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Precio del crudo podría caer violentamente |
La incertidumbre y el desconcierto se apoderan de los mercados financieros, se entró en una fase en que los índices están sumergidos en un ambiente confuso, producto de los rumbos que llevan las finanzas mundiales. El petróleo es un factor que ahora se vuelve perturbador, el riesgo es alto, porque de ocurrir una baja de precios hacia la corrección, la caída va a ser violenta.
El economista David Resler del grupo japonés Nomura Securietes, dijo la semana pasada que lo peor de la crisis de EEUU ha pasado y que la foto de la economía norteramericana cambió a mejor. Pero la sentencia de Nigel Gault de Goblal Insight, es más a fin con la realidad, “todavía no se puede descorchar el champán”.
Ciertamente Wall Street estuvo animada la semana pasada, la decisión de la FED de no recortar más las tasas ayudó al impulso, pero la última jornada ha sido desastroza y el precio del crudo es el indicador clave para determinar lo que está pasando, que no es otra cosa que el estancamiento de los grandes, muchos esperan la recuperación súbita, que lo más seguro no llegue, mientras en EEUU continúa la pérdida de empleos, en Brasil, por ejemplo, uno de los países del portafolio BRIC de Goldman Sachs, se reduce porcentualmente el fenómeno.
En una sóla jornada cayó la bolsa de Nueva York 1,77%, el dólar se devaluó 0,63% frente al euro, el petróleo saltó a 133 $ el barril, las previsiones del precio del oro se ubicaron en 1500 $ para septiembre de 2008, la previsión del PIB de EEUU fue rebajada de la banda 1,3% al 2%, a la de 0,3% a 1,2%, todos los datos tienen detrás de los reportes emitidos por las consultoras, una profunda implicación especulativa, que da una idea de lo confuso que está el mercado y de la incertidumbre que reina hoy en la economía global.
¿Qué va a suceder?, en el caso del precio petrólero que está llegando a niveles críticos, con relación al resto de la economía, se convierte en una bomba de tiempo, con profunda incidencia en la inflación global, que según un informe de la revista The Economist llegará a 4,5% este año, porcentaje más alto desde los 90.
Ese impacto en los precios puede que no afecte el crecimiento necesariamente, pero visto está que la FED redujo la previsión del PIB de EEUU, como se señaló anteriormente. A ello se suma que en la zona euro el crecimiento se reducirá de 2,5% de 2007 a 1,5% en 2008, según The Economist. Por lo tanto el consumo se va a ver afectado, a partir de entonces comenzará la corrección del mercado.
Se ha sostenido de manera reiterada que los precios del petróleo son artificiales, no se corresponden a la realidad de la demanda y la oferta, hoy se ha vendido más petróleo en papeles que en barriles, eso es una burbuja que va a estallar próximamente, el director gerente de Oppenheimer and Co, dijo que 60% del precio del petróleo se explica por la especulación de los grandes bancos y los fondos de inversión, “nunca vi algo igual en 30 años que tengo en este mercado”. En realidad un barril de crudo debería costar cerca de 53 $, el resto es parte de la especulación. La crisis puede estallar cuando esta burbuja se tope con la realidad, y no se pueda pagar los precios del combustible. Ya comienzan los primeros efectos en ese sentido, en España, los transportistas de la Federación Fenadismer, acordaron un paro indefinido a partir del 8 de junio, alegaron “etapa de quiebra económica”, los costos de combustibles han rebasado los precios de los servicios que prestan.
Hay que ir a la historia, cuando el gobierno de Bill Clinton, grandes corporaciones petroleras presionaron y lograron que se exceptuara de la vigilancia del CTF (ente regulador de los mercados de futuros) a la venta de petróleo en papeles, sinceramente está sucediendo lo mismo que ocurrió con la crisis hipotecaria, la pregunta es cuando hayan comprado todo el petróleo posible de esa manera, como método de inversión, y la burbuja reviente con la consecuencia del desplome violento del barril, ¿Qué van a hacer con papeles petroleros, pagados al precio actual, pero con un valor muy por debajo al que deberían tener con la real demanda y oferta, producto de una hipotética caída?
Hay un exceso en el mercado energético, y de seguir subiendo el precio del crudo aumentarán las probabilidades de una caída brusca, pues no hay regulaciones en ese sentido, el mismo ingrediente que llevó a la quiebra a los bancos norteamericanos. Es obvio que al verse afectada la demanda y los especuladores perciban que el negocio puede entrar en recesión, debido a los costos, habrá estampida de esas posiciones.

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"Incluso si aumentásemos la producción mañana, los precios no bajarán debido a la especulación y al dólar débil", ha dicho Badri a la agencia Reuters durante una visita a Ecuador, país miembro de la OPEP.
