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Terrorismo mediático en Informe Semanal |
El sábado 7 de marzo de 2009 Informe Semanal emitió un reportaje titulado “11-M, cinco años después”, un ejemplo perfecto de la capacidad de los medios de generar terror.
Informe Semanal abandonó los mínimos principios de la ética periodística para actuar al servicio del Estado, legitimando acciones pasadas y futuras en la llamada “guerra contra el terrorismo”.
El objetivo es el de mantener a la población en estado de pánico, para justificar la instauración de una lógica seguritaria frente al Estado de derecho.
Estamos bajo amenaza: todos los musulmanes son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
Los recortes de derechos religiosos y suspensión de las garantías procesales parecen legitimados ante la opinión pública.
El documental se apoya en la islamofobia existente y la alimenta. Y lo hace dando por hechas meras sospechas o versiones oficiales jamás probadas, o simplemente mintiendo de forma abierta. Dos ejemplos bastarán:
1. Se afirma que existió un “intentó cometer un atentado suicida en el 2008 en el metro de Barcelona”. Pero esta acusación ha sido desmentida. La detención de los pakistaníes del Raval se basa en la delación de un confidente, sin que hasta el momento exista la menor prueba que fundamente jurídicamente dicha acusación. Lo que se espera es que los detenidos serán liberados sin cargos, e incluso el propio Ministro del Interior ha reconocido que se cometieron errores en las detenciones. El propio grupo del CNI que realizó la detención ha sido dispersado. Y sin embargo, el reportaje repite el infundio como si se tratase de una verdad probada.
2. Se afirma que existió un intento de atentado contra la Audiencia Nacional, que fue desmontado por la actuación policial. Pero los acusados de querer volar la Audiencia Nacional fueron absueltos el año pasado, sin que el fiscal haya recurrido la absolución.
Además, se utilizan imagenes de las detenciones de la calle Sant Pau de Barcelona, a pesar de que los detenidos fueron liberados sin cárgos 48 horas después. Así, mediante la repetición de noticias falsas se construye una realidad artificial: existe un peligro, los terroristas están entre nosotros. Las imágenes del Raval barcelonés y del barrio del Príncipe en Ceuta se suceden: imágenes de ciudadanos musulmanes que pasean por las calles ilustran el discurso, señalando a todo un colectivo. “La inmigración ilegal es un caldo de cultivo para el integrismo”, dice una voz en off. Una vez más, los sectores más desfavorecidos son las víctimas de las políticas represivas del Estado. Las criminalización de la inmigración y las repatriaciones masivas anunciadas por la Directiva del Retorno quedan reforzadas.
Uno a uno fueron desfilando ante las cámaras toda una serie de personajes invitados tan solo para validar la tesis oficial, la mayoría de ellos personas vinculadas a las propias políticas que se retrata, como el juez Garzón y la fiscal de la Audiencia Nacional, además de varios miembros de unidades anti-terroristas. También los siniestros Fernando Reinares y Javier Jordán, presentados como “expertos”, cuya misión es la de dar validez académica a la doctrina de las detenciones preventivas. Una anécdota será suficiente para medir la profesionalidad de estos personajes. El año 2006, el centro de estudios que dirige Javier Jordán realizó un informe infamante sobre el movimiento Morabitún en España. Envié dicho informe a esta organización, y me confirmaron mis sospechas: ni tan solo había ido a hablar con ellos… y eso que la sede de Javier Jordán está a pocos minutos de la Mezquita de Granada, sede principal de los morabitunes en España.
La verdad es simple: los informes de Reinares y de Jordán sobre “el yihadismo en España” no están sustentados en estudios de campo, sino en otros informes extranjeros similares, tampoco basados en estudios de campo. Nos encontramos con una pseudo literatura que se alimenta a si misma, creando una realidad artificial paralela sin ninguna referencia a la realidad social, que es utilizada como base de las políticas de seguridad. ¿Por qué las fuerzas de seguridad se rodean de falsos expertos que no tienen ni la menor idea sobre el tema que tratan? Simplemente, porque sus informes concuerdan con sus intereses: la creación de amenazas artificiales que justificarán el aumento de poder de las fuerzas de seguridad frente a la ciudadanía. Una vez más, el Estado contra el ciudadano. Y los musulmanes como chivo expiatorio.
Al mismo tiempo, el reportaje evita de forma expresa cualquier opinión divergente o cualquier voz que reclame que las políticas policiales se ajusten a la legalidad. En este punto tengo motivos personales para escribir este artículo: Informe Semanal me entrevistó para el programa. Lo que les dije no se adapta al mensaje previamente ideado, y por ello he sido censurado. ¿Es esto periodismo? En absoluto, se trata de mera propaganda, destinada a alimentar la paranoia colectiva.
