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Nepal acaba con la monarquía tras 240 años |
Nepal dejará de ser hoy una monarquía para pasar a convertirse oficialmente en una República. Los miembros electos de la Asamblea Constituyente (con mayoría comunista) se reúnen en la jornada de hoy por primera vez en una sesión histórica en la que está previsto que se proclame la República de Nepal, que pone fin a 240 años de monarquía. Si nos permiten la exclamación, ¡Qué envidia!
Sin embargo, este día histórico amanece con diferencias. Al menos un millar de personas se ha congregado en las cercanías de la Asamblea para protestar contra el recién nombrado grupo constituyente. Pese al acuerdo de paz de noviembre de 2006, los desacuerdos políticos aún persisten entre los maoístas, que tienen mayoría en la Asamblea, y otras grandes formaciones, como el Partido Marxista-Leninista. Representantes de unos y otros se han reunido para llegar a un acuerdo que permita la celebración de la primera sesión constituyente.
En disputa está la mayoría necesaria para destituir al Gobierno, que los maoístas quieren sea de dos tercios de la Asamblea mientras el resto abogan por una mayoría simple. La Asamblea nepalí servirá como un Parlamento interino y se encargará de elegir al nuevo Gobierno.
Los tres partidos ya acordaron ayer la creación de la figura de un presidente de la nueva República nepalí. El líder del Partido Comunista de Nepal-Maoísta (CPN-M), el ex guerrillero Pushpa Kamal Dahal, alias Prachanda, aspira al puesto de primer ministro, que tendrá el poder ejecutivo. Después de la proclamación de la República, el rey Gyanendra dispondrá de 15 días para abandonar el Palacio Real de Narayanhity.
El desprecio con que Gyanendra -rey desde que en 2001 una matanza palaciega acabara con la vida de su hermano, el rey Birendra, y la del príncipe heredero- ha tratado a la clase política nepalí y a su pueblo facilitó el compromiso entre el Ejército, la guerrilla y los partidos para instaurar la República.

El Gobierno ha dicho al rey Gyanendra que en caso de no salir del palacio de Narayanhity, será expulsado. El ya ex monarca ha hecho pocos comentarios acerca de sus planes futuros, pero sí ha manifestado su intención de permanecer en Nepal.
Este día histórico ha amanecido con diferencias. Al menos un millar de personas se ha congregado esta mañana en las cercanías de la Asamblea para protestar contra el recién nombrado grupo constituyente. Pese al acuerdo de paz de noviembre de 2006, los desacuerdos políticos aún persisten entre los maoístas, que tienen mayoría en la Asamblea, y otras grandes formaciones, como el Partido Marxista-Leninista. Representantes de unos y otros se han reunido para llegar a un acuerdo que permita la celebración de la primera sesión constituyente que se ha celebrado con 10 horas de retraso.
El desprecio con que Gyanendra -rey desde que en 2001 una matanza palaciega acabara con la vida de su hermano, el rey Birendra, y la del príncipe heredero- ha tratado a la clase política nepalí y a su pueblo facilitó el compromiso entre el Ejército, la guerrilla y los partidos para instaurar la República.
► miércoles, 03 septiembre, 2008
No ha sido un camino fácil. Desarrolló una guerra popular revolucionaria durante más de 10 años que le permitió controlar el 80% del territorio, a excepción del valle de Katmandú, y basado en ese hecho incuestionable, así como el haber infringido sonoras derrotas militares al Ejército, aceptó firmar un acuerdo político con una Alianza de Siete Partidos que permitió la realización de una serie de movilizaciones populares que supusieron la derrota de la monarquía feudal que había gobernado el país durante 240 años.A esa derrota la siguió un gobierno provisional que elaboró una constitución, también provisional, y, posteriormente, la celebración de unas elecciones que se tuvieron que retrasar en dos ocasiones ante el incumplimiento reiterado de la Alianza de Siete Partidos a cumplir aspectos del acuerdo de 22 puntos alcanzado con los maoístas. En esas elecciones, el PCN (m) resultó ser el partido más votado con el 30% del total de los votos. Los partidos reaccionarios y “moderados” sufrieron una aplastante derrota sólo maquillada por la adopción del sistema proporcional, lo que les garantizó un número suficiente de escaños como para obligar al PCN (m) a pactar e, incluso, hicieron todo lo posible e imposible por maniobrar para apartarles del nuevo gobierno.
Esta situación, que ha durado cuatro meses, ha permitido que el presidente de la nueva república de Nepal –la monarquía ha sido abolida como primera medida tras las elecciones- sea un derechista del Congreso Nepalí y que el vicepresidente sea un representante del Foro de los Derechos del Pueblo Madhesi (FDPM) –que hizo el juramento de toma de posesión en hindi, no en nepalí, tal y como está recogido en la Constitución Provisional-, una organización de corte hinduista que plantea una amplia autonomía para la zona más rica del país, políticamente promonárquica y partidaria de mantener los actuales vínculos con India. No contentos con arrebatar los principales puestos del Estado a los maoístas, los partidos reaccionarios y sus aliados socialdemócratas del Partido Comunista de Nepal-Unificación Marxista Leninista (PCN-UML) reformaron la constitución provisional para que el primer ministro pueda ser removido por mayoría simple de la Asamblea y no por los dos tercios, como se había decidido antes del triunfo electoral maoísta, en una clara demostración de cómo afrontan la voluntad popular cuando les es desfavorable y, al mismo tiempo, de los problemas a que se iba a enfrentar el PCN (m) si conseguía presidir el gobierno, como así ha sido finalmente.
Las alianzas en Nepal son muy frágiles y el lema podría ser “todo por el poder”. Los aliados de ayer son enemigos de hoy y los enemigos de hoy volverán a ser aliados mañana. Tras ser derrotado en la elección para los cargos de presidente y vicepresidente, el PCN (m) decidió no encabezar el gobierno, pese a su incontestable triunfo electoral, y mantenerse en la oposición. Dos semanas más tarde cambió de postura y accedió a asumir el cargo de primer ministro y formar el gobierno tras alcanzar un pacto con los socialdemócratas del PCN-UML –el nombre de esta organización no debe engañar, renunciaron hace muchos años al marxismo-leninismo, incluso a cualquier atisbo de marxismo, colaboraron con la monarquía en su etapa más dura, llegando a presidir el gobierno durante nueve meses, apoyaron de forma incondicional las acciones del Ejército contra la guerrilla maoísta y mantienen una postura absolutamente conservadora en temas cruciales como la reforma agraria; su fuerza radica, casi exclusivamente, en la clase media urbana-, con el FDPM (que reconoce que la apuesta maoísta por la autodeterminación les interesa) y otros partidos pequeños con quienes desde siempre ha mantenido una estrecha alianza. Según el acuerdo, el PCN (m) contará con nueve ministerios, el PCN-UML con seis, el FDPM con cuatro y otras formaciones menores como el Partido Comunista de Nepal-Unidos, el Janamorcha Nepal y el Sadbhawana con uno cada uno.
Por lo tanto, si se permite al PCN (m) dirigir el gobierno sin contratiempos al menos dos años, que es la duración que debe tener mientras se elabora la constitución definitiva y se vuelve a ir a las urnas, lo que se va a poner en marcha en Nepal no es más que una reforma, nunca una revolución puesto que carteras importantes como la de Asuntos Exteriores o la de Agricultura y Cooperativas quedan en manos de los madhadesistas mientras que los socialdemócratas consiguen las de Interior e Industria. Como platos fuertes de los maoístas están los ministerios de Defensa, Finanzas y Trabajo.
