterior de su casa.
Unos azulejos de una pileta situada frente a la puerta de la casa seguían ayer profusamente manchados de sangre. Una pila de tablas de madera astilladas procedentes de la puerta destruida permanecía sobre el suelo en el que había yacido el cadáver de la señora al Daghma, que los soldados israelíes cubrieron con una alfombra antes de continuar con su operativo militar.
Chris Gunness, portavoz de la UNRWA, declaró que el ejército israelí estaba utilizando la casa como un puesto de observación de “supuestos militantes”. "Los niños oyeron muchos disparos pero ignoran de dónde procedían", explicó. Dijo que la UNRWA había solicitado por escrito a Israel “una investigación imparcial para el esclarecimiento de responsabilidades y para que los hechos hablen por sí mismos”, añadiendo que "De nuevo condenamos el asesinato de civiles inocentes".
El viudo de la señora al Daghma, Majdi, de 34 años de edad, que se encontraba fuera de casa en aquel momento, contó que su hija le había dicho que su madre, consciente de que los soldados israelíes estaban llevando a cabo una operación de búsqueda y captura en las inmediaciones, se había cubierto la cabeza con un pañuelo y les había dicho a los niños que se retiraran a un dormitorio y que abriría la puerta en cuanto los soldados israelíes llegaran.
Un tanque israelí estaba aparcado en la parte exterior del portón de metal, a la sazón abierto, y fue entonces cuando los israelíes reventaron la puerta delantera de madera con una carga explosiva.
"Samira oyó una tremenda explosión y se levantó una gran humareda. Trató de encontrar a su mamá pero no podía verla," dijo.
Samira al Daghma declaró ayer que tras entrar en su casa los soldados israelíes la obligaron a ella, a su hermana Roba, de cuatro años, y a su hermano Qusay, de dos, a permanecer en la habitación. "No nos dejaron salir. Había un soldado en la puerta de la habitación. Le pregunté: ‘¿Dónde está mi mamá?' El soldado hablaba en hebreo y yo no comprendía nada de lo que decía."
Samira contó que cuando finalmente los soldados israelíes se retiraron ella y sus hermanos se desplazaron a rastras a una habitación situada en el extremo este de la casa. "Todavía había tanques en el exterior de nuestra casa y si hubiera salido me habrían visto. Intenté llamar a mi padre utiilzando el celular de mamá, pero no había línea. Levanté la alfombra y vi un trozo de vestido de mi madre. Estaba inmóvil. No se le veía la cabeza".
El señor al Daghma dijo que la familia era más partidaria de Fatah que de Hamas. El funeral lo organizó Fatah y ayer colocaron varios retratos de Arafat en la casa. El ejército israelí ha informado que está investigando el incidente.
El primer ministro israelí Ehud Olmert prometió ayer adoptar “severas medidas” para detener a los militantes de Gaza si continuaban con sus ataques, después de que un israelí de 48 años y padre de cuatro hijos resultara muerto por un morterazo revindicado por Hamas. Oxfam instó a Israel a evitar una crisis sanitaria tras el colapso de la central eléctrica de Gaza, que se ha quedado sin combustible.
The Independent (Traducido para Rebelión por LB)

Etiquetas: conocimiento, memoria, multitud, politica, violencia.
Fue apenas en 2005 que el mandatario elogió la llamada Revolución del Cedro (movimiento popular libanés contra la influencia Siria originado tras el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri) como una vindicación del tipo de transformación democrática de la región que insistía en promover.
Pero tres años después, con una breve guerra entre el movimiento chiita Hezbolá e Israel, esa organización respaldada por Irán y Siria parece más poderosa y afianzada que nunca, al igual que su aliado islamista sunita en los territorios palestinos, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que mantiene el control de Gaza y gana popularidad en Cisjordania, en mayor parte debido a la aparente falta de progresos en las conversaciones de paz, formalmente iniciadas por el propio Bush en Annapolis en noviembre pasado entre la Autoridad Nacional Palestina y el gobierno israelí.
"La política en el terreno es absolutamente miserable", dijo el domingo al periódico The New York Times el analista Jon Alterman, especialista en Medio Oriente para el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.
"Es difícil recordar un momento menos auspicioso para promover la paz entre árabes e israelíes que ahora. El poder y la influencia de Estados Unidos están a la baja en la región", añadió.
