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Estrategias de control imperial |
La función más elemental y clave que cumplieron en América Latina ambas estrategias (la "militar" y la "democrática") consistió en eliminar los dos factores que impedían la "gobernabilidad en paz" del sistema capitalista en la región: la lucha armada, primero, y la resistencia social y sindical, después.
Si se analiza el actual escenario socio-económico y político de América Latina, se pueden verificar cuatro fenómenos emergentes y concatenados:
A) Funcionamiento a pleno de las llamadas "instituciones" con elecciones periódicas y continuidad del sistema de "gobernabilidad democrática".
B) Ausencia total de huelgas generales y de conflictos sociales por reivindicaciones generales de la sociedad (sólo existen conflictos atomizados por reivindicación sectorial), y ausencia de dictaduras militares y de lucha armada (salvo Colombia).
C) Crecimiento constante (y sin excepción) de las economías capitalistas regionales, acompañadas de ganancias siderales para los bancos y empresas que hegemonizan el control económico-productivo de los países, y crecimiento desmesurado de los activos empresariales y fortunas personales.
D) Crecimiento sostenido y sin interrupción de la llamada "pobreza estructural" (falta de trabajo estable, vivienda y seguridad social) que ya afecta a más de la mitad de la población del continente, cuya mayoría permanece sometida a políticas "asistenciales" y a empleos temporarios y en negro (contratos basura).
Este cuadro resume la "realidad estadística" de América Latina que cualquiera puede investigar y verificar cliqueando en Google opciones de búsqueda como: pobreza, hambre, desempleo, vivienda, contratos laborales, activos empresariales, fortunas personales, sistema democrático, procesos electorales, gobernabilidad constitucional, etc, etc, tanto por países como a nivel regional. La síntesis del procesamiento va a arrojar inevitablemente la verificación de la existencia de los cuatro fenómenos mencionados más arriba.
Ahora bien, para entender como se combina y se retroalimenta este cóctel interactivo (gobernabilidad democrática, ausencia de conflictos sociales y sindicales, crecimiento desmesurado de la ganancia empresarial y de las fortunas personales, y crecimiento sostenido de la pobreza y de la exclusión social), debemos realizar un cuadro secuencial para comprobar como cada fenómeno se alimenta de los otros y viceversa:
El fenómeno A se retroalimenta del B (y viceversa):
Hay funcionamiento pleno de las instituciones y de la "gobernabilidad democrática" sencillamente porque no hay huelgas generales ni conflictos sociales, ni tampoco resistencia armada ni golpes de Estado militares.
Esto dos fenómenos a su vez se retroalimentan con los fenómenos C y D:
Hay crecimiento sostenido de las ganancias y de los activos de la economía capitalista porque se mantiene la "gobernabilidad democrática" y no hay huelgas ni conflictos armados. Esto a su vez permite que el sistema de concentración de riqueza capitalista (posibilitado por la explotación de mano de obra barata con salarios africanos, apropiación de recursos naturales y control hegemónico de todo el sistema económico productivo) genere como contrapartida: pobreza, desocupación y exclusión social en masa en toda América Latina.
Como resultante social y producto final de este cóctel interactivo" (donde cada eslabón se retroalimenta con los otros) según la ONU, la CEPAL y otras instituciones del sistema, en América Latina hay más de 200 millones de "pobres estructurales" y 100 millones de indigentes que carecen de los elementos esenciales para sobrevivir.
Como contrapartida, y también a modo de emergente y "producto final" de la explotación capitalista sin resistencia armada, social o sindical, en América Latina se verifica el mayor crecimiento estadístico de las ganancias y los activos empresariales y de las fortunas personales (por ejemplo, el mexicano Carlos Slim, está considerado como el hombre más rico del mundo).
¿Y cómo se logró este paraíso capitalista con la mayor "fabrica de pobres" de toda la historia de América Latina?
Se dio por dos razones fundamentales:
A) Las dictaduras militares de la "doctrina de seguridad nacional" (exportadas y sostenidas por Washington desde fines del sesenta hasta los ochenta) terminaron con la lucha revolucionaria clandestina que planteaba la toma del poder armado e impedía el desarrollo en paz de la "gobernabilidad institucional", con el consecuente perjuicio para las ganancias y el crecimiento (concentración de riquezas en pocas manos) de las economías capitalistas de la región.
B) El proceso democrático-constitucional lanzado oficialmente (como único régimen de "gobernabilidad" aceptado) desde los propios documentos del Departamento de Estado norteamericano, y gerenciado por políticos burgueses (por izquierda o por derecha), que consiguió deslegitimar y desactivar los conflictos sociales y sindicales con la complicidad de los gremios y de las organizaciones de izquierda que se sumaron a la "democracia" (exportada desde Washington) como el único sistema social y político posible.
En el esquema funcional histórico del proceso democrático-constitucional, se puede verificar cómo los medios de comunicación asimilados al establishment de poder económico capitalista (que sustituyeron al poder armado en el control político y social) cumplen el nuevo rol de represores y de deslegitimadores (por "violentos" y "antidemocráticos") de los conflictos sociales o gremiales con tomas de empresa o de fábrica, o de los piquetes con cortes de calles o de rutas.
De esta manera el proceso arroja el siguiente cuadro secuencial (e interactivo):
A) Los militares de la "seguridad nacional" (desde la década de los sesenta hasta los ochenta) terminaron (por vía de la represión militar) con la lucha y la militancia armada que alteraba y/o ponía en riesgo el orden vigente de explotación y concentración de riqueza capitalista en América Latina (los golpes de Estado militar y el genocidio de militantes de izquierda siempre llegaban para instalar "el orden").
