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La OTAN, el pitbull imperial |
Uno de los engañosos lugares comunes de las versiones occidentales de la historia de la post-Segunda Guerra Mundial es que la OTAN se creó como una solución defensiva para bloquear la amenaza de un ataque de la Unión Soviética a Europa occidental.
Esto es falso. Es cierto que la propaganda occidental exageró la amenaza soviética, pero muchos estadistas clave estadounidenses y europeos reconocieron que una invasión de la Unión Soviética no era una amenaza real.
La Unión Soviética había sido devastada y aunque poseía un enorme ejército, estaba exhausta y necesitaba tiempo para recuperarse.
Estados Unidos se encontraba en la cresta de la ola, la guerra había revitalizado su economía, no había sufrido daños a causa de la guerra y en su arsenal disponía de la bomba atómica, que había mostrado a la Unión Soviética matando a un cuarto de millón de civiles japoneses en Hiroshima y Nagasaki.
En Washington se había discutido si atacar a la Unión Soviética antes de que ésta se recuperara o tuviera armas atómicas, pero se rechazó en favor de la "contención", la guerra económica y otras formas de desestabilización.
Aunque el [Informe 68 del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos] NSC 68 (en sus siglas en inglés, como todas las que aparezcan en el texto), fechado en abril de 1950, menospreciaba la gran amenaza soviética, explícitamente abogaba por un programa de desestabilización para provocar un cambio de régimen en ese país, lo que finalmente se consiguió en 1991.
Así, incluso un partidario de la línea dura, John Foster Dulles, afirmaba ya en 1949 que "no conozco a ningún alto cargo responsable, militar o civil, ... en este gobierno o en cualquier gobierno que crea que la Unión Soviética está planificando ahora la conquista por medio de una agresión militar abierta".
Nótese, no obstante, el lenguaje de Dulles, "agresión militar abierta".
La "amenaza" se refería más al posible apoyo soviético a partidos y grupos de izquierda en Europa occidental.
El senador Arthur Vandenberg, un promotor fundamental de la NATO, afirmó abiertamente que la función de una OTAN militarmente reforzada tendría "fundamentalmente el propósito práctico de asegurar una defensa adecuada contra la subversión interna".
Por supuesto, el mucho mayor apoyo a las fuerzas de derecha por parte de Estados Unidos no era una ayuda a la subversión interna ni una amenaza a la democracia; sólo entraba en esa categoría una posible ayuda a la izquierda. (recuerden la afirmación de Adlai Stevenson a finales de los sesenta de que la resistencia dentro de Vietnam del sur por parte de fuerzas indígenas hostiles al régimen minoritario impuesto por Estados Unidos era "una agresión interna")
Las elites europeas, excepto las de Alemania occidental, estaban más preocupadas por un renacer de Alemania y una amenaza alemana y, como a los altos cargos estadounidenses, les preocupaba más contener el poder de la izquierda en Europa que cualquier amenaza militar soviética; ¡y Estados Unidos estaba presionando a los europeos para reforzar sus fuerzas armadas y comprar armas a los fabricantes estadounidenses! Aunque había sido inflada e incluso inventada a sabiendas, la amenaza militar soviética seguía siendo muy útil para desacreditar a la izquierda vinculándola a Stalin, al bolchevismo, a una supuesta invasión soviética y a un mítico programa de conquista del mundo.
De hecho, el Pacto de Varsovia era un acuerdo mucho más "defensivo" que la OTAN; su organización siguió a la de la OTAN y claramente fue una respuesta [a ella], y fue una estructura de la parte más débil y con menos miembros de confianza. Y acabó viniéndose abajo, mientras que la OTAN fue fundamental en el proceso a largo plazo de desestabilizar y desmantelar el régimen soviético.
Para empezar, el armamento y fortaleza de la OTAN formaban parte de la estrategia de Estados Unidos de forzar a la Unión Soviética a gastar sus recursos en armas en vez de mantener el bienestar, la felicidad y lealtad de su población.
También fomentó la represión creando una genuina amenaza de seguridad, que, de nuevo, dañaría la lealtad popular y la reputación del Estado en el exterior.
Durante todo este primer periodo los dirigentes soviéticos trataron con ahínco de negociar algún tipo de de acuerdo de paz con occidente, incluyendo el renunciar a Alemania del este, pero Estados Unidos y, por lo tanto, sus aliados-clientes europeos no aceptarían nada de ello.
Como hemos señalado, según el punto de vista los altos cargos estadounidenses (y, por tanto, de los medios de comunicación más influyentes) sólo una intervención soviética en Europa del este tras la Segunda Guerra Mundial era negativa y una amenaza de "subversión interna".
Pero en un mundo no-orwelliano se hubiera reconocido que Estados Unidos superaba con mucho a la Unión Soviética en apoyar no sólo la "subversión interna", sino también al verdadero terrorismo en los años posteriores a 1945.
La izquierda se había fortalecido durante la Segunda Guerra Mundial luchando realmente contra la Alemania nazi y la Italia fascista.
Estados Unidos luchó por todos los medios contra los posteriores intentos de la izquierda de obtener participación y poder político, incluyendo la guerra directa en Grecia y concediendo generosos fondos a partidos y políticos anti-izquierda por toda Europa.
En Grecia apoyó a la extrema derecha, incluyendo a muchos ex-colaboradores del fascismo, y consiguió llevar al poder a un inmundo régimen autoritario de derecha. Siguió apoyando a la España fascista y aceptó al fascista Portugal como miembro fundador de la OTAN, con armas de la OTAN que ayudaban a Portugal a proseguir sus guerras coloniales. Y Estados Unidos, el poder dominante en la OTAN, apoyó a políticos de derecha, a ex-nazis y ex-fascistas en todas partes del mundo al tiempo que, por supuesto, afirmaba estar a favor de la democracia y luchar contra el totalitarismo.
Quizá más interesante fue el apoyo de Estados Unidos y la OTAN a grupos paramilitares y al terrorismo.
En Italia se alineó con facciones políticas estatales y de derecha, con sociedades secretas (Propaganda Due [P-2]) y con grupos paramilitares que con la cooperación de la policía seguían lo que se llamó una "estrategia de tensión" en la que se llevaron a cabo una serie de acciones terroristas de las que se culpó a la izquierda.
La más famosa fue el atentado en la estación de Bolonia en agosto de 1980 que mató a 86 personas.
El adiestramiento e integración en operaciones de la OTAN-CIA-policía de ex-fascistas y colaboracionistas fascistas fue extraordinario en Italia, pero común a todas partes de Europa. (para la historia italiana véase Herman y Brodhead, "The Italian Context: The Fascist Tradition and the Postwar Rehabilitation of the Right", en Rise and Fall of the Bulgarian Connection [New York: Sheridan Square, 1986] Para Alemania véase William Blum, sobre "Germany 1950s" en Killing Hope [Common Courage: 1995])
La OTAN también estaba relacionada con la "Operación Gladio", un programa organizado por la CIA, con la colaboración de gobiernos y agencias de seguridad de la OTAN, que en muchos Estados europeos organizó a cuadros secretos y escondió armas, supuestamente preparadas para la amenaza de invasión soviética, pero en realidad preparadas para la "subversión interna" y disponibles para apoyar a los golpes de Estado de derecha.
Fueron utilizadas muchas veces por grupos paramilitares de derecha para llevar a cabo operaciones terroristas. (incluyendo el atentado de Bolonia y muchos incidentes terroristas ocurridos en Bélgica y Alemania)
Gladio y los planes de la OTAN también se utilizaron para luchar contra la "amenaza interna" en Grecia en 1967, concretamente, la elección democrática de un gobierno liberal.
En respuesta los militares griegos pusieron en práctica un "Plan Prometeo" de la OTAN que sustituía un orden democrático por una dictadura militar torturadora.
Ni la OTAN ni el gobierno de Johnson pusieron objeciones.
Otras fuerzas Gladio procedentes de Italia y de otras partes fueron a Grecia a adiestrarse durante su interludio fascista, para aprender cómo ocuparse de la "subversión interna".
En resumen, desde sus inicios la OTAN demostró ser ofensiva, no defensiva, orientada, antagonista de la diplomacia y la paz, ligada a operaciones terroristas y a otras formas de intervención política que era antidemocráticas y eran amenazas reales a la democracia. (y que de haberse atribuido a los soviéticos hubieran sido denunciadas como una subversión descarada)
La OTAN post-soviética
Con el final de la Unión Soviética y de aquel amenazante Pacto de Varsovia, la base teórica de la OTAN desapareció. Pero aunque esta base era un fraude, para consumo público la OTAN todavía necesitaba redefinir su razón de existir y enseguida adoptó también un papel más amplio y agresivo.
Sin necesidad de apoyar a Yugoslavia tras la desaparición soviética, la OTAN pronto colaboró con sus miembros estadounidenses y alemán para emprender una guerra contra ese ex-aliado occidental y desmantelarlo, violando con ello la prohibición de la Carta de Naciones Unidas de una guerra fronteriza. (esto es, agresión)
Curiosamente, en medio de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia en abril de 1999, la OTAN festejó su 50 aniversario en Washington, D.C., donde celebró sus éxitos y con una característica retórica orwelliana afirmó su lealtad al derecho internacional mientras estaba en plena violación flagrante de la Carta de Naciones Unidas.
De hecho, el documento fundacional original de la OTAN de 1949 empezaba reafirmando "la fe de sus miembros en la Carta de Naciones Unidas" y en el Artículo 1 se comprometía "a resolver cualquier disputa internacional por medios pacíficos, tal como se establece en la Carta de Naciones Unidas".
La sesión de abril de 1999 produjo un documento, "Concepto Estratégico", que se planteaba un supuesto nuevo programa de la OTAN ahora que había dejado de ser verosímil su papel "defensivo mutuo" en impedir una invasión soviética. ("The Alliance's Strategic Concept", Washington, D.C., 23 de abril de 1999)
La Alianza sigue insistiendo en la "seguridad", a pesar de haberse "comprometido a realizar nuevas actividades esenciales en interés de una más amplia estabilidad".
Da la bienvenida a los nuevos miembros y nuevos acuerdos de "asociación", aunque nunca ha quedado claro por qué son necesarios en un mundo post-Guerra Fría con Estados Unidos y sus aliados más cercanos tan poderosos.
Admite que "son muy improbables las agresiones convencionales a gran escala contra la Alianza", pero, por supuesto, nunca menciona la posibilidad de "agresiones convencionales a gran escala" POR PARTE DE miembros de la Alianza y alardea acerca de papel de la OTAN en los Balcanes como una ilustración de su "compromiso con una más amplia estabilidad".
Pero esta campaña de la Alianza no sólo fue un caso de agresión legal ("ilegal pero legítima" en los orwellianos términos de los apologistas clave), sino que la OTAN desempeñó un papel fundamental de desestabilización en los Balcanes al ayudar a iniciar una guerra étnica y al negarse a seguir con la opción diplomática en Kosovo para poder atacar Yugoslavia en una guerra a base de bombardeos que estaba en marcha mientras este documento se estaba haciendo público. (para una discusión acerca del papel de la OTAN, véase Herman y Peterson, "The Dismantling of Yugoslavia", Monthly Review, octubre de 2007)
El "Concepto Estratégico" también afirma estar a favor del control armamentístico, pero desde su mismo inicio la OTAN promovió más armamento y ha obligado a todos los nuevos miembros, como Polonia y Bulgaria a aumentar sus armas "inter-operables", es decir, conseguir más armas y comprárselas a Estados Unidos y a otros suministradores occidentales.
Desde que en 1999 se elaboró este documento, el principal miembro de la OTAN, ha más que duplicado su presupuesto militar y aumentado enormemente sus ventas de armas al exterior; ha presionado aún más a favor de operaciones militares aéreas; se ha retirado del tratado ABM de 1972, se ha negado a ratificar el Tratado para la Prohibición Total de Pruebas (Nucleares) y ha rechazado tanto el tratado de Minas de Tierra como el Acuerdo de Naciones Unidas para Frenar el Trafico Internacional de Armas Pequeñas Ilícitas.
Con ayuda de la OTAN también ha generado una nueva carrera armamentística, a la que se han unido tanto muchos de los aliados de Estados Unidos como sus rivales y sus objetivos.
El documento de 1999 también señala el apoyo de la OTAN al Tratado de No-Proliferación Nuclear, pero al mismo tiempo insiste en lo importantes que son las armas nucleares para el poder de la OTAN. (por consiguiente, rechaza un punto fundamental del TNPN que implica la promesa por parte de las potencias nucleares de trabajar para eliminar las armas nucleares)
Lo que esto significa es que a la OTAN le entusiasma la idea de la no-proliferación aplicada úncamente a lo que son sus objetivos, como Irán.
Las armas nucleares "hacen una contribución única en hacer que el riesgo de agresión a la Alianza sea incalculable e inaceptable".
Pero si Irán tuviera estas armas podría hacer que fuera inaceptable "el riesgo de agresión" a la "Alianza". (con el que han amenazado el miembro de la Alianza, Estados Unidos, y su socio, Israel)
Es obvio que no lo harían.
En su apartado relativo a la Seguridad, el "Concepto Estratégico" afirma que lucha por un entorno seguro "basado en el desarrollo de las instituciones y en el compromiso con una resolución pacífica de las disputas en la que ningún país sea capaz de intimidar o coaccionar a ningún otro por medio de la amenaza o el uso de la fuerza".
Aquí la hipocresía es increíble.
La propia esencia de la política y la práctica de la OTAN es amenazar con el uso de la fuerza y la política de seguridad nacional estadounidense sostiene ahora explícitamente que ha planificado mantener una superioridad militar e impedir que cualquier potencia rival desafíe esta superioridad para ejercer globalmente el dominio, esto es, ha planificado gobernar por medio de la intimidación.
La OTAN afirma ahora que no amenaza a nadie, en incluso en su "Concepto Estratégico" habla de posibles "operaciones" conjuntas con Rusia. De nuevo, el nivel de hipocresía es enorme.
Como sabemos, Estados Unidos había prometido a Gorbachov cuando éste accedió a permitir que Alemania oriental se uniera con la occidental que la OTAN no se movería "una pulgada" más allá en el este.
Clinton y la OTAN rompieron rápidamente esta promesa absorbiendo en la OTAN tanto a todos los ex-satélites soviéticos de la Europa del este como a los Estados del Báltico.
Sólo unos locos y/o propagandistas que se auto-engañan no reconocerían que esto es una amenaza de seguridad contra Rusia, la única potencia en la zona que incluso teóricamente podría amenazar a los miembros de la OTAN.
Pero el "Concepto Estratégico" se hace el loco y sólo se reconocen las amenazas a sus miembros.
A pesar de que la "opresión, el conflicto étnico" y la "proliferación de armas de destrucción masiva" son las supuestas preocupaciones principales de la nueva OTAN, sus relaciones con Israel son estrechas y no ha puesto (ni pondrá) impedimento de ningún tipo a la opresión y a la limpieza étnica israelíes ni a su semi-reconocido y considerable arsenal nuclear, y, por supuesto, tampoco a la guerra emprendida por Israel contra Líbano en 2006 ni a sus actuales ataques mortales contra Gaza han impedido unas cálidas relaciones, del mismo modo que el no justificado ataque británico-estadounidense a Iraq no redujo la solidaridad de los miembros de la OTAN.
Si Israel es una altamente favorecido cliente de Estados Unidos, entonces por definición es libre de violar todos los altos principios mencionados en el "Concepto Estratégico".
En 2008 la OTAN e Israel han firmado un pacto militar, así que quizá pronto la OTAN esté ayudando en las operaciones de "seguridad" de Israel en Gaza. (de hecho, durante todo el año pasado la persona que Obama ha elegido como Consejero de Seguridad Nacional National, James Jones, ha estado pidiendo a gritos que las tropas de la OTAN ocuparan Gaza e incluso Cisjordania. James no es una voz solitaria entre la clase dirigente estadounidense)
La nueva OTAN es un pitbull imperial y estadounidense.
Actualmente está ayudando a rearmar el mundo, está fomentando el crecimiento militar de los ex-satélites soviéticos de Europa del este y de los Balcanes (ahora satélites de Estados Unidos y de la OTAN), está trabajando estrechamente con Israel mientras este socio de la OTAN limpia étnicamente y desposee a sus untermenschen ["infrahumanos"(*)], ayudando a su amo a establecer Estados cliente en las fronteras sur de Rusia, apoyando oficialmente la instalación de misiles antibalísticos en Polonia, la República Checa, Israel, de forma amenazadora en cualquier parte y a gran distancia de Estados Unidos, y urgiendo la integración de los planes de Estados Unidos en un más amplio "escudo" de la OTAN.
Esto prácticamente obliga a Rusia a tomar medidas más agresivas y a un rearme acelerado. (exactamente igual que hizo la OTAN en sus primeros años)
Y, por supuesto, la OTAN apoya la ocupación estadounidense de Iraq.
El secretario general de la OTAN Scheffer se jacta regularmente de que todos y cada uno de los 26 Estados de la OTAN están implicados en la Operación Libertad Iraquí, dentro de Iraq o de Kuwait.
Todas y cada una de las naciones de los Balcanes, excepto Serbia, ha tenido tropas en Iraq y ahora las tiene en Afganistán.
La mitad de la ex-Comunidad Soviética de Estados Independientes también ha suministrado tropas para enviar a Iraq y algunas de ellas también a Afganistán. Estos son campos de adiestramiento para domar a los nuevos "socios" e "inter-operacionalizarlos", y para desarrollar una nueva base mercenaria para las cada vez mayores operaciones "fuera de la zona" de la OTAN, mientras ésta participa más activamente en las guerras estadounidenses en Afganistán y Pakistán.
Como se ha indicado, la OTAN alardea de su papel en la guerra de los Balcanes y tanto esta guerra como las guerras en Iraq, Afganistán y Pakistán han violado la Carta de Naciones Unidas.
La falta de ley está incluida en el nuevo "concepto estratégico". Extralimitándose a la inicial (y fraudulenta) "auto-defensa colectiva", los siempre en expansión poderes del OTAN se otorgan la autoridad para llevar a cabo campañas militares "fuera de la zona" o denominadas misiones "no Artículo V" más allá del territorio de la OTAN.
Como indicaba el experto jurídico Bruno Simma ya en 1999, "el mensaje que estas voces transmiten a nuestro contexto es claro: si resulta que no se puede obtener el mandato o autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para futuras misiones "no Artículo V" de la OTAN que impliquen fuerza armada, ésta debe seguir siendo capaz de seguir adelante.
