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Fundaciones centroeuropeas han preparado la intervención política, social y policial en Venezuela para después de las elecciones |
El 23 de noviembre los ciudadanos y ciudadanas venezolanos van a decidir quién y qué partidos van a gobernar los 23 estados federales, el distrito capital y las alcaldías. En Europa hay varias fundaciones que esperan que la oposición anti-chavista siga liderando las dos gobernaciones de Zulia y Nueva Esparta y que, a lo mejor, conquiste también aquellas cinco cuyos máximos representantes han dado la espalda al proyecto político del comandante Hugo Chávez, pasándose al bando de la oposición.
Si fuera por la oposición internacional, ésta convertiría aquellas gobernaciones en puntos operacionales de la contrarrevolución al proyecto socialista del presidente Chávez y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Los estrategas extranjeros ya han elaborado los correspondientes planes para poder pasar de la teoría a la práctica nada más conocerse los resultados de las elecciones.
Según fuentes bien informadas que por razones obvias quieren mantener su anonimato, una fundación centroeuropea ha definido como objetivos primordiales proceder a la división interna del PSUV y al reconocimiento internacional de los futuros gobernadores de la oposición. El eje fundamental de este trabajo contrarrevolucionario se va a basar en las gobernaciones de la oposición cuyos líderes serán reconocidos por partidos europeos. Esto va a ser el primer paso de un plan estratégico para terminar con la Revolución Bolivariana.
El segundo será que detrás de esta "cortina democrática" se implantarán determinados "proyectos sociales" de carácter ejemplar que deben servir como alternativa a las misiones del Gobierno bolivariano. Paralelamente se procederá a aumentar la presencia de pequeñas y medianas empresas extranjeras para crear un aire de "auge económico" en los estados gobernados por la oposición.
La colaboración de la oposición con los extranjeros no se queda limitada a los campos político, social y económico, sino se amplia al policial. Los estrategas extranjeros han planeado emplear la "lucha contra la criminalidad" para aumentar la colaboración entre las policías regionales y los "expertos" extranjeros. Aquí se menciona especialmente a los alemanes que en las décadas de los años 70 y 80 prestaron ayuda para "democratizar" a los servicios secretos y policías españoles de la dictadura franquista.
De esta forma las fundaciones europeas arroparían a las señaladas gobernaciones con la correspondiente estructura policial que podría convertirse así en un poder militar real y por lo tanto en una amenaza contrarrevolucionaria para la seguridad y constitucionalidad de la República Bolivariana de Venezuela. De hecho algunos actores europeos ya han dejado caer sus caretas de "demócratas" y han presentado en Internet a los grupos venezolanos que llevan de la mano.
Los cómplices alemanes del Imperio
Siempre cuando Washington no pudo o quiso aparecer en primera fila de una operación que conduciría a la caída de un gobierno indeseado en América Latina llamó a la asistencia de sus cómplices alemanes. En 1972/73 diputados de la Unión Demócrata Cristiana (CDU por sus siglas en alemán) viajaron a Chile portando dinero en efectivo para la oposición que se preparaba para golpear al presidente Salvador Allende. Al mismo tiempo el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD por sus siglas en alemán), cuyo presidente Willy Brandt era el entonces jefe del Gobierno, organizó un bloqueo económico contra el gobierno chileno, cortando la ayuda financiera y requisando cargamentos de cobre.
Todas estas medidas fueron levantadas en el momento cuando los generales golpistas llegaron al poder. El mismo método de trabajo repitieron ambos partidos en la década de los 80 cuando el Imperio estadounidense desató la "guerra sucia" contra la Revolución Sandinista en Nicaragua. La derecha se encargó de propagar la política "contra" y estadounidense, mientras que los socialdemócratas intentaban intervenir desde la Internacional Socialista en el FSLN.