B) A modo de complemento, los políticos burgueses, el sistema democrático-constitucional y los medios de comunicación (por vía de la manipulación mediática-represiva) terminaron con la resistencia sindical y social e instalaron (desde los ochenta hasta aquí) el "orden vigente" del actual sistema de superconcentración capitalista en América Latina, con su contrapartida: la expansión masiva de la "pobreza estructural" y de la exclusión social en todo el ámbito de América Latina.
En resumen, los antiguos "regímenes dictatoriales" de la doctrina de seguridad nacional (con militares y represión armada) o los actuales "regímenes democráticos-constitucionales" (con políticos y represión mediática), fueron solo herramientas alternativas (de control político y social) utilizadas por el Imperio de Washington para la preservación del "orden" de los negocios de las empresas y de los bancos trasnacionales que saquean (y depredan) América Latina dejando sólo pobreza y exclusión social a su paso.
La función más elemental y clave que cumplieron ambas estrategias (la "militar" y la "democrática") consistió en eliminar los dos factores que impedían la "gobernabilidad en paz" del sistema capitalista en la región: la lucha armada, primero, y la resistencia social y sindical, después.
El nivel de impunidad conseguido (como resultante de ambas estrategias alternadas en el tiempo) por Washington y las empresas trasnacionales (asociadas a las oligarquías locales), es la razón fundamental que explica el desmesurado proceso de ganancia capitalista y concentración de riqueza en pocas manos en América Latina, que hoy reflejan las estadísticas y las revistas especializadas.
La ecuación dialéctica ausencia de conflictos sindicales y sociales + crecimiento de la ganancia y concentración capitalista = pobreza y exclusión social masiva, surge nítida cuando se investiga comparativamente (a nivel causa-efecto) las estadísticas económicas, empresariales, sociales y laborales de América Latina.
Como siempre: la esencia fundacional explotadora del capitalismo (hoy trasnacionalizado y sin fronteras) son los números: divisiones, sumas y restas, que siempre terminan en concentración de riqueza para las minorías que controlan todo el sistema económico-productivo, y en generación de pobreza y exclusión social para las mayorías excluidas del circuito del "mercado".
En ese escenario, y mientras las líneas de explotación económica permanecían inmutables, el control político y social estratégico viró históricamente de la "dictadura militar" al "sistema democrático", un sistema más refinado y efectivo de dominio, con el cual Washington y las trasnacionales han conseguido (por ahora) convertir a América Latina en un paraíso del saqueo capitalista en gran escala.
Manuel Freytas
Etiquetas: inteligencia, medios, mentiras, monopolios, multitud, politica.
Tras la desaparición de la URSS y de la Guerra Fría por áreas de influencia en América Latina, Washington implantó un nuevo sistema de control político y social que se situaba en las antípodas del anterior (basado en gobiernos y dictaduras represivas), y que explotaba el consenso masivo que despertaba la apertura de procesos constitucionales después de largos años de dictaduras militares con supresión de elecciones y parlamentos.
Paralelamente, y en el plano político, en la década del 80 los gobiernos "democráticos" fueron sustituyendo a los viejos y gastados gobiernos militares mediante elecciones, procesos constitucionales, y banderas de defensa de los derechos humanos.
En una Latinoamérica dormida por el "pacifismo", donde ya no existen métodos violentos de toma del poder revolucionario, sin huelgas generales, sin tomas de fábricas o de empresas, sin ataques contra los bancos o las trasnacionales, con movimientos sociales "revolucionarios" financiados y "domesticados" por las ONG del Imperio, el dominio militar abierto se había tornado obsoleto.
En otras palabras, la estrategia del control político y social por medios militares, fue sustituida gradualmente por administraciones civiles, poderes ejecutivos, parlamentos y cortes de justicia totalmente maleables a los intereses y objetivos de Washington y las trasnacionales capitalistas en la región.
Ese sueño que los bancos y las trasnacionales imperiales no pudieron concretar con las dictaduras y los golpes militares diseñados en el Departamento de Estado, hoy se cumple con la aceptación pasiva del sistema capitalista como "única alternativa", modelada masivamente en los cerebros por los sacerdotes de las grandes corporaciones mediáticas que han sustituido a los curas y a los maestros en la orientación de conducta social.
Ya sin hipótesis de conflicto "subversivo" los ejércitos de "seguridad e inteligencia" privados fueron sustituyendo más eficientemente en el control social y político a las vetustas y desmovilizadas tropas de los ejércitos represores latinoamericanos que ya habían perdido vigencia con el ingreso de las democracias made in USA en los ochenta y los noventa.
Con una Latinoamérica domesticada por la democracia made in USA y los gobiernos dependientes (por derecha y por izquierda), la lógica del control social y político ya no la ejercen los militares y los tanques, sino los nuevos ejércitos de dominación: los medios de comunicación que nivelan a las mayorías desposeídas y a sus dirigentes en la doctrina de la resignación, haciendo realidad aquel precepto de máxima: la paz es el negocio del dominador.
Con la desaparición de la guerra por áreas de influencia con la URSS, las viejas consignas "anticomunistas" de las dictaduras militares formadas en la Escuela de las Américas fueron sustituídas gradualmente por las banderas de la lucha contra el terrorismo, las drogas y el crimen organizado con las que hoy EEUU justifica su injerencia intervencionista en la región latinoamericana.
