¿Morir de amor? Si eso ya no se da, señor mío. Si de amor frustrado, convertido en fiebres intermitentes, neurastenias, tisis oportunistas, sólo morían, en el siglo XIX, aquellos cuya falta de fortuna les impedía reponerse con el socorrido viaje digamos al Oriente Próximo, donde el paisaje nuevo o unos ojos de noche endrina, entrevistos en un velo tremolante, hacían el milagro de disipar las penas, o de encauzar el miocardio hacia otra ilusión.
Publicado por
Pause
contiene 0
comentarios.
Etiquetas:
inteligencia, memoria, sabiduria, zen.
Publicar un comentario
Wonder News
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.