La formación del nuevo Ejército
¿Qué ha pasado para este drástico cambio en la postura de los maoístas? Básicamente, el miedo a que no se cumpliese uno de los principales objetivos del PCN (m): la formación de un nuevo Ejército con la incorporación al mismo de la mayor parte de la estructura del Ejército Popular de Liberación, su brazo armado durante la guerra revolucionaria. Desde que en noviembre de 2006 se alcanzase un acuerdo con la alianza denominada de los Siete Partidos, la integración del EPL en el Ejército nepalí se ha venido retrasando una y otra vez hasta convertir a los ex guerrilleros, acantonados en campamentos bajo control de la onU, en poco menos que mendigos. Los retrasos en el pago de salarios han sido frecuentes (en la actualidad llevan cuatro meses sin cobrar), la situación sanitaria en los campamentos es deplorable, la electricidad escasea y están apareciendo enfermedades debido a las deplorables situaciones higiénico-sanitarias existentes en los campos donde están acantonados. Lo que se busca con este tipo de actuaciones, por parte de la reacción y de sus aliados socialdemócratas, es la renuncia voluntaria de los ex guerrilleros a integrarse en el nuevo Ejército, a que abandonen los campamentos en busca de una solución para su vida. Según la onU, 19.602 ex guerrilleros aún permanecen acantonados en siete campamentos (otros 12.000 les han abandonado para realizar actividades políticas) y este sería el contingente que se incorporaría al nuevo Ejército nepalí.
El Congreso Nepalí, el partido tradicional de caciques, terratenientes y reaccionarios que ha gobernado Nepal desde tiempos inmemoriales aceptó en un primer momento la incorporación de los ex guerrilleros, tal y como se recogía en los acuerdos de noviembre de 2006, pero tras el triunfo electoral maoísta matizó diciendo que sólo se haría “de uno en uno y tras la realización de pruebas físicas y escritas, como cualquier otro candidato a soldado”. Esta es, hasta el momento, también la postura oficial de los generales del Ejército. Además, el CN ha hecho todo lo posible e imposible porque la cartera de Defensa no quedase en manos maoístas y propuso que fuesen los socialdemócratas del PCN-UML quienes la asumieran, propuesta que no fue mal acogida por estos sostenedores de la tesis de la viabilidad (la alianza con la derecha y sectores neoliberales como la única posible en un mundo globalizado) y que son considerados, cómo no, “la izquierda correcta”, aquella que no tienen ningún afán revolucionario y sólo se interesa por hacer más funcional el sistema, al estilo del Chile de Bachelet o el Brasil de Lula.
El PCN (m) había venido insistiendo en que sólo un Ministerio de Defensa controlado por ellos podría poner en marcha el proceso de formación del nuevo Ejército y consideraba este hecho no sólo como irrenunciable, sino como causa de guerra. Los ánimos en los campamentos están muy calientes y sólo la solución de este caso puede evitar el recrudecimiento del conflicto. Eso lo sabe todo el mundo, y esa es la razón por la que se han producido esos sorprendentes y variables cambios de alianzas y la razón principal del por qué el PCN (m) ha dado marcha atrás y ha aceptado dirigir el gobierno.
El reto que tiene por delante no es pequeño. El primer ministro ha dado un plazo de seis meses para que dicha integración esté terminada y eso ha apaciguado un poco los ánimos en los campamentos. Pero la desconfianza de los maoístas hacia el Ejército es grande, puesto que no ha podido lograr el castigo o el retiro de los generales más implicados en la represión monárquica ni en las matanzas durante la guerra popular revolucionaria. Además, el Ejército se ha opuesto sistemáticamente a discutir siquiera cualquier reforma estructural durante estos dos años y sólo ahora, ante la evidencia, se aviene a algún tipo de trato. En teoría, el Ejército se mantiene quieto y sin interferir en el proceso político, pero en la práctica sigue siendo autónomo, más allá de cualquier control democrático. De hecho, una de las instancias creadas tras la firma del acuerdo de paz, el Consejo de Seguridad Nacional, sólo existe sobre el papel y se ha reunido una sola vez en dos años y aún está por reunirse tras las elecciones de abril. Tanto Estados Unidos como India ven en el actual Ejército nepalí un apoyo firme para evitar que los maoístas se hagan con el control del país. De ahí la importancia de la propuesta maoísta y la presión que ejerce en ese sentido para que sus combatientes se incorporen al nuevo Ejército.
Esta incorporación de los ex guerrilleros supondría la real democratización del Ejército de Nepal. A pesar de que la jefatura del Ejército ha dicho que va a obedecer las órdenes del gobierno legítimo, en la práctica se resiste ferozmente a perder sus privilegios aduciendo que la incorporación de ex guerrilleros supondría un “adoctrinamiento político”. Y eso lo dice sin sonrojarse cuando durante decenas de años la principal misión del Ejército ha sido defender la monarquía. No es extraño que en Nepal, y de forma especial en Katmandú, circulen rumores, interesados o no, de una rebelión incipiente en el Ejército si tal integración se produce sin las condiciones impuestas por ellos: de uno en uno. El general en jefe lo ha dicho bien claro: “el primer ministro debe entender que los intentos de romper la cadena de mando no se van a tolerar y, por lo tanto, será un lamentable enfrentamiento”. Desde el nuevo Ministerio de Defensa se ha respondido diciendo que “la decisión sobre la integración no es del Ejército, sino del gobierno elegido por el pueblo”.
Amenaza ficticia o real –no hay que olvidar que el Ejército nepalí fue derrotado en el campo de batalla por la guerrilla, aunque en estos tres años se ha podido reabastecer y mejorar su preparación gracias a la ayuda prestada por los EEUU, Gran Bretaña e India- los síntomas no son buenos y el PCN (m) puede aceptar una solución intermedia, parte de sus componentes al Ejército y el grueso a la policía, en un proceso similar al ocurrido en El Salvador cuando la guerrilla del FMLN se incorporó sólo a la policía y no al Ejército, aunque a cambio se decidió una reducción del número de componentes del mismo. Los maoístas plantean que el Ejército de Nepal tiene que reducirse de los 90.000 efectivos actuales a 50.000.
Según la constitución provisional (artículo 145) es el Consejo de Seguridad Nacional quien controla “la movilización, el funcionamiento y la utilización” del Ejército. Dicho CSN está compuesto por el primer ministro como presidente, el ministro de Defensa y otros tres ministros nombrados por el primer ministro. Esto es así porque la tradición en Nepal indica que el Ejército siempre ha actuado a su aire y dependiendo, únicamente del Palacio Real. El Ministerio de Defensa en Nepal ha sido siempre meramente decorativo.
Una muestra de que las relaciones con el Ejército son tensas es que durante la toma de posesión del máximo dirigente maoísta, Pushpa Kamal Dahal "Prachanda”, como primer ministro la escolta no fue prestada por efectivos del Ejército o de la policía, sino por ex combatientes del Ejército Popular de Liberación. Un aviso de los maoístas a las advertencias del jefe del Ejército, sin duda.
El “negociacionismo” del PCN (m)
Los maoístas han asumido una postura moderada y consensual conscientes de que el establishment de Katmandú y las fuerzas monárquicas harán todo lo que puedan para frenar la transición a una democracia estable, igualitaria, republicana y secular. De ahí que en el PCN (m) se hable de iniciar un proceso de reformas en Nepal, no de revolución.
Ese proceso de reformas se quiere visibilizar en el acuerdo impulsado por los maoístas y que consiste en aspectos como el combate a la corrupción, el nepotismo y el favoritismo dentro de las diferentes esferas del gobierno, aspectos que son los responsables del desaforado incremento de precios de los alimentos básicos como el arroz (que ha subido el 13’5% en lo que va de año), el aceite y la mantequilla de búfalo (el 18’8%). Sólo estas mercancías absorben cerca del 52% del gasto habitual de los nepalíes.
La tarea a que se enfrentan los maoístas es ingente y el camino no es ni fácil ni corto. Sin embargo, dentro del partido ha surgido un cierto debate sobre lo que en las estructuras maoístas se conoce ya como el “negociacionismo”.