B) La lógica "antiterrorista"
Ya desaparecido el "peligro rojo" con la URSS, y con un creciente proceso de conflictos sociales en varios países del área, ahora se intenta nivelar a las inteligencias militares y policiales regionales en la nueva hipótesis de conflicto: la "guerra contraterrorista" que sustituye en el tiempo a la "guerra antisubversiva" aplicada por las dictaduras militares de la década del setenta.
Sin focos de lucha armada (salvo Colombia), sin movimientos revolucionarios vertebradores en el continente o en el mundo, con la socialdemocracia "progresista" convertida en alternativa de "cambio", las guerras por el control social ya no se desarrollan en plano militar sino en el plano de la inteligencia y de la manipulación mediática con el "terrorismo" y la "seguridad".
Las nuevas hipótesis de conflicto regional y las coordenadas de control militar-estratégico se trazan a partir de la "guerra contra el terrorismo", que reemplaza en la lógica doctrinaria imperial a la "guerra contra el comunismo" de la década del setenta y de la era reaganiana en Latinoamérica.
La hipótesis de trabajo existe, en forma casi simultánea a los planes de Washington tras el 11-S, y salió de las entrañas de la CIA, de la Agencia de Seguridad Nacional, el FBI, y la Agencia de Inteligencia para la Defensa, es decir, de los máximos proveedores de inteligencia a la Casa Blanca.
Para los que manejan y procesan información estratégica, el sustento funcional del plan, su argumentación central, fue claramente expresado por el entonces director de la CIA, Porter Goss, durante un informe que brindó ante el Senado, a fines de febrero de 2004.
En su exposición ante el Comité de Inteligencia del Senado el director de la CIA señaló que las "células clandestinas" de la red Al Qaeda, los "terroristas" de las FARC, y las ambiciones nucleares del régimen de Irán, son las principales amenazas que enfrentan los intereses de EEUU en el mundo.
A este plan se le suma -como táctica de "cierre" complementario- la estrategia desarrollada en forma permanente por el Departamento de Estado para complicar a Cuba y Venezuela con las FARC en supuestos planes y operaciones para desestabilizar la región, principalmente Bolivia.
En sus primeros pasos, la metodología de mezclar en una misma bolsa a Cuba, Venezuela, las FARC y las organizaciones combativas de ultra izquierda (sobre todo de Bolivia) intentaría demostrar que el "terrorismo", tanto local como internacional, está operando en forma fusionada para potenciar sus resultados "criminales" a nivel mundial, incluido el territorio latinoamericano.
La nueva estrategia -expresada casi crudamente por los jefes militares y de inteligencia estadounidenses- busca instalar la "guerra contraterrorista" global en América Latina mezclando a las FARC y otras organizaciones armadas con planes del "terrorismo internacional" orientados a vulnerar la seguridad nacional de EEUU y a desestabilizar toda la región.
En marzo de 2005, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, visitó América Latina para cerrar (mejor dicho, imponer) acuerdos concretos ya en curso contenidos en la nueva estrategia de guerra contraterrorista global que Washington y el Pentágono ya tienen diseñada para la región, tal cual como fue expuesta en el Congreso estadounidense por el jefe de la CIA, Porter Goss, y el entonces comandante del Comando Sur de EEUU, general Bantz Craddock.
Es en ese punto donde la estrategia regional imperial-estadounidense se enlaza con la red latinoamericana de espionaje montada por la Central de Inteligencia (CIA) estadounidense y el servicio de inteligencia israelí (Mossad), cuyo objetivo central -sostenido institucionalmente tanto por EEUU e Israel es la "guerra contraterrorista" desarrollada en el campo de la inteligencia, de los medios de comunicación y de las operaciones especiales.
Dentro de este nuevo esquema los servicios de información latinoamericanos se convirtieron en sucursales de las políticas de inteligencia diseñadas para el control operativo y estratégico de Washington y Tel Aviv en la región.
Las nuevas hipótesis de conflicto "terrorista", a su vez, buscan complementar y dar sustento "doctrinario" a las legislaciones de mano dura y de criminalización de conflictos sociales que ya funcionan en muchos países de la región, caso de Argentina, el Estado con mayor cantidad de presos políticos de la región.
D) La nueva estrategia de control
Así como los preceptos doctrinarios de la "doctrina de seguridad nacional" identificaron al "subversivo" como el principal enemigo de la "libertad" y el "orden", la nueva doctrina sitúa al "terrorista" como la fuente del "caos" y la "violencia" que amenazan por igual a toda la región.
Ya sin hipótesis de conflicto "subversivo" los ejércitos de "seguridad e inteligencia" privados fueron sustituyendo más eficientemente en el control social y político a las vetustas y desmovilizadas tropas de los ejércitos militares represores latinoamericanos que ya habían perdido vigencia con el ingreso de las democracias made in USA en los ochenta y los noventa.
El "cuco terrorista" de las FARC, convertidas en una "Al Qaeda latinoamericana", es el caballito de batalla que están utilizando el Pentágono y la inteligencia norteamericana para abrochar dentro de un "modelo colombiano" a todos los gobiernos de la región.
Complementariamente a la "lucha contra el terrorismo" se desarrolla la lucha contra el narcotráfico y el "crimen organizado", en cuyas hipótesis de conflicto se busca ensamblar en una estrategia y un funcionamiento común a los ejércitos, las policías y los servicios de inteligencia latinoamericanos.
Operativamente la "guerra contraterrorista" busca alinear -mediante acuerdos de cooperación militar, tratados, entrenamiento y operaciones conjuntas- a los servicios de inteligencia, policías y ejércitos regionales en un plan estratégico de "combate contra el terrorismo", cuyo eje organizador y operativo se centralice en el Comando Sur de Estados Unidos.