Los precios del crudo han continuado hoy imparables su tendencia al alza y han alcanzado máximos históricos de 135 dólares el barril. Los grandes países consumidores, como EE UU, han presionado a la OPEP para que aumente la producción y así contener la subida de los precios. Según Washington, esta escalada se debe a una producción ajustada del oro negro y que la OPEP se ha resistido a los pedidos de que la incremente.
Badri ha reiterado que no existe actualmente escasez de petróleo en el mercado y de que no es necesario un aumento inmediato del suministro, o que incluso la OPEP se reúna para discutir sobre los precios antes de su próximo encuentro, programado para septiembre.
Posteriormente, en una conferencia en Quito, ha dicho que está "confundido" sobre lo que está impulsando los precios, porque a su juicio no hay problemas con los fundamentos entre la demanda y la oferta mundial.
Otros actores del mercado, en particular los especuladores que se la jugaron equivocadamente a una baja de los precios, están comprando futuros de petróleo para anular apuestas erróneas. Quienes se quedan con las apuestas fallidas, se ven obligados a poner más dinero debido a que su transacción se ha vuelto más deficitaria.
Edward Morse, economista jefe de energía de Lehman Brothers Holdings Inc., señala que algunos operadores invirtieron grandes cantidades en el cuarto trimestre del año pasado en complejas transacciones que se desmoronaron cuando se invirtieron las relaciones de precios en los últimos días. Ahora, en el mercado abundan los rumores de que grandes productores "querían deshacerse de sus coberturas, ejerciendo una presión alcista sobre los precios".
El problema financiero es sólo uno de los muchos factores detrás de la rauda apreciación del petróleo. Aunque la demanda proveniente de los países desarrollados se ha moderado, el consumo sigue siendo robusto en los mercados emergentes. La acumulación de inventarios por parte de China de cara a los Juegos Olímpicos y el uso de diesel para generar electricidad durante los esfuerzos para rescatar sobrevivientes del terremoto también han influido en la reciente alza del crudo.
Asimismo, los grandes consumidores de petróleo, como las aerolíneas, están tan alarmados por el auge en los precios que algunos estarían comprando petróleo a futuro ahora, según fuentes de Wall Street. Todo esto se suma a las preocupaciones de que el suministro de crudo será menor al previsto.
El alza de 15% en el precio del petróleo en lo que va del mes ha sorprendido hasta a los más avezados observadores de la industria. Después de un alza de 3,3% el miércoles, los contratos a futuro del crudo para entrega en julio en Nueva York cerraron la jornada del jueves a US$130,81 el barril, un descenso de 1,8%. Los precios del crudo para entrega de 2009 en adelante han subido más, con alzas de 30% y 40% este mes, antes de caer levemente el jueves. Otros mercados de materias primas también han sido presos de estos aprietos financieros.
Los grandes comercializadores de granos fueron tomados por sorpresa cuando el valor de varios contratos agrícolas se disparó en forma simultánea a comienzos del año. El trigo, por ejemplo, alcanzó un récord a fines de febrero, casi triplicando su nivel del año previo. La soya y el algodón también experimentaron bruscas alzas el 3 de marzo.
Desde entonces, los precios de los granos se han calmado, pero la vertiginosa carrera del petróleo parece no tener fin. El volumen de transacciones se ha disparado. Las apuestas de contratos a futuro de petróleo en Nueva York prácticamente se han triplicado para llegar a tres millones de contratos, según los datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Commodities.
Gran parte del crecimiento del volumen se concentra en los contratos a futuro que vencen dentro de más de seis años.
Hasta un año atrás, la idea de asegurar mediante un contrato a futuro un precio del petróleo por debajo de los US$70 el barril no parecía descabellada. El crudo cayó por debajo de los US$50 en enero de 2007, lo que hizo que muchos predijeran un retorno a esos niveles. El analista de energía de Morgan Stanley, Lloyd Byrne, monitorea dos decenas de empresas que vendieron hasta un 70% de su producción futura de petróleo a precios de hasta US$33 el barril. Pocas transacciones exceden los US$80 el barril.
Si hace unos tres meses cuando el gasoil aún no alcazaba el 1,20 euros se hablaba de que la "crisis estaba a las puertas" y se sentía como un problema que provocaría "masivos despidos", hoy responsables de la Federación Empresarial del Transporte de Málaga (Fetrama), que agrupa a unos 500 asociados, hablan, sin tapujos, de un grave problema que puede llevar a la ruina económica y al cierre a muchas empresas. Así lo explicó a este diario el secretario general de la federación, Ricardo Castillo, quien se atreve a calificar la situación como una de las "peores ha que vivido el sector en muchos años".