Do’s and don’ts for minis
El marxismo acepta la posibilidad de llegar a compromisos para alcanzar ciertos objetivos pero, desde luego, considera imposible lograr la revolución con demasiados compromisos y este es un debate que se está produciendo hoy en el interior del PCN (m). Los maoístas han disuelto la mayoría de sus gobiernos locales, que funcionaron durante la etapa guerrillera, así como las cortes de justicia del pueblo. Las cooperativas, comunas e instituciones de salud y educativas son ahora más débiles que en el pasado guerrillero. Y en una última decisión, clave para alcanzar el acuerdo que les ha permitido encabezar el gobierno, disolvieron la estructura militar en la que se encuadraban sus juventudes. Un sector importante del partido considera que son demasiadas concesiones en muy corto espacio de tiempo. La tarea del PCN (m) en el nuevo gobierno deberá ser retomar el rumbo o, en caso contrario, se podrá decir que la revolución ha terminado en Nepal. Pero habrá que esperar acontecimientos y ver el margen de maniobra con que cuenta. Ni qué decir tiene que el botón de muestra será el nuevo Ejército.
Los maoístas indios
Todo el proceso nepalí está siendo seguido muy de cerca por los maoístas indios. A pesar de ser una lucha prácticamente desconocida en occidente, los maoístas indios crecen cada día que pasa a nivel político y militar, así como expanden su influencia por diferentes estados del país. Actúan en 14 de los 28 estados de India (Chatisgarh, Jharkhand, Uttar Pradesh, Asma, Uttaranchal, Kerala, Tamil Nadu, Bengala Occidental, Gujarat, Andhra Pradesh, Madhya, Orissa, Maharashtra y Bihar) y que, en cifras, significa que en 182 distritos, de un total de 602 en que está dividido administrativamente el país, son los maoístas quienes controlan la situación. Hay que hacer notar que en el mes de abril se consideraba que actuaban en 165 distritos, por lo que el que ahora estén activos en 17 distritos más indica claramente su progresión imparable que se produce no sólo en el campo, sino que está comenzando a extenderse a las ciudades, especialmente a las zonas obreras e industriales de Delhi, Mumbai, Pune y Jammu alternando las acciones propagandísticas con las militares.
Los maoístas indios (naxalitas) apoyan de forma cautelosa al PCN (m), aunque le advirtieron de que no formase parte del gobierno y le animaron a que continuase impulsando la lucha de clases en Nepal, sin conciliación alguna con la oligarquía. En una resolución del Comité Central del Partido Comunista de India (maoísta) se saludó el triunfo electoral de los maoístas nepalíes como “un veredicto contra la monarquía feudal, el expansionismo indio y el imperialismo de EEUU”. Ellos esperan que el PCN (m) cumpla su compromiso de revisar los tratados firmados entre India y Nepal, desde 1950, todos favorables a India. Y han saludado como un gesto “valiente” el hecho de que el primer país que ha visitado en nuevo primer ministro haya sido China y no India, como se había venido realizando de forma tradicional y poniendo de manifiesto la dependencia de los anteriores gobiernos respecto a sus vecinos indios.
► viernes, 12 septiembre, 2008
El 18 de agosto se juramentó como primer ministro quien fuera el líder de una guerrilla “maoísta” que luchó casi 11 años por derribar la monarquía, depuesta el 28 de mayo por una Asamblea Constituyente (AC) que el 15 de agosto designó como primer ministro a Pushpa Khamal Dahal, de 53 años, maestro de escuela, conocido mejor por “Prachanda”, su nombre de guerra durante la década en que dirigió la lucha armada (1996-2006). Prachanda se traduce indistintamente como Formidable, Terrible o Feroz, según el sesgo ideológico o el color del cristal con que el “traductor” observe al personaje.El nuevo gobierno debió enfrentar de inmediato la tragedia de una violenta temporada de monzones, que requirió evacuar a más de 100 mil personas afectadas por inundaciones. El 6 de septiembre se abolió el sistema feudal llamado Haliya, que existía desde tiempos inmemoriales y consistía en que los campesinos trabajaran para los terratenientes bajo un acuerdo de aprendizaje. La abolición fue reclamada por los propios "haliyas" en manifestaciones de protesta en Katmandú, la capital de Nepal. El gobierno anunció un programa de rehabilitación para siervos liberados, que son aproximadamente 100.000 labradores pertenecientes a una casta inferior, según el sistema feudal hinduísta, con mayoría de la etnia "tharu".
Los grandes medios, agencias de noticias y cadenas tipo CNN han ignorado los profundos cambios políticos en esta pequeña nación enclavada entre la India y China, cerca del Tíbet. Con 140.000 km2, tamaño semejante a la mitad del Ecuador –aunque duplica su población de 14 millones–, vivió una guerra civil desde 1996 a 2006, con un balance de 13.000 muertes. La “guerrilla maoísta” y la monarquía de 240 años de tradición hinduista-budista negociaron la paz en 2006.
A diferencia de Guatemala, El Salvador y otros países que vivieron su propia guerra civil de campesinos pobres contra latifundistas, los acuerdos de paz en Nepal culminaron en elecciones que ganaron los ex guerrilleros que depusieron las armas, el 10 de abril de 2008. La sorpresiva victoria del partido de los ex combatientes condujo a una Asamblea Constituyente (AC) que abolió la monarquía y se consolidó como nueva expresión máxima del poder político y de una soberanía popular republicana y democrática.
Aunque la monarquía se abolió en mayo, las negociaciones para formar un gobierno se prolongaron hasta agosto, debido a que ninguna de las fuerzas políticas alcanzó mayoría absoluta en la AC. El Partido Comunista (Maoísta) de Nepal (PCN-M), motor de la guerrilla de 11 años, alcanzó la votación más alta y la supremacía indiscutible de un futuro gobierno con 220 (38%) de los 575 escaños de la Asamblea, pero sin mayoría absoluta.
Y de esta manera, la república democrática y federal más joven del planeta llegó a ser gobernada por el Partido Comunista (Maoísta) de Nepal (PCN-M), influido por China, y dos aliados, el Partido Comunista (Marxista-Leninista Unificado) de Nepal (PCN-MLU) y el Foro de los Derechos del Pueblo Madhesi (FDPM), más otras expresiones pequeñas del mapa político local, como el Frente Popular de Nepal, el Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista) y el Partido Comunista de Nepal (Unido). La etnia madhesi, que habita las llanuras del sur, habla la lengua hindú y tiene una fuerte influencia cultural india).
Las "niñas diosas" van al colegio
Las transformaciones de Nepal comenzaron antes, mientras la guerrilla llegó a controlar 70% del territorio. Cuando los guerrilleros se sentaron a negociar la paz tenían una fuerza militar-territorial real. La victoria de abril legitimó cambios que se pusieron en marcha mientras el PCN-M consolidaba su proclamada “guerra popular” para “liberar a Nepal del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo”. Según la publicación estadounidense Revolution Newspaper, la guerra estuvo basada en el campo, donde estableció áreas de influencia y poder, pero también se desarrolló un movimiento político izquierdista masivo en las áreas urbanas.
Los escasos informes favorables al nuevo estatus indican que la revolución trajo de hecho dramáticos cambios positivos en los territorios bajo su control político. Por ejemplo, las mujeres organizaron sus filas, convirtiéndose en líderes políticos y aprendiendo a leer y a escribir. Simultáneamente, comenzó a desafiarse el sistema de castas basado en la religión hindú y aparecieron nuevas formas de poder, como los tribunales populares formados por aldeanos para resolver conflictos locales. También se redujo el alcoholismo, que siempre ha sido un grave problema entre los pobres de todo el mundo. Y aunque en algunas áreas todavía continúan efectuándose casamientos de niños, tal costumbre se ha vuelto ilegal y la gente ahora puede elegir a sus parejas sin tomar en cuenta la casta.