Que la Alianza es capaz de hacerlo ha quedado demostrado en la crisis de Kosovo". ("NATO, the UN and the Use of Force: Legal Aspects", European Journal of International Law, Vol.10, No.1, 1999)
La nueva OTAN está encantada de contribuir al proyecto de su amo por todo el globo. Además de ayudar a rodear y amenazar a Rusia, sigue con "acuerdos de asociación" y lleva a cabo maniobras militares conjuntas con los países del denominado Diálogo Mediterráneo (Israel, Egipto, Jordania, Marruecos, Túnez, Mauritania y Argelia). Y la OTAN también ha establecido nuevos asociaciones con Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahrain, Kuwait, Arabia Saudí, Oman, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos), con lo que ha expandido el ámbito militar del OTAN desde la costa átlantica de África hasta el Golfo Pérsico y por todo este último.
Al mismo tiempo el marco aquí ha sido una ininterrumpida serie de visitas y de ejercicios navales de la OTAN con la mayoría de estos nuevos socios así como el primer tratado bilateral formal OTAN-Israel. (este año pasado)
El pitbull está en buena posición para seguir ayudando a Israel a seguir con sus generalizadas violaciones de la ley, para ayudar a Estados Unidos e Israel a amenazar y quizá atacar a Irán, y para ampliar su propio programa cooperativo de pacificación de pueblos distantes en Afganistán y Pakistán, y, sin lugar a dudas, en cualquier parte; todo ello en el supuesto interés de la paz y de esa "mayor estabilidad" mencionada en el "Concepto Estratégico".
La OTAN, como el propio Estados Unidos, proporciona una cobertura de aparente multilateralismo para lo que es un expansionismo imperialista al margen de la ley y casi incontrolado. En realidad, la OTAN, como un ejército agresivo global de Estados Unidos y de otros imperialismos locales afiliados, supone una grave amenaza para la paz y seguridad global.
Está a punto de celebrar su 60 aniversario y aunque debería haber sido liquidada en 1991, en vez de ello se ha expandido, ha adoptado un nuevo y amenazante papel esbozado ya en el "Concepto Estratégico" de 1999 y goza de una maligna expansión que produce miedo.
(*) Untermenschen, "infrahumanos", es un término frecuentemente utilizado por los nazis para referirse a los judíos.
(mas...)

"Queremos atraer gradualmente a Rusia a la cooperación con la Alianza", dijo Simmons.
Según comentó, muchos ministros de los países de la OTAN declararon después del conflicto en el Cáucaso que "ya no podían cooperar con Rusia como antes".
"La OTAN mantiene que Rusia utilizó una fuerza desproporcionada al entrar sus tropas en Georgia durante el conflicto", apuntó.
"No obstante, los ministros de los países de la OTAN han acordado reanudar las relaciones con Moscú", señaló el representante especial del secretario general de la OTAN.
Simmons llegó a Bishkek este lunes en una visita de dos días. En la capital de Uzbekistán, se reunirá con el viceprimer ministro de ese país, Omurbek Babánov.
Anteriormente, Rogozin comunicó que el relanzamiento del diálogo entre la OTAN y Rusia será objeto de discusión durante una entrevista que el jefe de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, mantendrá el próximo 6 de febrero con Serguei Ivanov, vicepresidente del Gobierno ruso. El encuentro tendrá lugar en el marco de la Conferencia de Múnich a la que Ivanov asistirá como jefe de la delegación rusa.
Las relaciones entre la Alianza del Atlántico Norte y Rusia se deterioraron después de que en agosto pasado Georgia lanzó una ofensiva militar contra Osetia del Sur y Moscú tuvo que enviar tropas al Cáucaso para imponer la paz. Los países de la Alianza calificaron como "desmesurada" esta respuesta y suspendieron las sesiones del Consejo Rusia-OTAN a todos los niveles. Rusia también frenó varios programas de cooperación. A principios de diciembre pasado, el jefe de la OTAN, Jaap De Hoop Scheffer, recibió de los países miembros la luz verde para reanimar de forma "condicionada y gradual" el diálogo con Moscú.
El funcionario indicó que hay muchos asuntos que pueden favorecer el mejoramiento de las relaciones con Rusia, en particular la lucha contra la proliferación de armamento de exterminio masivo.
"También podríamos mejorar nuestra cooperación en Afganistán" al resaltar que todas las partes interesadas en la regulación de la situación en ese país, "deben estar dispuestos a compromisos".
Al mismo tiempo el funcionario criticó los planes de Moscú de emplazar bases militares en las repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur.
"El señor Medvédev propuso una discusión sobre una nueva arquitectura de seguridad. ¿Cómo se puede continuar la discusión cuando Rusia crea bases militares en el territorio de Georgia?, inquirió Scheffer.
Añadió que la OTAN y Rusia pueden desarrollar nuevas relaciones en base a la confianza, "esto debe ser una calle de dos vías", dijo Scheffer en el foro de Munich en el que participan más de 350 delegados y 400 periodistas.
Rogozin precisó que el Consejo Rusia-OTAN, cuya creación se contemplaba en aquella Declaración, no es una suma de 26 países miembros de la Alianza más Rusia sino "un organismo cuyos 27 integrantes, en calidad de Estados-naciones, debaten como iguales los problemas concernientes a la seguridad.
Si Rusia sigue tropezando con una postura consolidada de la OTAN, la cual se limita a anunciarle las decisiones ya tomadas, no habrá cooperación, subrayó.
El embajador reafirmó el rechazo de Rusia al plan estadounidense que prevé la instalación de sistemas antimisiles en Polonia y República Checa. Rogozin duda de que estos países tengan acceso al control del escudo antimisil y piensa que "exponen a un golpe la seguridad propia al acoger una base militar extranjera que (...) provoca a los vecinos".
Asimismo, reiteró que Rusia sigue a la espera de que los nuevos miembros de la OTAN ratifiquen la versión adaptada del Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE). Moscú aspira a preservar el control sobre los armamentos en el continente europeo pero insiste en que haya transparencia, en particular, en lo que atañe a las estructuras de la OTAN en la Europa del Este, dijo.
En diciembre de 2007, Rusia proclamó una moratoria sobre el cumplimiento del FACE.
Al comentar la presencia militar rusa en Abjasia y Osetia del Sur, Rogozin dijo que no habrá necesidad de "incrementar el músculo", si se ofrecen estrictas garantías de que el régimen georgiano de Mijaíl Saakashvili no volverá a apostar por una solución bélica con respecto a estas repúblicas caucasianas. De lo contrario, agregó, Rusia se verá obligada a mantener allí la presencia militar a pesar de la grave crisis financiera.
"Al hacer estas cosas, Francia no ha perdido nada de su soberanía... La decisión de participar en cualquier operación y la naturaleza del compromiso siguen siendo nacionales", dijo.
La reintegración completa de Francia en las estructuras militares y en los mecanismos de planificación de defensa de la OTAN traerá muchos beneficios a Francia, dijo.
Francia podría ayudar a definir el nivel de ambición de la alianza -el número y tipo de misiones que la OTAN debe ser capaz de realizar al mismo tiempo- y también las necesidades de capacidad de mediano y largo plazos de los aliados, así como las capacidades colectivas que necesita la alianza, dijo.
La presencia de expertos franceses de todos los niveles de la estrctura militar permitiría a Francia estar involucrada concretamente en la preparación del futuro y en la planificación de escenarios de manejo de crisis, en la preparación de planes de operación y en las operaciones de control en el área, dijo el jefe de la OTAN.
Francia bajo el ex presidente Charles de Gaule se retiró de las estructuras militares de la OTAN en 1966, por temor a que el país pudiera ser arrastrado a una guerra con la Unión Soviética contra su voluntad. Después de la Guerra Fría, Francia empezó a contribuir más con la OTAN en defensa.
(Xinhua)
. El desarrollo cada vez más ambicioso de las capacidades militares de la UE compite con la OTAN, si no representa un desafío directo a dicho organismo y a la alianza estratégica transatlántica con Washington.
. La OTAN es un antídoto multilateral al unilateralismo de EE.UU.
. La UE es un profesional basado en principios de diplomacia pacífica mientras que EE.UU. y la OTAN a menudo se apresuran demasiado porque se basan en la necesidad militar.
. La UE es un competidor o incluso el principal competidor de EE.UU. en Europa y cada vez más en todo el mundo.
Cada cual puede creer tantas de estas patrañas como quiera, pero las palabras y las acciones de los responsables políticos y de los funcionarios a cargo de imponer la política en el establishment de la política exterior de la UE, la OTAN y EE.UU. las refutan continuamente.
21 de los 27 miembros de la UE son también miembros de la OTAN. De los seis que no lo son, todos, con la excepción de Chipre (por el momento) -Austria, Finlandia, Irlanda, Malta y Suecia– son miembros del programa Cooperación por la Paz de la OTAN. De los últimos cinco, sólo la pequeña Malta no tiene un contingente militar sirviendo bajo la OTAN en Afganistán, los Balcanes u otros sitios.
De los 26 Estados miembro de la OTAN, sólo Noruega y EE.UU., Canadá e Islandia, los últimos tres no están en Europa y por lo tanto no se califican, no están en la UE.
Los tres protagonistas cruciales podrán altercar ocasionalmente sobre cuestiones secundarias de táctica, oportunidad y tecnicismos, pero se mantienen unidos respecto a preocupaciones sustantivas y estratégicas.
La UE y la OTAN han sido abiertamente socios militares desde 1992 cuando se firmó el acuerdo Berlín Plus sobre la compartición conjunta de activos militares.
Incluso los miembros de la UE que todavía no están en la OTAN son afectados por la subordinación del continente al bloque ya que la Carta Estratégica de la Alianza de 1999, todavía estipula en efecto, que los arsenales nucleares de EE.UU., en particular, pero también los del Reino Unido y de Francia, “son esenciales para preservar la paz” y son “un vínculo político y militar esencial entre los miembros europeos y norteamericanos de la Alianza”.
Como los eventos de 1989-1991 provocaron el colapso del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial en Europa y el mundo en su conjunto – la disolución del Pacto de Varsovia y del Consejo de Ayuda Económica Mutua (Comecon), la desintegración de la Unión Soviética y la fragmentación violenta a Yugoslavia, las principales potencias occidentales inmediatamente reiniciaron planes para la dominación global interrumpidos después de las dos guerras mundiales y, después de haber aprendido sus propias lecciones de la última formaron un condominio para compartir los despojos de todo el mundo, no sólo la multitud de sus antiguas colonias, territorios, protectorados y mandatos, sino partes del globo que nunca antes estuvieron a su disposición, incluida la antigua Unión Soviética.
Esto lo confirma una declaración del Secretario General de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, hace casi cuatro años:
“La OTAN y la UE están logrando bastante progreso en la coordinación de capacidades militares modernas. Me siento optimista de que podamos extender nuestra cooperación en áreas adicionales en las que tenemos un interés de seguridad común, donde podemos complementarnos, y reforzar mutuamente nuestros esfuerzos. Y con ello quiero decir áreas funcionales… como ser el Cáucaso y Asia Central”. (NATO International, 31 de marzo de 2005)
Dos meses después el Secretario Adjunto de Estado de EE.UU., Nicholas Burns, que llegó a ese puesto después de ser embajador de EE.UU. ante la OTAN, usó un tenor parecido cuando:
“Saludó un llamado por el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, para que la alianza y la UE aumenten la cooperación para asegurar la seguridad más allá de las fronteras de la OTAN en Europa, África y Asia Central”. (Associated Press, 26 de mayo de 2005)
Burns explicó la división del trabajo propuesta, por lo menos desde la perspectiva de Washington:
“A ver si nos entendemos. La OTAN hace las grandes operaciones militares, pero la UE maneja las operaciones de mantenimiento de la paz…” (Ibíd)
En el mes intermedio, abril de 2005, el ministro alemán de defensa de entonces, Peter Struck, dirigiéndose a una conferencia sobre seguridad europea en Berlín, subrayó el mismo punto al afirmar que:
“Sería totalmente erróneo ver el desarrollo de capacidades de defensa europeas, separadamente de progresos dentro de la OTAN” y “agregó que tanto la OTAN como la Unión Europea se esfuerzan actualmente por estar mejor preparados para misiones fuera del área en un intento de adaptarse al rápido cambio del entorno de seguridad”. (Deutsche Welle, 13 de abril de 2005)
Es decir, la UE y la OTAN han determinado que todo el mundo, con la excepción del Hemisferio Occidental, que presumiblemente pertenece a EE.UU. (aunque incluso allí los Estados de la OTAN están involucrados individual, separada y colectivamente), como caza legal para despliegues militares.
Otro giro cualitativo respecto a la situación internacional previa a 1991 y una reversión a la era de las ambiciones y pretensiones coloniales europeas occidentales, la de la diplomacia de la cañonera y de bayonetas caladas contra “nativos revoltosos”.
De hecho, la época posterior a la Guerra Fría ha devuelto en esencia a Europa, a Occidente en general y gran parte del mundo en cuanto a la influencia de los Estados de la OTAN no sólo al status quo ante previo a la Segunda Guerra Mundial sino aún más atrás a los años 1800 y al apogeo de la expansión colonial europea.
Efectiva, si no formalmente, las principales potencias occidentales han creado equivalentes modernos del Congreso de Viena de 1815 y del Congreso de Berlín de 1878.
El primero ocurrió hacia el fin mismo de las Guerras Napoleónicas con la inminente derrota de Bonaparte en Waterloo y fijó el fundamento de la Santa Alianza y su nuevo orden de entonces, que debía asegurar que nunca los tronos europeos volvieran a ser desafiados por la amenaza del republicanismo.
La dispensa posterior a 1991 ha recreado la proscripción de la forma republicana de gobierno y la ha aplicado al comunismo y a otras variantes del socialismo y por cierto a cualesquiera partidos políticos y movimientos populares que puedan defender los intereses de la mayoría, dentro de Europa o fuera de ella, frente a elites transnacionales – así llamadas euro-atlánticas.
El segundo modelo, el del Congreso de Berlín, fue la salva de apertura de la alteración de las fronteras nacionales en los Balcanes y el comienzo de la disputa por África, que sería lanzada en serio seis años después en la Conferencia de Berlín.
Similitudes entre entonces y el período actual no requieren mucho comentario, ya que saltan a la vista.
La Conferencia de Berlín, a la que asistieron representantes de Austria-Hungría, Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Portugal, Prusia, España y Suecia-Noruega, abrió toda África, especialmente la cuenca del Río Congo, y la región de los Grandes Lagos, a las formas más brutales y cínicas de rapiña y saqueo.
Fue también el prototipo para ataques militares y económicos conjuntos, colectivos, europeos occidentales, contra naciones virtualmente indefensas, que no tardó en ser replicado en China en 1900 invadida por fuerzas militares de Austria-Hungría, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y EE.UU. para reprimir la Rebelión de los Bóxer y proteger intereses económicos occidentales.
Para demostrar hasta qué punto el pasado es ahora el presente, en un artículo escrito en conjunto en The Times de Londres en junio pasado, George Robertson y Paddy Ashdown, de quienes hablaremos más adelante, afirmaron que:
“La cooperación multilateral en el ámbito europeo tiene que… involucrar más cooperación en la defensa si ha de ser tomada en serio. El impulso por crear grupos de combate de la UE debe ser acelerado, compatibilizado enteramente con las fuerzas de reacción de la OTAN y debería formar la base de una capacidad europea emergente de contrainsurgencia capaz de operar en Estados fracasados y entornos post-conflicto”. (The Times, 12 de junio de 2008)
El documento, en realidad un manifiesto militar y una llamada a la acción para las elites occidentales, también incluyó la observación de que:
“Esto será vital si se nos llama… a extender la autoridad pública a algunos de los espacios no gobernados que la globalización está ayudando a generar”.
Y el artículo culmina en este análisis, rudo, revelador y hubristico por igual:
“Por primera vez en más de 200 años nos movemos hacia un mundo que no está totalmente dominado por Occidente. Si queremos influenciar ese entorno en lugar de ser chantajeados por él, si queremos asumir algunas de las características preocupantes de la globalización, el multilateralismo real, práctico, es una necesidad estratégica…”
Haya o no alguien más en el mundo que considere que el deseo de las principales potencias occidentales y de su clase gobernante de asumir, reclamar y expandir la dominación global represente una necesidad, el plan es decididamente estratégico.
A diferencia de las divagaciones de oscuros académicos que rediseñan el mundo y sus divisiones nacionales en la seguridad de sus propias mentes y confortables asientos en las bibliotecas universitarias, el pronunciamiento en The Times apareció allí porque sus autores son cualquier cosa pero no teóricos abstractos, historiadores o filósofos políticos.
Son importantes arquitectos e implacables ejecutores del orden que propugnan, ambos probados en la post-Guerra Fría, o como ellos mismos podrían presentarlo, en el laboratorio posmoderno que fueron los Balcanes en los años noventa.
Lord George Robertson, es secretario de defensa británico y aun par del reino de por vida y barón de Port Ellen, fue secretario general de la OTAN desde 1999 hasta 2004, sucesor de Javier Solana, que ha pasado a ser Alto Representante para Política Exterior y de Seguridad Común y secretario general tanto del Consejo de la Unión Europea como de la Unión Europea Occidental. En realidad, ministro de exteriores colectivo de la Unión Europea.
Paddy Ashdown fue Alto Representante internacional para Bosnia y Herzegovina desde septiembre de 2002 hasta mayo de 2006, dirigiendo con descarada arbitrariedad, despotismo y ferocidad que le granjearon el título informal de otra época, virrey, que casi no cabe duda que consiguió legítimamente porque su padre había sido oficial en el servicio colonial británico en India y porque la misión y el estilo de Ashdown hijo no sólo evocaban la pasada era colonial sino eran emblemáticos de su actual renacimiento.
Hace casi cuatro años la Comisión Internacional sobre los Balcanes, fundada por –entre otras instituciones– el Fondo Marshall Alemán de EE.UU. “emitió una acerba crítica de las políticas de la UE y de la ONU en los Balcanes.
“La comisión afirma que la democracia ha sido asfixiada en Bosnia ‘por la autoridad coercitiva’ de Paddy Ashdown, alto representante de la UE.
"Los representantes internacionales, dice la comisión, ‘se meten frívolamente en la ingeniería social pero no tienen que rendir cuentas cuando sus políticas fracasan. Si el régimen neocolonial de Europa se arraiga, alentará el descontento económico…’” (International Herald Tribune, 29 de abril de 2005)
Como para recompensarlo por esto, hace un año Ashdown fue promocionado como sucesor de los antiguos jefes de su padre en el subcontinente indio, a saber lo que la prensa en la época se refirió como un “súper enviado” a Afganistán, lo que un periódico describió en estas palabras rapsódicas:
“El rol propuesto significaría que Lord Ashdown será encargado de unificar los esfuerzos de la OTAN y de la ONU en Afganistán. Se piensa que los funcionarios de la OTAN apoyan su candidatura para un puesto con un poder excepcional”. (The Telegraph, 6 de diciembre de 2007)
El gobierno afgano se mostró menos entusiasta que la clac de Ashdown en la prensa occidental y no le dio el puesto, demostrando así la forma y temperamento ‘pre-moderna’ del pueblo afgano. El adjetivo será explicado más adelante.