El FBI norteamericano está presente además en las delegaciones diplomáticas de Brasilia, Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas, Bogotá, Ciudad de Panamá y Ciudad de México y cuenta con 53 oficinas en el mundo para la "lucha contra el terrorismo".
Detrás del "terrorista" se agazapan el negocio de las drogas, la prostitución, las mafias y las armas, pero, básicamente en sus entrañas acechan los viejos fantasmas del "caos" y de la "violencia", cuyo enganche con los conflictos sociales sintetiza el flamante objetivo neo-represor de la "guerra contraterrorista" de EEUU e Israel en el continente.
Además, con la "guerra contraterrorista" como telón de fondo se pone en marcha un plan geopolítico estratégico con el cual Washington intenta afianzar su dominio geo-militar estratégico sobre las estructuras económicas y los recursos naturales y de biodiversidad de la región.
Mediante el acuerdo con Paraguay el imperio norteamericano estableció un anillo militar sobre el acuífero guaraní, una de las mayores reservas de agua potable del mundo.
Desde su emplazamiento militar estratégico en suelo paraguayo, el Pentágono ya controla las monumentales represas hidroeléctrica, de Itaupú y Yaciretá, monitoreando y teniendo bajo su radio de influencia militar a los mayores potenciales de energía de la región.
La fuerza aérea norteamericana podrá alcanzar, en solo minutos, blancos en el Amazonas, en el Mato Grosso, o en la propia represa de Salto Grande en Uruguay.
Además de permanecer alerta y en capacidad de prevenir y/o abortar cualquier brote de "conflicto", sea militar, social o político, que pueda alterar los estándares del dominio estadounidense en la región.
El emplazamiento militar en la Triple Frontera, argumentado por el "peligro terrorista", le permite al Comando Sur estar cerca de las cinco fronteras (Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela) donde se halla la gigantesca bolsa de petróleo compartida.
Agua, gas, petróleo, biodiversidad y una plataforma continental (la Amazonia), vitales para su supervivencia futura, se presentan como los detonantes principales del plan de control geopolítico-militar de las cinco fronteras desarrollado por Washington bajo la fachada de la "guerra contra el terrorismo".
En cuanto al control geopolítico: la estrategia "contraterrorista busca alinear en un mismo programa y en una misma agenda política a los gobiernos regionales -tanto "progresistas" como "neoliberales"- en un eje vertebrador central que es la defensa de la democracia regional amenazada por el narcotráfico y el peligro del "terrorismo internacional" (Plan de acción institucional).
En cuanto al control militar: busca alinear -mediante acuerdos de cooperación militar, tratados, entrenamiento y operaciones conjuntas- a los servicios de inteligencia, policías y ejércitos regionales en un plan estratégico de "combate contra el terrorismo", cuyo eje organizador y operativo es el Comando Sur de Estados Unidos (Plan contraterrorista).
En cuanto al control social: busca alinear a los gobiernos regionales -mediante convenios de seguridad y entrenaamiento conjunto- en un mismo plan represivo contra los conflictos sociales, cuya consigna aglutinadora es la de preservar a la sociedad del "caos y la violencia terrorista" de las organizaciones sociales, los sindicatos y los partidos de izquierda que proponen y realizan huelgas, tomas de fábricas o de empresas, o bloqueos de rutas (Plan de contención de conflictos sociales).
La "democracia blindada"
Este plan estratégico general se cierra con el nuevo proyecto del Departamento de Estado de reinsertar nuevamente a las fuerzas armadas latinoamericanas en tareas de represión interna, configuradas dentro de la llamada "guerra contra las drogas, las pandillas, la delincuencia común y el crimen organizado" que complementan a la "guerra contra el terrorismo" en la nueva estrategia de dominio regional.
El proyecto busca insertar a las FFAA en una nueva hipótesis de seguridad regional, no ya basado en un "orden militar" (como la vieja Doctrina de seguridad Nacional) sino en un "orden democrático" y preservando la gobernabilidad constitucional.
Se trata de un salto cualitativo transformacional, donde las FFAA recobran su poder represivo no ya desde un gobierno militar (de facto e ilegítimo), sino desde un gobierno constitucional legitimado por el voto popular.
Y la nueva hipótesis de conflicto ya no es defender a la nación de un enemigo ideológico (el "rojo subversivo" proveniente de la Unión Soviética), sino de un enemigo "terrorista" (proveniente de las redes islámicas internacionales) que se inserta en las sociedades a través del narcotráfico y el crimen organizado.
Esa es la tesis central de la "democracia blindada" que Washington está estudiando aplicar para detener los conflictos sociales que se avecinan en América Latina como consecuencia de la brutal concentración de riqueza (y su contrapartida de pobreza, desocupación y exclusión) que produce el actual modelo de explotación capitalista en la región.
Se trata, en resumen, de complementar la fachada "democrática" del dominio con la represión militar, pero "sin que se note", y con las mayorías viviendo periódicamente la euforia de "elegir libremente en las urnas".
Algo que ni al propio Maquiavelo se le hubiera ocurrido.
Es un encuentro de dos mundos con un cambio radical de perspectiva. Un paradigma que reclama una extensión de la mirada respecto a una región que la visión inmediata caracterizaría, paradójicamente, en su peor momento.
La V Cumbre Europa-Latinoamérica que se realizó en Lima exhibe esas contradicciones, que deben ser revisadas aún bajo el peso de la retórica inútil y sobresaliente en este tipo de encuentros. En el umbral de estos debates lo que aparece es una región en despojos por batallas interminables. Ahí está el choque entre Venezuela y Colombia por las FARC; la pelea con ruptura de relaciones incluída, entre Ecuador y Colombia que invadió militarmente a aquel país. El litigio comercial con Europa entre Lima y Bogotá contra sus socios menores de la CAN, Quito y La Paz. El desencuentro Perú-Chile por la demarcación marítima. Y los desbordados conflictos internos en países clave del área como Bolivia y Argentina.