Entre los grandes cambios del fin del feudalismo, el Tribunal Supremo dispuso en agosto que las "niñas diosas" o "kumaris" pueden ahora abandonar su reclusión en los templos para asistir a clases, como cualquier otro menor, acogiendo un reclamo presentado hace tres años por la abogada Pun Devi Maharjan, activista de derechos humanos. "El Tribunal ha pedido al Gobierno que continúe con la tradición, pero sin que se violen los derechos de las 'kumaris', como la educación o la sanidad, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas para la Infancia", explicó el vicesecretario de la corte superior Hemanta Rawal.
Las "kumaris" son seleccionadas entre niñas que no han alcanzado la pubertad por poseer 36 virtudes que las harían "perfectas". Una de ellas ofrenda sus poderes al “dios rey” en las fiestas hinduista-budista de Indra Jata que consumen una semana de septiembre. Para convertirse en Kumasi, una niña de 5 años debe pasar una noche sin llorar en un cuarto oscuro lleno de sapos y culebras. Alabadas porque protegen de los demonios, su divinidad implica una vida de reclusión en un templo, sin asistir al colegio ni disfrutar de una infancia normal. Sólo salen una vez al año, al final del monzón, para repartir sus bendiciones en el Indra Jata. Con la primera menstruación dejan de ser divinidades y son sustituidas por otras niñas.
Premier comunista, presidente opositor
La nueva institucionalidad registró un avance curcial el 21 de julio, cuando la Asamblea Constituyente designó a Ram Baran Yadav, del opositor Partido del Congreso, como el primer presidente de Nepal, con 308 votos obtenidos en segunda ronda. A su vez, el presidente Yadav le encomendó a Prachanda la formación del nuevo gobierno por su condición de líder de la primera fuerza en la Asamblea y el 18 de agosto le tomó juramento como jefe de estado. A su turno, el primer ministro designó a los 24 miembros del gabinete nominados por los partidos integrantes de la coalición de gobierno, quienes recibieron más tarde el respaldo de la Asamblea Constituyente.
Prachanda fue elegido primer ministro el 14 de agosto, tras varias semanas de negociaciones, resultando aprobado por 464 de los 577 diputados que ese día votaron y también designaron al Vicepresidente y a otras autoridades. Dos días después, el domingo 17, apareció una primera mano negra contraria a estos cambios bajo la forma de un bombazo en la casa del vicepresidente Paramananda Jha, del Foro Madhesi.
El político resultó ileso, pero fue herido un guardia y aún se investigan móviles y autores. Ese mismo día, los partidos de gobierno escogieron a sus ministros y viceministros. También establecieron un código de conducta para sus funcionarios.
El único oponente que tuvo Prachanda fue Sher Bahadur Deuba, veterano líder del Partido del Congreso de Nepal, quien fue primer ministro en tres oportunidades. Recibió 113 votos de su agrupación –y 438 en contra– y “optó por sentarse en la oposición en vez de sumarse a un gobierno que procuró representar a una coalición nacional de partidos”, señaló Prensa Latina. Nepal tiene, entonces, un primer ministro comunista y un presidente… de oposición.
Deuba se perfila como el jefe de la oposición. Grandes medios como la agencia italiana ANSA comenzaron a inflarlo temprano, al afirmar que “sus compañeros de partido expresaron su preocupación que el nuevo gobierno, guiado por un líder más acostumbrado al lenguaje de las armas que al de la política -la guerra civil en Nepal causó más de 13 mil muertos en un decenio- represente un peligro para el país”. Como suele ocurrir en este tipo de lenguaje “periodístico”, no existen fuentes para el origen de tales “preocupaciones”.
ANSA añadió una lápida propia sobre “el riesgo que correría la independencia de la magistratura y las fuerzas armadas bajo un gobierno maoísta [aunque] Prachanda obtuvo el voto de casi todos los partidos nepaleses, y deberá conducir la transición política tras el ocaso de la monarquía absoluta de Gyanendra”. La británica Reuters fue menos corrosiva. Se limitó a señalar que “…eligieron este viernes a un maoísta que lideró una insurgencia de una década contra la monarquía hindú como el nuevo primer ministro de Nepal, marcando el cambio radical de la nación himalaya hacia una república democrática”.
Reuter añadió: “Los legisladores abrazaron a un radiante Prachanda, quien dijo: ‘Estoy muy entusiasmado en este momento’. Fuera de la asamblea, cientos de seguidores maoístas bailaban, algunos ondeando banderas con los emblemas de la hoz y el martillo. ‘¡Vivan los maoístas!, ¡Larga vida a Prachanda!’, gritaron cuando su líder emergió de la asamblea con lentes y vistiendo un traje negro y camisa azul”.
Baburam Bhattarai, considerado el número dos en la jerarquía partidaria, comunicó que los dirigentes de su organización política, incluyendo a Prachanda, ya no ocuparán cargos en el Ejército rebelde maoísta y que devolverán las propiedades incautadas durante la guerra. "Hoy es un día de orgullo y estará escrito con letras doradas en la historia de la nación", dijo Bhattarai.
Las ex guerrillas maoístas todavía están en la lista estadounidense de organizaciones terroristas, a pesar de que funcionarios de Washington se han reunido con Prachanda y Estados Unidos fue uno de los primeros en reconocer la elección del nuevo líder, según Reuters. "Esperamos que la elección del nuevo primer ministro remueva el último obstáculo para acelerar la formación de un Gobierno, una acción constructiva en temas clave respecto a Nepal y un inicio de la difícil, pero necesaria, tarea de redactar una nueva Constitución para Nepal", dijo la embajada de Estados Unidos en un comunicado citado por la agencia británica.
Reuters asegura que el ex comandante en jefe de la lucha guerrillera librada contra la monarquía en la jungla de los pies del Himalaya “le cedió el paso a un político astuto, insistiendo en que los maoístas no son ‘comunistas dogmáticos’ y que la globalización y libres mercados son hechos de la vida”.
Los primeros mensajes de felicitación a Prachanda llegaron desde la India, Paquistán, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y China, cuyo primer ministro, Wen Jiabao, resaltó los tradicionales lazos de amistad entre los dos vecinos por más de medio siglo y expresó la disposición de Beijing de trabajar estrechamente para desarrollar nexos de cooperación en varios campos, dijo Reuters.
El nuevo gobierno fue viable cuando Prachanda logró el apoyo del PC Marxista Leninista y del Foro que representa a la minoría "madheshi", de origen indio, que habita en los llanos del sur del país y cuyo líder fue víctima del atentado a su domicilio. Hasta ahora el poder ejecutivo estuvo encabezado por Girija Prasad Koirala, líder del Partido del Congreso, que se convirtió en la segunda fuerza de la Asamblea tras las elecciones de abril, ganadas por los maoístas (Ver cronología).
El proceso de paz en Nepal comenzó en noviembre de 2006 con la firma de un acuerdo entre el gobierno de Koirala y la guerrilla maoísta, tras diez años y 10 meses de guerra. Las elecciones de abril y la abolición de la monarquía en mayo fueron hitos decisivos en este proceso. El rey Gyanendra abandonó el trono por su propia voluntad, después varios años de su propia guerra civil soterrada contra la guerrilla maoísta.
¿Quién es Prachanda?
"Prometo en nombre del pueblo que seré fiel a la nación soberana de Nepal", dijo el 18 de agosto quien fuera el hombre más buscado de Nepal, saludado por el nuevo himno republicano interpretado por una banda del ejército antiguamente real. Sentado en su nueva oficina y ataviado con una chaqueta gris y sombrero tradicional nepalí, el primer ministro Prachanda dijo a los periodistas: "Es bastante claro que el proceso de paz tiene que ser conducido a una conclusión lógica y mi prioridad será preparar una nueva Constitución". Otras urgencias que debe enfrentar su gobierno son la escasez de combustibles y alimentos y el inicio de "la transformación socioeconómica a través de una reforma agraria". La economía nepalesa está devastada.
