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Una acusación a los medios de comunicación |
La sorpresa que me llevo observando los medios sionistas como el Jerusalem Post y otros a propósito de los asesinatos de Gaza es gigantesca y decepcionante. Ni una palabra de los muertos Palestinos y si de los tres fallecidos por ataques de cohetes palestinos, que resulta la noticia más importante.
Hasta aquí bien, pues el régimen sionista es usurpador, asesino y mentiroso y sus periodistas así como su establishment cultural está absolutamente vendido.
Jamás un régimen racista había tenido tanta impunidad, ni siquiera el Surafricano.
Lo más sorprendente de todo es que se amparan en una unidad religiosa nacional. Sus bases son absolutamente desechables en los medios cientificos en lo que respecta a la raza judia, un disparate digno de avergonzarse.
Es decir y para que nos enteremos: Que judíos podemos ser todos pues no hay base alguna cientifica que sirva de base aglutinadora en torno al pueblo y raza judía.
Los judíos son de origen germano, semitas, eslavos y no sé que más pueblos.
Esto creo que está absolutamente claro.
Por lo tanto y concluyo con este atisbo de desmitificación los judíos son un movimiento político alentado por nuestros políticos y medios de comunicación denominados Occidentales.
Es el imperio, en definitiva.
Los medios españoles son, por lo que me atañe, un ejemplo de esa pantomima que representa hoy el estado de derecho y la democracia.
Más les valdría a nuestros políticos tener un poco de imaginación y reinventarla así como a sus medios de comunicación variar su discurso propagandístico e intentar ganar en dignidad y moral.
El discurso de la cadena ser (en la Cope no me detengo por ser directamente islamófoba) que he seguido con atención está impregnado de ese doble moral y ambigüedad. Condena los asesinatos sionistas pero incide en el movimiento fundamentalista e integrista de Hamás como terrorista obviando que han sido los vencedores en unas elecciones.
Sus noticias inciden en la fractura de los palestinos cuando me consta que no es así y que más bien se podría hablar de compasión y solidaridad.
La obstinación con las que estos grupos mediáticos quieren ahondar en esta fractura se entiende como de consumo interno.
Se trata de ofrecer una imagen del islam político como un movimiento antidemocrático, para ellos solo existe la posibilidad laica.
La intención de algunos socialistas españoles y toda la derecha es la de aislar a este grupo y forzar su abandono del poder en favor de un Estado laico e independiente encarnado en Al fatah, obviando como obvian, que un movimiento islámico puede ser perfectamente democrático auque no reconozca el ente sionista.
Respecto a los grupos de comunicación de la derecha católica y ultra liberales españoles ABC sí publica amplios reportajes sobre la situación de Gaza, así como El mundo en los que no me voy a detener y su órgano de propaganda radiofónica Cope se abstiene en su web.
Gaza, para ellos, debe ser como un desastre natural y catástrofe irremediable lanzada por la ira de Dios por su insumisión en caso de los ultras católicos y por la fuerza de los tiempos y los mercados en el resto de los medios.
Lo siento amigos de la derecha ultra y relativistas: La insumisión ya está aquí.
Espero que den un tratamiento diferente a sus informaciones y remedien sus políticas colaboracionistas porque no nos vamos a callar y cada día somos más.
Anouar Astilleros
En la agresión de Israel contra los palestinos de Gaza, el frente de la propaganda no es menos importante que en el caso de Iraq. El agresor cuenta con el apoyo de aliados que hacen todo lo que está en su mano para que la victoria, militar pero sobre todo política y moral, sea de Israel. Lo hace durante los ataques día a día, sutil y descaradamente, con noticias, entrevistas, reportajes y con editoriales y artículos de opinión.
Esta contribución actual al triunfo del Estado agresor, ocupante y delincuente no es algo extraordinario, es sencillamente la continuación en tiempos de guerra del apoyo que los aliados le prestan constantemente en tiempos más tranquilos pero también muy agresivos, aunque su causa sea injusta e ilegal.
Se puede decir que las tareas de la guerra se reparten entre varios agentes. De la misma forma que un soldado coloca el proyectil en la boca del cañón y otro acciona el mecanismo de disparo, mientras el cocinero prepara el rancho para que ambos repongan fuerzas y el intendente les prepara las literas de campaña, el objetivo de los medios de comunicación aliados del agresor es el de apoyar al agresor mediante sus armas: las palabras y las imágenes.