Lo que Ashdown encarnaba para los afganos, conociera o no su gobierno los antecedentes, era la posición ‘post-moderna’ del antiguo diplomático británico y cardenal Richelieu del Luis XVIII de Tony Blair en asuntos de relaciones exteriores, Robert Cooper.
La eminencia gris en cuestión es autor de dos libros:
“The Post-Modern State and the World Order” (2000)
“The Breaking of Nations: Order and Chaos in the Twenty-First Century” (2003)
y contribuyó una versión del primero a la colección:
“Re-Ordering the World: The Long-Term Implications of September 11” (2002)
Cooper ha sido caracterizado como padre del “nuevo imperialismo liberal” y fue durante un breve período Representante Especial de Tony Blair en Afganistán después de la invasión de 2001.
Como Robertson y Ashdown, jugó un papel en la imposición así como en la elaboración de racionalizaciones de las estrategias y políticas imperiales.
Su primer libro: “The Post-Modern State and the World Order”, dividió en tres las naciones del mundo en pre-modernas, modernas y post-modernas, no diferentes de modo esencial, aunque superficialmente en estilo, de aquellas de sus antepasados colonialistas al dividir a los pueblos del mundo en naciones y culturas civilizadas y no civilizadas.
Variaciones de esta visión del mundo han vuelto a aparecer en todo Occidente después del fin de la Guerra Fría, y el nuevo orden internacional que la siguió permitió que las principales potencias occidentales dejaran de lado promesas a medias de respetar a la recién liberada mayoría de la humanidad, a menudo con culturas auténticas mucho más antiguas y mucho más venerables que las de sus antiguos amos coloniales y los aliados norteamericanos entre ellos.
Después que se negó a Ashdown la oportunidad de continuar la tradición familiar en Afganistán fue a trabajar como mano derecha de Javier Solana como Director General para Asuntos Externos y Político-Militares en el Secretariado General del Consejo de la Unión Europea, posición que conserva actualmente.
También se considera que Cooper ha jugado un papel decisivo en la creación de la Política Europea de Seguridad y Defensa (ESDP, por sus siglas en inglés), originalmente introducida como Identidad Europea de Seguridad y Defensa en la reunión de ministros de exteriores de la OTAN en Berlín en 1996 donde se acordó que la Unión Europea Occidental (WEU) supervisaría su creación dentro de las estructuras de la OTAN.
La ESDP es ahora dirigida efectivamente por el Alto Representante de la Política Común de Exteriores y Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, cuyo principal lugarteniente es Cooper. La ESDP fue probada por primera vez en el terreno en Macedonia en 2003 cuando se hizo cargo por la OTAN y ha seguido siendo el principal brazo de defensa y fuerzas armadas de la UE.
Macedonia, la segunda víctima de la guerra de la OTAN en 1999 contra Yugoslavia, fue el prototipo para la suplantación por la UE de las fuerzas de ocupación e interdicción de la OTAN, y la antigua misión Concordia de EUFOR sucedió a la Operación Armonía Aliada de esta última.
En 2004, la OTAN nuevamente entregó un protectorado, Bosnia, bajo su Fuerza de Estabilización (SFOR) a la UE y a su operación Althea EUFOR.
En 2008, la OTAN comenzó a hacer la transición del comando de su Fuerza Kosovo (KFOR), sólo autorizada bajo la Resolución 1244 de la ONU, a la Misión Gobierno de Ley de la UE (EULEX), provocando duras condenas de Serbia y Rusia.
En noviembre del año pasado, la OTAN entregó la extensa interdicción naval de la Operación Atalanta de EUNAVFOR en el Golfo de Adén y el Cuerno de África a la UE, que fue descrita como:
“Algo completamente nuevo para la UE porque tiene lugar lejos de la propia Europa… La Operación Atalanta es un proyecto ambicioso. El área de mar que debe ser controlada es enorme…” (Radio Netherlands, 21 de noviembre de 2008)
La “misión civilizadora” conjunta de la UE y de la OTAN en “espacios no gobernados” en el mundo pre-moderno y moderno se expande constantemente.
Durante este mes, Giampaolo Di Paola, presidente del Comité Militar de la OTAN, entró en detalles sobre la misión triádica mundial UE-OTAN-EE.UU. al presagiar la “necesidad de una nueva forma de gobernanza mundial en la cual la OTAN, la UE y otras importantes organizaciones internacionales tienen que jugar un papel”. (ADN Kronos International [Italia], 13 de febrero de 2009)
Vale la pena examinar en cierta profundidad el tipo de gobernanza mundial del que hablan y quiénes son propuestos como sus auto-designados guardianes.
Funcionarios en Bruselas y Washington invocan rutinariamente el término comunidad internacional cuando conviene a sus intenciones – y con la misma regularidad ignoran los deseos de la verdadera comunidad de naciones cuando no es así.
La población combinada de todos los 27 Estados miembro de la UE es de menos de 500.000.000, menos de un doceavo de la raza humana.
Si se agregan las cifras de los Estados de la OTAN que no están en la UE–EE.UU. cuyos 300.000.000 de ocupantes representan un 40% de la cantidad de la UE, Canadá, Noruega e Islandia, la cifra total es de apenas más de 800.000.000, menos de una séptima parte de la humanidad.
Los principales Estados de la UE y miembros europeos de la OTAN, son las antiguas potencias coloniales – Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Holanda y Dinamarca, y el segundo contingente de ‘un lugar bajo el sol’ de Bélgica, Italia y Alemania.
Comenzando con misiones comerciales, que pronto se convirtieron en monopolios, incluyendo poco después puestos avanzados militares y finalmente una subyugación económica, política y militar total, las principales potencias occidentales se repartieron amplias superficies de territorio en Asia, África, Norte, Centro y Sudamérica y toda Oceanía como sus respectivos dominios y esferas de influencia.
Muchos Estados de la OTAN y de la UE siguen reteniendo los vestigios de esa rebatiña por el mundo, especialmente en ultramar y en otras posesiones no-contiguas, sobre todo islas, arrebatadas originalmente a los habitantes indígenas.
Gran Bretaña, Francia, Holanda, España, Portugal, Dinamarca y EE.UU. están en esa categoría.
Son los Estados que prohíben a otros, incluso en el contexto europeo, el derecho a ejercer influencia en territorios que fueron parte integral de su país durante varios siglos, como ser Serbia con Kosovo y Rusia con Ucrania.
Las principales naciones occidentales fueron también las perpetradoras del tráfico de esclavos africanos, la mayor migración forzosa de gente en la historia humana, con cálculos de los transportados a través del Océano Atlántico que van entre los 10 y los 30 millones en los siglos entre XVI y XIX.
Los involucrados incluían, a uno u otro lado del océano, a menudo en ambos, Gran Bretaña, Francia, España. Portugal, Holanda, Dinamarca y más tarde EE.UU.
Uno de los fundamentos tácitos de la comunidad transatlántica.
Términos y conceptos obsoletos y desacreditados como la Carga del Hombre Blanco, el Destino Manifiesto, ‘un sitio bajo el sol’, Lebensraum [espacio vital] e ‘imperios bajo los cuales el sol nunca se pone’ han sido abandonados, pero la visión subyacente del mundo y los objetivos geopolíticos que los motivaron no lo han sido y en su lugar han sido rediseñados bajo nuevas marcas durante la última generación.
Las fuerzas militares occidentales han vuelto a naciones que creían haberse librado para siempre de ellas; por ejemplo, las tropas británicas están de vuelta en Afganistán, Iraq y Sierra Leona; las francesas en Haití, de vuelta en el bicentenario de su independencia de Francia, y Costa de Marfil; las fuerzas armadas estadounidenses están de vuelta en las Filipinas.
No es sólo una suma total de acciones individuales de potencias aliadas occidentales, lo que ha emergido es un nexo sistemático e internacional de despliegues planificados y coordinados con objetivos geoestratégicos precisos y amplios.
A pesar de la tan publicitada diferencia de opiniones respecto a la invasión de Iraq en 2003, todos los 26 Estados de la OTAN tienen personal militar asignado a Iraq y al vecino Kuwait bajo la Misión de Entrenamiento de la OTAN–Iraq.
Menos de dos años después de la invasión la Alianza anunció que:
“El objetivo de la OTAN es entrenar este año a 1.000 agentes de seguridad de mediana y alta graduación” y “la Unión Europea ha acordado entrenar a unos 700 jueces, fiscales y funcionarios carcelarios”. (San Francisco Chronicle, 21 de marzo de 2005)
Después, en 2005, la entonces embajadora de EE.UU. ante la OTAN, Victoria Nuland, ex asesora de seguridad del ahora ex vicepresidente Dick Cheney, afirmó:
“Necesitamos eliminar de una vez por todas las rivalidades –algunas reales, otras imaginarias– entre la UE y la OTAN”.
Sus comentarios fueron caracterizados por un sitio militar en Internet como propugnando que:
“La OTAN y la Unión Europea (UE) deben establecer un diálogo mucho más profundo que en el pasado para encarar la amplia gama de temas militares, políticos, de equipo y financiamiento que enfrenta la comunidad de seguridad transatlántica…” (Defense News, 23 de septiembre de 2005)
El primer embajador de EE.UU. en Afganistán después de la invasión de 2001, James Dobbins, quien en aquel entonces era director del Centro de Política de Seguridad Internacional y Política de la Defensa en Rand Corporation, reflejó una actitud semejante al urgir que:
“Es hora, por lo tanto, de dejar de preguntar lo que la OTAN puede hacer por la UE, y comenzar a preguntar lo que la UE puede hacer por la OTAN. Y Afganistán es el sitio para comenzar. Esto podría ser hecho del mejor modo en un diálogo triangular entre la OTAN, la UE y EE.UU.” (International Herald Tribune, 30 de septiembre de 2005)
Para demostrar aún mejor que el triángulo UE-OTAN-EE.UU. afecta más que únicamente eventos en el continente europeo, un mes después de los comentarios de Dobbins, Julianne Smith, directora adjunta de programas de seguridad internacional del think tank estadounidense Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, lamentó en una conferencia realizada por ese organismo que:
“’Sí, consultan sobre los Balcanes, pero eso no basta. La OTAN y la UE deberían estar hablando sobre la no proliferación, el Cáucaso, Ucrania, Moldova – todo el asunto”. (Defense News, 14 de octubre de 2005)
Klaus Naumann, antiguo jefe del Comité Militar de la OTAN, habló en la misma conferencia y reveló más de lo que posiblemente se proponía al deplorar que “Europa de nuevo es obsesionada por los fantasmas de la soberanía”, con lo que quiso decir que el amor restante por el propio país y pueblo es un obstáculo para la consolidación ulterior de la dominación incuestionable de la OTAN y de la UE en Europa y más allá. (Ibíd)
El mes siguiente, Javier Solana, de la UE, ex Secretario General de la OTAN, dijo que la expansión de los planes militares y los planes para despliegues globales de la UE no tenían que ver “con el reemplazo de la OTAN” y en su lugar “al convertirse en un actor internacional más fuerte y más capaz, será un mejor socio para EE.UU.,” citando los Balcanes como el terreno original de prueba para ese triunvirato, “Mediante nuestros esfuerzos concertados con EE.UU. y la OTAN…” (Defense News, 10 de noviembre de 2005)
El mes siguiente el ya mencionado Klaus Naumann escribió una columna que contenía la demanda de que:
“La UE debiera… adoptar pasos para mejor su capacidad de realizar operaciones. Nuevos Grupos de Batalla de la UE deben ser fortalecidos mediante entrenamiento regular y certificación, preferentemente utilizando estándares de la OTAN…” (Daily Times [Pakistán], 1 de diciembre de 2005)
El artículo también instaba a que “los dos organismos deben expandir su diálogo estratégico más allá de su actual enfoque en los Balcanes y Afganistán” e incluía la misma recomendación hecha anteriormente por Julianne Smith de que la UE y la OTAN deben escalar en conjunto su intrusión en otras áreas incluyendo “regiones como Ucrania o Moldova”. (Ibíd)
La integración de las políticas militar y exterior de la UE y de la OTAN continuó a ritmo acelerado durante años y alcanzó su crescendo en la cumbre de la OTAN en Bucarest, Rumania, en abril del año pasado.
Durante la cumbre “la Representante Permanente de EE.UU. ante la OTAN, Victoria Nuland, afirmó que la clave para el fortalecimiento de la OTAN era la construcción de una Unión Europea más fuerte”. (Der Spiegel, 1 de abril de 2008)
Un periódico del país anfitrión informó que:
“Un alto responsable estadounidense ha afirmado recientemente que, lejos ser considerada como una amenaza para la OTAN, la Política Europea de Seguridad y Defensa (ESDP) consolidada es una necesidad inmediata…” (Nine O'Clock News, March 31, 2008)
La presidencia de la UE estuvo en manos de Francia el año pasado y el presidente francés Nicholas Sarkozy fue el principal proponente al presionar por el eje UE-OTAN-EE.UU. en la cumbre de Bucarest.
Aunque no fue su único proponente:
“El presidente de EE.UU., George W. Bush apoyó el jueves la idea de que Europa debería reforzar su propia capacidad de defensa, dijo el presidente francés Nicholas Sarkozy, describiéndolo como “un punto histórico decisivo”.
“El apoyo de Bush para una ‘Europa de la defensa’, como Sarkozy describió la intervención, fue expresado en una cumbre de dirigentes de la OTAN en Bucarest…” (Deutsche Presse-Agentur, 3 de abril de 2008)
El discurso de Bush en la cumbre reiteró que:
“La OTAN ya no es una alianza estática… Ahora es una alianza expedicionaria que envía sus fuerzas por todo el mundo…” (USA Today, 1 de abril de 2008)
Su discurso también contenía la denuncia ya rutinaria del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial [1945-1991] en Europa diciendo:
“Dije que Europa debe revocar el amargo legado de Yalta, y eliminar las falsas fronteras que dividieron el continente durante demasiado tiempo”. (Ibíd)
Una fuente noticiosa rumana informó sobre relaciones entre la UE y EE.UU. durante la cumbre, diciendo que:
“La calidad de la cooperación transatlántica pasa actualmente por una profunda transformación, adaptándose a las nuevas condiciones posteriores a la Guerra Fría y preparándose para un nuevo tipo de cooperación global”. (Nine O'Clock News, 3 de abril de 2008)
La misma fuente citó un día antes al antiguo secretario de exteriores rumano, Mircea Geoana, afirmando que:
“Lo que se espera que produzca esta Cumbre es… una nueva alianza del Siglo XXI”. (Nine O'Clock News, 2 de abril de 2008)
Dos semanas después del fin de la cumbre, el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov dijo, advirtiendo que la OTAN se proponía usurpar el rol y las funciones de Naciones Unidas:
“Es… un intento de formar una cierta unión global con un núcleo occidental que desea reivindicar casi todas las funciones de la ONU”. (Interfax, 17 de abril de 2008)
Con Francia como principal intermediario, por tener la presidencia de la UE y haber anunciado su intención de reintegrarse al comando militar de la OTAN, se aceleró durante todo el año pasado el impulso por la simbiosis militar UE-OTAN-EE.UU.
Un despacho con el título “Francia pregona las defensas de la UE, puntal clave para el futuro de la OTAN”, el Ministro de Defensa francés, Herve Morin alardeó de haber “reforzado las capacidades militares de la Unión Europea, una condición crucial para que Francia se reintegre totalmente a la OTAN”. (Agence France-Presse, 10 noviembre de 2008)
Morin dio una idea del ritmo de fortalecimiento militar de la UE en una reunión de ministros de defensa europeos (en su mayoría afiliados a la UE y a la OTAN) al declarar:
“Puedo decir, que desde el 10 de noviembre… ya hemos hecho un progreso sustancial y considerable, probablemente tanto como el que ha ocurrido en los últimos 10 años”. (Ibíd)
Al mismo tiempo, Jean-Francois Bureau, secretario general adjunto de la OTAN para diplomacia pública, dijo que:
“Veintiuna de las 27 naciones de la UE son también miembros de la OTAN, y ambas organizaciones ‘son activas juntas en los mismos escenarios de conflicto”.
“‘Desde la perspectiva de la OTAN, existe una inmensa necesidad de aún más cooperación’ con la UE en temas militares”. (United Press International, 12 de noviembre de 2008)
El mismo informe noticioso mencionó que, como en Iraq, la UE está entrenando personal de seguridad en Afganistán.
En diciembre del año pasado, un borrador de declaración del Consejo Europeo sobre el realce de la Política Europea de Seguridad y Defensa [ESDP] reafirmó el objetivo de: “fortalecer la cooperación estratégica entre la UE y la OTAN…” (Irish Times, 11 de diciembre de 2008)
La fuente indicada agregó:
“Los dirigentes de la UE también están dispuestos a endosar una declaración sobre el realce de las capacidades de la Política Europea de Seguridad y Defensa [ESDP], que fijará nuevos objetivos para que la UE pueda desplegar 60.000 soldados dentro de 60 días y miles de personal civil en por lo menos una docena de misiones simultáneas”. (Ibíd)
Otro informe de planes de la UE para una fuerza de reacción rápida de 60.000 soldados señala que los dirigentes de la UE publicaron una declaración conjunta en la que:
“Reconocieron la necesidad de fortalecer y optimizar las capacidades de defensa de Europa y se comprometieron a trabajar más de cerca con la OTAN”. (Deutsche Presse-Agentur, 12 de diciembre de 2008)
En otro informe del mismo día, se parafrasea al presidente francés Nicholas Sarkozy afirmando que:
“EE.UU. ya no ve la ESDP como una política agresiva contra la OTAN, y tanto el presidente saliente George W. Bush como el presidente entrante Barack Obama apoyan ahora la política de la UE”.
Y se le cita diciendo:
“No es una elección entre EE.UU. y la ESDP. Los dos van juntos”. (EUobserver, 12 de diciembre de 2008)
El 9 de diciembre, el Secretario de Exteriores británico, David Miliband, y el Ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, firmaron con sus nombres un artículo de opinión conjunto que incluía la confirmación del papel de la UE en la suplementación de la participación armada y militar de EE.UU. y la OTAN en el Sur del Cáucaso y la intercambiabilidad de los papeles de la OTAN y de la UE:
“La UE envió a más de 200 monitores civiles a Georgia. Llegaron dentro de unas pocas semanas de las hostilidades…
“No existe algo como un ejército europeo; tampoco hay un ejército de la OTAN.