Hasta 2003 sólo se conocía una foto de Prachanda –como “terrorista más buscado”–, pero desde que se convirtió en primer ministro, su imagen aparece en las portadas de todos los diarios locales. El dirigente pasó 25 de sus 53 años de edad en la clandestinidad, diez de ellos en la “guerra popular” de casi 11 años. Prachanda anunció que próximamente dará a conocer los programas sociales destinados a aliviar los padecimientos de un pueblo agobiado por las alzas de precios. Dijo que, además de los programas de ayuda social, la prioridad de su gobierno es preservar la ley y el orden.
El gobierno deberá redactar el borrador de una constitución y resolver la reinserción social de 19.000 ex guerrilleros ahora confinados en campos, en cumplimiento del tratado de paz de 2006. El gobierno deberá resolver cómo integrarlos en las filas del ex ejército real. "Ya acabamos de arrancar las raíces del feudalismo en Nepal. El gran programa del nuevo gobierno será el nacionalismo, el republicanismo y la transformación socio-económica", precisó.
Cuando entregó las armas el 21 de noviembre de 2006, Prachanda fue loado como héroe y anunció que abandonaba la violencia para siempre y que convertiría a su guerrilla en una fuerza democrática. Gopal Sharma, un periodista de Reuters, lo comparó sibilinamente con dos personajes satanizados por la prensa mundial, el peruano Abimael Guzmán y el camboyano Pol Pot, aunque sin mencionarlos: “… A sus 53 años, a este ex profesor con bigote y gafas, sonriente y cordial, le costará quitarse de encima su reputación de señor de la guerra, inspirado por Mao y su 'Revolución cultural', los peruanos de Sendero Luminoso y los Jemeres Rojos de Camboya”.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo. Según la Agencia de Alimentos de Naciones Unidas es una de las 16 "zonas de hambre" por el creciente precio de la comida y una escasez crónica de energía. Los secuestros y robos son bastante frecuentes. Sobre Prachanda recaen las esperanzas de millones de nepaleses, que anhelan mejorar sus condiciones de vida. Millones de campesinos sueñan con una reforma agraria.
Cronología:
1990 (febrero-abril): Protestas populares obligan al rey Birendra a aceptar el multipartidismo.
1990 (noviembre): Se promulga una constitución que convierte a Nepal en una monarquía constitucional y democrática.
1991 (12 mayo): El partido del Congreso vence en las primeras elecciones multipartidistas.
1994 (15 noviembre): El partido Comunista Marxista-Leninista gana las segundas elecciones, pero la falta de una mayoría lleva a sucesivos gobiernos de coalición.
1996 (13 febrero 1996): Comienza la insurrección maoísta, que lidera Pushpa Kamal Dahal, Prachanda.
1999 (3 y 17 mayo): El partido del Congreso vuelve a ganar en las terceras elecciones generales.
2001 (1 junio): El príncipe Dipendra asesina al rey Birendra, a la reina Aishwarya y a otros seis familiares antes de pegarse un tiro.
2001 (4 junio): El príncipe Gyanendra, tío de Dipendra, es coronado rey en medio de violentas manifestaciones que exigen la verdad sobre el regicidio.
2001 (26 noviembre): Se declara el estado de excepción después de graves enfrentamientos entre rebeldes maoístas y soldados del ejército real.
2002 (4 octubre): Gyanendra destituye al primer ministro Sher Bahadur Deuba, disuelve el gobierno, pospone indefinidamente las elecciones previstas para el 13 de noviembre y él mismo asume el poder ejecutivo.
2003 (29 enero): Gobierno y guerrilla anuncian un alto el fuego y su disposición a negociar el fin del conflicto, pero las conversaciones de paz se rompen a fines de agosto de ese año.
2005 (1 febrero 2005): El rey asume el poder absoluto tras destituir al gobierno y declarar el estado de excepción, que se mantiene hasta fines de abril.
2005 (30 agosto): Gyanendra acepta dialogar con los partidos.
2005 (3 septiembre): La guerrilla declara una tregua de tres meses en un intento de promover una alianza con la oposición al rey.
2005 (22 noviembre): Los siete partidos de oposición y la guerrilla acuerdan un programa político como vía para acabar con el poder absoluto de Gyanendra.
2006 (6 abril): Comienza una huelga general que se transforma en revuelta popular contra Gyanendra: en tres semanas de protestas reprimidas por el ejército muere una veintena de personas.
2006 (21 abril): Gyanendra anuncia en televisión que transfiere "al pueblo" el poder que ejercía de manera absoluta.
2006 (24 abril): El rey acepta la restauración del Parlamento.
2006 (27 abril): Girija Prasad Koirala, líder del Partido del Congreso, es nombrado primer ministro y al mes siguiente inicia negociaciones con la guerrilla maoísta.
2006 (21 noviembre): El líder de la guerrilla, el primer ministro y los líderes de los partidos de la coalición gubernamental firman un acuerdo de paz que pone fin a casi 11 años de guerra.
2007 (20 febrero): La guerrilla completa la entrega de sus armas, que quedan depositadas bajo supervisión de la ONU.
2007 (1 abril): Se presenta ante el Parlamento un nuevo gobierno interino, con cinco ministros maoístas.
2007 (23 agosto): El gobierno nacionaliza los siete palacios reales, incluida la residencia del rey Gyanendra en Katmandú.
2007 (18 septiembre): Los maoístas abandonan el gobierno y exigen la abolición inmediata de la monarquía.
2007 (27 septiembre): El Banco Central de Nepal pone a circular un billete sin el rostro del rey Gyanendra.
2007 (23 diciembre): Los firmantes de la paz acuerdan que la Asamblea Constituyente que surja de las elecciones de abril de 2008 proclame la República. El acuerdo se ratifica cinco días después en una resolución del Parlamento.
2007 (31 diciembre): Los maoístas regresan al gobierno.
2008 (10 de abril): Se celebran elecciones a la Asamblea Constituyente, en las que el Partido Comunista-Maoísta resulta el más votado, logrando 220 de los 575 escaños elegidos por sufragio.
De hecho, todas estas divisiones se han agravado. Y desde noviembre una oleada de huelgas se ha extendido por el país.
La Vanguardia Popular maoísta contra los trabajadores en huelga
La ola de huelgas actual es diversa (1); todo el mundo -desde los trabajadores del transporte, labradores y aldeas pobres hasta los doctores, maestros, estudiates, periodistas y otros profesionales- está haciendo huelgas y bloqueos por todo el país. Las demandas también tienen una gran variedad; aumentos salariales para contrarrestar el aumento de los alimentos y del combustible, demandas de mejores servicios públicos, municipios en remotas áreas rurales pidiendo más fondos del gobierno central, llamadas a distribución de tierras a los pobres del campo. También hay muchas huelgas locales cortas y acciones de protesta como ataques, asesinatos e intimidación por parte de facciones políticas; las familias de las víctimas de los crímenes piden compensaciones y la investigación de los crímenes.
Algunas huelgas están dirigidas por diferentes sindicatos (con su variedad de afiliaciones políticas, incluidos los maoístas), otras acciones están auto-organizadas por sus participantes. Por lo tanto algunas serán una expresión más genuina de la auto-organización en búsqueda de necesidades materiales – mientras que otras pueden ser huelgas políticas para conseguir, no intereses para los trabajadores, sino ventajas políticas de una facción sobre otra.
Y las condiciones de vida que dan lugar a esta inestabilidad van a peor.
La inflación de los bienes básicos continúa, la infraestructura eléctrica no puede satisfacer la demanda de los consumidores; 16 horas con interrupciones por sobre-carga se han convertido en habituales en todo el país y tanto la vida doméstica como la de los negocios está planificada en torno a ellas.
