La tempestad financiera barre el mundo con mucha fuerza y rapidez. En numerosas ocasiones internacionales, el dirigente chino señaló la confianza y las medidas de China para hacer bien sus propias cosas y estabilizar la economía y la situación financiera mundial, de modo que la “confianza de China” atrae la atención del mundo.
La “confianza de China” no proviene de la nada, sino que está basada en diferentes factores objetivos y subjetivos:
Primero: La crisis financiera tiene su origen en Estados Unidos, y China no es el país directamente afectado por esta crisis, las pérdidas de su inversión en ultramar son limitadas y los riesgos son controlables. Las instituciones financieras de China han elevado en los últimos años su tasa de suficiencia de capital, reestructuración y capacidad de controlar los riesgos, y no están considerablemente vinculadas con las “innovaciones financieras” y los productos derivados financieros que tienen altos riesgos en la arena internacional. Además, en la cultura del consumo, la corriente principal de los chinos es arreglar sus gastos según los ingresos y su tasa de ahorro es relativamente alta. Todos estos factores ayudan a China a ponerse firme en medio de la tempestad financiera.
Segundo. Aunque la tasa de crecimiento económico de China ha venido mostrando en el segundo semestre de este año una tendencia cuesta abajo, permanece aún en un punto alto en comparación con otros países del mundo. Al mismo tiempo, el aminoramiento del riesgo de la inflación en el país y la caída de los precios energéticos internacionales ofrecen un más amplio espacio para el reajuste de la política económica.
Tercero. En los últimos años, la reserva de divisas y los ingresos fiscales del país son relativamente abundantes, de modo que la capacidad de reajuste y control es comparativamente fuerte.
Cuarto. Hablando desde el ángulo de la etapa de desarrollo de China, en circunstancias en que el mercado internacional se reduce, es relativamente grande el espacio para ampliar el mercado nacional. Para China, el problema del desequilibrio de la estructura económica ya es comparativamente notable, pues en primer lugar, el grado de rumbo hacia el exterior de la economía es relativamente alto y, en segundo lugar, su posición en la cadena de valor industrial internacional es relativamente baja. La llegada de la crisis financiera internacional acelerará necesariamente los pasos de China en la reestructuración económica y en el escalonamiento industrial.
Quinto. Vale la pena mencionar un factor cultural atractivo. Han sido demasiado numerosos los tremendos desastres experimentados por los chinos, de manera que frente a estos desastres, ellos tienen una capacidad particular de soportar y persistir, pueden organizarse todos como un solo hombre para superar las dificultades. De una situación desastrosa surge la regeneración de la nación: esto ha sido corroborado en repetidas ocasiones en la historia contemporánea de China. Esto constituye también una ventaja de espíritu cultural para superar las dificultades.
Los problemas actualmente existentes en el país son: Es bastante saliente el problema de la estructura industrial con grado de rumbo hacia el exterior relativamente alto, de la reducción del mercado internacional y de la excesiva capacidad manufacturera, lo que afecta al empleo y al consumo dentro del país. El gobierno chino formuló oportunamente un proyecto de ampliación de la demanda interna, una política fiscal relativamente activa y una política monetaria relativamente tolerante; todos ellos son apropiados. El problema de ahora es: La plata estatal y privada debe gastarse en cosas reales, en “tonificar” la economía y la sociedad, convertirse en inversiones eficaces para hacer bien las cosas chinas.
En el sistema financiero mundial, China es “uno que viene detrás” y le faltan conocimientos y experiencias, lo que es actualmente la realidad. Hablando por la forma, capacidad y posición económicas de China en la actualidad, ella ya tiene mayor participación en este sistema. El mundo necesita a China y ésta, a su vez, necesita participar. El problema importante es aprender; China necesita que más personas lleguen a ser expertas en este terreno.
Una crisis tiene dentro de sí misma oportunidades y si se la trata apropiadamente, los riesgos pueden convertirse en oportunidades. China tiene posibilidades de acelerar su reestructuración económica, fortalecer la construcción de su infraestructura, reforzar la causa de la defensa nacional y la causa social y acelerar los pasos de transformar las industrias en otras más ahorrativas de energía y de mejor protección medioambiental. China tiene posibilidades de elevar su posición en la cadena de valor industrial mundial y aumentar el contenido de “Hecho en China” y “marca china”. China puede y debe tener un derecho de palabra más adecuado e influencia en el sistema financiero mundial.
En cierto sentido, la crisis financiera es un “adelgazamiento” económico y tiene un carácter inevitable y justo. Frente a ella, China sólo puede actuar adaptándose a la situación y seguir una política de elevar con preferencia la capacidad y tonificar la salud. El “adelgazamiento” es algo doloroso, pero lo que se debe hacer es soportar apretando los dientes, en lugar de esforzarse por mantener una “gordura anormal”. A través de la batalla de tratar apropiadamente la crisis y agarrar las oportunidades para “tonificar la salud”, la economía china se volverá más sana y fuerte.
Wang Hailou
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