Conviene sin embargo elevar la vista sobre la coyuntura. Aquel diplomático va a lo global, sin ingenuidades. "Están viviendo otra revolución económica. La CEPAL detecta un récord de inversión con más de US$ cien mil millones", detalla.
Ese ímpetu se alimenta en el crecimiento del precio de los commodities, cereales y energía, que es parte de un ciclo largo de la economía provocado por la transformación de China y la India, aunque no son los únicos actores que impulsan estas subas por demanda.
Al tratarse de un ciclo largo y no corto la cuestión en ambos mundos se mide en el mediano y largo plazo. En Asia hay países exitosos como Corea del Sur, envueltos en esas sombras no coyunturales, que importan dos tercios de su alimento y generan apenas 5% de la energía que consumen. Vietnam, que viene creciendo, debió previsionar parte de su cosecha de arroz —es el segundo productor mundial—, para evitar que se caiga del plato de su población. En otros sitios se hace evidente la urgencia para saltar hacia modelos de mayor productividad. Empresas de Seúl como Samsung o Hyundai analizan instalar en Argentina fábricas de componentes electrónicos o en Brasil, de automóviles, atento que la demanda es tal que conviene procesar en destino.
Este crecimiento de conjunto y más alla de las calamidades de América latina, se hace sobre los escombros de la rueda Doha de la Organización Mundial de Comercio, lastrada ya hasta el abismo por la negativa de los latinoamericanos a abrir sus mercados, mucho de ellos ahora pujantes, a cambio de apenas una mengua de la estructura de subsidios agrícolas y ganaderos en el primer mundo.
Europa chapalea además ahora en su propia trampa por los cupos que impuso hace dos décadas para eliminar la sobreproducción de cereales o de leche. Las cuotas, cuya vigencia se estirará al menos hasta 2015, provocan que el continente no logre excedentes agrarios para aprovechar esta nueva ola. Pero si las elimina, destruirá a los pequeños agricultores protegidos por el precio sostén que les paga el Estado para salvarlos de los vaivenes del mercado. Difícil que acepten ese destino sin batallar. Entre tanto, lo que producen no alcanza y la presión a la demanda se multiplica.
Parte del conflicto dentro de la CAN refleja ese espejo. El grupo andino, con el impulso de Lima y Bogotá busca un acuerdo de libre comercio con Europa pero Bolivia con el respaldo de Ecuador —los otros dos socios— ha planteado un punto poderoso. La Paz admite la asociación entre la CAN y la UE pero demanda vincular la desgravación de los aranceles a fijar metas de exportación de productos bolivianos con valor agregado. Temen, con razón, ser arrasados por la competencia europea. Peter Mandelson, el comisario específico de la UE, respondió indignado a esa demanda sugiriendo que quedarían aislados los países chicos que la defiendan. Pero la reacción muestra la dificultad para comprender la profundidad de un cambio de ciclo que es evidente para muchos otros.
Francis Fukuyama, de polémica fama por su defensa de los términos ultraliberales y que no hace tanto como para olvidarlo, se atrevió a sepultar la historia, retrocede ahora como ha venido haciendo sobre sus propias huellas, en una reivindicación inesperada de Latinoamérica. "Sin temor a equivocarse, América Latina no merece ningún respeto para Washington", dice en un artículo reciente ("La revolución silenciosa"), y recuerda con cierto desprecio al Nixon que en 1971 profería en privado: "hoy a la gente le importa un comino América latina".
Los latinos no son sólo importantes, dice, porque rebasaron a los afroestadounidenses como minoría étnica en EE.UU. sino porque "la región es hogar del mayor conjunto de democracias en el mundo" y reconoce, original para su propia historia, que el Consenso de Washington y "el conjunto de políticas favorecidas por la Casa Blanca" causaron los estancamientos de fines de la década del '90 y originaron los actuales gobiernos.
En plena mutación cuelga además la siguiente frase: "El desarrollo da forma a la materia. Si EE.UU. no puede ayudar a llevar a su vecindario hacia la democracia liberal y de mercado, es difícil determinar qué ha estado tratando de transformar en países al otro lado del mundo y que presentan más diferencias culturales. El discurso dominante en el hemisferio occidental sostiene que las ideas estadounidenses en torno al desarrollo han fallado". También muchas de las europeas, vale señalar por nuestra parte. Es bastante más que otra mirada.
Las multinacionales que son blanco de las acusaciones: British Petroleum (BP), Wal-Mart, Royal Dutch Shell y ExxonMobil entre otras no quisieron dar declaraciones al respecto al ser consultadas por BBC Mundo.
En la mayoría de los casos, aducieron que no querían entorpecer sus relaciones con los gobiernos huéspedes.
Según el informe, esta millonaria pérdida significa un obstáculo a un crecimiento sostenible e independiente de los países pobres.
Variedad de modelos
La organización cristiana señala que en América Latina existen dos modelos de recolección fiscal que definen posiciones diferentes: Boliva y Perú.
En el caso boliviano, con la llegada de Evo Morales al poder en diciembre de 2005, se renegociaron los contratos que tenía el Gobierno con las industrias extranjeras de hidrocarburos y otros recursos.