No obstante, este responsable aún se muestra cauto ante la llamada que existe en el sector de llevar a cabo una huelga general, y considera necesario agotar la vía de la negociación emprendida con el Gobierno. "No en vano, se han llevado a cabo unas mesas de trabajo con la definición de una serie de actuaciones que consideramos claves para paliar la recesión que esta sufriendo el gremio", explicó Castillo, quien además del elevado precio del gasoil hizo referencia a un descenso de todas las actividades industriales por el paro de la construcción para dar una explicación a la "depresión" general que sufre el sector de los transportes.
Medidas prioritarias. La puesta en marcha de una normativa que permite regular el establecimiento de una cláusula de revisión de los contratos entre transportistas y clientes en función del aumento de los costes de la actividad es una de las actuaciones que defenderán como "prioritaria" ante el Gobierno central. "Algunas empresas grandes lo tienen establecido por ley, pero no todos los empresarios puedan hacer la misma fuerza, más cuando se tratan de pequeños autónomos o pymes", continúo Castillo. A ello se suma el establecimiento de una cláusula obligatoria en los acuerdos empresariales según la cual el pago por el servicio realizado deberá efectuarse en el plazo de unos 30 días.
La desfavorable coyuntura económica que viven las empresas dedicadas al transporte de mercancías es extrapolable a todo el sector, en el que se incluyen los profesionales dedicados al transporte regular de viajeros y el discrecional. "No obstante, es importante matizar que los profesionales dedicados a este ámbito, aunque también se ven afectados por la subida del gasoil, su reivindicación iría más en la línea de no haber cerrado el convenio colectivo que consideraban idóneo con la patronal", concluyó el responsable de Fetrama.
El sector agrícola también se ve gravemente perjudicado por el desenfreno experimentado por el petróleo. Carlos Blázquez, secretario general de la asociación agraria Asaja, señala que el precio del gasóleo agrícola ha crecido más de un 70% en el último año. "Si en mayo de 2007 pagábamos 0,65 euros por un litro de diesel, hoy nos cuesta algo más de 1,055. Una subida que, sumada al del resto de derivados del petróleo (fertilizantes, plásticos, envases?), pone en serias dificultades a numerosas explotaciones agrarias", insiste.
Gasoil profesional. Asaja considera necesario el establecimiento de una fiscalidad diferenciada, y menor, sobre el gasóleo de uso agrario. En la actualidad tres son los impuestos indirectos que inciden sobre el precio final del gasóleo que adquieren los agricultores: el impuesto especial sobre hidrocarburos y el impuesto sobre ventas minoristas de determinados hidrocarburos, ambos de carácter específico, así como el IVA del 16%, que se aplica sobre el precio incrementado por los impuestos anteriores. "Estos tres impuestos representan el 21,8% del precio final del gasóleo agrario, y en el sector no podemos incrementar los precios de nuestras producciones y repercutir las subidas de los carburantes en dichos precios por lo que a costes mayores tenemos menores beneficios", se lamenta Blázquez, cuya organización lleva años reclamando la reducción del IVA al 7% y la creación de un gasoil profesional para la agricultura, sin contravenir la normativa europea, "que permite la reducción de los impuestos especiales sobre el gasóleo agrario hasta 21 euros cada mil litros.
"La especulación cada vez afecta más al precio (...) El precio tiene la forma parabólica característica de las burbujas", afirma Soros, quien advierte de que esta burbuja de precios no estallará hasta que las economía de Reino Unido y EEUU entren en recesión, tras lo que los precios podrían experimentar pronunciadas caídas.
"También puede esperarse que se corrija finalmente, pero es improbable que ocurra antes de que la recesión reduzca efectivamente la demanda", afirma el carismático inversor. Asimismo, Soros advirtió de que "el encarecimiento del petróleo y de los alimentos agravarán la recesión".
En este sentido, Soros pronostica que las tensiones económicas serán mayores que las vividas en 1970, debido al factor añadido de la crisis de la vivienda, y reconoció que Reino Unido se enfrenta a la peor tormenta financiera que se recuerda.
"Han disfrutado de una década prodigiosa, y ahora que ha terminado, tienen puesta una camisa de fuerza", asevera Soros en relación a la encrucijada del Banco de Inglaterra, acuciado por la subida de la inflación y la desaceleración de la economía.
El multimillonario inversor de nacionalidad estadounidense, pero de origen húngaro, se hizo famoso mundialmente en 1992 por su 'ataque' contra el Banco de Inglaterra y la devaluación de la libra esterlina, que forzó a las autoridades británicas a solicitar, en el denominado 'miércoles negro', la retirada de la divisa británica del sistema de cambio europeo.
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