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Se equivocaron de Marx |
El capitalismo no se suicida. Sus alternantes gestores, verdaderas nurses institucionales, tienen como misión histórica su protección, sostenimiento y nutrición. Nos hallamos, pues, en un atascadero del que sólo podemos salir mediante nuestro esfuerzo y compromiso. Para ello es condición sine qua non tomar conciencia, en el sentido de adquirir conocimiento reflexivo de la situación que queremos subvertir. Aunque mucha gente no lo sepa (o no lo recuerde), la lucha de clases es algo más que un enfrentamiento deportivo entre dos aulas de instituto. Tenemos mucho trabajo por hacer, y aquí ni muere padre ni cenamos.
Publicado por Pause
Etiquetas: conocimiento, mentiras, monopolios, multitud, politica.
Anónimo
Para presentarse en primera línea de combate de la opresión a la que se nos somete obligándonos a contar hay que volverse pequeño, pobre y duro. Una autorestricción en el consumo previa a una en el trabajo, como primera manera de evitar la plusvalía que el capital se lleva de nuestro trabajo, que envilece a los trabajadores. El empequeñecimiento, y sólo él, podrá hacernos de veras libres. El empequeñecimiento, y no el trabajo os hará felices y libres.
¿Cómo predicar hoy el rechazo a lo que es fácil, inmediatamente accesible, infantil... de todo lo que invita a regresar hacia formas elementales del placer como por ejemplo entrando en un cine dispuesto a comer algo, a beber algo dulce y a que nos cuenten un cuento, que después de todo es domingo por la tarde? Que ¿quién amamantó los olivos? pues vosotros, majos. Vuestra sangre, vuestra vida... No la del terrateniente/ que os sepultó en la pobreza/ que os pisoteó la frente/ que os redujo la cabeza. Al menos según un poeta.
Ha salido un libro contra el feminismo, contra cierta manera de entender el feminismo, que está escrito, claro está, por una mujer, o de alguien que pretende serlo. Cuando se habla de dinero y de feminismo cuesta no acabar hablando de putas. Está en la mente de muchos que la mayor parte de las criticas que las feministas formulan con respecto a la pornografía no son admisibles. ¿Favorece la violencia sexual? Más bien resulta razonable pensar que sirve para sublimar la miseria sexual masculina, ¿Degrada la imagen de las mujeres? ¿Y en que sentido envilece más a las mujeres que a los hombres? ¿Contrarresta la promoción femenina al vehicular estereotipos de mujeres sumisas? La pornografía, que duda cabe, no ha contribuido en nada a la emancipación femenina, mas en modo alguno obstaculiza su avance. La prostitución es peor que ella, luchar contra el macho que solicita es luchar contra el poder del dinero, y que esta época de la que pudo decirse de todo trabajador que era una puta y de toda puta que era un trabajador, llegue a su fin. No dispersarse, en suma en los campos del consumo, como el pobre santo dejado delante del pavoroso silencio de Dios:
“¡Oh tardía alegría mía! Vos callabais entonces y yo iba alejándome de Vos, desparramado en muchos semilleros de dolores; soberbio en mi envilecimiento, desasosegado en mi cansancio”.
Hablar contra el poder del dinero en un día en el que se vota tiene su guasa, pero es lo que hay, es un buen día para recordar que esto de que “lo que no son pesetes son punyetes”, no basta. Hay algo que no se traduce en dinero, nuestra querida patria mítica y onírica. Hoy es un día para gozar de ella, pese a los esfuerzos de muchos de nuestros representantes para reducir el tema político a la economía.
No trabajamos sólo para ganar dinero. El tiempo es una pérdida de dinero nos dicen algunos. Que entienden el dinero como una promesa de tiempo, de tiempo sin tener que trabajar. Hacerse con el carácter suficiente como para no someterse a ningún método o con salud suficiente como para no precisar ninguna disciplina ¿de verdad es reducible a tener o no el suficiente dinero?