"Las empresas nacionalizadas lo que tienen que hacer es pagar sus impuestos, lo que no ocurría antes", le dijo a BBC Mundo Marlene Ardaya presidenta ejecutiva del Servicio de Impuestos Nacionales de Bolivia.
Morales introdujo un nuevo impuesto sobre los hidrocarburos que llevó a las multinacionales a ver incrementado de un 25% a un 50% el pago que debían realizar en materia de impuestos y regalías.
El país pasó así de ganar cerca de dos mil millones de dólares al año a casi tres mil millones.
Experimento boliviano
"Ahora estamos reteniendo todo lo que son ingresos de las empresas productivas porque consideramos que ese es el argumento mayor del cambio que se tiene respecto a mejorar la vidad de los bolivianos", añadió Ardaya.
Tras esta subida de impuestos, Morales introdujo la llamada Renta Dignidad, a partir de la cual los ciudadanos mayores de 60 años reciben 313 dólares al año, y no los 235 dólares que recibían antes sólo los mayores de 65 años.
Algunos analistas bolivianos, sin embargo, creen que el incremento de los impuestos puede llevar a que los inversores extranjeros rechacen finalmente realizar sus operaciones en el país.
"La subida de impuestos nos afectó, pero también hubo un alza de precios en materia de gas. Consideramos que es un ambiente dentro del cual se puede trabajar", le dijo a la BBC Mauricio González, gerente de la empresa boliviana de hidrocarburos Petrolex S.A.
Perú, escasez de impuestos
Perú es el segundo productor de plata más importante del mundo y el sexto en oro y cobre.
El precio del cobre en el mercado mundial se ha cuadruplicado en los últimos diez años, mientras que el de oro y plata se ha triplicado.
Sin embargo, según el informe de Christian Aid, Perú no ha visto incrementado sus beneficios tanto como las empresas extranjeras que operan en el país.
Las multinacionales explotadoras de minerales en Perú, tras pagar un 35% en costes de explotación y un 17% de los impuestos que el Gobierno peruano establece, sus beneficios son del 48%.
El informe británico indica que fijar tasas en los beneficios de estas empresas no solucionaría a penas el problema, ya que los informes de ganancias "pueden ser fácilmente manipulados".
"Aquí el sector minero es el más fiscalizado, tanto por el Gobierno como por ONGs, la Iglesia Católica y por las propias mineras. Dudo que haya evasion de impuestos", señalaron a BBC Mundo fuentes oficiales del Gobierno peruano.
"Nadie se escapa"
"Probablemente haya manipulación de facturas por parte de las empresas que explotan recursos minerales en Perú, pero nuestro órgano recaudador de impuestos se llama SUNAT y ellos son muy estrictos. No creo que sea un impago muy significativo", explicó una fuente que prefirió no identificarse.
Sin embargo, esta organización británica señala en su informe que "el Gobierno de Perú ha permitido a algunas compañías mineras pagar tan sólo entre un 1 y un 3 por ciento en impuestos", e incluso "la mayoría de ellas intentan negociar no pagarlos".
Una de las propuestas electorales del actual presidente de Perú, Alán García, en 2006 fue que renegociaría los contratos que el Gobierno tenía con las compañías mineras.
Pero al llegar al poder dijo que una renegocición causaría problemas legales para el país, por lo que no la llevó a cabo. En su lugar, anunció que propondría a las empresas dedicadas a la minería en Perú realizar una contribución de un 3% de sus beneficios.
Esta propuesta generó 175 millones de dólares en 2007, pero mientras que los precios de los minerales crecen en el mercado internacional, los depósitos mineros tienen un límite de explotación.
Consecuencias
El director de esta ONG británica, Daleep Mukrji, sostiene que las muertes de "5,6 millones de niños en todo el mundo podrían evitarse entre los años 2000 y 2015 si el pago de impuestos de estas compañías fuese un hecho".
Christian Aid calcula que estas empresas están escamoteando al fisco de los países pobres cerca de 160.000 millones de dólares al año.
Esta es una cantidad entre tres y cuatro veces superior a los entre 40.000 y 60.000 millones de dólares que el Banco Mundial estima que se precisan para financiar los ocho objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
La mayoría de empresas que llevan a cabo actividades de explotación en países en vías de desarrollo y que, según esa organización cristiana, evaden sus impuestos o presionan a los gobiernos donde operan para reducirlos, pertenecen a esas 189 naciones que firmaron el acuerdo por el Desarrollo del Milenio.
Mientras el brutal McCain –un militar de casta violenta; racismo de “sucios amarillos” y de charly; código de Hiroshima en los genes y en sus hazañas de Vietnam; y alma de NAPALM y agente naranja-, partidario apasionado de la guerra preventiva y de la guerra relámpago del III Reich (que en nuestro tiempo funcionan como guerras de destrucción masiva, ataques a distancia con gigantescos daños colaterales, guerras convencionales de exterminio y disponibilidad para la utilización de “armas nucleares tácticas”), promueve la ferocidad de sus conciudadanos amenazando con “llevar a Fidel y a Raúl Castro a los tribunales”, Cuba presenta pruebas irrefutables de la injerencia criminal de EEUU contra el primer país refugio de la soberanía y del socialismo en América Latina.
El escándalo sería mayúsculo e inaceptable en un sistema internacional de estados soberanos y de pueblos libres; pero son las soberanías incipientes y los estados democráticos y populares, los que sufren la constante agresión del Imperio y de sus cómplices innumerables.
La “vieja Europa” del colonialismo, del nazismo y del fascismo vuelve a aplastar a la Europa de las revoluciones, de los derechos del ser humano, del “socialismo contra la barbarie”, de las luchas de liberación de los pueblos, y de las de implantación de los derechos económicos, sociales y políticos.