Desde que en Venezuela triunfó la Revolución Bolivariana en 1998, ni el SPD ni la CDU han cesado en sus intentos de destabilizar la situación política para que sus antiguos aliados: Acción Democrática (AD) y COPEI, respectivamente, pudieran regresar al poder en Venezuela. Dado que los dos partidos venezolanos han desaparecido casi por completo de la escena política, después de que en 2005 decidieran retirarse de las elecciones a la Asamblea Nacional, sus socios alemanes se buscaron nuevos contactos en Primero Justicia (PJ) y Por la Democracia Social (PODEMOS).
La socialdemocracia alemana lleva de la mano a PODEMOS
Ante la reforma constitucional, promovida por Chávez en 2007, PODEMOS salió del "Polo Patriótico", formado junto con el PSUV, Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Patria Para Todos (PPT). La formación liderada por Ismael García opera ahora bajo el tutelaje del SPD. El partido alemán ejecuta su política exterior a través de la fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES). En América Latina la FES se llama ILDIS, Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales.
Desde 1973 mantiene una sede en Chacao, uno de los municipios ricos de Caracas. En octubre el FES/ILDIS celebró un foro con 30 dirigentes regionales y locales de PODEMOS. Al frente estaban Ismael García y Kurt-Peter Schütt, jefe de la oficina de FES/ILDIS en Caracas, y conocido por sus informes antichavistas. Ambos posan en una foto que cuelga en la pagina web de la fundación alemana. El encuentro se celebró bajo el título: "Construyendo una Agenda Social y Económica desde la Perspectiva de una Izquierda Progresista".
Según se puede leer en la página oficial de FES/ILDIS la actividad "se concentró en principales problemas de la actual coyuntura que agobian a la población venezolana: la exclusión social, la incipiente cobertura de la seguridad social, el cada vez más deteriorado sistema público de salud, la desarticulación entre las misiones sociales y la institucionalidad pública existente, el preocupante endeudamiento público y sus repercusiones sociales en el contexto de una recesión global en ciernes y la indetenible inflación que diluye el poder adquisitivo del salario e incide negativamente sobre los niveles de pobreza y la desigualdad existente".
Esta valoración del supuesto estado actual de las cosas en Venezuela corresponde con los planes que las fundaciones manejan respecto a las gobernaciones que podrían ser regidas por la oposición. Al mismo tiempo este foro muestra que el SPD centra sus esfuerzos en PODEMOS para asesorarlo en su lucha contra la Revolución Bolivariana, el PSUV y el presidente Chávez.
El partido golpista Primero Justicia sigue siendo apoyado por la derecha alemana
Seguramente fue un desliz que la Konrad Adenauer Stiftung (KAS), fundación cercana a la CDU, colgara un interesante informe sobre sus socios venezolanos en su sitio web el 1 de octubre. Aunque lo retiró rápidamente, la versión original obra en poder del autor. El material elaborado por la derecha alemana demuestra que sigue apoyando a Primero Justicia (PJ), partido que firmó el decreto que coronó al golpista Pedro Carmona Estanga como presidente dictatorial en abril de 2002. La Fundación Konrad Adenauer mantiene una oficina en la urbanización Altamira de la capital venezolana. Su director local se llama Georg Eickhoff. El doctor figura como autor del informe titulado "Elecciones regionales y comunales en Venezuela".
En su reporte la KAS reconoce que presta apoyo a PJ y COPEI a través de la Fundación Justicia y Democracia (FJD) y del Instituto Popular de Formación (IPF), respectivamente. "La colaboración con las dos instituciones de formación es exitosa y hay que ampliarla" resume Eickhoff. La fundación derechista alerta que la corrupción es un síntoma bien presente en COPEI y PJ, herencia traída de la IV República (1958-1998). Ante este reto la KAS opina que los copeyanos actuales se hayan desmarcado más de aquellas prácticas cuartarepublicanas que PJ, cuando escribe: "Las necesidades de financiación que tienen los partidos y los candidatos los dejan ante el permanente y creciente peligro de recaer en las prácticas de antes". Aún así los correligionarios de la canciller (jefa del Gobierno) alemana Angela Merkel quieren profundizar la colaboración con los dos símbolos del antiguo régimen. Cara a las elecciones del 23-N, la KAS dice que "después de los comicios hay que utilizar las nuevas posibilidades, pues existe el consenso de que el proceso de fortalecimiento de los partidos socios se realizará a través de los mandatarios regionales".