Bush participará este miércoles de las celebraciones por el 60 aniversario del Estado de Israel, y luego volará a Arabia Saudita, presumiblemente para realizar un llamado –como hizo en enero cuando viajó por última vez a la región—a un aumento de la producción petrolera, con el fin de traer algo de alivio a Estados Unidos, y en especial al gobernante Partido Republicano de cara a las elecciones de noviembre.
Luego se dirigirá al balneario egipcio de Sharm El Sheik, donde hablará ante el Foro Económico Mundial y se reunirá con varios líderes árabes, incluyendo al presidente anfitrión, Hosni Mubarak, y al rey Abdalá de Jordania.
Aparte de Israel, país para el que Bush ha sido por lejos el presidente estadounidense más indulgente de la historia, el mandatario espera recibir un entusiasta recibimiento de los líderes sunitas, muchos de los cuales están preocupados por la exhibición de fuerza realizada por el Hezbolá en Líbano.
Ese movimiento tomó control del oeste de Beirut y se enfrenta con el ejército en la septentrional ciudad de Trípoli, luego de que la coalición gobernante, sunita y pro occidental, amenazara su intención de desmantelar su red de telecomunicaciones.
Los líderes sunitas de Medio Oriente, al igual que Bush y ni que hablar Israel, ven la victoria del Hezbolá como otro de tantos avances de Irán en sus esfuerzos por cambiar el equilibrio de poder en toda la región, y en el Golfo Arábigo o Pérsico especialmente, contra Washington y sus aliados.
La impresión es que Bush está ansioso por reavivar el fuego de su alianza de facto con árabes sunitas e israelíes contra Teherán, aun sin un proceso de paz palestino-israelí viable.
"Para mí, el régimen iraní es la mayor amenaza a la paz en Medio Oriente", dijo el mandatario en una entrevista con el Canal 10 de Israel, de acuerdo con una trascripción parcial divulgada el lunes.
Lo iraníes "financian al Hezbolá… Vea lo que está pasando ahora en Líbano, una joven democracia tratando de sobrevivir. Está dentro de los intereses de Israel que la democracia libanesa sobreviva. Ustedes necesitan preocuparse por Irán, y de hecho ustedes están preocupados por Irán y nosotros también", afirmó.
Cinco años después de que la Casa Blanca declaró "misión cumplida" en Iraq, todos los análisis concuerdan en que casi todo lo que Bush hizo en la región socavó la influencia estadounidense, e incluso fortaleció la de Irán. Esto incluye la propia invasión a Iraq, el derrocamiento de Saddam Hussein, el rechazo de la oferta iraní de negociar los principales temas de disputa, las presiones al Hamas luego de que ganara las elecciones democráticas en Palestina, y apoyar a los israelíes en su guerra contra el Hezbolá en 2006.
Incluso en Iraq, los últimos ataques contra el Ejército Mahdi, del clérigo chiita Muqtada al Sadr, particularmente en Bagdad, parecen haber fortalecido las más estrechas y duraderas relaciones con Irán de algunas facciones del gobierno iraquí: la Organización Badr, el Consejo Supremo Islámico Iraquí y el Partido Dawa, del primer ministro Nouri Al Maliki.
El hecho de que Teherán jugó un papel clave en auspiciar las treguas entre Sadr y el gobierno, tanto en la sudoriental ciudad de Basora en abril como en el suburbio bagdadí de Ciudad Sadr el fin de semana pasado, reveló el grado en el que Irán puede desafiar a Washington en lo que el "halcón" (miembro del ala más belicista en el gobierno estadounidense) Reuel Marc Gerecht, del neoconservador American Enterprise Institute, admitió es "la única arena en que la administración (de Bush) es capaz de competir efectivamente".
Si bien hay poca evidencia de que Washington haya presionado al gabinete libanés para que ordene el desmantelamiento de la red de telecomunicaciones del Hezbolá en el aeropuerto de Beirut, las anteriores políticas del gobierno de Bush son suficientes para haber desencadenado la presente crisis.
Entre estas se destacan el fuerte apoyo a la gobernante Coalición 14 de Marzo, integrada por musulmanes sunitas, cristianos y drusos, el envío del buque de guerra USS Cole al Mar Mediterráneo cuando la crisis en Beirut se intensificó en marzo, la partida de unos 400 millones de dólares en asistencia militar y entrenamiento para el ejército libanés y el respaldo encubierto (con la ayuda de Arabia saudita y Jordania) a las milicias sunitas, en algunos casos disfrazado de iniciativas privadas de seguridad, con el fin de contrarrestar al Hezbolá.