(Algunos dicen que es en parte debido a la destrucción de subestaciones eléctricas por los maoístas durante la guerra de guerrillas de 10 años y el consecuente declive de los proyectos de infraestructuras) (2)
Esto frustra a patrones y trabajadores por igual, limitando la productividad para los patrones y también rebajando la paga para los trabajadores ya que no se les paga por las interrupciones.
Las tripas hambrientas de los pobres resuenan de descontento, e incluso las clases medias profesionales están sintiendo esta frustración.
Enfrentándose a este descontento, el líder del Partido Maoísta y Primer Ministro del Nepal, Prachanda propuso a sus compañeros políticos una prohibición de todas las huelgas, a lo que los siete partidos principales estuvieron de acuerdo.
En una reciente entrevista de prensa, justo antes del acuerdo, el ministro maoísta de Finanzas, Dr. Baburam Bhattarai intentó justificar la prohibición:
Pregunta: Las preocupaciones de la comunidad de los negocios son exactamente las que usted ha dicho. Primero, decían, la actitud del gobierno a los temas laborales deja mucho que desear y los problemas laborales están yendo a peor. Segundo, no puede haber crecimiento hasta que no haya un suministro de energía adecuado.
Bhattarai: Yo no diría que la situación va a peor. Las cosas fueron mucho peores en el pasado. Pero la gente quería una recuperación muy rápida; lo que no ha ocurrido. Las cosas están mejorando pero no al nivel deseado. Ahora tanto los ejecutivos como los trabajadores tienen intereses en común, para el desarrollo de la economía. Ambos lucharon contra el feudalismo, la autocracia y la monarquía. Ahora, crear una economía industrial vibrante, es de interés tanto a los gestores como a los trabajadores. Pero esta realidad no se mete en sus cabezas. Este gobierno está jugando su papel de crear una relación saludable entre ambos. Ha habido algunas disputas, especialmente en lo que se refiere al salario mínimo. Los trabajadores no deberían acudir a proclamas y huelgas. Si se entiende esto tendremos un ambiente saludable en los días por venir.
Pregunta: ¿Entonces el partido quiere asegurar que allí donde haya una disputa laboral, se siga una vía legal?
Bhattarai: Sí. Al menos por un tiempo, no debería haber huelgas en los sectores industrial, sanitario, educación, en las carreteras principales y en las administraciones públicas. El gobierno está tratando construir un consenso político sobre el tema. (mas...)
El 80% de la población del Nepal es rural y entre el terreno rocoso de la montaña hay escasez de tierra arable (sólo alrededor del 20% de ella se puede cultivar) y se carece de infraestructuras; no es raro que exista una creciente emigración estacional y permanente hacia las ciudades para conseguir empleos informales.
Pero la mayoría del país también es económicamente débil para desarrollarse más allá de una economía de subsistencia – y con la actual recesión global conseguir inversiones extranjeras significativas parece aún más remoto que nunca.
Nepal es en realidad una economía capitalista subdesarrollada con ciertas resacas feudales en las relaciones sociales. (Estas tradiciones están declinando o readaptándose a las normas modernas).
La abolición de la monarquía y los movimientos pro-democracia en las décadas recientes pueden verse como parte de una revolución burguesa inacabada (3) – incluso los líderes maoístas presentan generalmente su deseo de lograr una mayor industrialización como el 'comienzo' de una revolución democrático-burguesa.
Los maoístas pintan el presente período como uno en el que el Nepal está emergiendo del feudalismo (como se puede evidenciar por la reciente abolición de la monarquía; o al contrario de por ejemplo, la Gran Bretaña 'feudal'!) y por eso necesita construir una economía industrial nacional fuerte.
La falta de una burguesía empresarial nacional fuerte ha retrasado este desarrollo en Nepal, y –como los partidos nacionalistas e izquierdistas del 'Tercer Mundo'– los maoístas intentan jugar ese papel ellos mismos en alianza con otras fuerzas burguesas 'progresistas'.
Los líderes maoístas están discutiendo con China la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE) en Nepal.
Las ZEE son áreas industriales que ofrecen una exención parcial o completa de impuestos a los inversores extranjeros (y a veces a los capitalistas nativos) junto con beneficios financieros que incluyen una disciplina laboral más estricta.
Habiendo aprobado la legislación relevante, su preocupación de imponer una disciplina más estricta a los trabajadores está claramente ligada a establecer ZEE y al deseo general de atraer mayores inversiones extrajeras:
Katmandú, 22 ene.; Tras cuatro años de la finalización de la movilización militar; el gabinete aprobó el acta de la Zona Económica Especial, el pasado martes, abriendo el camino a la implementación de nuevas ZEE en el país. [...] ... las actas tratan a las ZEE como tierra en la que las leyes domésticas en relación al trabajo y la industria no son aplicables. Se ha instaurado una nueva autoridad autónoma en la ZEE para supervisar sus operaciones.
La fuente decía que la ratificación del Acta, que hasta ahora se ha retrasado debido a diferencias sobre los conceptos de condiciones de trabajo más estrictas, ha sido posible después de que los siete partidos acordaran no lanzar huelgas en las industrias o molestar la producción.
“El Acta permite a los trabajadores unirse y practicar negociaciones colectivas, pero les prohíbe llevar a cabo actividades que afecten a la producción y las operaciones normales de la industria,” dice la fuente. También permite a los empresarios contratar trabajadores en una base contractual. (mas...)
Rodeados por los rivales
El año pasado observábamos:
Cualquier futuro poder maoísta en Nepal, ya sea en gobiernos locales o en el central probablemente tratará de imitar a los regímenes de los estados Indios gobernados por Partidos 'Comunistas' locales –crudas formas de estalinismo municipal con una creciente apertura mercantilista hacia inversiones extranjeras incentivadas por las Zonas Económicas Industriales libres de impuestos. Sin embargo esto es incluso deseable para el Nepal; una de las economías menos desarrolladas con una de las fuerzas laborales menos desarrolladas y una débil infraestructura– y en consecuencia, hasta ahora, una de las opciones de inversión menos atractivas. (mas...)
Los líderes maoístas han expresado deseos de una cooperación económica más cercana con sus dos vecinos y hermanos mayores.
Es probable que a largo plazo, China intente tratar al Nepal como una zona extendida de su actividad económica, un sitio en el que los costes laborales más baratos contrarresten los crecientes costes laborales en China.
Pero, por el momento, la recesión global limita la probabilidad de tales inversiones.
El vecino del sur de Nepal, India, nunca estará contento de ver unas relaciones cordiales entre Nepal y su rival, China, pero tiene su propio interés económico.
India está aguas abajo del potencial hidroeléctrico sin explotar de los sistemas fluviales del Himalaya nepalí.
India siempre ha querido explotarlo y puede ofrecer inversión y técnica.
China está invirtiendo en varias infraestructuras y en nudos de transporte en los países sud-asiáticos más pobres, pero por el norte Nepal está limitado por los picos del Himalaya y por tanto permanece dependiente de la India para el flujo de suministros básicos por su frontera sur.
Es frecuente que los políticos nepalíes utilicen la carta nacionalista anti-India para distraer a la gente de sus problemas y sus fracasos en casa, como los maoístas están haciendo en el presente; pero a pesar de toda la retórica nacionalista, saben que cualquier amenaza a la frontera abierta sería, en la actualidad, casi un suicidio económico.
(Esto se vio ilustrado cuando la India expresó su insatisfacción cuando Nepal compró armas a China, y cerró la frontera durante varios meses en los 1980 - lo que paralizó el país progresivamente)
Los ejércitos nepalí e hindú han tenido tradicionalmente buena relación. Los famosos Ghorkas sirven en ambos ejércitos.
El ejército hindú entrena la mayoría de los oficiales nepalíes – hay una relación tan cercana que el jefe del estado mayor del ejército hindú es tradicionalmente el jefe honorífico del ejército nepalí y viceversa.
