Tenía miedo: La convocatoria en Cuba no había sido tan persistente como años anteriores... Un poco por la tele y los centros de trabajo, pero no como otros años. Los cubanos llenábamos la plaza al primer chasquido sin dudar... Nos encanta estar en la calle y andar en multitudes. Pero este año tenía miedo de que no se llenasen las calles. Después de que Fidel se enfermó le tengo miedo a todo... Bueno debe ser que también soy más vieja, con la edad uno se pone pesimista y un poco conservador... Traté de espantar esos sentimientos seniles y traté de obedecer a mi niño cuando me instruía de poner el pomo de agua en el refrigerador para el día siguiente ¿Y si miro el acto por la tele? ¿Y si me quedo a escribir mejor? Oscar Ernesto no me dio tiempo a dudar, así son los militantes de once años.
Había quedado con los compañeros del Comité Intencional de los Cinco Héroes de juntarnos para marchar. Esta vez no pusieron ómnibus para “la población” que no fuera los municipios aledaños a la Plaza de la Revolución, y algunos centros de trabajo así que la calle estaba vacía y yo seguía con miedo... Llegamos a una calle aledaña a Paseo por donde se marcha hasta la plaza y allí con los compañeros yase pierde el temor. Miré para el cielo y la luna resplandecía en Cuarto Creciente. Miré la calle por donde desfilamos miles de veces, cada vez que era menester exigir algo.
Se animaba la madrugada con los muchachos de las escuelas “¡Qué con la juventud!” –me decía- alborotan siempre. Envidia no más, que a esa edad uno está listo para todo. Envidia por no lucir esos uniformes, tener esa figura y ese brillo en los ojos... Envidia y de la mala. Los jóvenes cubanos ríen todo el tiempo, aunque la fiesta tan sólo consistiría en marchar por una avenida y fueran las seis de la mañana. Estábamos en una perpendicular de la calle de la Plaza de la Revolución y ya era un torbellino. Oscar Ernesto no terminaba de despertarse y ¡PUM! Resonaron las notas de la Internacional... ¡No hay melodía que convoque más que esa! “Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan”.
Sé que no es el texto que se escucha por ahí. Hay toda una historia de las letras y hasta en eso logramos separarnos. Pero hoy era Primero de Mayo que es el día de la unidad de “los pobres del mundo” y de los “esclavos sin pan” Nos unimos a la multitud, todavía esperábamos a unos compañeros del Comité de los Cinco Héroes que venían de los Estados Unidos para la marcha.
Recordé también que mi bandera estaba “invertida”; según me dicen algunos trotskistas expertos, o sea que la Hoz estaba de un lado y el Martillo del otro... Pero con el influjo de la Luna y las notas más lindas del mundo, que además se lanzaban al espacio electromagnético de manera oficial... mi bandera era más que pertinente con su Martillo y su Hoz como le apetecieran estar. Además la conservo con mucho amor porque me la regalaron hace cinco años unos compañeros del Partido Comunista Español... En aquel entonces mi pobre cultura política no alcanzaba para entender porque Trotsky, Lenin y el Che tenían que separarse en distintos partidos comunistas... A decir verdad tampoco lo entiendo hoy, menos aun un Primero de Mayo donde como decía Mariátegui todos debíamos estar unidos a ver si desterramos de una buena vez al enemigo perverso que sin cancioncitas ni banderas sabe mejor que nosotros que significa la Unidad.
Además la bandera cubana, esa de la estrella solitaria, fue creada por los anexionistas a mediados del siglo XIX. Paradójicamente nuestra estrella debería ser una estrella más de la bandera del Sur de Estados Unidos ¡miren ustedes! la única estrella que no tendrá Estados Unidos será la nuestra “Fue lavada en sangre” pronunció José Martí, cuando muchos apelaban al pasado dudoso de la bandera.
¡Pero mi linda bandera roja no tiene ningún pasado dudoso! Y acompaña todas las marchas en Cuba, es brillante y movediza y además cuando miro a mi niño con ella, el alma se me enciende. Ya amanecía con un azul despampanante y con la risa de los niños de las escuelas secundarias... La marcha la abrieron los muchachos de la UCI (Universidad de Ciencias Informática) “Conectados con la revolución” alcancé a escuchar. Meses atrás la UCI se hizo famosa por un video donde criticaron valientemente problemas de la revolución... Una críticas buenas, otras no tanto, pero lo que sí es hermoso ver a los jóvenes discutiendo... Y discutir con ellos todavía más. Marcharon ellos con sus carteles y su algarabía. Luego marchaban por bloques y sindicatos, cada quien con el cartel que le parecía más oportuno. Nosotros los que trabajamos en el Comité de los Cinco y desfilamos con la prensa tuvimos delante de nosotros a los trabajadores del Hotel Meliá. Imaginen el portentoso cartel que llevaban con la fría estampa del hotel. Nuestro cartel de los Cinco era home-made y aquellos cartelones nos tapaban el nuestro. Se formó una pelea para ver quien ponía delante el cartel. En el fondo querríamos que nuestro cartel fuera tan bonito como el de ellos... Una periodista muy juiciosa que marchaba con nosotros sentenció... “Debemos hacer un Comité de los Cinco allá y tendremos carteles de esa calidad”. Aun así nuestro cartel es lindo.