Necesitamos acercar la vida y el dinero, otra manera de hacerlo, a pequeña escala; como lo hacen los proletarios y no acertamos a hacerlo los ecologistas, y es que mientras los economistas no puedan explicar a los ecologistas qué es el dinero o los ecologistas entenderlo usando criterios biológicos, es difícil que economía y ecología puedan fabricar nociones comunes para entenderlo o manejarlo. También la política y la economía tienen sus desencuentros. Hay algunos buenos matrimonios, pero ninguno es maravilloso.
¿Cómo predicar hoy el rechazo a lo que es fácil, inmediatamente accesible, infantil... de todo lo que invita a regresar hacia formas elementales del placer como por ejemplo entrando en un cine dispuesto a comer algo, a beber algo dulce y a que nos cuenten un cuento, que después de todo es domingo por la tarde? Que ¿quién amamantó los olivos? pues vosotros, majos. Vuestra sangre, vuestra vida... No la del terrateniente/ que os sepultó en la pobreza/ que os pisoteó la frente/ que os redujo la cabeza. Al menos según un poeta.
Ha salido un libro contra el feminismo, contra cierta manera de entender el feminismo, que está escrito, claro está, por una mujer, o de alguien que pretende serlo. Cuando se habla de dinero y de feminismo cuesta no acabar hablando de putas. Está en la mente de muchos que la mayor parte de las criticas que las feministas formulan con respecto a la pornografía no son admisibles. ¿Favorece la violencia sexual? Más bien resulta razonable pensar que sirve para sublimar la miseria sexual masculina, ¿Degrada la imagen de las mujeres? ¿Y en que sentido envilece más a las mujeres que a los hombres? ¿Contrarresta la promoción femenina al vehicular estereotipos de mujeres sumisas? La pornografía, que duda cabe, no ha contribuido en nada a la emancipación femenina, mas en modo alguno obstaculiza su avance. La prostitución es peor que ella, luchar contra el macho que solicita es luchar contra el poder del dinero, y que esta época de la que pudo decirse de todo trabajador que era una puta y de toda puta que era un trabajador, llegue a su fin. No dispersarse, en suma en los campos del consumo, como el pobre santo dejado delante del pavoroso silencio de Dios:
“¡Oh tardía alegría mía! Vos callabais entonces y yo iba alejándome de Vos, desparramado en muchos semilleros de dolores; soberbio en mi envilecimiento, desasosegado en mi cansancio”.
Hablar contra el poder del dinero en un día en el que se vota tiene su guasa, pero es lo que hay, es un buen día para recordar que esto de que “lo que no son pesetes son punyetes”, no basta. Hay algo que no se traduce en dinero, nuestra querida patria mítica y onírica. Hoy es un día para gozar de ella, pese a los esfuerzos de muchos de nuestros representantes para reducir el tema político a la economía.
No trabajamos sólo para ganar dinero. El tiempo es una pérdida de dinero nos dicen algunos. Que entienden el dinero como una promesa de tiempo, de tiempo sin tener que trabajar. Hacerse con el carácter suficiente como para no someterse a ningún método o con salud suficiente como para no precisar ninguna disciplina ¿de verdad es reducible a tener o no el suficiente dinero?
Necesitamos acercar la vida y el dinero, otra manera de hacerlo, a pequeña escala; como lo hacen los proletarios y no acertamos a hacerlo los ecologistas, y es que mientras los economistas no puedan explicar a los ecologistas qué es el dinero o los ecologistas entenderlo usando criterios biológicos, es difícil que economía y ecología puedan fabricar nociones comunes para entenderlo o manejarlo. También la política y la economía tienen sus desencuentros. Hay algunos buenos matrimonios, pero ninguno es maravilloso.
Anónimo
Gaspi abandona el campo que ha quemado y sus conmilitones han quedado como tontos en vísperas. Ya se oye la campanilla que anuncia la llegada del viático.
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