Las negociaciones que están teniendo lugar en Nepal sobre cómo/si/cuándo los ex-guerrilleros maoístas deberían integrarse en el ejército nepalí también importan en la India.
Los maoístas están intentando ganar un mayor control sobre el ejército, causando una seria inquietud en los partidos rivales.
¿Maoísmo viejo o nuevo en el Partido?
Ha emergido una profunda división en el Partido Maoísta; la élite de Prachanda y compañía está cómodamente instalada en sus lucrativas posiciones de gobierno (4) y parecen preferir una vía de “ruta parlamentaria hacia el [autodenominado] socialismo”.
La guerra civil de 10 años terminó tras darse cuenta de sus límites quedando, en el mejor de los casos, en tablas entre el estado y la guerrilla -y se ven forzados a aceptar que, en cualquier caso, las poderosas naciones China e India probablemente no permanecerían ociosas en el caso de un golpe militar sangriento que pueda desestabilizar toda la región– el liderazgo del partido se comprometió a la conquista parlamentaria y a asegurar la victoria electoral.
Mientras tanto, los cuadros más bajos del partido han ganado bien poco con la vía electoral.
A diferencia de otras “luchas de liberación nacional”, los maoístas nepalíes no han derrotado decisivamente a las otras facciones de la clase dirigente – en vez de ello, llegaron al poder con un compromiso con ellas.
La mayoría de los puestos oficiales ya estaban ocupados.
En tanto a que es uno de los países más pobres del mundo, Nepal tiene muy pocos recursos para expandir su clase burocrática o su clase media empresarial lo suficiente como para absorver a los antiguos guerrilleros para mantenerlos contentos.
Entonces, tras una guerra de 10 años, lo que ofrece el Partido a los rangos más bajos de su jerarquía es visto como una escasa recompensa por sus esfuerzos.
Ahora una facción liderada por un viejo líder del Partido, Mohan Biadhya, conocido popularmente como Kiran, está pidiendo una progresión inmediata hacia el “comunismo total”, que es un sistema de capitalismo de estado de un solo partido al estilo del maoísmo tradicional.
¿Qué cabe en un nombre? La RPFDN
Estos elementos insatisfechos del Partido que quieren “marchar firmes hacia el estado comunista/la República Popular” cada vez son más críticos del gradualismo democrático de los líderes del Partido y su papel parlamentario.
Una síntoma reciente ha sido una disputa sobre nombres; la facción pro-democracia quiere quitar “Maoísta” del nombre del Partido y convertirse simplemente en el Partido Comunista del Nepal.
Este es un gesto dirigido hacia el FMI y a otros proveedores de ayuda e inversiones internacionales, demostrando que el PCN ha bajado el cañón del fusil y ha abrazado la política convencional.
Pero para el sector duro del Partido esta es una muestra destacable de “revisionismo” renegado.
(Ambos lados son conscientes de que tales disputas y cualquier resolución refleja simbólicamente el balance de poder en el Partido. Aquellos que controlan los eslóganes, los símbolos, las etiquetas y los iconos rehacen el Partido a su propia imagen en parte por la diseminación de imágenes del poderoso; para el “partido de vanguardia” son herramientas esenciales de poder jerárquico. Ver el “Culto de Mao” mas...)
De igual modo, un largo debate entre las dos facciones en una reciente conferencia del Partido sobre “la vía hacia delante” incluyó un parco compromiso sobre el re-titulado del estado-nación.
“Blogdai”, un divertido bloguero cínico lo explicaba así:
Estos brillantes Maoístas se han estado devanando los sesos para tratar de enmendar un catastrófico cisma en su partido. Parece que la mayoría del núcleo duro quiere anunciar una “República Popular” comunista inmediatamente; mientras Prachanda quiere ir un poco más despacio para no sumir el país en el caos. Tras lo que blogdai sólo puede asumir que es una aplicación de su poder mental, nuestros chicos de rojo han decidido llamar al Nepal “República Popular Federal Democrática Nacional”. Sólo pensemos en lo difícil que será decir RPFDN del Nepal! (mas...)
El crecimiento del gangsterismo político y económico
La Liga de Jóvenes Comunistas (LJC) se describe a veces como el ejército en la sombra de los maoístas, o cada vez más, como su brazo paramilitar. (5)
En 2006, después de que los maoístas accedieran a terminar su “Guerra Popular” de 10 años, firmaron un tratado de paz con el gobierno, aceptando así confinar su “Ejército de Liberación Popular” en asentamientos designados por la ONU.
Unos 20.000 miembros del ELP están viviendo en campamentos forestales y el gobierno trata de integrarlos en el el ejército nacional. Sin embargo, los militares nepalíes han dicho que no quieren aceptar a los combatientes inmediatamente “porque aún están motivados políticamente”.
Hay un descrédito general hacia el pequeño número de soldados del EPL registrados en los asentamientos.
Parece que el partido transfirió un número sustancial de personal del EPL a la LJC para que se pudieran mover libremente, para dar apoyo a las actividades del partido y para continuar con sus actividades de extorsión y protección ilegal de negocios.
En la actualidad, los frustrados ex-soldados tienen demasiado tiempo libre en sus manos, demasiado poco dinero y pocas perspectivas de mejora.
Este es un serio problema para los políticos maoístas y para toda la sociedad.
Su matonismo y extorsión, intimidación y asesinato de rivales políticos y de críticos desestabilizan el país, inhiben la producción industrial, retrasa el proceso político formal y anima el crecimiento de otras facciones paramilitares tales como la “Fuerza Juvenil” de la UML y de varios grupos étnicos separatistas.
¿Paramilitar o parlamentario?
La LJC ha sido una buena baza y una carga para los líderes maoístas desde el alto el fuego.
Durante las duras negociaciones con otros partidos, ha sido útil para los maoístas animar un cierto nivel de actividad paramilitar de la LJC.
Ha servido como advertencia de que si los maoístas no conseguían lo que querían, seguía en el aire la posibilidad de la vuelta de la guerra de guerrillas.
También implicaba que si no se lograban ciertas concesiones políticas, los líderes maoístas quedarían desacreditados a ojos de sus juventudes y se arriesgarían a perder el control sobre ellas y/o estarían menos concernidos en controlarlas.
Pero ahora, como las dos facciones rivales del partido –los del sector duro y los parlamentarios– están encaradas, la disputa sobre lealtad de la LJC puede ser crucial.
Parece probable que los del sector duro consigan que la LJC esté de su lado, ya que la vía parlamentaria ha dado bien poco a los soldados de a pié.
Sin embargo, un esfuerzo para avanzar inmediatamente a un estado de gobierno de partido único significaría intentar un golpe militar; en efecto, una vuelta a una guerra de guerrillas indefinidamente.
Así que podríamos ver facciones guerrilleras maoístas volviendo al monte, mientras que los políticos maoístas siguen en el parlamento.
(Los parlamentarios maoístas podrían retener su propia fuerza y/o aliarse con otros grupos parlamentarios)
En respuesta a la brutalidad maoísta tras las elecciones, otros partidos políticos han formado grupos juveniles. Cuadros jóvenes del Partido Comunista del Nepal no maoísta – Unión de Marxistas-Leninistas (UML) (6) –el tercer partido más grande en el parlamento– han sido secuestrados y asesinados por gente de la LJC; la semana pasada otro fue brutalmente atacado con machetes por cuadros de la LJC.
Ahora la Fuerza Juvenil de la UML –ella misma acusada de intimidación y de implicación en extorsiones– está amenazando con su propia “guerra popular” contra el gobierno maoísta si a la LJC se le sigue permitiendo su gangsterismo.