La verdad desnuda: no existe ni una sola condena en firme por terrorismo yihadista en España (juicio 11-M aparte). En los centenares de detenciones realizadas no se han requisado ni una sola arma o un simple detonador, ni el más mínimo indicio que vincule a los más de 300 detenidos con el terrorismo. En estas circunstancias, se sospecha que todas las operaciones contra el llamado “terrorismo yihadista” realizadas en España durante los últimos años sean meros montajes, ideados por el Estado español con los siguientes objetivos, todos ellos enlazados:
1. Generar terror: estamos bajo amenaza, están entre nosotros.
2. Desmontar las acusaciones de tibieza en la lucha contra el “islam radical”, provenientes de la derecha católica más reaccionaria.
3. Justificar el incumplimiento de los derechos religiosos de los musulmanes.
4. Justificar el cambio de perspectiva: de la visión centrada en los derechos ciudadanos pasamos a centrarnos en la seguridad (el movimiento altermundista está en el punto de mira, como demuestran recientes detenciones en Francia).
5. Generar identidad basada en la demonización de los musulmanes (especialmente de los inmigrantes) como el “otro peligroso” frente al cual “nuestra identidad” debe establecerse.
6. Demonizar cualquier reivindicación del pasado andalusí (en este punto, la conexión con el nacional catolicismo latente en las cloacas del Estado se hace manifiesto).
En definitiva, el discurso sobre la “amenaza yihadista” forma parte de una política más amplia. Una política en la cual debemos situar el programa de Informe Semanal. La táctica de manipulación de masas más rudimentaria es puesta al servicio de la soberanía del Estado, en contra de los ciudadanos.
(mas...)

1. Nuestro más enérgico rechazo a los contenidos del reportaje, un ejercicio de manipulación destinado a demonizar a todo el colectivo musulmán, repitiendo informaciones falsas y sobredimensionando los más que limitados vestigios de posibles células terroristas.
2. Denunciar la propagación del miedo a los musulmanes y al Islam entre la población, desinformada y manipulada, con el fin de justificar medidas policiales desproporcionadas y en el límite de la legalidad, con detenciones preventivas masivas de personas inocentes, siendo la mayoría de ellas liberadas sin cargo alguno.
3. Denunciar el hecho de que dichas detenciones se realicen con un amplio despliegue mediático, que demuestra su carácter propagandístico y pone en cuestión la intencionalidad de las mismas.
4. Reclamar el derecho a la defensa de la buena imagen de la comunidad musulmana en España, dañada en su conjunto por dichas acciones, en las que la imagen de las comunidades musulmanas queda dañada y señalada socialmente, generando un aumento de la islamofobia.
5. Recordamos que entre las víctimas del 11 M se encontraban un buen número de personas de confesión musulmana, por lo que resulta cuanto menos obsceno seguir hablando de “terrorismo islamista”.
6. Reclamamos el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión del 11M, en las que se insistía en el desarrollo de los derechos religiosos de los musulmanes españoles, y en las medidas de sensibilización, información y formación que favorezcan la integración de las personas y colectivos musulmanes procedentes de la inmigración.
7. Reclamamos la puesta en marcha de campañas institucionales destinadas a combatir la islamofobia, siguiendo las recomendaciones de organismos internacionales como la Unión Europea, la ONU y la OSCE.
8. Reiteramos nuestro compromiso con las políticas de Alianza de Civilizaciones impulsadas desde la presidencia del Gobierno, como mejor camino para garantizar la estabilidad internacional y la conquista de una sociedad más justa, diversa e igualitaria.
La opinión que tiene la sociedad española en general, salvo en los ámbitos académicos, sobre este tema depende completa y absolutamente de los medios de comunicación, por ejemplo: “el malentendido sobre el discurso del papa acerca del Islam” y otros casos ya comunes como el tema de actualidad mundial “el mal llamado terrorismo islámico”.
En Oriente el Islam ya no es una forma de vida, sino que es una religión más que agregar a la interminable lista de religiones y culturas que hay.
La forma de vida que ahora se rige en esta parte del mundo es la de las costumbres y tradiciones y no la del Islam.
La opinión pública española se basa en lo que ven en la calle; eso es un gran fallo, ya que en cualquier ciudad del mundo, hoy en día hay tantas religiones y culturas que no se puede decir de ninguna ciudad del mundo que es musulmana o cristiana. Al igual que lo que ve la sociedad española de la sociedad árabe es la parte mas desafortunada que tiene que emigrar por motivos económicos y vienen aquí para vivir una vida penosa.
Abdurrahman Adlbi Sibai
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