La oligarquía que ejerce su poder en la estructura de hierro del capitalismo más salvaje le ha arrancado la identidad a las clases populares; y a los trabajadores y parados en proceso de exclusión económica, social y política.
McCain –otra marioneta de la oligarquía más poderosa del planeta; como Bush y como los Clinton- se ha calado hasta las cejas el casco militar y advierte al mundo sobre los límites de la paciencia, y la ilimitada impaciencia del Imperio.
El “candidato republicano” amenaza con atacar a Cuba y, por descontado, barrer al “populismo bolivariano” de América Latina.
Algo parecido ha anticipado la candidata demócrata. Hillary Clinton, ha orientando su “código Hiroshima” hacia la destrucción de Irán, y hacia la perpetuación de las ocupaciones y las guerras de Iraq y Afganistán.
“Barreremos a Irán del mapa” –dijo la ferocísima guerrera que dice haber sufrido los bombardeos serbios en Bosnia en defensa de la democracia y la Libertad.
McCain es la “opción desarrollable” del fascismo militar para época de crisis.
Hillary Clinton dice estar dispuesta para asumir la tarea del genocidio nuclear, o del genocidio encubierto que aplicó el jefe de la saga familiar en las guerras de Yugoslavia y de Iraq.
En los próximos meses se definirán las opciones que representan ambos “candidatos alternativos del mismo sistema de poder”, o de la posible intrusión del outsider Barack Obama.
Sea como fuere el proceso político en los EEUU, los pueblos europeos tienen muy poco tiempo para movilizarse tras el objetivo de generar un cambio radical al sistema que los ha llevado a la crisis.
La movilización contra la crisis y contra la guerra tiene que apuntar a objetivos concretos. Huir de la abstracción evasiva, y de los “dogmatismos de pergamino” que están perpetuando la exclusión y proporcionado un escondrijo a la izquierda derrotada e impotente.
Lanzar piedras por encima de las barreras constitucionales, de organización económica y de obediencia social que nos han conducido a la pérdida de toda dignidad colectiva y nos han situado al borde del abismo que es la crisis económica.
Son esas instituciones las que han permitido la implantación del neoliberalismo como sistema de exclusión -generador de marginación, explotación, y marginación-; y de la corrupción como “eje y movimiento” sobre los que se estructura el ejercicio del poder económico, social y político.
Millones de piedras que las entierren y abran el camino a una refundación del Estado a través de un proceso constituyente que haga posible la recuperación de la democracia, de la soberanía popular, y del socialismo.
Que desvinculen a los pueblos europeos de la organización armada del Imperio –la OTAN-; de la soberanía económica de las transnacionales; y de la soberanía política del Dios Mercado y del Dios Imperio.
Cuba es el gran enemigo del Imperio y el símbolo del verdadero mundo libre.
Las razones están en estos momentos a la vista de todos. Son, entre otras muchas las siguientes:
Las sinrazones del enemigo
- El sistema democrático cubano es casi perfecto si lo comparamos con el modelo de EEUU y con otros modelos que lo siguen fielmente. El español –por ejemplo- tal como ha sido conformado hasta llegar a la vergüenza de las últimas elecciones.
En Cuba todos los ciudadanos y los colectivos sociales participan directamente y sin mediación alguna en la presentación, designación, y elección de candidatos. Todos los designados y elegidos en las asambleas de base –pequeñas circunscripciones en las que todo el mundo se conoce- rinden cuentas periódicas y son revocables.
Cuba es la patria de los derechos humanos empezando por los derechos a la vida, a la salud y a la educación; continuando por los derechos a la vida comunitaria en todos los niveles de relación humana colectiva; y fundamentalmente por el derecho a la integración económica, social y política.
- Cuba es la patria de la libertad.
Para advertir la evidencia –nada escondida pero muy ocultada por los soldados de Falsimedia-; sólo hay que comparar los sabios y nada dogmáticos mensajes de Fidel al pueblo de Cuba con los discursos violentos e irracionales de Bush, o con absoluta transparencia del vacío total de las palabras de Zapatero.
Las razones que deben bloquearse por encima de todo, mucho más ante el libro abierto de una sociedad en crisis:
- El sistema de salud de Cuba debe ser destruido.
De ninguna manera debe sobrevivir un sistema de salud preventivo que de generalizarse al resto del mundo liquidaría los inmensos beneficios de las multinacionales de la “salud curativa” de occidente.
- El sistema de educación de Cuba tampoco debe sobrevivir. Detrás de la “libertad y el derecho a la educación de Occidente”, está también uno de los negocios privados más prodigiosos del capitalismo globalizado.
- La soberanía de Cuba tampoco puede ser un ejemplo.
El Imperio reclama fidelidad y obediencia absoluta bajo las banderas de la “Libertad” y de la “Democracia” que levanta la mayor y más poderosa oligarquía del mundo, y que impone por la fuerza la maquina militar más terrorífica de todos los tiempos.
- En tiempos de crisis, Cuba –modelo para sobrevivir en las terribles condiciones del bloqueo y del período especial- tiene que ser derrotada, tal como vocifera McCain.
- En tiempos de crisis el ejemplo de la solidaridad internacional de Cuba –médicos y maestros-, plantea un contraste violento y muy visible frente a la obediencia que demanda el ejército de los EEUU. La IV Flota, los paramilitares en Colombia, y el ensayo de operaciones de asesinatos selectivos en países hostiles –como Ecuador, Bolivia y Venezuela-, son una evidencia para los pueblos de América Latina.