Su labor consiste en dirigir a la opinión pública a favor del agresor. En consecuencia, la responsabilidad de los medios es enorme. En España, aunque pueda sorprender, se dan muchos casos de medios aliados de Israel, tanto en prensa como en radio y en televisión. Está por estudiar este fenómeno local de la alianza global entre los medios e Israel. Habitualmente se asocia esta colaboración a notorios medios estadounidenses, como si los demás no fueran partidarios de aquél, cuando lo que diferencia a unos de otros es que los primeros son vociferantes, por ser abiertamente anti árabes y anti musulmanes, mientras que los demás lo son de forma algo encubierta.
Se puede decir de los medios lo que de las políticas de Estados Unidos y la Unión Europea respecto de Israel. El primero actúa sin tapujos a favor de Israel, porque al sentirse uno y otro todopoderosos caminan de la mano en su imperialismo agresor, cada uno con sus rasgos particulares. La segunda, por su menor fuerza militar y económica, realiza un imperialismo acorde, o sea, más cauto y solapado.
Sin embargo circula la especie de que la Unión Europea sigue a Estados Unidos, que no tiene una voz propia, fuerte e independiente, que intenta mediar en el conflicto de oriente medio, etc.
Cuando la presentadora de esa televisión madrileña inicia su noticia sobre el último ataque israelí contra la población de Gaza con una frase del tipo "el ejército israelí busca en Gaza casa por casa a los terroristas de Hamás", lo cual hace día tras día de forma machacona, hay que pensar en el daño que hace, ya que por más burda y estándar que sea esta presentación, mucha gente corriente la acepta por desconocimiento de la realidad, desidia ante los problemas ajenos, identificación con el poder de Israel al que se considera país europeo o racismo hacia los palestinos.
Cuando el diario más vendido en España afirma en su último editorial que "ante la ocultación de Washington, la insuficiencia de la UE y la forzada parsimonia del Consejo de Seguridad, más la patética carencia de voluntad de acción internacional del mundo árabe, sólo Israel puede parar a Israel, ante el espanto de la opinión pública mundial", hay que pensar que el daño es mucho mayor, ya que no se usa una artimaña tosca propia de la derecha racista, sino que el apoyo a Israel se esconde bajo un razonamiento aparentemente elaborado, humanista y equidistante, o sea, el propio del centro y hasta de la izquierda, con el que la mayoría de votantes de este país se quiere identificar, en particular en cuestiones de guerras en oriente medio, sea cual sea el partido al que votan en las elecciones generales.
Washington no se oculta sino que arma, financia y apoya a Israel desde hace años, sin medida y en contra de la ley internacional. ¿Por qué no se dice, pero se dice que Irán arma y financia a Hamas?
La UE no tiene ninguna insuficiencia para enviar tropas a Afganistán, Líbano y África si le conviene, pero ahora como mínimo basta con que llame a los embajadores israelíes a consultas, basta con que cancele el acuerdo preferencial con Israel, basta con que amenace a Israel con un boicot económico, basta con que interrumpa sus relaciones militares con Israel. ¿Por qué se disculpa a Europa cuando la ley internacional la obliga a actuar contra el Estado delincuente y agresor y no lo hace convirtiéndose así en cómplice necesario del delincuente?
¿Por qué Israel sólo puede parar a Israel? Porque se sabe que en sus 60 años de historia criminal nunca lo ha hecho: Israel über alles (Israel por encima de todo, de los derchos humanos de los árabes y de la paz mundial si es preciso). Todo el mundo puede hacer algo por parar a Israel, especialmente los diarios que renuncian a informar de los crímenes de guerra, de las continuas violaciones de la ley internacional y de los derechos humanos por parte del agresor, que editorializan como si no hubiera agresor y agredido o cambian los papeles, que distorsionan la realidad, que toman partido por el criminal so capa de equidistancia.
Todo el mundo ha tomado partido en el mal llamado conflicto palestino, es decir, en la agresión de Israel y sus aliados contra los pueblos de Palestina y Oriente Medio. Sin disparar balas, aunque se escondan tras el crucifijo, se amparen en declaraciones altisonantes o se disfracen de demócratas civilizados, contribuyen hoy como ayer con sus fuerzas al genocidio de los palestinos.
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