Las marchas revolucionarias son espléndidas en Cuba... No sólo la Internacional. Hay varias entre mis preferidas está “De pie América Latina”. Reza en uno de sus versos “campesinos, obreros e indios a luchar contra el yugo opresor. Mueran todos los imperialista, América revolución... ¡Eso es! antes de tanto socialismo del Siglo XXI deberemos pensar en la revolución Y hoy día pensaba en Bolivia... a ver si los obreros, campesinos e indios salen victoriosos o no, del intento separatista de la oligarquía y el imperialismo.
En el momento que mencionan a los Cinco Cubanos encarcelados todos levantamos los carteles con las fotos amadas. De forma conspirativa alzaba mi bandera roja junto a la de los Cinco... A mucho reformista por ahí no le va a gustar, pero este Primero de Mayo mis Cinco marcharon con la bandera del proletariado, guste o no. Ellos no son cinco estúpidos inocentes que agarraron por empinar papalotes. Ellos fueron a defender a una revolución socialista en los momentos que más lo estábamos necesitando, allí en las propias entrañas del enemigo. ¡Y también Mumia! Qué no tengo un póster de él que ya habré de conseguir.
Esas dos campañas deberemos mezclarlas y así juntar a los trabajadores cubanos y norteamericanos... ¿No es el día INTERNACIONAL de los trabajadores? Entonces deberemos empezar a reducir el número de campañas. Los Cinco Cubanos, Mumia, la Lucha contra los Tratados de Libre Comercio, Palestina etc. etc. Somos siempre pocos en cada campaña y deberemos sumarnos y hacerlas compatibles. ¡Y lo son! Todas estas injusticias las causa el enemigo número uno de la humanidad que es el imperialismo y sus lacayos.
A los gritos de ¡Viva Fidel! todos saltábamos como queriendo tocar el cielo. ¡Ah! Mi Primer Secretario del Partido, todavía no me acostumbro a no verte con los prismáticos en la Plaza ¡Ah la Plaza de la Revolución! Los bellos y los malos momentos... No lo recuerdo, pero lo hago desde los recuerdos de mis padres. Allí en la Plaza de la Revolución, allí Fidel declaró a Cuba territorio libre de analfabetismo el 22 de diciembre de 1961, a pesar de los asesinatos, a pesar de la perfidia... el mismo año que pateamos a los gusanos de las arenas de Playa Girón y en el mismo año que sin que le temblara la voz, Fidel declarara el carácter socialista de la revolución. “En las mismas narices del imperialismo”.
Allí también en octubre de 1967 supo el pueblo que el Che había sido asesinado... Conservo una grabación del discurso de Fidel, del poema de Guillén leído por él en la misma Plaza. En esa Plaza donde nos convocó la indignación del derribo de un avión de línea perpetrado por los asesinos vulgares de siempre que andan libres por Miami...
En esa Plaza donde nos escucha el Che inmenso del edificio del Ministerio de Comunicaciones, y Martí blanco y sereno, allí donde está el Comité central de nuestro partido...
Muchas cosas sucederán todavía en esa plaza ¿Y de qué forma piensan las Damas de Blanco que pueden entrar a ese recinto así como si nada? Pues las Damas de Rojo las echaron de allí en menos de un suspiro ¡Esa plaza no le pertenece a cualquier cubano!Tienen un nombre: Plaza de la Revolución... Las señoras esas pueden marchar por otros lados si le apetecen, otras plazas en otros lugares, que prefiero no reseñar (por ahora) Pero esta Plaza es Monumento Mundial de la Revolución. Es propiedad de los revolucionarios...
Allí con nuestros Cinco presos en Estados Unidos, mi bandera roja y decenas de miles de compatriotas transcurrió feliz mi primero de mayo... pero sobre todo un compatriota muy especial y muy pequeño al que de seguro las imágenes hermosas del desfile se le pegaron a la mente y el corazón. Un compatriota que por ser dueño de todo el tiempo del mundo y dueño de mi amor adornó como nadie más el Primero de Mayo.
Los hijos te dan la sensación de continuidad y permanencia y ellos son revolucionarios por nacimiento.
Ya después de regreso me tomé por el camino equivocado de la plaza (a la derecha) y el enano y yo con bandera y póster de los Cinco tuvimos que caminar como dos horas ¡Por tonta!
Oscar Ernesto miraba los carteles y con una sonrisa me dice “Mamá, ojala que regresen pronto y no tener que cargarlos el próximo Primero de Mayo”.
Al menos supe que nuestros cinco se habían insertado en el alma de mi pequeña tropa...
Celia Hart
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