Esta frase corrobora el proyectado reconocimiento internacional de las gobernaciones ganadas por la oposición. Este reconocimiento vendría no sólo por la KAS, sino también a través de la Juventud de la Organización Demócrata Cristiana de América (JODCA) y de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA). El doctor Eickhoff recomienda intensificar el trabajo con la organización juvenil de COPEI y en especial con su jefe Juan Daniel Tapia, quien "realiza un buen trabajo". Además "quiere aumentar sus responsabilidades en la JODCA." La KAS de Venezuela recomienda apoyar esta iniciativa "ya que existen muy buenos contactos con la organización juvenil de COPEI". Para el 2009 Eickhoff aconseja poner en marcha varias visitas de COPEI y PJ a Alemania, poniendo especial interés en la colaboración con los jóvenes. Las visitas deben fortalecer los dos partidos y "además servir al crecimiento conjunto de los diferentes partidos del espectro democrático".
Die Linke – ¿Un caballo de Troya o un aliado revolucionario?
En Alemania, el SPD sigue los pasos de su socio tradicional Acción Democrática al perder apyo político en la sociedad alemana. En la actualidad se está produciendo una fuerte fuga de miembros socialdemócratas a las filas del nuevo partido Die Linke (la Izquierda). Esta formación figura aún como "socialista" y mantiene un cierto carácter "anti-sistema" pero no hace falta ser pesimista o tener una mala lengua para preguntarse qué posición tomará esa formación cara a Venezuela y a su presidente. Die Linke está en camino de convertirse en tercera fuerza política a nivel nacional.
Sin embargo, este partido está lejos de cuestionar el sistema político democrático, tal y como lo hizo el MVR en Venezuela en 1998. Más bien parece que esta formación regresará a posiciones que el SPD mantenía en la década de los 70 antes de que emprendiera el rumbo al neoliberalismo. Los poderes fácticos de Alemania admitirán a Die Linke en el gobierno nacional si ésta demuestra que acepta el actual sistema capitalista, reformándolo pero nunca revolucionándolo. A su vez Die Linke tiene que mostrar que cuenta con haberes a la hora de negociar con las demás fuerzas el poder político.
Sobre la mesa puede poner su propia fundación que se llama Rosa Luxemburg Stiftung (RLS). Die Linke está bien asentado en el espectro izquierdista del país. Su presidente, el ex líder socialdemócrata Oskar Lafontaine, alabó la política de Chávez ganándose así las críticas de la derecha – y al mismo tiempo la atención medíatica que buscaba. La europarlamentaria Sahra Wagenknecht lanzó el grupo de solidaridad llamado "Venezuela avanza" en 2004.
Todo ello hace pensar que Die Linke podría ser un aliado natural del PSUV y de la Revolución Bolivariana en Alemania. Si eso será así, dependerá de su política actual, y si ésta va a ser reformista o revolucionaria. En el peor de los casos puede convertirse en un caballo de Troya para los bolivarianos porque opera bajo una supuesta bandera socialista que es llevada por socialdemócratas que han hecho las paces con los poderes fácticos del sistema capitalista.
Para lograr esa paz capitalista, también respecto a Venezuela, Die Linke cuenta con una asociación de empresarios pequeños y medianos, llamada OWAS. Uno de sus representantes participó en el encuentro de solidaridad que la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela celebró el 15 de noviembre en su sede de Berlín. Dicha persona propuso que las empresas pequeñas deberían apoyar "voluntariamente" la política de Chávez y "patrocinar" los movimientos sociales en Venezuela. Malo es que mala cosa piensa porque este planteamiento corresponde a lo expuesto al principio.