“Hay fuerzas nacionales, que son utilizadas, según las necesidades, para operaciones nacionales o multilaterales, sea en el marco europeo o en el marco de la OTAN”. (United Kingdom Foreign and Commonwealth Office, 9 de diciembre de 2008)
Como preparación para la cumbre del 60 Aniversario de la OTAN el 3-4 de abril en Estrasburgo y Kehl, este mes los dirigentes de los dos países anfitriones, el presidente francés Nicholas Nicholas Sarkozy y la Canciller alemana Angela Merkel, escribieron un comentario conjunto para Le Monde pidiendo más cooperación e integración entre la UE y la OTAN.
En la Conferencia anual de Seguridad de Munich del 7 de febrero, el Secretario de Exteriores británico, David Miliband invocó la cláusula de defensa [guerra] mutua de la OTAN, mientras también propugnaba una integración más estrecha de la UE y las políticas y acciones de la UE y la OTAN:
“La OTAN provee un compromiso a la defensa colectiva. La Garantía del Artículo 5 y las estructuras militares integradas garantizan a cada uno y a todos nuestros Aliados que sus fronteras son inviolables”. (United Kingdom Foreign & Commonwealth Office, 7 de febrero de 2009)
El discurso del vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, en la conferencia fue interpretado por una importante fuente alemana como sigue:
“Los estadounidenses serán escrupulosamente cuidadosos de que la confrontación con Teherán no se desarrolle hacia una batalla uno a uno entre EE.UU. e Irán. El mensaje de Biden desde Munich es el siguiente: Cada país de la OTAN y cada miembro de la Unión Europea están involucrados, desde hoy. Es el precio por la nueva apertura y cooperación transatlántica”. (Der Spiegel, 9 de febrero de 2009)
Es decir, todos los Estados de la OTAN están obligados con EE.UU. según las provisiones del Artículo 5 –el Artículo fue invocado y puesto en práctica después de 9 de septiembre de 2001– y la UE está ahora tan inextricablemente entrelazada con la OTAN que también seguirá siguiendo no sólo las políticas y acciones de la OTAN sino las individuales de EE.UU.
Con el Nuevo Año, la República Checa asumió la presidencia de la UE.
En una información llamada “Vondra llamó a unidad de la UE y de la OTAN ante Rusia, misiles, gas”, el primer ministro adjunto checo Alexandr Vondra organizó apoyo para la instalación de radar del escudo de misiles de EE.UU. en su nación declarando que:
“Europeos y estadounidenses necesitan gozar del mismo nivel de protección… por eso es importante desarrollar el sistema de defensa de misiles”. (Deutsche Presse-Agentur, 7 de febrero de 2009)
No es difícil rastrear hacia donde van las cosas: la UE está siendo integrada con la OTAN hasta el punto de fusionar sus políticas y programas militares, de seguridad y de asuntos exteriores con la Alianza, y ya que EE.UU. no es sólo un miembro, sino el fundamento central de la OTAN, la UE también está ineludiblemente vinculada con, y en realidad subordinada a, Washington.
Hace tres días, la líder de la mayoría de la Cámara de EE.UU., Nancy Pelosi, estuvo en Italia, donde apeló no sólo a su anfitrión sino a toda Europa respecto a la Guerra Afgana, afirmando que:
“Tenemos que tomar una decisión… Y quiero decir: nosotros, Italia, la Unión Europea, EE.UU., la OTAN –todos nosotros– en cuanto a lo que está en función de nuestros intereses nacionales de seguridad…" (Agence France-Presse, 16 de febrero de 2009)
Dos días después, Italia anunció que desplegaría más soldados en Afganistán.
Las potencias occidentales reunidas bajo la bandera de la OTAN se arrogan la prerrogativa exclusiva de intervenir en los asuntos regionales e interiores de naciones en cualquier parte del mundo y el exclusivo derecho de emplear la fuerza militar más allá de sus fronteras.
Aunque hablan de boquilla de Naciones Unidas cuando puede ser utilizado contra una nación bajo ataque o para justificar una guerra antes o después del hecho, los dirigentes no ven papel alguno para organizaciones como el Movimiento de los No Alineados de 114 Estado, la Unión Africana de 53 naciones, la Organización de Estados Americanos de 33 miembros, la Liga árabe de 23 miembros, la Organización de la Conferencia Islámica de 57 naciones, la Comunidad de Estados Independientes post-soviética y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la Organización de Cooperación de Shanghái o la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). No para encarar temas globales o incluso en un papel dirigente en asuntos regionales y locales que impactan directamente a los respectivos grupos y a sus miembros constituyentes.
Nos tendrán que perdonar por reformular el acrónimo de la OTAN como ‘Orden Teutónico Ario Nórdico’.
Hace tres días, en una sesión del Parlamento Europeo se presionaba a la UE para que se integre más con la OTAN.
Ari Vatanen, un miembro que representa a Francia, fue uno de los encargados con este fin y dijo, entre otras cosas, que la UE “sólo puede realizar plenamente su potencial desarrollando un fuerte vínculo transatlántico y una relación complementaria con la OTAN”.
A lo cual el miembro alemán del Parlamento Europeo, Tobias Pfluger, respondió:
“Todo esfuerzo por fortalecer la OTAN a través de una cooperación más estrecha con la Unión Europea aumenta el potencial para conflictos internacional. También llevará a una mayor militarización de la política exterior de la UE y acelerará la tendencia a utilizar la fuerza militar a fin de ‘resolver’ conflictos”. (European Parliament, 17 de febrero de 2009)
Las posiciones de Vatanen y Pfluger no sólo se oponen sino son mutuamente excluyentes, tanto en el sentido de que ninguna puede acomodar a la otra y como porque son las únicas alternativas. No hay un terreno neutral o una tercera alternativa.
Europa, y el mundo en su conjunto, pueden asentir a su dominación por un bloque militar internacional cada vez más expansionista y agresivo –el primero en la historia– o pueden organizarse activamente para desmantelarlo.
(mas...)
© Copyright Rick Rozoff, Stop NATO, 2009
El presidente francés Nicolas Sarkozy quiere que Francia vuelva a integrarse a las estructuras militares de la OTAN, 43 años después de que el ex presidente Charles de Gaulle decidiera sacar el país del núcleo duro de la organización.
Para de Gaulle, los EE.UU. eran demasiado predominantes en aquel momento; además, con el ascenso de Francia como potencia nuclear, no quería que otros decidieran sobre el destino de las armas nucleares francesas.
Con su salida de la estructura militar de la OTAN, Francia volvió a decidir de manera autónoma sobre su armamento nuclear, pero a cambio perdió influencia dentro de la alianza.
El cambio de rumbo
Según dice Sarkozy, el retorno de Francia a las estructuras militares de la OTAN no significaría una debilitación del país, sino todo lo contario. Su intención no solamente es fortalecer Francia, sino europeizar la OTAN: se trata de un argumento europeo-político.
Es lo que también esperan muchos aliados europeos, entre ellos está Alemania. El ministro de defensa alemán Franz-Josef Jung habló sobre el tema a finales de febrero en la conferencia de la OTAN en Cracovia. Consideró muy beneficioso para la OTAN y Europa que Francia vuelva completamente a la organización.
Es importante que la OTAN siga trabajando eficazmente para fortalecer aún más a la Unión Europea, dijo. Jung resaltó la situación en Afganistán y el Kosovo donde es “necesario que la OTAN y Europa cooperen estrechamente”.
Los franceses todavía dudan
Todavía hay muchos franceses que no están totalmente convencidos del retorno completo de Francia a la OTAN. El ministro de defensa francés Hevre Morin hizo hincapié el martes pasado (03.03) en que el retorno a las estructuras de la alianza no contravendría la independencia de Francia.
Sarkozy además dice:
“En Europa casi todos nuestros socios son miembros de la alianza y ellos no entienden nuestra ausencia [de las estructuras militares]”.
La meta sería combinar una Europa independiente en materia de defensa y una organización atlántica consolidada.
El presidente francés pone como condición el nombramiento de funcionarios galos en cargos clave dentro de la alianza.
Si el regreso de Francia a las estructuras militares de la OTAN se concreta o no, es cosa que se definirá a más tardar en el 60 aniversario de la Alianza Atlántica. En la cumbre correspondiente se verá si Francia realmente decide optar por estar más presente en la OTAN o si, contra todas las señales recientes, decide seguir por su propio camino.
Christoph Hasselbach
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció el regreso de su país al comando militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una medida con la que busca ganar peso en Occidente pero que, según sus críticos, restaría independencia a París.
"Tenemos que estar ahí donde se elaboran las decisiones y las normas, en vez de esperar a que nos las notifiquen", dijo Sarkozy al dar a conocer su decisión este miércoles en la Escuela Militar de la capital francesa.
Francia se retiró del comando militar integrado de la OTAN en 1966 por decisión del entonces mandatario Charles de Gaulle, quien creyó que de ese modo aseguraba la independencia del país ante Estados Unidos.
No obstante, Francia siguió como miembro político de la OTAN, la alianza atlántica que ayudó a fundar en 1949, y participó en muchas de sus operaciones militares, incluida la vigente en Afganistán.
"Más fuerte"
Durante su discurso, Sarkozy aseguró que, con su retorno al comando militar de la OTAN, "Francia será más fuerte e influyente" en el escenario internacional.
"Una vez que reingresemos, ocuparemos nuestro lugar en los grandes mandos aliados (pero) conservando toda nuestra disuasión nuclear independiente", comentó ante un grupo de expertos en defensa.
Según el presidente francés, "es de interés de Francia y Europa" poner fin a la situación actual, "porque los ausentes siempre se equivocan (y) porque Francia debe codirigir, más que seguir".
Sarkozy espera formalizar la decisión mediante una carta dirigida a la OTAN antes de que la alianza celebre sus 60 años con una cumbre en la ciudad francesa de Estrasburgo, el 3 de abril.
"Atlanticismo"
Al formular el anuncio, Sarkozy respondió directamente a sus críticos al afirmar que la "independencia nacional" de Francia está asegurada con el regreso al mando militar de la OTAN y estaría en riesgo sin que ello ocurriera.
"Una nación solitaria es una nación sin influencia", comentó.
Hasta ahora, la denominada "excepción francesa" era un motivo de orgullo para muchas personas en este país.
Sin embargo, una encuesta realizada la semana pasada por la empresa IFOP indicó que el 58% de la población apoya el regreso de Francia a la alianza atlántica y 37% se opone.
Se espera que el tema sea debatido en el Parlamento francés la semana próxima. La oposición socialista denunció que París corre riesgo de depender más de Estados Unidos debido a la decisión de Sarkozy.
"No hay una necesidad fundamental (para este retorno), excepto por este atlanticismo que se está transformando en una ideología", dijo la líder socialista Martine Aubry.
Simbolismo
Analistas consultados por BBC Mundo aseguraron que, por ahora, el regreso de Francia a la OTAN tiene más importancia simbólica que práctica, sin efectos inmediatos en el despliegue de tropas en el exterior.
"Para la OTAN es importante que Francia vuelva a su estructura militar integrada, porque es el paréntesis de 1966 que se termina", dijo Jean-Pierre Maulny, director adjunto del Instituto Francés de Relaciones Internacionales Estratégicas (IRIS).
Según Maulny, "sólo el futuro permitirá decir" si la decisión afecta la independencia francesa.
"Si no llegamos a influir en la transformación o la estrategia de la OTAN, Francia perderá influencia", añadió.
Etienne de Durand, responsable del Centro de Estudios de Seguridad del IFRIS, coincidió en que todo dependerá de las acciones que Francia adopte en el seno de la alianza atlántica.
El experto recordó que Alemania integraba el comando militar de la OTAN cuando se opuso, junto con Francia, a la guerra en Irak liderada por Estados Unidos en 2003.
"Pero si integrar el aparato militar de la OTAN nos lleva a ser perezosos y nos impide reflexionar estratégicamente, seguro que será una mala cosa", advirtió.
"Una vez reingresemos, ocuparemos nuestro lugar en los grandes mandos aliados", agregó, "conservando toda nuestra disuasión nuclear independiente".
Francia abandonó la estructura militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 1966, bajo la presidencia del general Charles de Gaulle, aunque siguió siendo miembro de la Alianza.
De Gaulle alegó entonces que quería que Francia ejerciese su plena soberanía en materia defensiva.
En los últimos años, los soldados franceses han participado en las principales operaciones internacionales de la OTAN, como las de Bosnia, Kosovo y Afganistán.
"¡Formidable!", ironizó Sarkozy en su discurso, "ponemos en juego la vida de nuestros soldados y no participamos en el diseño de la estrategia".
"Francia será más fuerte e influyente. ¿Por qué? Porque los ausentes siempre se equivocan, porque Francia debe codirigir, más que seguir. Porque tenemos que estar ahí donde se elaboran las decisiones y las normas, más que esperar a que nos las notifiquen", sentenció.
La decisión fue recibida con polémica en Francia. Sus detractores temen que el alineamiento de París con Washington no sea bien visto por Moscú o los países árabes.
La líder de la oposición socialista, Martine Aubry, criticó el "atlantismo convertido en ideología", mientras que el centrista François Bayrou calificaba la decisión de "amputación".
Respondiendo a estas críticas, el jefe de Estado dijo que la autonomía de París no se verá afectada. "El acercamiento a la OTAN conviene a nuestra independencia nacional", sentenció, recordando que Francia conserva una fuerza de "disuasión nuclear independiente".
"Los que pretenden que nuestra independencia está en riesgo engañan a los franceses" e "insultan y sorprenden a nuestros socios europeos, nuestros aliados, dando a entender que no son independientes". Para el jefe de Estado, asegurar que Francia se hubiera visto obligada a participar en la invasión de Irak en 2003 si hubiera sido parte del mando integrado es una "mentira vergonzosa".
Los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores, Hervé Morin y Bernard Kouchner, también descartaron que París pierda influencia.
"Participamos cuando queremos, con el nivel de fuerzas que queremos", dijo Morin. "Nuestra participación (...) permitirá aumentar nuestra influencia y fortalecer el punto de vista europeo en la Alianza", sostuvo Kouchner.
La OTAN aplaudió el anuncio: "saludo calurosamente la decisión del presidente francés", dijo el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, en un comunicado.
"Es algo bueno para la defensa en el mundo", dijo el primer ministro británico, Gordon Brown.
El jefe de la OTAN dijo que la decisión de Sarkozy es la culminación de un firme acercamiento a la OTAN de parte de Francia en los últimos 15 años y constituye un nuevo impulso a las relaciones entre Francia y la alianza.
Francia se retiró de las estructuras militares de la OTAN en 1966 bajo la presidencia de Charles de Gaulle con el fin de garantizar la independencia del país en política exterior.
El parlamento francés debatirá el tema la próxima semana. Sarkozy dijo que escribirá a todos los aliados de la OTAN para informarlos sobre su decisión si el parlamento la aprueba.
(Xinhua)
«Francia ya no está amenazada por una invasión militar», las amenazas de hoy en día son muy diferentes, según el jefe del Estado galo, quien subrayó que «una nación solitaria es una nación que no tiene ninguna influencia».
En un discurso pronunciado en la Escuela Militar de París, Sarkozy defendió que el Estado francés debe estar «allí donde se elaboran las decisiones y las normas» y no «esperar a que se las notifiquen». El presidente de la República oficializa así el regreso de Francia a la estructura militar de la Alianza Atlántica, que el país abandonó en 1966 de la mano del general Charles de Gaulle.
El presidente francés aprovechó la ocasión para explicar su decisión de que el Estado francés vuelva a participar plenamente en el mando militar de la OTAN y para tratar de desmontar las críticas de quienes aseguran que eso implica pérdida de soberanía. Estas críticas proceden sobre todo de las filas de la oposición, pero también de algunos grupos «soberanistas» de su propio partido, el derechista UMP. Sarkozy intentó convencerles ayer asegurando que es precisamente el alejamiento del Estado francés de la OTAN el que limita su independencia.
«Ha llegado el momento de que Francia no se excluya de una organización en la que ya está participando», insistió, antes de reiterar que París conservará toda su libertad a la hora de tomar decisiones sobre el envío de sus tropas.
«Al concluir este largo proceso Francia será más fuerte, más influyente», añadió el jefe del Estado franés, partidario de acabar con la ilusión de que «metiendo la cabeza en la arena nos protegeremos de lo que sea».
La cuestión, que será sometida al voto de la Asamblea Nacional el próximo 17 de marzo y ratificada en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Estrasburgo y Kehl (Alemania) el próximo 3 de abril, ha suscitado un debate sobre política exterior como no se vivía en el Estado francés desde hace tiempo y ha dividido profundamente a la clase política e incluso a las propias filas de la derecha.
Los defensores de que el Estado francés vuelva a ocupar todo su espacio en el seno de la Alianza Atlántica esgrimen que se trata de una evolución puramente técnica gestada desde hace años, pero los detractores hablan, al contrario, de una decisión política de gran calado que debilita la posición de París en el mundo.
No obstante, la opinión pública francesa parece estar de acuerdo con el regreso del país al comando integrado de la OTAN. Según un sondeo de IFOP-Paris Match que se publicará hoy, el 58% de los franceses se pronuncia a favor de volver a la estructura militar tras 43 años de ausencia. El apoyo es más claro en los simpatizantes de la derecha (el 76% lo apoya) que en los de la izquierda (52%) y centro (59%).
misiones
Desde el año 1995, miles de soldados franceses han combatido bajo la bandera de la Alianza Atlántica en las guerras de Bosnia-Herzegovina, Kosovo y Afganistán.
«Mentiras»
Sarkozy calificó de «mentiras» los análisis que aseguran que esta decisión representa un alineamiento con EEUU y una traición a las ideas del general De Gaulle, de las cuales se considera un heredero político.
Un regreso al mando militar tras 19 años de reflexión
El regreso del Estado francés al mando militar de la OTAN es el resultado de una larga evolución, tras el portazo del general De Gaulle de 1966. En los dos casos París habrá alegado la necesidad de ser una potencia capaz de influir en las decisiones del campo occidental dominado por EEUU, conservando la máxima libertad de acción.
Con su estatus de potencia ocupante de Alemania, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y su arsenal atómico, París creía posible tocar su propia partitura, aunque afianzada en el «mundo libre» ante el «peligro soviético».
Al término de la Guerra Fría, en 1990, era legítimo preguntarse por el sentido de la OTAN una vez desaparecido el Pacto de Varsovia y tras la reunificiación de Alemania y se contemplan tres opciones: la retirada completa, mantener su status quo o regresar a su estructura militar.