Como un antiguo líder de la UML dijo, cuando expresaba temores de que Fuerza Juvenil se convertirá en un problema como la LJC:
“Si el partido en el gobierno mantiene una fuerza paramilitar entonces no hay razón para que otros partidos traten de formar las suyas propias,” dijo, añadiendo “y si todo el mundo comienza a formar sus propias fuerzas paramilitares entonces la atmósfera en el país será muy oscura. El Primer Ministro debería pensar seriamente sobre este asunto.” Nepalnews. (mas...)
Esto parece ser lo que está sucediendo - “La guerra es la continuación de la política por otros medios” (Clausewitz)
Los maoístas también han intimidado a periodistas críticos con su brutalidad y han admitido haber asesinado al menos a uno. (7)
Varios periódicos han sido objetivo y temporalmente cerrados por los sindicatos maoístas y periodistas atacados por escuadrones de matones maoístas; la actividad sindical aquí se utiliza para intimidar a los críticos antes que para conseguir intereses de los trabajadores.
La Fuerza Juvenil de la UML también ha llevado a cabo ataques similares a una oficina de un periódico.
En las llanuras de la región sureña de Terai un movimiento étnico llamado Madhesi (que incluye ex-maoístas) continua pidiendo la independencia nacional del territorio y compitiendo con los maoístas y otras fuerzas paramilitares por el dominio de la zona.
Una periodista, Uma Singh, fue asesinada en Terai la semana pasada; su asesinato puede ser respuesta a sus artículos contra el sistema de dotes que tiene consecuencias opresivas para las mujeres de Nepal. (8)
Pero ella también era crítica con la expropiación de tierras y extorsiones en Terai llevadas a cabo por el antiguo ministro del gabinete maoísta (ahora despedido) (9), y su padre y hermano fueron 'desaparecidos' por los maoístas durante la guerra civil.
Algunos sospechosos han sido arrestados, incluido un líder maoísta local.
¿Clase, estado o nación?
Volviendo a 2006, durante las protestas populares pro-democracia que finalmente derrocaron al rey y precedieron al alto el fuego maoísta, comentábamos:
¿Y las consecuencias del desarrollo de un movimiento autónomo de lucha de clase auto-organizada más allá y contra la democracia burguesa? La clase obrera industrial es una minoría en una población predominantemente campesina. No hacemos jerarquías de que un sector de los pobres sea más importante o radical que otro; pero los obreros industriales tienen ciertas áreas de lucha potenciales específicas (transporte, industria, etc) que son únicas para ellos y podrían ser de importancia crucial en un movimiento futuro. Los pobres rurales y urbanos dependen de una alianza unos con otros para lograr cualquier cambio real en sus intereses mutuos. Hasta ahora sólo han tomado partido con una u otra facción que compite para gobernarles. Para ir más allá de una gestión más democrática de pobreza continuada tendrán que dejar de tomar partido y comenzar a hacer partido. A pesar de los límites del marco pro-democrático de los sucesos recientes, muchos de los pobres se pueden dar cuenta, a través de flexionar el músculo colectivo, de un sentido de su propio poder potencial para actuar más directamente entorno a sus propios intereses de clase. Sin querer ser deterministas, en ausencia de un movimiento autónomo de los pobres moviéndose más allá de las demandas de democracia, habrá probablemente necesidad de sufrir un periodo de desilusión en una democracia sin rey antes de que emerja un movimiento autónomo. (mas...)
¿Es momento de que madure tal movimiento? ¿Está a punto de emerger en la confusión actual?
Los maoístas eran, para muchos nepalíes, una esperanza de cambios mayores en la corrupción endémica de la vida política. Pero esta ilusión se está evaporando.
Las opciones más allá parecen difíciles para la clase dirigente y deprimentes para los pobres – el proceso político parlamentario está impedido por la desconfianza y los problemas añadidos en la toma de decisiones de la coalición de gobierno; las facciones rivales amenazan con comenzar una guerra paramilitar; la escisión en los maoístas entre demócratas gradualistas y capitalistas de estado de partido único parece probable; los problemas de la infraestructura eléctrica, alimentarios y con el combustible se incrementan cada día.
Si el sector duro de los maoístas rompe con los parlamentarios y se lleva a los paramilitares de la LJC con ellos, esto podría renovar la guerra civil implicando al ejército nacional, a varios grupos paramilitares de los partidos políticos (incluyendo a la oposición a los maoístas) y también a varios grupos étnicos separatistas más pequeños.
Quizás el único atisbo de esperanza es la actual oleada de huelgas; quizás emerja un movimiento social independiente rural y urbano del creciente cinismo de las faltas promesas de los políticos.
La mayoría de los nepalíes temen la guerra y están desilusionados con los políticos.
Pero con esta lucha de clases rodeada por una intrincada red de tensiones étnicas, separatistas, nacionalistas y de grupos políticos, y estas divisiones y rivalidades cada vez más brutales y militarizadas – el potencial de que emerja un movimiento obrero autónomo parece difícil, para ponerlo bien. Y aunque la clases dirigente esté dividida, hay una cosa que los une, de izquierda a derecha, que es la necesidad de prohibir las huelgas.
Los políticos ya lo han ilustrado –sea cual sea la importancia que le dén– entienden el conflicto como de clase para decidir entre ellos quien gobernará y explotará a los pobres y por qué métodos.
Notas
1) Este es un sitio que tiene una lista actualizada y cronológica de las 'bandhs' ([b-awN-dh] adj: Bandh, palabra nepalí que significa literalmente 'cerrado') p.ej. huelgas y protestas públicas en Nepal.
2) Incluso un simpatizante relativo de los maoístas admite que "Los maoístas no puede encogerse de hombros por su parte de responsabilidad hacia sus contrapartidas burgueses para aceptar pasados errores. Aunque los pasados gobiernos de Panchayat, Kangressi, e “hijda” de la UML fueron ciertamente corruptos hasta el tuétano, los maoístas no deberían olvidar que también ellos tenían un gobierno paralelo en los pasados 15 años. Durante su Guerra Popular, los maoístas reclamaban el control de todo el territorio del Nepal exceptuando Katmandu y no sólo obstruyeron nuevos proyectos de desarrollo sino que destruyeron las infraestructuras existentes – como método revolucionario de debilitar a los “gobiernos feudales” llevando al pueblo a los Días Oscuros. Los maoístas incluso avisaron a la gente que no esperara ningún proyecto de construcción, ya que estaban erradicando los restos del feudalismo". (mas...)
3) Ver nuestro análisis anterior
4) Ver nuestros anteriores comentarios
5) Ver nuestros anteriores comentarios sobre la LJC
6) A veces confuso, el “Partido Comunista del Nepal Unión Marxista leninista” (UML) es un partido parlamentario largamente establecido, mientras que el partido maoísta hasta hace poco “Partido Comunista del Nepal (Maoísta)” (PCN-M) se acaba de unir/ha absorvido al más pequeño PCN-Ekata Kendra Mashal (EKM) y se ha convertido así en el PCN-Maoísta Unificado. Aunque, como se desprende del texto, el término 'maoísta' puede pronto eliminarse.
7) "En 2007, una año después de firmar el acuerdo de paz y aceptando no atacar a los medios de comunicación, los maoístas mataron al periodista Birendra Shah en el sur del Nepal. Durante casi un mes, las antiguas guerrillas negaron tener que ver con la desaparición de Shah. Sin embargo, después de una presión continua de la principal organización de medios, la Federación de Periodistas Nepalíes, [los maoístas] aceptaron su responsabilidad. Los principales sospechosos acusados de llevar a cabo el ataque están aún libres". (mas...) y (mas...)
8) La Dote es una obligación financiera pagada por la familia de la novia a la del novio. (Es menos común, pero en algunas culturas el pago puede ser en la otra dirección). Sobre la dote en Nepal y sobre la especulación sobre la base de la casta en la dote y las tradiciones.
9) Ret Marut para libcom.org. Traducido y publicado por alasbarricadas.org
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