Pero Die Linke cuenta con otro instrumento estratégico en su haber que es mucho más efectivo que el de la CDU y del SPD para lograr la división del PSUV: ha establecido lazos con el secretario internacional del PCV y diputado al Parlamento Latinoamericano, Carolus Wimmer. En 2007 el parlamentario venezolano de orígen alemán asistió a un debate abierto organizado por la eurodiputada Wagenknecht dentro de la anticumbre del G8 en Alemania. En marzo de 2008, la revista política "Disput", editada por el grupo parlamentario de Die Linke, entrevistó a Wimmer, en calidad de secretario internacional del PCV, también sobre la situación del PSUV tras el fracaso de la reforma constitucional. "El problema del nuevo partido es su inmadurez. No es claro, qué línea política va a tener el nuevo partido" resalta el parlamentario venezolano. Después dice, como si fuera miembro del PSUV: "Nuestra debilidad principal consiste en que la clase obrera no participa en el proceso". Luego aclara desde el punto de vista de un militante del PCV que "Chávez defiende la posición de que el PSUV debe ser un partido unificado, lo cual nos hace difícil de apoyar activamente este proyecto".
En teoría el aliado "tradicional" del PCV en Alemania es el Partido Comunista Alemán (DKP) que se niega a integrarse en Die Linke. Por lo tanto es interesante observar cómo este último preste tantas atenciones al aliado de una de las fuerzas políticas con las que compite políticamente en Alemania. Uno podría pensar que Die Linke ha salido a cazar en el coto del DKP pero ¿con qué objetivo? El futuro lo dirá.
Ahora corresponde a las y los venezolanos decidir sobre su futuro político y si cierran la puerta a las fuerzas políticas y sus patrocinadores extranjeros que quieren regresar a la IV República.
Ingo Niebel

El agente realizó, por lo visto, desde ese lugar varias fotografías de las oficinas de la UE dañadas por la explosión del artefacto, añade la revista, que destaca que su detención y la de sus dos compañeros se produjo inmediatamente después.
La detención de los tres presuntos agentes del BND ha conducido a un conflicto diplomático entre Alemania y las autoridades de Kosovo por la presencia no anunciada de los espías germanos en Pristina.
Entre gobiernos amigos es habitual que los agentes secretos sean declarados en el país de acogida para que gocen de inmunidad diplomática, recuerda "Der Spiegel", que comenta que en este caso el BND no actuó así con sus agentes por no ser personal fijo destinado a Kosovo.
Este viernes las autoridades kosovares señalaron que los tres detenidos "no son diplomáticos, policías, soldados o expertos con un carné internacional", por lo que podrían ser procesados como espías.
En este contexto, el atentado sólo se puede interpretar como una acción violenta de represalia contra la UE por parte de sectores independentistas kosovares que perciben que los dirigentes comunitarios les han abandonado.
Lo más interesante es lo que ha sucedido la semana pasada. La detención por parte de las autoridades kosovares de tres espías alemanes, acusados de haber lanzado la bomba contra la sede de la UE, incluso el juez afirma disponer de un vídeo donde se observa cómo uno de los alemanes lo hace, por lo que dictó treinta días de prisión preventiva contra los tres agentes. Como consecuencia de todo esto, las luces rojas de la diplomacia se han encendido y ha comenzado una intensa labor que, según la prensa alemana, ha permitido llegar a un acuerdo entre Berlín y Pristina para que los agentes sean liberados y juzgados en Alemania y no mover más el asunto.
No olvidemos que Alemania ha sido el país que más interés ha puesto siempre en dinamitar la federación yugoslava, fue el primero en ir reconociendo la independencia de las distintos estados, desde Croacia y Bosnia hasta posteriormente Kosovo. Los servicios secretos alemanes trabajaron muy estrechamente desde 1992 con la guerrilla kosovar en su enfrentamiento contra Serbia. Alemania es también el país que, después de EEUU, presta más ayuda financiera a Kosovo, cien millones de euros para los próximos dos años.