París vacila, pero poco tiempo. François Mitterrand dio un primer paso al aceptar participar en el debate sobre el empleo de las tropas de la OTAN. Y en los años 1990, la implicación es cada vez mayor en los Balcanes y Afganistán. Jacques Chirac decide entonces sentarse de nuevo en las reuniones de los ministros de Defensa y del comité militar de los jefes del Estado Mayor. Pero la primera tentativa de reintegración, en 1996, fracasa, aunque los movimientos de aproximación continúan y, desde 2004, la bandera francesa ondea, incluso, en el cuartel general de Mons. Ahora, París dice que ya que participa en las operaciones de la OTAN, es mejor, por coherencia y eficacia, participar en todas las etapas de su preparación.
El mandatario galo justificó la plena integración en la Alianza en el contexto de las consecuencias de la construcción europea y las nuevas amenazas a la seguridad que obligan no obstante a mantener los mismos objetivos históricos: garantizar la seguridad y la influencia de Francia respetando la independencia del país y su autonomía estratégica.
"¿Qué sería una política de defensa aislada y replegada sobre sí misma?: Una nueva línea Maginot en contra de los desafíos del mundo moderno", planteó Sarkozy, que situó los dos pilares de la defensa en la Unión Europea y la Alianza Atlántica y rechazó como fruto de un "antiamericanismo estéril" la percepción de que Francia busca debilitar el lazo transatlántico al potenciar la Europa de la defensa.
Sin dejar en ningún momento de vincular la decisión de regresar a la OTAN con el refuerzo de la defensa europea, Sarkozy salió también al paso de quienes -incluso en sus propias filas- temen quee Francia vea rebajada su independencia.
Al contrario, Sarkozy cree que la aproximación a la Alianza "ratifica" la independencia nacional y el alejamiento de la misma, la "limita". Es más, acusó a quienes argumentan que está en juego la independencia de Francia de "engañar" a los franceses.
E incluso echó mano de las palabras pronunciadas por el ex presidente Felipe González el pasado 28 de febrero en la Asamblea Nacional francesa apoyando la vuelta de Francia a la OTAN. "Felipe González, un gran europeo que ha llevado a España a la OTAN, lo ha dicho con fuerza hace unos días", recordó.
Para reforzar sus tesis, puso también de relieve los inconvenientes de lo que calificó de "exclusión voluntaria" de Francia de la estructura atlántica y mencionó, en primer lugar, que la posición no es entendida por los aliados y arroja dudas sobre los objetivos del país.
A ello hay que añadir que París no tiene "ningún puesto militar de responsabilidad", compromete la vida de sus soldados y no participa en el comité que define objetivos y estrategias. "La OTAN es la única organización internacional del mundo en la que Francia no busca estar presente e influyente a pesar de ser miembros fundadores", se lamentó.
Elogios del Secretario General
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, se felicitó de las declaraciones de Sarkozy y de su opción, un gesto que para el máximo responsable de la Alianza supone la "culminación" de un constante proceso de acercamiento de Francia hacia la OTAN desde hace 15 años.
Es también a su juicio un "nuevo impulso" en las relaciones entre Francia y la Alianza a escasas semanas de la cumbre de la OTAN en la que se tomarán "decisiones estratégicas" sobre el futuro de la organización. "Francia siempre ha sido un aliado importante en el seno de la OTAN, su contribución actual a las operaciones y misiones es crucial", destacó en un comunicado.
Además, su plena participación en todos los procesos de decisión y planificación civil y militar no puede más que reforzar a la Alianza "todavía más". "Creo que abrirá nuevas perspectivas para una relación OTAN-UE más sólida, de más confianza y más complementaria", dijo.
También el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común (PESC), Javier Solana, cree que la vuelta de Francia a la OTAN ayudará a superar los nuevos desafíos en materia de seguridad y contribuirá a dar a la cooperación entre la OTAN y la UE la "eficacia necesaria" para prevenir y solucionar las crisis del "mundo moderno".
Defensores y detractores
Los defensores de que Francia vuelva a ocupar todo su espacio en el seno de la Alianza Atlántica esgrimen que se trata de una evolución puramente técnica gestada desde hace años, pero los detractores hablan, al contrario, de una decisión política de gran calado que debilita la posición de Francia en el mundo.
No obstante, la opinión pública francesa parece estar de acuerdo con el regreso del país al comando integrado de la OTAN, según un sondeo de IFOP-Paris Match que se publicará mañana, en el que el 58% de los franceses se pronuncia a favor de volver a la estructura militar tras 43 años de ausencia. El apoyo es más claro en los simpatizantes de la derecha (el 76% lo apoya) que en los de la izquierda (52%) y centro (59%).
Guerra Fría
El 4 de marzo de 1966, en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el general de Gaulle decide abandonar una estructura militar que considera demasiado vinculada a Washington.
Francia se convierte en una potencia militar y sigue siendo miembro de la Alianza pero fuera de los comandos militares integrados. No obstante, desde mediados de los noventa, va regresando poco a poco y Sarkozy confirmó hoy esa reintegración.
Aun cuando se presenta como un cambio histórico, en tanto en cuanto revierte una decisión tomada en 1966 por el propio De Gaulle, lo cierto es que supone la oficialización de una política que tiene al menos dos décadas de vigencia.
Supone también un nuevo intento por afincar la posición de aliado prioritario de EEUU que Sarkozy pretende jugar.
Asimismo, cabe señalar que el Estado francés nunca ha defendido una política de neutralidad en materia militar -a diferencia de otros países europeos como Irlanda o Suiza-, sino un mayor margen de maniobra que se sustentaba en su capacidad atómica y en las estructuras coloniales que mantiene sobre todo en África.
Sin ir tan lejos, hace ya más de una década que toma parte activa en todo tipo de operaciones de la OTAN.
Como en otros temas, la posición del Estado francés en esta cuestión tenía más de simbólica que de real o efectiva.
De hecho, se utilizan los mismos argumentos que De Gaulle para tomar la decisión contraria.
Más allá del anuncio de Sarkozy, si en el ámbito económico cada vez es más evidente que el debate y las medidas a tomar en relación a la crisis deben de ser algo más que meros ajustes en el modelo para pasar a cuestionar el modelo mismo -en contra de lo que defiende, precisamente, el presidente francés-, en el ámbito de las relaciones internacionales tampoco cabe duda de que dar por finiquitada la fase marcada por la «guerra contra el terror» implica algo más que trasladar unos pocos presos de una prisión en un lado del mar a otra en la otra orilla.
En ese terreno, el atlantismo y el hegemonismo norteamericano asociado a éste están en la base de muchos de los males del mundo actual.
Más aún en el caso europeo, cuyas instituciones se han plegado a los intereses de los Estados Unidos, también en esta materia.
Sarkozy ha hecho todo lo que estaba en su mano para ahondar en esa postura.
De eso versa el anuncio de ayer.
Según Sarkozi, Francia tiene planes de reintegrarse a la estructura militar de la OTAN, mantener su autonomía para utilizar sus tropas en el exterior y conservar la potestad de sus fuerzas nucleares.
Nesterenko dijo que Moscú saluda la intención expresada por Sarkozi de establecer relaciones de asociación con Rusia y que París está dispuesto a una discusión conjunta de asuntos relacionados con la seguridad en el Viejo Continente.
"Todavía es prematuro juzgar hasta que punto las declaraciones del presidente francés aportarán a fortalecer la interacción en el espacio euro-atlántico para acciones eficaces contra amenazas reales y no imaginarias de la seguridad europea, en base a los documentos de la OSCE y el Consejo Rusia-OTAN bajo el principio de la seguridad indivisible", indicó Nesterenko.
La Corte habría establecido que los magistrados de Milán, magistrados y otros jueces que habían investigado, acusado y llevado ante la justicia a Nicolo Polari, antiguo jefe del SISMI [los servicios secretos italianos] y otras 34 personas involucradas de las cuales 26 eran agentes de la CIA operando en Italia, como responsables hoy en día, de violación del secreto de Estado [italiano], es decir los jueces pasan de acusadores a acusados. De esta manera los recursos [buscando un indulto] que fueron presentados primero por el gobierno Prodi, y después por el gobierno Berlusconi serían aceptados. Recursos que no tenían otra finalidad que impedir el trabajo de los jueces milaneses, impedir sus investigaciones para que no acusen ni inculpen a los servicios secretos estadounidenses e italianos de haber transgredido y violado de manera grave el orden constitucional del país.
Como se sabe, el imán Abú Omar fue secuestrado en Milán el 17 de febrero de 2003 por la CIA.
Según la reconstitución de los sucesos por los jueces y las declaraciones del mismo Abú Omar, el religioso musulmán fue secuestrado en Milán y llevado a Egipto en donde fue encerrado y en donde se le habría sometido a torturas y otras vejaciones.
Lamentablemente, no podemos decir más ni tomar posición acerca del comportamiento de la Corte Constitucional italiana sobre la base de un breve comunicado de prensa de agencia. Sólo se podrá tomar una posición más concreta después de haber examinado cuidadosamente el texto de la decisión. Por otro lado, lo que podemos declarar ya inmediatamente, es el sorprendente vuelco de las responsabilidades jurídicas y políticas de los principales actores de este episodio, los acusadores pasan a acusados, es lo más resaltante y sorprendente.
Es decir, los responsables de haber cometido comportamientos ilegítimos o ilegales serían ahora los jueces que han tratado de manera valiente de poner fin a una práctica criminal utilizada durante mucho tiempo por los servicios secretos de los Estados Unidos, frecuentemente con la complicidad y la ley del silencio de otros gobiernos europeos.
No es por casualidad si el secuestro de Abú Omar ha sido considerado por la prensa internacional como uno de los casos mejores documentados de “extraordinary rendition” [“extradición extraordinaria”, NdT] ejecutada por los servicios secretos estadounidenses.
Los miembros de la CIA que son acusados de este grave crimen internacional con la complicidad de los servicios secretos italianos serían intocables.
La estrategia utilizada por la administración Bush, hoy en día denunciada y criticada por el mismo presidente Barack Obama como irrespetuosa del derecho internacional incluso de la misma Constitución de los EEUU, sería ahora una cosa rara proteger y preservar.
Se puede entonces sospechar legítimamente que los jueces de la Corte Constitucional italiana han hecho una elección más política que jurídica. Y muy probablemente estos últimos se han puesto en contra de los jueces milaneses por la única finalidad de no cortar el estrecho vínculo de cooperación existente entre los gobiernos de Italia [sean estos de derecha o de izquierda] con las estrategias hegemónicas de los EEUU: una potencia que se considera desde hace varios decenios como legibus soluta [de soberanía absoluta NdT] y ha ignorado sistemáticamente no solamente el derecho internacional sino que los más elementales derechos de las personas, torturándolas, secuestrándolas, masacrándolas.
Il n’est que de penser à Guantanamo, Abou Ghraib, Bagram : des horreurs accomplies au nom d’une aussi délirante qu’inefficace guerre contre le terrorisme. Une guerre qui, si elle était menée avec les moyens utilisés jusqu’ici par la grande puissance états-unienne, nous conduiraient très probablement non pas à la défaite du terrorisme mais à de nouveaux 11-Septembre.
Sólo hay que pensar a Guantánamo, Abou Ghraib, Bagram: horrorosos hechos en el nombre de una delirante e ineficaz guerra contra el terrorismo. Una guerra que, si era llevada a cabo con los medios utilizados hasta ahora por la gran potencia estadounidense, nos conducirían muy probablemente no a la derrota del terrorismo sino a de nuevos 11 de septiembres
Nota:
[1] La Corte Constitucional o Tribunal Constitucional según los países es la entidad estatal encargada de vigilar que la Constitución del país sea respetada y cumplida.
(Acta de acusación de los agentes de la CIA)
Danilo Zolo
Según sus palabras, se mantienen las amenazas de desencadenamiento de las crisis locales y las provenientes del terrorismo internacional.
"Todo eso reclama modernizar a fondo las Fuerzas Armadas e introducir un nuevo modelo del Ejército", destacó Medvédev y agregó que "a pesar de las dificultades financieras", el país dispone de todo lo necesario para alcanzar los objetivos en cuestión.
Los diputados más favorables a Sarkozy no osaron censurar globalmente al Ejecutivo: sólo dos diputados sarkozystas faltaron a su deber y así la Asamblea Nacional francesa aprobó la confianza al Gobierno por 329 votos a favor y 238 en contra. Una votación que cerró un acalorado debate sobre la OTAN , en el que salieron a relucir las grandes palabras míticas de la política exterior de este país: "Grandeur" (grandeza), "independencia", "lógica de bloques" y "choque de civilizaciones" irrumpieron en la Cámara.
Oposición de la izquierda
La votación se saldó con la oposición frontal de la izquierda, los verdes, los republicanos y el centro independiente. Censuraron, sin éxito, la política exterior de Sarkozy, marcada por un alineamiento progresivo con las tesis occidentales y el fin de la política de un pie dentro y un pie fuera de la OTAN que Francia mantenía desde 1966 como garantía de su independencia.
François Fillon desplegó unos argumentos particularmente curiosos ante los diputados. No porque retomara la apuesta de Sarkozy; a saber, que Francia será más influyente dentro que fuera del Comité de Planes de Defensa de la Alianza.
Ese debate sobre la influencia, al fin y al cabo, es una apuesta cuyos efectos positivos o nefastos podrán ser directamente observados por los franceses en breve , tras la cumbre de la OTAN a primeros de abril.
La curiosidad fue que el jefe de Gobierno aseguró que ese regreso a la comandancia militar de la Alianza, fin de la excepción francesa, no es más que un asunto de "lógica", una "formalidad" y un "puro ajuste". Cosa que, como dijo el diputado socialista Laurent Fabius, "entra en contradicción" con el hecho de no someter la "formalidad" a una simple votación. Y, por el contrario, sí someterla a un voto global de confianza al Gobierno.
Con ese artificio, herencia del sistema presidencial francés que incluso hubiera permitido a Sarkozy llevar a Francia a la OTAN sin votación parlamentaria alguna, el bloque atlantista del sarkozysmo logró acallar las numerosas e influentes voces de la derecha gaullista antiatlantista , que no podía censurar en bloque al Gobierno.
Una estratagema que tiene un defecto: Francia siempre ha sido un país donde las voces no suelen callarse fácilmente, sobre todo las gaullistas. Al primer error de Sarkozy en la OTAN, estallarán de nuevo.
En la Cámara Alta, el debate se limitó a una presentación efectuada por el ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo, en nombre de Fillon. No hubo votación y los senadores de la izquierda abandonaron el hemiciclo en señal de protesta.
(mas...)
NOTA: Tomar esta informacion con precaucion.
Este reporte es del diario sociata Publico y cuando dice "izquierda" quiere decir "Derecha moderada" o "liberal" es decir "neoliberal".
Los críticos dicen que Francia podría perder su capacidad para contrarrestar a Estados Unidos y establecer políticas diplomáticas independientes después de su retorno a la OTAN.
El ex presidente Charles de Gaulle sacó a Francia del mando militar de la OTAN en 1996, bajo el argumento de que la soberanía del país se socavaba dentro de la alianza.
(Xinhua)
Sin embargo, los críticos dijeron que el voto sí era necesario porque existe una enorme oposición a la acción, incluso dentro del grupo conservador de Sarkozy.
Los ex primeros ministros Alain Juppe y Dominique de Villepin criticaron a Sarkozy por renunciar sin una razón a la independencia de Francia en política de defensa. De Villepin dijo que la decisión es un grave "error diplomático".
Con el voto, Sarkozy obtuvo la aprobación de la asamblea nacional y dio una mayor legitimidad a la acción.
En la asamblea están 40 miembros del Partido UMP de Sarkozy, quienes se oponen a la acción de recuperar la calidad de miembro de pleno derecho de la OTAN. Pero no negaron su confianza al gobierno para evitar la caída de la administración actual, dijeron los analistas.
Hace una semana, en una conferencia titulada "Francia, Defensa Europea y OTAN en el Siglo XXI", Sarkozy anunció la reintegración de su país en todas las estructuras de la alianza atlántica. Se espera que Sarkozy anuncie oficialmente el retorno completo de Francia en una cumbre de la OTAN que se sostendrá en Estrasburgo, Fracia, en abril.
En su discurso, Sarkozy insistió en que el retorno a la estructura de mando de la OTAN es "benéfico para los intereses de Francia y de Europa" y representará un "fortalecimiento de nuestra soberanía".
Sarkozy dijo que Francia, el cuarto mayor contribuyente de tropas a la OTAN, debe desempeñar un mayor papel en la alianza y en los asuntos internacionales.
El presidente también dijo que su país mantendrá la independencia de su fuerza nuclear. Algunos funcionarios dijeron que el país no participará en el comité de planificiación nuclear de la OTAN.
La reintegración de Francia a la OTAN tiene una implicación sobre todo simbólica y un giro estratégico, dijeron los analistas.
En 1966, el presidente Charles de Gaulle sacó a Francia del mando y expulsó a todas las tropas y bases aliadas del país, en un esfuerzo por reforzar la soberanía sobre su territorio.
Pero la retirada nunca fue completa y la separación no estaba destinada a durar para siempre. En realidad, el reacercamiento subsecuente de Francia a la OTAN ocurrió en etapas, especialmente después del final de la Guerra Fría.
Para 1992, Francia se integró a las operaciones de la OTAN en Kosovo. Las tropas francesas también participaron en campañas militares en Afganistán.
En 1996, Francia dijo que restablecería una misión militar permanente en la OTAN, y en 2004 oficiales militares franceses eran nuevamente parte del mando de la OTAN.
Actualmente, más de 4.000 soldados franceses están apostados en casi 90 por ciento de las misiones de la OTAN a nivel mundial. Francia está presente en 36 de los 38 comités militares de la OTAN y es uno de los mayores contribuyentes y, por lo tanto, desea tener voz sobre hacia dónde debe destinarse el dinero.
Una de las ambiciones de Francia para integrarse completamente a la OTAN de nuevo "es conformar el futuro de la OTAN", como dicen algunos expertos.
Sarkozy recibió mensajes de felicitación de Bruselas por sus planes sobre la OTAN. El alto representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, y el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop, acogieron el regreso de Francia a la OTAN.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, dijo que la decisión de Sarkozy de hacer volver a Francia a la estructura de mando militar de la OTAN fortalecerá el componente europeo de la alianza occidental.
A pesar de las fuertes críticas de políticos franceses, cerca de 58 por ciento de los franceses dicen que apoyan el regreso de su país a la estructura de mando militar de la OTAN, de acuerdo con una encuesta.
Sarkozy había puesto en claro que a pesar del resultado del debate en el parlamento, la decisión del retorno de Francia a la OTAN ya estaba tomada porque él asumiría su responsabilidad como jefe de Estado y comandante en jefe de las fuerzas armadas.