La Noticia:
Nuevos documentos prueban eje Washington-Miami-mercenarios cubanos
Cuba denunció hoy la escandalosa vinculación de diplomáticos norteamericanos radicados en esta capital con elementos terroristas residentes en EE.UU., en el abastecimiento financiero y material a la contrarrevolución interna.
En el Centro de Prensa Internacional, Manuel Hevia, director del Centro de Investigaciones Históricas del Departamento de la Seguridad del Estado, presentó más de una decena de correos electrónicos y un video.
Ambas evidencias muestran la descarada vinculación del terrorista de origen cubano Santiago Álvarez Fernández Magriñat, y Michael E. Parmly, jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana (SINA), en el suministro de sumas de dinero a una contrarrevolucionaria aquí.
Para esta ilegal operación se utilizó como pantalla a una supuesta fundación denominada Rescate Jurídico, aparentemente una organización no lucrativa, dedicada a proveer ayuda, que incluye alimento, ropa y dinero.
Josefina Vidal, directora del área de América del Norte de la Cancillería, significó que Cuba ha denunciado reiteradamente, desde hace varios años, las acciones subversivas que se organizan, promueven y financian por parte del Gobierno de Estados Unidos y de organizaciones enemigas radicadas en esa nación.
Indicó que, a partir de una reciente investigación realizada por las autoridades locales, se obtuvieron pruebas irrefutables sobre un hecho cualitativamente nuevo.
Se trata, agregó, de algo insólito y escandaloso: de la participación de funcionarios diplomáticos de la SINA como emisarios en el trasiego de dinero entre terroristas afincados en territorio norteamericano y contrarrevolucionarios internos.
Puntualizó que, por primera vez, se tienen pruebas de la actuación de estos representantes de EE.UU. como vulgares correos al servicio de un connotado terrorista, quien en estos momentos guarda prisión en una cárcel estadounidense por posesión ilegal de armas, que pretendía usar en acciones violentas contra Cuba.
Estamos hablando nada menos que del notorio terrorista Santiago Álvarez Fernández Magriñat, quien desde su cómoda prisión se las arregla para enviar dinero y ayuda material a mercenarios en Cuba con el apoyo de Michael E. Parmly, Jefe de la SINA , dijo.
La funcionaria cubana significó que su Gobierno siempre ha condenado por ilegales la utilización de fondos federales para promover la subversión interna y la implicación directa de la representación diplomática yanqui en su distribución a los mercenarios internos.
Explicó que esta investigación también ha demostrado cómo cabecillas contrarrevolucionarios en Cuba se prestaron para influir en el reciente proceso judicial de Santiago Álvarez y rebajar su sanción, al presentarlo no como un terrorista y un financiador del terrorismo, sino como un benefactor de los grupos mercenarios en Cuba, a tono con la política de Washington.
Dijo que cabe preguntarse si la Administración Bush, que ha declarado la lucha contra el terrorismo como piedra angular de su política exterior, tiene conocimiento de que su principal diplomático en La Habana colabora con un notorio terrorista.
Manifestó que habría de preguntarse además si esta colaboración de funcionarios del gobierno de Estados Unidos con terroristas constituye una nueva política y forma parte del famoso anexo secreto del Plan Bush contra Cuba.
Señaló que Washington, con ese proceder, viola no solo las leyes y la soberanía nacional cubana, sino también las convenciones internacionales en materia diplomática y de combate al terrorismo.
Por su parte, el doctor Manuel Hevia explicó aspectos relacionados con la pesquisa realizada y presentó algunas de las evidencias, que d emuestran esta nueva injerencia norteamericana en los asuntos internos de la Isla.
Puntualizó que estas indagaciones se desarrollan en correspondencia con lo establecido en la legislación nacional e internacional en materia de combate al terrorismo.
Las autoridades, señaló Hevia, han sido exigentes en la adecuada legalización de los medios de prueba, que forman parte de este proceso investigativo.
Afirmó que Santiago Álvarez es un terrorista bien conocido por su participación en ataques piratas contra Cuba en los años 60 y 70, estrechamente vinculado a los planes de asesinatos organizados por Luis Posada Carriles contra el Comandante en Jefe Fidel Castro en Panamá en el año 2000.
Igualmente lo responsabilizó de organizar infiltraciones armadas en el territorio cubano en el año 2001 y, al respecto, se refirió a las conversaciones telefónicas de Álvarez con el también terrorista Yosvani Suris, donde el primero le orientaba entrar en el Cabaret Tropicana para lanzar dos laticas de explosivo C-4.
Lo sindicó como el principal coordinador de la operación de entrada ilegal en territorio norteamericano de Posada Carriles, y precisó que Santiago Álvarez cumple una exigua condena de prisión en los Estados Unidos por posesión de armas automáticas y pertrechos militares, que el encartado reconoció iba a utilizar en acciones violentas contra Cuba.
El proceso investigativo en curso ha recopilado numerosas pruebas testificales, periciales y documentales y demostrado las vías y modus operandi utilizados por Álvarez para enviar dinero mediante su entrega a emisarios encargados de introducirlo en nuestro país, así como su recepción por mercenarios internos, continuó.
Finalmente, la Directora del área de América del Norte de la Cancillería cubana reiteró la gravedad de los hechos denunciados hoy, pues revelan que la SINA alienta, promueve y monitorea en detalle la realización de actividades provocadoras y de desorden público en Cuba.
Dijo que el Gobierno cubano continuará la investigación de estos sucesos, por su carácter ilegal y por la amenaza que representan para la tranquilidad y la estabilidad ciudadanas y no cejará en denunciarlos oportunamente.
Antonio Maira
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