"Estos milicianos sunitas demostraron ser un completo fracaso, y los representantes de Estados Unidos en Líbano apenas libraron una batalla, a pesar de su fuerte retórica contra los chiitas", señaló Nir Rosen, experto en Medio Oriente para la New America Foundation.
El analista señaló a la exitosa ofensiva del Hezbolá de las últimos días eran "la agonía del plan de Bush por un nuevo Medio Oriente".
“Es bueno estar de vuelta”, dijo Bush a un miembro de la delegación que lo esperaba en el aeropuerto internacional de Ben Gurion, en su segunda visita al Estado hebreo en aproximadamente cuatro meses.
El presidente estadounidense se dirigió al grupo de dignatarios israelíes reunidos en el aeropuerto y expresó: “Nuestras dos naciones enfrentaron grandes obstáculos cuando fueron fundadas y ambas se basaron en los mismos principios para ayudarnos a triunfar. Construimos fuertes democracias para proteger las libertades que nos fueron otorgadas por un Dios todopoderoso”, según citó la prensa israelí.
Y agregó: “Hemos creado una alianza duradera para enfrentar a los terroristas y tiranos”.
La recepción, en la que estuvieron presentes el presidente Shimon Peres, el primer ministro, Ehud Olmert, y todo el gabinete de ministros, incluyó una ceremonia en la alfombra roja, con la banda del ejército y guardia de honor.
Todos los funcionarios presentes formaron una fila y saludaron a Bush uno por uno.
Olmert calificó a la visita de Bush a Israel como “un gesto extraordinario de amistad”, y destacó que la “alianza estratégica con los Estados Unidos es uno de los pilares de la seguridad de Israel”.
Peres, por su parte, también expresó su “agradecimiento” al presidente estadounidense por su visita, y elogió su “constante dedicación a la promoción de la paz y la seguridad”.
“Creemos que la Tierra Santa es un lugar muy especial y consideramos que el pueblo israelí es nuestro amigo íntimo. Shalom”, concluyó Bush en el discurso que dio en la alfombra roja.
El mandatario estadounidense participará de la conferencia presidencial que se inició ayer por la noche en Jerusalem, donde esta noche tiene previsto dar un discurso.
Mañana hablará ante el parlamento, y luego visitará Arabia Saudita y Egipto, donde concluirá su tour de tres días en Medio Oriente.
En primer lugar, celebran el arrasamiento y aniquilación de más de seiscientas ciudades y pueblos palestinos y el asesinato en masa de miles de campesinos, tras una terrible campaña llevada a cabo por organizaciones paramilitares terroristas como las Haganah, Stern e Irgun para hacer posible la creación del estado sionista judío.
Celebran la colonización de más del 80 % del territorio palestino sobre las ruinas de las ciudades, pueblos y aldeas de la Palestina histórica y la expulsión de 700.000 mujeres, hombres, niños y ancianos que las habitaban desde siglos.
Festejan una ocupación militar de 40 años, sin parangón en la historia moderna, que arrebata tierras, establece medidas restrictivas para el movimiento de los palestinos que se resisten a las coacciones, y lleva a cabo un metódico plan de expansión de las colonias sionistas.
Rememoran una pretendida guerra de independencia que no fue sino una despiadada guerra de conquista y despojo, de expolio y terror. Una guerra de ocupación que mantiene todavía los territorios ocupados.
Conmemoran el mito de una patria judía establecida en territorio poblado por palestinos durante siglos, y el desarraigo y expulsión de centenares de miles de ciudadanos de Palestina, mediante la amenaza, la coacción y la fuerza militar aplicadas con la máxima crueldad imaginable.
Celebran, en resumen, el establecimiento de un Estado racista, instituido sobre la base de unos pretendidos derechos de origen divino, y en el que la ciudadanía y los derechos que proclama sólo afectan a los profesos de religión judía.
Un Estado que discrimina, como no se había vuelto a ver desde la Sudáfrica del apartheid, a sus ciudadanos negros (no judíos) y crea un sistema de separación total: Carreteras exclusivas para judíos, propiedad de la tierra reservada para ellos, puestos de control y exigencias de permisos para el desplazamiento de los palestinos, diferentes documentos de identidad para unos y otros, placas de matrículas de distinto color y finalmente un muro de la vergüenza, condenado por el Tribunal Internacional de Justicia pero aplaudido y apoyado por las llamadas democracias occidentales.