No hace falta tener mucha imaginación para coincidir con el experto en servicios secretos Erich Schmidt-Eenboom, quien considera muy coherente la mano alemana detrás de esos atentados para enviar a la UE el mensaje de indignación de los kosovares.
De ser así sería un asunto muy preocupante, estaríamos ante una acción terrorista internacional cometida por un país de la UE contra una delegación de la propia UE con la única intención de crear una desestabilización que favorezca sus intereses. Y la segunda conclusión es preguntarse cuántos otros atentados y acciones terroristas han podido sucederse en la antigua Yugoslavia que en realidad fueron planificados por intereses extranjeros que deseaban romper la federación.
www.pascualserrano.net
No es pesimista –entiéndase este término como un optimista bien informado– quien profetiza que la situación va a empeorar un tanto más volviendo a tener muertos entre los afiliados de ambos bandos en un futuro no tan lejano. La crispación de la "violencia política" no se va a deber sólo a que gobernantes opositores vuelvan a las prácticas violentas empleadas cuando apoyaron con esas mismas medidas a los golpistas del 11 de abril de 2002. Para la reedición necesitan el respaldo de los medios privados venezolanos y el soporte internacional tanto a nivel mediático como también político y logístico. Por lo tanto hay que mirar quién está detrás de las "cabezas de la oposición" de turno que desde el 23-N se toman de nuevo el derecho a recurrir a las prácticas de la IV República. La mirada se desvía tanto hacia Washington como también hacia a Europa.
Hay que felicitarle a Barack Obama por no haber reemplazado al ministro de Defensa Robert "Bill" Gates, nombrado por el presidente saliente George W. Bush, porque hace más fácil mostrar que la política contra la América Latina progresista no va a variar: el capital de EEUU en crisis necesita recuperar el control perdido sobre el "patio trasero" para poder explotarlo de nuevo como en el pasado. Por eso ni la Agencia Central de Inteligencia, la CIA, ni el Pentágono van a dejar sus planes de quebrar "democráticamente" a Chávez y su modelo político.
Para tener esta certeza, al pesimista sólo le hace falta conocer la Historia contemporánea de América Latina y añadirla la situación económica de la Primera Potencia Mundial en decline. El aliado "natural" de Washington en América del Sur es Colombia. Con la ayuda financiera y militar ha convertido a ese país en su "Fort Apache" en un territorio rodeado por los estados "rojos", que son Bolivia, Ecuador y Venezuela. Es en Colombia y en concreto entre las filas de los "paramilitares" donde la CIA encuentra el personal que necesita para sembrar el terror mediante la "guerra sucia" en la vecina República Bolivariana de Venezuela.
El periodista Dario Azzelini ha descrito en su libro "El negocio de la guerra" (Monte Ávila, 2008) que de hecho los paramilitares ya están actuando en territorio venezolano, creando dos frentes de actuación: uno en el oeste, en los estados de Zulia y Táchira, que tienen frontera con Colombia. El otro frente es el oriental, con centro en Caracas, donde pretenden tomar posiciones en los barrios. Recurriendo a la práctica de la zanahoria y del palo, es decir repartiendo regalos y balazos, los paracos y sus maestros yanquis intentan atacar a la Revolución Bolivariana desde dentro. Aplican el modelo de la "Contra" que la CIA empleó a fondo en Nicaragua, hundiendo el país centroamericano en una guerra civil que duró 10 años, causando 50000 muertos y daños multimillonarios. Al final Washington logró que en 1990 los sandinistas entregasen su poder. Así Nicaragua cayó en manos del neoliberalismo, convirtiéndose en el país más pobre del Caribe. Otro aspecto que Azzelini menciona es el aumento de la "criminalidad" en determinados barrios caraqueños. "En este contexto hay que preguntarse si el aumento de la violencia y de la inseguridad en Caracas en los últimos años es casual o si más bien es una estrategia de desestabilización para que los paramilitares puedan presentarse más fácil como una 'fuerza de orden'", escribe el investigador en un artículo publicado recientemente en Alemania.