(Xinhua)
En realidad, la votación del parlamento francés sobre la "ampliación de la OTAN hacia Occidente" fue un acontecimiento formal.
Desde hace muchos años, Francia participa en todas las operaciones militares de la OTAN y en los últimos diez años, ocupa el cuarto lugar por participación en misiones militares del bloque como por ejemplo Afganistán, Kosovo e Irak.
Para la sociedad francesa, la votación implicó notables simbolismos, pues la iniciativa del presidente Nicolas Sarkozy de devolver a Francia al comando de la OTAN contradice el legado político del general Charles de Gaulle, quién abandonó la Alianza en 1966, cerró la sede la OTAN que en ese tiempo estaba en Paris, y ordenó el retiro de todas las bases estadounidenses del territorio galo.
Probablemente teniendo en cuenta esas circunstancias históricas, la votación sobre el retorno de Francia al bloque atlántico se planteo bajo la forma de un voto de confianza al Gobierno y a su política exterior.
Por lo visto, Sarkozy y su Gobierno temían que si el asunto se planteaba bajo la fórmula, "Francia con o sin la OTAN", la votación pudo haber tenido un resultado desfavorable, teniendo en cuenta la obstinación de los franceses cuando se tocan temas relacionados con la independencia y la libertad.
El primer ministro Fillon llegó a los debates con ánimos de compromiso y en general, expuso una explicación pragmática del retorno.
"En 1966 en el pico de la confrontación entre Oriente y Occidente (órbita socialista y occidente) nuestra salida (del comando militar de la OTAN) tuvo un gran impacto, pero en 2009 nuestro regreso significa una simple corrección", indicó el primer ministro.
En resumen, la misma tesis de Sarkozy cuando dijo que a Francia ya le había llegado el momento de regresar al puesto central en la OTAN, porque es incomprensible que uno de los miembros principales de la Unión Europea no participe en la adopción de decisiones importantes del bloque atlántico integrado en su mayoría por países europeos.
A propósito, teniendo en cuenta que Francia sólo renunció al comando militar, su salida de la OTAN fue incompleta, y Sarkozy no necesitó la aprobación del parlamento, aunque de todas maneras obtuvo un respaldo político muy importante.
Por su puesto que ahora Francia no vuelve a la OTAN que existía en los tiempos de Gaulle. El general optó por abandonar el bloque en protesta por el dominio de de EEUU en la OTAN, y en ningún momento, porque quisiera renegar de la organización que se fundó con la participación de Francia.
En realidad, de Gaulle no sentía mucha simpatía hacia Washington. Ahora, tras finalizar la administración de George W. Bush, la crisis económica y la caída de la influencia de EEUU, la irritación de los europeos hacia la OTAN ya no es la misma de antes.
Además, desde hace mucho tiempo en todas las capitales europeas cada vez se habla con más frecuencia de la necesidad de cambios radicales en las estructuras de la OTAN, la reducción de su inflada burocracia y otros temas.
La izquierda en Francia frecuentemente acusa a Sarkozy de sentir una simpatía muy especial por Estados Unidos, a pesar de que en la práctica, esa simpatía sólo se manifiesta en cortas pero frecuentes vacaciones hechas por el líder galo al territorio estadounidense.
El retorno de Francia a los puestos de decisión y mando de la OTAN tampoco parece que sea un asunto de simpatía, por el contrario, París vuelve con la intención de ocupar el puesto que alguien tiene en el bloque.
El hecho de que Francia participará en asuntos claves de la OTAN y no quedará más al margen supone para el bloque la aparición de situaciones complicadas con posibles roces entre sus miembros.
Esta perspectiva quedó en evidencia durante los debates en Asamblea Nacional cuando el ministro de defensa Herve Morin declaro que el asunto sobre la ampliación de la OTAN mediante la incorporación de países como Georgia y Ucrania no se podía decidir sin consultar con Rusia.
"Semejantes asuntos no se pueden resolver sin consultar con nuestros vecinos rusos", dijo el ministro.
Morin dijo que su país considera que la alianza atlántica debe dedicarse a su tarea primordial, la seguridad colectiva de sus miembros y no aspirar a convertirse en una "OTAN global".
Parece que también en EEUU se pueden producir cambios en cuanto a la ampliación de la OTAN y ya no predominan los planes de Bush de incorporar a cualquier precio a las dos antiguas repúblicas soviéticas.
El mismo día en que comenzaron los debates en Francia, en EEUU el presidente Barack Obama recibió un informe elaborado por una comisión de expertos sobre la OTAN y Europa.
El informe de la comisión encabezada por el ex senador demócrata y candidato a la presidencia Gary Hart y el ex senador republicano Chuck Hagel sugirió a la Casa Blanca aplazar el ingreso de Georgia y Ucrania a la OTAN y elaborar otras formas de cooperación con esos dos países.
La administración estadounidense debe reconocer que esos países "no están preparados para ser miembros de la OTAN" y "que la membresía de esos países en el bloque no se corresponden con los intereses de seguridad nacional de EEUU", subrayó el informe.
Además, el informe aconseja a Obama "mirar desde otros puntos de vista" los planes de emplazar sistemas del escudo antimisiles DAM en Polonia y la República Checa. "Lo preferible sería crear un sistema conjunto en que incluya los objetivos y equipos rusos", dice la propuesta de los ex senadores.
Mientras, la OTAN se prepara para formalizar de manera oficial el retorno de Francia en la cumbre que se celebrará a comienzos de abril en la ciudad francesa de Estrasburgo y la alemana de Kiel, en la frontera franco-alemana, coincidiendo con el 60 aniversario de la fundación de la Alianza Atlántica.
Entre los acontecimientos notables de esa celebración Francia recibirá un alto cargo en el Comando de la OTAN en Norfolk (Virginia-EEUU), en donde la alianza estudia las estrategias de largo plazo, y otro cargo en el comando operativo de la OTAN en Lisboa.
Andrei Fediashin
RIA Novosti
El pasado 5 de marzo, los cancilleres de 26 países miembros de la Alianza decidieron restablecer plena cooperación con Rusia. Los contactos entre la OTAN y Rusia se redujeron a un mínimo después de que Moscú envió tropas al Cáucaso para frenar la ofensiva de Georgia contra Osetia del Sur. (mas...)
Canciller ruso encabeza Comisión Interdepartamental de Cooperación con la OTAN
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, aprobó la lista de miembros de la Comisión Interdepartamental de Cooperación con la OTAN, informó hoy el Kremlin.
Integran la comisión, encabezada por el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, el asesor del presidente de Rusia para Asuntos Internacionales, Serguei Prijodko, el director del Departamento Internacional del Ministerio de Comunicaciones, Timur Arjanguelski; el jefe de departamento del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Víctor Komogorov, el vicepresidente de la Academia de Ciencias, Nikolai Laviorov, y otros funcionarios de alto rango.
Las relaciones entre Rusia y la Alianza Atlántica se agravaron tras la agresión georgiana contra Osetia del Sur en agosto de 2008. Al amanecer del 8 de agosto el Ejército georgiano invadió el territorio de Osetia del Sur y atacó Tsjinvali, su capital, y otros poblados con artillería pesada, lanzamisiles múltiples "Grad", tanques, bombardeos con aviones de combate, y francotiradores que dispararon contra la población civil. Tsjinvali fue convertida en ruinas. El conflicto causó 1.500 muertos, según la parte suroseta. Georgia también planeaba lanzar un ataque masivo contra Abjasia. En la agresión georgiana contra Tsjinvali murieron más de diez efectivos de paz rusos y decenas de ellos resultaron heridos.
Rusia envió a la región casi 10.000 efectivos militares para reforzar el contingente de paz que tenía emplazado allí y proteger a los vecinos locales, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa. La operación de imposición de la paz terminó el 12 de agosto y las partes implicadas acordaron con la mediación de Francia un plan para el arreglo del conflicto.
Los países de la OTAN acusaron a Rusia del empleo desmedido de la fuerza y suspendieron las reuniones del Consejo Rusia-OTAN en todos los niveles. Por su parte, Rusia congeló varios proyectos conjuntos con la Alianza.
Los ministros de Exteriores de la OTAN, en su reunión celebrada en Bruselas el pasado 5 de marzo, decidieron restablecer la cooperación con Rusia en todos los ámbitos. (mas...)
Según sus palabras, se trata de un plazo previamente consensuado y ahora se trabaja en concordar los calendarios del ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov y de su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, ya que los demás ministros de la OTAN ya aceptaron las fechas mencionadas.
"La reunión no debe coincidir con otra actividad de la OTAN y tener el carácter precisamente político, pues significará la reanudación de la cooperación plena entre Rusia y la OTAN", destacó el embajador.
Rogozin dijo que Rusia propone incluir en la agenda la iniciativa del presidente Dmitri Medvédev, relativa a la firma del tratado de seguridad europea, jurídicamente vinculante.
Medvédev adelantó la iniciativa de elaborar el tratado de seguridad europea en Berlín el 4 de junio de 2008. Entre las cláusulas clave del nuevo tratado Rusia destaca el respeto de la soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados, el no empleo de la fuerza, garantías de seguridad igual para todos y establecimiento de parámetros básicos de control de armamento.
Las relaciones entre Rusia y la OTAN se agravaron tras la agresión georgiana contra Osetia del Sur en agosto de 2008. La Alianza acusó a Moscú del empleo desmedido de la fuerza durante la operación de imposición de la paz.
Al amanecer del 8 de agosto el Ejército georgiano invadió el territorio de Osetia del Sur y atacó Tsjinvali, su capital, y otros poblados con artillería pesada, lanzamisiles múltiples "Grad", tanques, bombardeos con aviones de combate, y francotiradores que dispararon contra la población civil. Tsjinvali fue convertida en ruinas.
El conflicto causó 1.500 muertos, según la parte suroseta. Georgia también planeaba lanzar un ataque masivo contra Abjasia. En la agresión georgiana contra Tsjinvali murieron más de diez efectivos de paz rusos y decenas de ellos resultaron heridos. Rusia envió a la región casi 10.000 efectivos militares para reforzar el contingente de paz que tenía emplazado allí y proteger a los vecinos locales, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa. La operación de imposición de la paz terminó el 12 de agosto y las partes implicadas acordaron con la mediación de Francia un plan para el arreglo del conflicto.
Los ministros de Exteriores de los 26 países de la OTAN decidieron, en la reunión celebrada en Bruselas el pasado 5 de marzo, restablecer la cooperación con Rusia en todos los frentes.
Precisamente el Parlamento de Croacia ratificó este miércoles la decisión del gobierno de adherirse a la OTAN, y se espera que en breve se convierta en miembro pleno de la alianza.
Obama, además, sugirió que su anticipada revisión a la política sobre Afganistán enfatizaría una mejor coordinación con miembros de la OTAN para frenar una insurgencia que se fortalece.
De Hoop Scheffer, de su lado, dijo que la OTAN y Rusia deben continuar con la construcción de una relación de cooperación aun cuando no concuerden en algunas cosas, tras asegurar que ambas partes se necesitan.
La ampliación de la OTAN es un motivo de tensión entre Estados Unidos y Rusia, así como el plan lanzado por el ex presidente George W. Bush de instalar un sistema de defensa antimisiles en Polonia y República Checa.
Anoche, durante una sesión con la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Craddock, comandante de la OTAN, afirmó que "Rusia parece resuelta ver debilitada la seguridad de instituciones euroatlánticas y ha mostrado disposición para utilizar el apalancamiento económico y la fuerza militar para lograr sus objetivos" en la zona.
Para Craddock, las acciones militares de Rusia en Georgia en 2008 derribaron un supuesto básico que mantenía la OTAN desde la caída de la Unión Soviética: que ningún país estaba bajo amenaza de invasión en Europa o Asia.
Sus acciones en la ex república soviética de Georgia y el corte del abasto de gas natural ruso en enero pasado, sugieren que la intención del Kremlin es debilitar la solidaridad europea y reducir la influencia estadunidense en la región, afirmó el militar.
Al propio tiempo, la canciller indicó que "se mantienen las perspectivas de ingreso (en la Alianza) para Georgia y Ucrania".
En su reunión ministerial celebrada en diciembre de 2008, la OTAN se opuso a la incorporación de Ucrania y Georgia al Plan de Acción para la Afiliación a la Alianza (MAP), solicitada por las autoridades de Kíev y Tbilisi, y decidió realizar programas anuales Ucrania-OTAN y Georgia-OTAN.
A comienzos de abril, este Behemoth se dispone a celebrar su 60 aniversario en las ciudades vecinas de Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania), atravesadas por el Rin. En ocasión de la efemérides, recibirá un especial regalo del cada vez más impopular presidente francés, Nicolás Sarkozy: el regreso de Francia a su comando militar. Un acontecimiento burocrático de este tipo, cuyo significado práctico dista de estar claro, proporciona a los corifeos de la OTAN y a los plumistas de turno algo sobre lo que cacarear. ¿Veis?, los tontuelos de los franceses han comprendido su error y han vuelto al redil.
Sarkozy, por supuesto, presenta las cosas de otro modo. Asegura que la integración de Francia al comando militar de la OTAN realzará su importancia en el mundo y le permitirá influir en la estrategia y las operaciones de una Alianza que nunca abandonó y a la que ha contribuido de forma ininterrumpida por encima de sus obligaciones.
Este argumento, sin embargo, oculta que fue precisamente el inconmovible control de los Estados Unidos sobre la estructura militar de la OTAN lo que persuadió a Charles de Gaulle a abandonarla en marzo de 1966. Su decisión no obedeció a un simple capricho. Había intentado sin éxito modificar el procedimiento de toma de decisiones de la Alianza hasta que entendió que era imposible. La amenaza soviética había remitido en parte y de Gaulle no quería verse arrastrado a operaciones bélicas que consideraba innecesarias, tales como el intento de Estados Unidos de ganar en Indochina una guerra que Francia ya había perdido y que consideraba inviable. De Gaulle prefería que Francia pudiera proseguir defendiendo sus intereses en Oriente Medio y África. Además, la presencia militar de Estados Unidos en Francia estimulaba las manifestaciones plagadas de “Yankees go home”. En ese contexto, el traspaso a Bélgica del comando militar de la OTAN satisfizo a todos.
El antecesor de Sarkozy, Jacques Chirac, erróneamente considerado “anti-americano” por los medios de Estados Unidos, ya estaba dispuesto a reincorporarse al comando de la OTAN si obtenía algo sustancial a cambio, como el comando mediterráneo de la Alianza. Pero los Estados Unidos se negaron en redondo.
Sarkozy, en cambio, ha decidido batallar por las migajas. Su objetivo es la asignación de oficiales franceses a un comando en Portugal y a algunas bases de entrenamiento en los Estados Unidos. “No hubo negociación alguna. Dos o tres oficiales franceses más bajo las órdenes de los norteamericanos no cambia nada”, observó en un reciente coloquio sobre Francia y la OTAN el ex ministro de exteriores francés Hubert Védrine.
Sarkozy anunció la reincorporación el 11 de marzo, seis días antes de que la cuestión fuera debatida en la Asamblea Nacional. Todas las protestas serán, por consiguiente, en vano. A simple vista, esta rendición incondicional parece obedecer a dos causas fundamentales. Una es la psicología del propio Sarkozy, cuyo amor por los aspectos más superficiales de los Estados Unidos, escenificado en su discurso ante el Congreso norteamericano en noviembre de 2007, produce vergüenza ajena. Sarkozy debe ser el primer presidente francés al que parece no gustarle Francia. O, al menos, al que – de verlos en televisión- parecen gustarle más los Estados Unidos. Por momentos se tiene la impresión de que ha querido ser presidente de Francia no por amor al país sino como una revancha social en su contra. Desde un comienzo ha mostrado una clara disposición a “normalizar” Francia, esto es, a rehacerla de acuerdo al modelo norteamericano.
La otra causa, menos obvia pero más objetiva, es la reciente expansión de la Unión Europea. La rápida absorción de los antiguos satélites de Europa del Este, a los que hay que sumar a las ex repúblicas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania, ha alterado de manera drástica el equilibrio de poder dentro de la propia Unión Europea. El núcleo de las naciones fundadoras, Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux, es incapaz de encauzar la Unión hacia una política exterior y de seguridad única. Después de que Francia y Alemania se negaran a apoyar la invasión a Irak, Donald Rumsfeld las descalificó como parte de la “vieja Europa” y apeló maliciosamente a la “nueva Europa” para que se sumara a los designios estadounidenses. El Reino Unido, al oeste, y los “nuevos” satélites europeos del Este, están más atados política y emocionalmente a los Estados Unidos de lo que lo están a la Unión Europea que les proporcionó considerable ayuda económica para su desarrollo y capacidad de veto en las cuestiones políticas relevantes.
La expansión, en efecto, enterró el sempiterno proyecto francés de construir una fuerza de defensa europea que pudiera actuar con autonomía del comando militar de la OTAN. Los dirigentes de Polonia y de los Estados bálticos quieren que Estados Unidos los defienda a través de la OTAN y punto. Jamás aceptarían el proyecto francés de una Unión Europea no atada a la OTAN y a los Estados Unidos.
Francia tiene su propio complejo militar industrial, muy inferior, ciertamente, al de Estados Unidos. Pero es el más grande de Europa occidental. Un complejo así necesita mercados de exportación para su industria armamentística. El mejor mercado potencial serían una fuerzas armadas europeas independientes. Sin dicha perspectiva en el horizonte, algunos podrían pensar que la integración a comando militar podría abrir los mercados de la OTAN a los productos militares franceses.
Se trata, sin embargo, de una esperanza huera. Los Estados Unidos se han reservado con celo los principales suministros de la OTAN para su propia industria. Es improbable que Francia llegue a tener una influencia significativa en la OTAN, por las mismas razones por las que ha acabado por abandonar su intento de construir un ejército europeo. Los propios europeos están profundamente divididos. Con Europa dividida, los Estados Unidos mandan. Es más, con la profundización de la crisis, el dinero para armamentos comienza a escasear.
Desde el punto de vista del interés nacional francés, esta endeble esperanza de poder colocar en el mercado los propios productos militares es nada comparada con las desastrosas consecuencias políticas que tiene el gesto de lealtad protagonizado por Sarkozy. Es cierto que incluso fuera del comando militar de la OTAN, la independencia francesa era sólo relativa. Francia apoyó la incursión de los Estados Unidos en la primera guerra del Golfo. En vano el presidente François Mitterand esperó con ello ganar influencia en Washington, el clásico espejismo que deslumbra a los aliados de Estados Unidos en operaciones más dudosas. En 1999, Francia se sumó a la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, a pesar de las dudas existentes en los altos mandos. En 2003, sin embargo, el presidente Jacques Chirac y su ministro de relaciones exteriores Dominique de Villepin hicieron gala de su independencia y rechazaron la invasión de Irak. Hay bastante acuerdo en que el plantón francés permitió a Alemania hacer lo mismo. Y a Bélgica.