Un Estado que somete a un cerco feroz, al mayor campo de concentración existente en el planeta, con una población de un millón y medio de seres humanos encerrados y hacinados en la franja de Gaza, a los que someten diariamente al terrible e ilegal castigo colectivo de los ataques indiscriminados con misiles y todo tipo de armamento moderno, frente a unos casi inofensivos cohetes artesanales de la resistencia palestina a la ocupación. Un Estado que corta los suministros esenciales a esa población asediada, desde la electricidad y los carburantes básicos, al abastecimiento de medicamentos y material sanitario de primera necesidad.
Un Estado que viola sistemáticamente los derechos humanos de la población ocupada militarmente; que ignora e incumple las Resoluciones de la ONU3 desde hace seis décadas, las Convenciones de Ginebra y el derecho internacional.
Un Estado que lleva a cabo campañas de demolición de casas palestinas, que ha arrancado centenares de miles de olivos milenarios- base de la economía familiar de los palestinos. Un Estado que ha desmantelado el sistema educativo de Palestina, desde la enseñanza primaria a la universitaria, que impide el acceso a los centros educativos, los cierra o, llegado el caso, no le tiembla el pulso al ordenar bombardearlos.
Un Estado que mantiene en sus cárceles, sin cargos ni procesos judiciales, a decenas de miles de palestinos que se resisten a los hechos consumados y a las vejaciones y acosos a los que permanentemente se ven sometidos.
Un Estado que niega el derecho al retorno a los palestinos expulsados en 1948 y a sus descendientes, y acoge, por el contrario, a todo judío, hijo de judía o converso al judaísmo de cualquier parte del mundo4, sin el menor arraigo ni conocimiento de la tierra en la que se le acoge por el simple hecho de pertenecer a una religión que se ha convertido en raza o signo de ciudadanía.
Todo eso y más celebra Israel, acompañada por dignatarios del mundo occidental, cómplices de sus crímenes contra la humanidad, que hoy se reúnen en Tel Aviv mientras los palestinos, masacrados, expoliados, discriminados, engañados y humillados por esos mismos gobernantes de occidente, resisten y no se pliegan a los deseos israelíes de borrarlos del mapa. Ellos, sí que padecen un genocidio lento pero metódico5. No los sionistas israelíes que día a día extienden sus colonias por la fuerza y amplían su territorio ante la impasibilidad del resto del mundo occidental.
En la actividad, además del líder palestino participaron integrantes del Centro Internacional Miranda (CIM) y del Congreso Boliviarino de los Pubelos, el embajador de Siria en Venezuela, Mohammad Khafif, el presidente de la Comisión Permanente de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, Roy Daza, y los diputados Amilcar Figueroa y Víctor Hugo Morales.
El dirigente del FDLP, también describió que los palestinos sufren una fuerte humillación y vejación en los puestos de control y carceles israelíes.
“Traigo conmigo también el destino de nuestro pueblo de aferrarse a la vida y a la construcción de una paz verdadero y equilibrada en la zona”, enfatizó Hamadeh.
“En 1947 Palestina estaba bajo una ocupación inglesa mientras el movimiento sionista y los ingleses facilitaban la inmigración de judios de forma ilegal de diferentes estados europeos para formar el futuro estado de Israel”, rememoró el dirigente.
Además, explicó que la creación de Israel se debió a las presiones de Estados Unidos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que decretó la resolución 181 que permitió “la partición de Palestina en dos estados”, otorgando el 50 % a Israel aunque su población no ocupara más de un 10 % en tierras palestinas.
“El estado sionista no quería un estado democrático y laico”, analizó Hamadeh. Sino que Israel propició la expulsión de 800 mil palestinos y palestinas para expandirse hasta obtener el 78 % del territorio nacional palestino.
Luego de recibir la solidaridad de todos los participantes, Hamadeh explicó que la propia ONU decretó la resolución 194 exhortando a Israel que permita el retorno de todos los refugiados palestinos y su indemnización económica y moral.
“Sin embargo Israel le da la espalda a la ONU y no permite el retorno de los palestinos y el derecho a la autodeterminación y la creación de un estado palestino independiente. Israel no respeta la legalidad internacional y recibe el apoyo financiero, militar, tecnológico de Estados Unidos. Además, en varias ocasiones Estados Unidos vetó la resolución del consejo de seguridad de la ONU que obligan a Israel a cumplir con el derecho de retorno de los refugiados palestinos”, finalizó el dirigente del FDLP.
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