El discurso de Villepin ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de 14 de febrero de 2003, defendiendo la prioridad del desarme y de la paz sobre la opción de la guerra, levantó una abrumadora ovación. Villepin se granjeó una amplia popularidad alrededor del mundo y reforzó el prestigio francés, sobre todo en el mundo árabe. De regreso en París, no obstante, el odio personal entre Sarkozy y Villepin alcanzó cotas de pasión operísticas, y no es infundado sospechar que el compromiso de obediencia con la OTAN de Sarkozy es también un acto de revancha personal.
El efecto político más devastador de todo esto es, sin embargo, la impresión que se ha generado de que “Occidente”, Europa y los Estados Unidos, se han enrocado en una alianza militar contra el resto del mundo. Contemplado de manera retrospectiva, el disenso francés prestaba un servicio a Occidente en la medida en que generaba la impresión, o la ilusión al menos, de que todavía era posible pensar y actuar de forma independiente, y de que alguien en Europa podía llegar a escuchar lo que otras partes del mundo se dice y piensa. Ahora, este “cierre de filas” sellado por los valedores de la OTAN como una manera de “mejorar nuestra seguridad” activará las alarmas en el resto del mundo.
El imperio parece cerrar filas con el propósito de regir el mundo. Los Estados Unidos y sus aliados no reclaman abiertamente el gobierno del mundo, pero sí su control. Occidente controla las instituciones financieras mundiales, el FMI y el Banco Mundial. Controla el poder judicial, el Tribunal Penal Internacional, que en 6 años de existencia sólo ha sentado en el banquillo a un oscuro señor de la guerra congolés y ha abierto cargos contra otras 12 personas, todas ellas africanas. Mientras, los Estados Unidos provocan la muerte de cientos, miles, acaso millones de personas en Irak y Afganistán, al tiempo que apoyan la agresión de Israel contra el pueblo palestino. Para el resto del mundo, la OTAN no es más que el brazo armado de esta empresa de dominación. Y todo ello en un momento en el que el sistema financiero capitalista dominado por los países occidentales está arrastrando a la economía mundial al colapso.
Tamaña exhibición de “unidad de Occidente” al servicio de “nuestra seguridad” sólo puede generar inseguridad en el resto del mundo. Mientras, la OTAN no ha cejado en su intento de rodear a Rusia con bases militares y alianzas hostiles, principalmente en Georgia. Pese a las sonrisas de sobremesa con su contraparte ruso, Sergei Lavrov, Hillary Clinton no ha dejado de insistir en el obcecado mantra de que las “esferas de influencia son inaceptables”. Con ello, claro está, se refiere a la histórica esfera de intereses rusa, a la que Estados Unidos está incorporando agresivamente a su propia esfera de influencia a través de la OTAN.
No es de extrañar, en este contexto, que China y Rusia hayan aumentado su cooperación defensiva. Los intereses económicos y la inercia institucional de la OTAN están empujando el mundo hacia un escenario pre-bélico mucho más peligroso que la Guerra Fría. La lección que la OTAN se resiste a aprender es que la búsqueda de enemigos crea enemigos. La guerra contra el terrorismo promueve el terrorismo. Rodear a Rusia con misiles sedicentemente “defensivos” –cuando todo estratega sabe que un escudo acompañado de una espada es también un arma ofensiva- hará de Rusia un enemigo. En busca de amenazas.
Para probarse a sí misma que, en verdad, es una entidad “defensiva”, la OTAN no cesa de buscar amenazas. Pues lo tiene fácil, puesto que el mundo es un lugar convulso, en buena medida gracias al tipo de globalización económica que los Estados Unidos han impuesto en las últimas décadas. Acaso haya llegado la hora de realizar esfuerzos políticos y diplomáticos para impulsar vías internacionales que permitan abordar cuestiones como la crisis económica, el cambio climático, el uso de la energía, los hackers y las “ciber-guerras”. Los think tanks vinculados a la OTAN ven en estos problemas “amenazas” que deberían ser tratadas a través de la OTAN. Esto conduce a militarizar las decisiones políticas allí donde, por el contrario, deberían desmilitarizarse.
Pensemos, por ejemplo: ¿cómo se podría abordar la supuesta amenaza del cambio climático con medios militares? La respuesta parece obvia: utilizando las fuerzas armadas contra las poblaciones forzadas a abandonar sus hogares por la sequía o por las inundaciones. Tal vez, como en Darfur, la sequía podría conducir a enfrentamientos entre grupos étnicos o sociales. Entonces, la OTAN podría decidir quiénes son los “buenos” y bombardear al resto. Este tipo de cosas.
Todo parece indicar, en efecto, que el mundo se está metiendo en muchos problemas. La OTAN parece dispuesta a afrontarlos utilizando sus fuerzas armadas contra las poblaciones descontroladas. Este propósito podrá verse con toda claridad en la celebración del 60 aniversario de la OTAN que tendrá lugar en Estrasburgo/Kehl el 3 y 4 de abril. Ambas ciudades se convertirán en auténticos campos militares. Los residentes de la tranquila ciudad de Estrasburgo están obligados a solicitar credenciales para salir y entrar a sus hogares durante el feliz evento. En momentos clave, no podrán dejar sus casas, salvo bajo circunstancias extraordinarias. El transporte urbano se detendrá. Las ciudades estarán muertas, como si hubieran sido bombardeadas, para permitir a los dignatarios de la OTAN montar su show por la paz.
El momento culminante de todo este espectáculo será la sesión fotográfica de diez minutos en la que los líderes de Francia y Alemania intercambien un apretón de manos en el puente sobre el Rin que conecta ambas ciudades. Será como si Angela Merkel y Nicolás Sarkozy sellaran la paz entre Alemania y Francia por primera vez. Los locales permanecerán encerrados en su casa para no perturbar la pantomima. La OTAN se comportará como si su mayor amenaza fuera el pueblo de Europa. Y es muy posible que, por esa vía, la mayor amenaza para el pueblo de Europa llegue también a ser la OTAN.
Diana Johnstones
Escritora y periodista estadounidense especializada en temas de política exterior europea y occidental.
Fue una participante activa del movimiento contra la guerra de Vietnam.
Entre sus últimos trabajos se encuentra Fool’s Crusade: Yugoslavia, NATO and Western Delusions, (Monthly Review Press, 2003) un alegato contra la guerra emprendida en los Balcanes en 1999.
Traducción Gerardo Pisarello
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El día de ayer, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, puso de manifiesto que Moscú centra su atención en los planes de expansión de la Alianza del Atlántico hacia el Este, mientras que el portavoz de la misma cartera, Andrei Nesterenko, expresó su preocupación por la actividad intensa que la OTAN desarrolla en el Ártico.
Al parecer, Moscú subió el tono en respuesta a las recientes declaraciones de Barack Obama, debido a que éste durante su encuentro con el Secretario General de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, confirmó el "reinicio" de las relaciones con Rusia.
Pero al mismo tiempo destacó que esto no debe hacerse "a costas de la solidaridad atlántica": países que deseen ingresar en la OTAN lo podrán hacer.
El presidente de EEUU lo anunció con mucha seguridad.
El director del Instituto de Análisis Político-Militar, Alexander Sharavin, instó a no interpretar la "pasión atlántica" de Obama como un obstáculo para el reinicio de las relaciones ruso-estadounidenses:
"En la OTAN existen reglas estrictas de ingreso, y EEUU no puede hacerles caso omiso. No se darán pasos concretos para contribuir al ingreso de Georgia a la OTAN, todo lo contrario, todo se hará de manera para que esto no ocurra".
Según la opinión del director, para "EEUU el ‘reinicio' de las relaciones con Rusia es mucho más importante que la expansión de la OTAN mediante la admisión de Ucrania y Georgiai", según Sharavin.
La experta del Instituto Carnegie, María Lipman, recordó que los "americanos nunca han planteado abandonar la idea de ampliar la OTAN, ni antes de Obama ni durante su mandato".
"Este es uno de los problemas difíciles de resolver" que será discutido por "minuciosamente", dijo Lipman.
"Las prioridades de los EEUU son: Irán, Afganistán, y Cercano Oriente. Aquí la situación es bastante grave", supone Lipman. Pero "de momento se ignora cuáles son las prioridades de Rusia", concluyó la experta.
Asimismo, ella supuso que con toda seguridad Moscú y Washington progresarán en el tema de desarme:
"EEUU está interesado en el éxito de la cumbre de Londres".
De lo contrario, no aparecerían informaciones sobre una eventual visita de Obama a Rusia en verano de este año.
Vremia Novostei
"Moscú aplaude que próximamente sea reanudado el diálogo en el marco del Consejo Rusia-OTAN y quisiera desarrollarlo de una forma nueva", dijo Medvédev en Berlín donde se reunió con la canciller alemana Angela Merkel.
"Rusia asimismo quiere amenizar sus relaciones con la Unión Europea porque pueden contribuir a la seguridad europea", expresó el presidente ruso.
Albania y Croacia acaban de incorporarse a la OTAN, el 1º de abril de 2009, y la alianza atlántica celebra en Kehl sus 60 años, los días 3 y 4 de abril. En este contexto, la Red Voltaire interroga al profesor Daniele Ganser sobre esa organización. Como especialista mundialmente reconocido de la historia de la OTAN, el profesor Ganser estima que la alianza atlántica carece de vocación defensiva desde que desapareció la Unión Soviética y se limita hoy a garantizar la dominación estadounidense sobre Europa.
Presentación del profesor Ganser:
Historiador suizo especializado en la historia contemporánea y las relaciones internacionales a partir de 1945, Daniele Ganser es profesor en la universidad de Basilea. Es el autor del libro de referencia sobre las redes Stay-Behind, Los ejércitos secretos de la OTAN, disponible en numerosos idiomas. Sus más recientes trabajos abordan la llamada «guerra contra el terrorismo» y el pico petrolero. El parlamento suizo y la televisión nacional han invitado repetidamente al profesor Ganser a compartir sus profundos conocimientos en materia de política exterior y de seguridad.
Pregunta:
Profesor Ganser, Francia acaba de reincorporarse oficialmente al comando militar de la OTAN después de más de 40 años de ausencia. Charles de Gaulle había decidido sacar a su país de esa organización, en marzo de 1966, al comienzo de la guerra fría. El general había protestado además, no contra la OTAN sino contra la dominación estadounidense en el seno de esa alianza. O sea, él no quería poner a las fuerzas armadas francesas bajo las órdenes de un general estadounidense.
¿Cuál es su análisis sobre este regreso de Francia a la OTAN? ¿Qué se esconde detrás de eso en la medida en que la OTAN sigue siendo un instrumento de la dominación militar estadounidense?
Daniel Ganser:
Para mí, es señal de que Francia, o por lo menos el presidente Sarkozy y la mayoría del parlamento francés, han aceptado la dominación estadounidense sobre los asuntos del mundo, y de la OTAN en particular. Yo no podría dar mi opinión en cuanto a la población francesa, si ella acepta esta posición predominante de Estados Unidos o si está dispuesta a aceptar esa posición de subordinación, pero sí sé que la población suiza no aceptaría eso [1].
Eso me hace pensar en las tiras cómicas de Asterix y Obelix. Le explico la metáfora: El señor Sarkozy ha decidido abandonar a la pequeña aldea y ponerla bajo el mando de los romanos. Estados Unidos se esfuerza por imitar el poderío de Roma y de los griegos. Basta con ver los edificios de Washington, la Casa Blanca o la sede del Congreso, en el Capitolio. Y Estados Unidos quiere que los europeos acepten su papel de subordinados, en vez de ser tratados como iguales.
En Afganistán, los soldados franceses, alemanes u holandeses tienen que combatir bajo las órdenes del comando estadounidense. Por supuesto, está claro que la OTAN siempre ha estado controlada por Estados Unidos, incluso cuando los franceses dejaron de formar parte del comando militar integrado. Si usted mira la historia de la OTAN, verá que el comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa, el SACEUR, que es el más alto oficial de la OTAN en Europa, siempre ha sido un general americano.
La OTAN se encuentra bajo la dirección y el comando del Pentágono. Si un país no está dispuesto a aceptar ese hecho, tiene que salir de la OTAN. Es así de simple.
Pregunta:
No hace mucho que, usando el pretexto de las operaciones de mantenimiento de la paz en el mundo, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, firmó con la OTAN un protocolo que la autoriza a intervenir casi en cualquier lugar del mundo [2]. En su opinión, ¿por qué quiere la alianza atlántica convertirse en gendarme mundial?
Daniel Ganser:
Durante la guerra fría, la OTAN servía para proteger Europa Occidental ante la posibilidad de una invasión soviética. La mayoría de la gente puede entender esa estrategia, perfectamente sensata. Nunca se produjo esa invasión, y por consiguiente la OTAN nunca tuvo que luchar contra la Unión Soviética, afortunadamente por cierto.
Después del derrumbe de la URSS, en 1991, la OTAN se quedó sin misión claramente definida. Muchos dijeron entonces que había que disolverla y, en realidad, yo estoy de acuerdo en que eso hubiese sido lo mejor. En vez de eso, la OTAN se amplió: Polonia, Rumania y muchos otros países se incorporaron a ella, a pesar de que la OTAN había prometido a Gorbatchev y a Yeltsin que nunca aceptaría como miembros a los países del antiguo Pacto de Varsovia.
Así que la OTAN no cumplió su palabra y los rusos se sienten cercados por la alianza, cosa que no contribuye a promover la paz y la comprensión en Europa ya que Europa depende del gas y del petróleo de Rusia, y provocar al oso ruso ampliando la OTAN es un juego muy peligroso, lo cual es un eufemismo. Se trata de un juego que, si bien ha sido provechoso para Estados Unidos, ha perjudicado las relaciones entra la Unión Europea y Rusia. Además, en 1999 la OTAN bombardeó Kosovo sin mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que constituye una guerra de agresión ilegal. Y, después del 11 de septiembre, la OTAN recurrió al artículo 5 (la cláusula de defensa colectiva) y declaró que no sólo Estados Unidos sino todos los países de la OTAN estaban en guerra, y atacó Afganistán en octubre de 2001 [3].
Por tanto, como puede verse, la OTAN se ha transformado de forma muy radical desde el fin de la guerra fría y en muy pocos años. Pero, independientemente de lo que Ban Ki-moon haya declarado, la gente se pregunta cuál es la función de la OTAN hoy en día. Hay cada día más gente que se da cuenta de que la OTAN se ha convertido en un instrumento en la lucha global por las fuentes de energía.
En Afganistán se han firmado contratos para la construcción de un oleoducto que va desde el Caspio hasta el Océano Índico, a través de Turkmenistán, Afganistán y Pakistán. Pienso, por consiguiente, que la guerra de Afganistán es una guerra petrolera. Los talibanes estuvieron en Estados Unidos, en los años 90, para conversar sobre la construcción de gasoductos y oleoductos con la firma Unocal, pero no pudieron llegar a un acuerdo. Después, se produjo el 11 de septiembre y la captura de Osama Ben Laden se convirtió de pronto en lo más importante del mundo.
Hoy en día aquello ya no parece tan importante. Pero la seguridad energética, los oleoductos y el control de las rutas de tránsito [de los hidrocarburos. NdT] en el Golfo de Aden sí son cuestiones esenciales.
Pregunta:
Usted demostró en su libro que la OTAN estuvo implicada en operaciones de terrorismo de Estado, en luchas clandestinas y en otras acciones secretas contra ciertos países o ideologías en forma geopolítica [4]. ¿Cree usted que la OTAN se mantiene en esa línea o que sigue ejerciendo hoy en día ese tipo de acción?
Daniel Ganser:
Durante la guerra fría, la OTAN creaba, dirigía y organizaba secretamente ejércitos llamados «Stay-Behind» (que debían «mantenerse tras» las líneas enemigas después de la invasión soviética para hostigarla y combatirla desde dentro), en todos los países de Europa Occidental [5].
Se trata de la llamada red Gladio [6], nombre del ejército secreto organizado en Italia, que es sobre el cual existe la mayor cantidad de documentos [7]. La OTAN nunca quiso comentar esa estrategia del secreto. Ahora sabemos que la CIA y el MI6 ayudaron a la OTAN a crear esos ejércitos secretos, y que algunos de ellos, vinculados a la extrema derecha, los ex nazis y los neofascistas, cometieron ataques terroristas bajo banderas falsas en varios países europeos. Así que se trata de un asunto extremadamente sensible.
Cuando se reveló la existencia de la red Gladio, a finales de 1990, el Parlamento Europeo envió una carta de protesta a la OTAN y pidió que se abriera una investigación minuciosa. Pero la OTAN se negó a hacer el menor comentario. Así que, como ya se ve, la OTAN no es una estructura transparente, no lo fue durante la guerra fría y no lo es hoy en día. Así que, por supuesto, es enteramente posible que siga habiendo operaciones secretas en marcha actualmente sin que el público esté informado de ello.
Pregunta:
Para terminar, ¿cree usted que la OTAN es un instrumento de soberanía o de dominación de Europa?
Daniel Ganser:
La OTAN es un instrumento para dominar Europa ya que Estados Unidos la controla por entero, como única superpotencia. Si usted mira todos los intentos que los países de la Unión Europea han realizado durante los últimos 15 años por establecer una política de defensa de la UE que sea independiente de la OTAN y de Estados Unidos, podrá comprobar que Estados Unidos siempre ha protestado y que ha estado en contra: el Pentágono no quiere una estructura europea de defensa.
Notas:
[1] «Pourquoi la majorité des citoyens suisses ne veulent pas adhérer à l’UE?» (Por qué la mayorí de ciudadanos suizos no quieren aderir a la Unión Europea, por Nicolas G. Hayek, Réseau Voltaire, 31 de marzo de 2009.
[2] «Ban Ki Moon aurait placé les forces de l’ONU au service de l’OTAN», Réseau Voltaire, 10 de octubre de 2008; Texto íntegro de la «Déclaration commune sur la collaboration des Secrétariats des Nations Unies et de l’OTAN» del 23 de septiembre de 2008, Réseau Voltaire ; «L’accord secret entre l’ONU et l’OTAN ne répond pas aux objectifs de la communauté internationale», por Karl Muller, RéseauVoltaire/Horizons et débats, 1º de diciembre de 2008.
[3] Cf. Tratado de Washington, conocido como «Tratado del Atlántico Norte» del 4 de abril de 1949, Réseau Voltaire.
[4] «Le terrorisme non revendiqué de l’OTAN», entrevista de Daniele Ganser sobre el libro Nato’s secret Armies: Terrorism in Western Europe concedida a Silvia Cattori.
[5] «Stay-behind: les réseaux d’ingérence américains», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 20 de agosto de 2001.
[6] «Rapport Andreotti sur l’Opération Gladio», 26 de febrero de 1991, texte íntegro publicado en Réseau Voltaire.
[7] «1980: carnage à Bologne, 85 morts», Réseau Voltaire, 12 de marzo de 2004.
Sandro Cruz
"En Budapest decidimos que Ucrania y Georgia serían miembros de la OTAN, ratificamos los detalles de esa decisión, como también la decisión adoptada por los ministros de asuntos Exteriores de la Alianza en diciembre pasado", subrayó el comunicado final de la cumbre dedicada a sexagésimo aniversario de la fundación del bloque militar.
Según el documento, la OTAN brindará a los gobiernos de Ucrania y Georgia "toda la ayuda posible" para desarrollar las reformas económicas y políticas necesarias para cumplir las condiciones requeridas por la OTAN a los países miembros.
Esa ayuda se desarrollará mediante las comisiones OTAN-Ucrania y OTAN-Georgia, "que desempeñan un papel central en la vigilancia de los procesos que comenzaron en la cumbre de Bucarest", indicó la declaración.
En este sentido, la Alianza destacó el trabajo del buró de relaciones y divulgación de la OTAN en Kiev y Tbilisi y aplaudió "la exclusivamente valiosa aportación de Ucrania y Georgia en las operaciones que desarrolla la Alianza".
Por otra parte, la declaración final del bloque atlántico expresó la esperanza en que las sesiones del Consejo Rusia-OTAN podrán reanudarse para el próximo verano boreal (a partir de junio) y exigió a Rusia renunciar al reconocimiento de las independencias de Osetia del Sur y Abjasia.
"Continuando la resolución adoptada por los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en diciembre de 2008 y marzo de 2009, esperamos con impaciencia el restablecimiento de las sesiones del Consejo Rusia-OTAN para antes del verano de 2009 a nivel de ministros", indicó el comunicado del bloque atlántico.
Las actividades del Consejo Rusia-OTAN fueron suspendidas por la alianza de forma unilateral en respuesta a la intervención de Rusia para imponer la paz y salvar a la población de Osetia del Sur agredida por el ejército georgiano en agosto de 2008.
Tras infringir una contundente derrota a las tropas de Georgia, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia y estableció con sus gobiernos relaciones diplomáticas como garantía de seguridad para las poblaciones de las nuevas repúblicas caucásicas.
En relación a esas repúblicas, cuyo destino tiene analogías con el caso del reconocimiento de Kosovo, la OTAN instó a Rusia a revocar el reconocimiento de sus independencias.
"Este reconocimiento contradice los principios y valores fundamentales del Consejo Rusia-OTAN, la OSCE y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la integridad territorial de Georgia", resalto el comunicado de la OTAN.
En el documento el bloque expresó preocupación de que Rusia planea ampliar su presencia militar "en esas regiones de Georgia", pero Moscú considera que el emplazamiento de soldados rusos son garantía de seguridad para la población de esas repúblicas.
Durante catorce años los soldados rusos integrantes de las fuerzas de paz en Osetia del Sur y Abjasia defendieron la seguridad de la población civil de estas regiones separatistas hasta la agresión emprendida por Georgia el año pasado.
"Ningún participante del Consejo puede garantizar la seguridad propia a expensas de otros", resaltó Lavrov en una entrevista publicada hoy en Rossiyskaya Gazeta.
La OTAN suspendió las actividades del CRO a raíz del conflicto de agosto pasado en el Cáucaso. La intención de Moscú, recordó el ministro, era "convocar una reunión del Consejo en pleno fragor de la operación militar lanzada para frenar la agresión georgiana contra Osetia del Sur" pero la OTAN "eludió pudorosamente el debate".
Ahora que la OTAN sugiere reanudar la labor del Consejo, es importante que este organismo represente a diversos Estados naciones, no a los miembros de la OTAN más Rusia o, peor aún, los miembros de la OTAN versus Rusia, señaló Lavrov.
(continue)
"Existe un número de asuntos en los que debemos trabajar seriamente juntos. Pero no debemos desalentarnos por asuntos delicados en los que estemos en desacuerdo fundamentalmente", dijo a los reporteros después de reunirse con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
De Hoop Scheffer dijo que las dos partes deben trabajar juntas en la no proliferación de armas, Afganistán y el combate del terrorismo. Pero siguen teniendo diferencias fundamentales sobre asuntos como integridad territorial de Georgia y el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, dijo.
Después de una breve guerra en agosto de 2008, Rusia reconoció a las dos regiones separatistas de Osetia del Sur y de Abjasia como estados independientes. La posición de Rusia fue condenada por la OTAN.
La reunión del miércoles también sentará las bases para la celebración de una reunión del Consejo a nivel ministerial el 19 de mayo, confirmó el ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov, el martes en Luxemburgo, donde se encontraba para reunirse con funcionarios de la Unión Europea.
La reunión se celebrará en un momento en el que las relaciones entre Rusia y la OTAN están pasando por una etapa de tensiones debido a los ejercicios militares que la alianza realizará junto con Georgia entre los días 6 de mayo y 1 de junio.
La OTAN afirma que los ejercicios estaban programados desde antes del conflicto militar entre Rusia y Georgia, y que Rusia había sido invitada a participar en ellos. Pero Moscú se ha negado a enviar a observadores, e insiste en que el ejercicio se debe interpretar como un símbolo del apoyo de la alianza a Georgia.
(Xinhua)
"Donde hubo guerra fría se impone ahora paz fría", señaló Rogozin al término de una reunión que el Consejo Rusia-OTAN (CRO) celebró el pasado miércoles en Bruselas a nivel de embajadores, por vez primera desde el conflicto de agosto de 2008 en torno a Osetia del Sur.
El diplomático ruso comparó a la OTAN con "un rinoceronte ciego", que "representa un problema para quienes están cerca", y señaló que este organismo se encuentra a día de hoy "en una encrucijada": por un lado, hay intentos de atribuirle un carácter global, para lo cual "tendrá que proyectar su fuerza militar a otros continentes", y por otro, hay quienes procuran consolidar la Alianza frente a una amenaza externa, presentando como tal a Rusia. Lo anterior, agregó, no significa que Rusia y la OTAN no tengan que "reformatear sus relaciones".
Rogozin reiteró el rechazo de su país a las maniobras Cooperative Longbow 09/Cooperative Lancer 09 que la OTAN pretende desarrollar en Georgia en mayo próximo, con la asistencia de casi 1.300 militares de 19 países, miembros de la OTAN o participantes de su programa Asociación para la Paz. El embajador calificó estos ejercicios como "chantaje político y presión militar" al recordar que coincidirán con la campaña de elecciones parlamentarias en Osetia del Sur.
También etiquetó de "aventurero" al actual presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, acusándole de haber internacionalizado un conflicto que era regional. "Saakashvili es un hijo de puta pero es un hijo de la OTAN", dijo Rogozin parafraseando la característica que el presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt, dio en su momento al dictador nicaragüense Anastasio Somoza.
"Con esta decisión, el secretario general (de la OTAN) nos hace retroceder varios meses", declaró Rogozin en una entrevista telefónica con RIA Novosti.
"Aún debemos aclarar quiénes necesitaron fabricar de esta manera un caso contra dos diplomáticos de reputación irreprochable", agregó.
La víspera.
Rogozin prometió una respuesta "inminente" y "sopesada" que "afectará las relaciones entre Rusia y la Alianza".
La semana pasada, la OTAN retiró la acreditación a dos empleados de la representación permanente de Rusia por su presunta implicación en el ‘caso de Hermann Simm', un alto funcionario estonio condenado a 12 años de prisión por haber traspasado a Moscú datos confidenciales de la OTAN.
Los diplomáticos expulsados de Bruselas son Víctor Kochukov, de 63 años, jefe de la sección política en esta representación, y el agregado Vasili Chizhov, de 24 años, hijo del representante de Rusia ante la Unión Europea.
Es la primera vez que se produce un escándalo de esta índole desde que Rusia y la OTAN entablaron relaciones oficiales en 1997.
Una fuente diplomática dio a entender hoy que representantes de Moscú no planean participar este mes en la reunión ministerial del Consejo Rusia-OTAN.
En esa fecha, por primera vez desde el conflicto entre Rusia y Georgia, se celebró la sesión del Consejo Rusia-OTAN a nivel de embajadores, en la sede de la alianza en Bruselas.
Los embajadores se reunieron para preparar la agenda del encuentro de ministros de Asuntos Exteriores del Consejo Rusia OTAN el próximo 19 de mayo.
Como afirman ambas partes, esta reunión descongelará definitivamente todo el hielo acumulado en las relaciones entre Rusia y la OTAN desde el conflicto en el Cáucaso.
El asunto es, ¿qué en concreto se disponen a descongelar?
Previa a la reunión de embajadores, nuestro embajador ante la OTAN Dmitri Rogozin prometió que haría una dura amonestación a la OTAN por las maniobras que planea celebrar en Georgia y así hizo.
En realidad esas maniobras son inofensivas, pero se trata de gran guarrería por parte del bloque organizar maniobras en la casa de un agresor, estimulando con esto a Tbilisi a emprender nuevas aventuras militares y limpiar sin ningún mérito su reputación de país belicoso e inestable.
Por lo visto, todo lo que Rusia y la OTAN quieren descongelar o se disponen a descongelar en Bruselas es un material bastante extraño, y si se examina con atención, no se comprende si ese material ya está resecado o petrificado.
Como es sabido, el Consejo Rusia-OTAN fue creado en un encuentro en la cumbre Rusia-OTAN el 28 de mayo de 2002 en Roma. Su objetivo principal, como dice la página oficial digital, es ser un "foro de consultas y mecanismos para lograr consenso de cooperación y para la adopción de acciones conjuntas en un campo amplio de asuntos de seguridad en la región euro-atlántica".
El problema es que desde que fue creado el Consejo Rusia-OTAN no ha podido superar NINGUNO de los estereotipos estratégicos de los tiempos de la "guerra fría" y no ha logrado elaborar NINGUNA valoración estratégica común sobre amenazas a la seguridad y las formas para combatirlas.
En este contexto, no hay cabida para el terrorismo, porque para combatirlo no hace falta la creación del Consejo Rusia-OTAN.
Antes de la guerra del Cáucaso, la cooperación entre Rusia y la OTAN era muy pobre, y tras el congelamiento de las relaciones desde agosto de 2008, esa cooperación no aumentó ni disminuyó absolutamente en nada.
Ahora, dicen que Rusia es más necesaria a OTAN que esa organización a Rusia.
Pero, ¿alguna vez Rusia fue necesaria a esa organización?
Se afirma que la OTAN necesita a Rusia como vía para llegar a Afganistán. Pero nosotros y sin la OTAN aceptamos que Estados Unidos y sus aliados utilizaran el territorio ruso para transportar cargas (no armas) a Afganistán.
Partiendo de los documentos oficiales, el Consejo Rusia-OTAN no ha hecho absolutamente NADA de lo que ha debido hacer, ni antes, ni después de la guerra en Osetia del Sur.
Y para aquellos que tienen mala memoria, recuerdo que en el conflicto entre Moscú y Tbilisi, en calidad de mediador intervino la Unión Europea (EU), y más exactamente, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Y a pesar de que no es adecuado mencionar nombres concretos, hay que hacerlo, porque de la forma en que se desarrollan las relaciones entre Rusia y la OTAN hay muchas cosas confusas que cuestan comprender.
Por ejemplo, ver cómo la OTAN asume funciones que no debe (como en Kosovo o pretender desempeñar funciones de la ONU o la OSCE), que Moscú considere que es una organización anacrónica, y al mismo tiempo, que se hable de la necesidad de entablar la cooperación, y darle un nuevo contenido a las relaciones entre Rusia y la OTAN.
Como se dice en estos casos: "las cosas no cuadran", o bien, la OTAN no es un anacronismo, o creemos es así, pero lo decimos en voz baja, o estamos hablando de una cooperación de pacotilla.
Todo es muy contradictorio. Confunden incluso las declaraciones de nuestro ministro de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov, para mí, una persona de mucho respeto.
Todavía no puedo entender lo que el quiso decir el 27 de abril en Luxemburgo tras una sesión del Consejo permanente de asociación Rusia-UE, cuando al abordar el tema de la OTAN, dijo que en la próxima reunión del Consejo Rusia-OTAN intentará convencer a que cada país exponga su postura nacional y no la postura general de la OTAN.
"Los principios del Consejo Rusia-OTAN es más progresista que nuestro diálogo con la UE porque de acuerdo común, en ese consejo cada país expresa la postura de cada uno y no la de la OTAN como alianza... sobre esto vamos a hablar en mayo cuando se restablezca el trabajo del Consejo Rusia -OTAN a nivel de ministros de Asuntos Exteriores", subrayó Lavrov.
¿Para qué entonces el Consejo Rusia-OTAN si se puede hablar con cada país por separado?
¿Sabe y está de acuerdo la OTAN en que en el Consejo Rusia-OTAN cada uno puede ir por su cuenta?
A veces, cuando escucho las declaraciones y comentarios que generalmente utiliza Rogozin para evaluar las relaciones con la OTAN, sospecho que se trata de nuestra postura real con respecto a la OTAN y lo que pensamos de la cooperación con ella.
Personalmente yo no tengo nada en contra de Rogozin, al contrario, siento simpatía por su modo de hablar franco y directo que a veces muestran modales bruscos y poco diplomáticos.
Ocurre, que cuando lo veo y escucho sus declaraciones estoy más convencido de que Rogozin mejor que nadie cumple la labor de decirle en la cara a la OTAN lo que en Moscú se piensa de ella.
A pesar de todas las críticas, el Consejo Rusia-OTAN como organismo parece un ente normal que celebra consultas, negociaciones, planea programas de cooperación.
Pero si se mira con más detalle se descubren cosas más que extrañas.
Entre los asuntos importantes de cooperación militar figuran temas como seminarios sobre la relación entre el terrorismo y el crimen organizado, compra, contratos y planificación financiera para la reforma militar, captura de agrupaciones terroristas en el exterior, el papel de la pequeña y mediana industria en la readaptación de los militares retirados de servicio.
¿Para esto fue creado el Consejo Rusia-OTAN?
Andrei Fediashin
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
La semana pasada se supo que la OTAN retira la acreditación a dos empleados de la representación permanente de Rusia ante la Alianza por su presunta implicación en el ‘caso de Hermann Simm', un alto funcionario estonio condenado en su patria a 12 años de prisión por haber traspasado a Moscú datos secretos de la OTAN.
Los sospechosos son Víctor Kochukov, de 63 años, jefe de la sección política en esta delegación, y el agregado Vasili Chizhov, de 24 años, hijo del representante de Rusia ante la Unión Europea.
Estas sospechas "no aguantan ninguna crítica", afirmó Dmitri Rogozin, el embajador de Rusia ante la OTAN.
El servicio de seguridad de la Alianza, añadió, demostró su "extrema falta de profesionalismo" y actuó en este caso "como un detective pésimo que pilla a un inocente y lo hace pasar por sicario".
Rogozin calificó el incidente como "intento de explotar la situación" y prometió "una respuesta inminente que afectará las relaciones entre Rusia y la Alianza".
Al mismo tiempo, rehusó especificar el contenido de las posibles sanciones y afirmó que Moscú "no hará el juego a quienes se oponen a la mejora" de los contactos. Será una reacción "a sangre fría, sopesada", dijo.
Se contempla que Kochukov y Chizhov regresarán de Bruselas esta semana.
De acuerdo con el procedimiento, la OTAN deberá notificar al Gobierno de Bélgica que retiró la acreditación de ambos diplomáticos, después de lo cual la cancillería belga podrá proclamarlos personas no gratas.
"Creo que la cuestión está prácticamente decidida", admitió Rogozin.
Anteriormente, la cancillería rusa catalogó el suceso como "provocación burda" que se sustenta en "un pretexto totalmente forzoso".
En una rueda de prensa ofrecida junto al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, Clinton trató de minimizar las tensiones entre Rusia y Georgia, que últimamente han estado ligadas a la oposición de Rusia a las maniobras militares de la OTAN en Georgia, diciendo que "la gente en las familias discrepa".
"Es anticuado decir que tenemos desacuerdos en un área y que, por lo tanto, no podemos trabajar en otra cosa que sea de una importancia insoslayable", dijo Clinton. "Nosotros no pensamos de esa forma", prosiguió. "Nosotros queremos normalizar la relación y elevarla a un nuevo nivel", afirmó.
Clinton y Lavov debatieron sobre Georgia en su reunión, que tenía el objetivo de sentar las bases para la reunión entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el ruso, Dimitri Medvedev, prevista para el próximo julio. Lavrov se reunirá también con Obama este mismo día.
"Hemos manifestado en varias ocasiones nuestra preocupación sobre Georgia", recordó Clinton. "Creo que el ministro Lavrov, así como el Gobierno ruso, reconoce que la estabilidad y una solución pacífica a las tensiones en Georgia responde al interés de todos", declaró.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso dijo que los dos países tienen diferencias evidentes sobre Georgia, pero que sus desacuerdos no van secuestrar los progresos en áreas fundamentales como el control de armas.
"No vamos a pasar por alto las diferencias que existen, pero tenemos que discutir con sinceridad y abiertamente esas diferencias e intentar hallar soluciones", declaró. "Tenemos que librarnos de la herencia negativa del pasado", destacó.
La cuestión del control de armas estratégicas es una de las áreas en las que ambos países pueden avanzar, concretamente buscando un acuerdo que sustituya al START 1, un tratado para la reducción de los arsenales nucleares de ambos países firmado en tiempo de la Guerra Fría, el cual expira en diciembre.
A este respecto, Clinton indicó que los negociadores se han reunido esta semana y que están logrando avances. Las conversaciones formales darán comienzo el próximo 18 de mayo en Moscú, con la meta de tener perfilado un acuerdo de cara a la reunión entre Obama y Medvedev en julio.
Por otro lado, en el seno de la OTAN, Rusia y la Alianza tendrán que cerrar la disputa abierta con la expulsión de dos diplomáticos rusos de la sede del organismo en Bruselas la semana pasada, implicados en un caso de espionaje. Lavrov respondió a esa decisión boicoteando la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del Consejo OTAN-Rusia.
"Esperamos que en el futuro cercano desaparezcan los obstáculos para retomar el trabajo del Consejo OTAN-Rusia, esos obstáculos son totalmente artificiales, esperamos que sean retirados muy pronto", manifestó Lavrov.
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