Ante este fondo hay que preguntarse qué pasará en adelante si el futuro alcalde mayor de la capital venezolana no estuviera en condiciones, por los motivos que fueran, de echar a los paracos de su distrito municipal. Aunque el modelo "contra" sintoniza perfectamente con las prácticas habituales de Washington, también encuentra sus críticos.
Las voces críticas se las escuchan desde el Viejo Continente. También desde el seno de la Unión Europea se está preparando el final de la Revolución Bolivariana para que el capital europeo pueda adueñarse de las riquezas naturales de Venezuela – antes que el estadounidense. Sobre los respectivos planes de fundaciones europeas, vinculadas a determinados partidos políticos, informa el artículo"24-N: La intervención en Venezuela a la europea". No obstante, el pesimista se acuerda de que en la Transición española (1975-78), cuando hubo que convertir al Estado fascista del dictador Francisco Franco en una "democracia" de corte europeo, las mencionadas instituciones hacían el mismo trabajo, ayudando a sus respectivos socios políticos y basándose en la logística y en los servicios prestados por sus organismos de inteligencia.
El pesimista llega a la conclusión de que estos últimos podrían estar de acuerdo con sus "compañeros" yanquis respecto al objetivo final –terminar con la Revolución Bolivariana– pero no con el método "paraco". Temen seguramente que los paramilitares puedan convertirse en una fuerza incontrolable, tal y como ocurrió con los Talibanes en Afganistán. Además el modelo español de Transición demuestra claramente lo que los europeos quieren: quitarse un régimen de encima, poniendo a nuevos actores formados por ellos que garantizan una buena colaboración. Lo que no quieren es reemplazar al diablo por otro diablo, tal y como lo suelen hacer sus socios yanquis, porque eso causa una serie de problemas más que al final resultan ser contraproducentes. Por eso prefieren operar vía intelectuales, activistas de base, periodistas y políticos de diferente índole, que tienen controlados, para desmembrar al mundo bolivariano desde dentro.
Quien ha estudiado la historia de los servicios secretos de las potencias europeas sabe que no son menos violentos que los estadounidenses, sino que emplean la violencia de forma más selecta. Eso quiere decir que cuando los vaqueros de Langley recurren a una masacre para sembrar el terror y la desconfianza en una sociedad, ellos prefieren el magnicidio de una persona con alto valor simbólico para lograr el mismo efecto.
Eso le hace pensar al pesimista, que estas contradicciones combinadas con el objetivo común y la rivalidad por llevarse la parte más grande de la riqueza venezolana podrían culminar en el siguiente escenario: En una altamente importante ciudad venezolana se da un brote de violencia con muertos y heridos, provocado por la actuación de los paramilitares contra activistas de base del PSUV. Los ataques reciben su correspondiente reacción porque el alcalde, puesto por la oposición, está plenamente de acuerdo con la estrategia estadounidense. En un principio la situación corresponde al guión escrito por los directores yanquis y europeos, pero llega el momento en el que los del Norte se enfadan entre ellos. Y el alcalde hace oídos sordos a lo que le recomiendan los representantes de la UE. Entonces podría ser que los europeos recurriesen a lo que se llama matar dos pájaros de un tiro: por un lado liquidan al emblemático alcalde de la ciudad, con lo cual dan a entender al "socio" yanqui su desacuerdo con la gestión de la campaña en curso y por el otro sabrán cómo cargar el muerto al presidente Chávez y al PSUV. Quizás consiguen incluso que el sucesor del fallecido sea alguien que se incline más hacia los planteamientos europeos.
Con esta muerte violenta el conflicto dentro del conflicto entraría en otra fase porque tanto los vaqueros como los paracos podrían verse "obligados" a saldar esta cuenta. Acaso opten por colocar una bomba en una reunión de intelectuales europeos en Caracas, a los cuales la prensa de la oposición ya les ha tachado de "afrancesados" con anterioridad porque apoyan al proceso bolivariano. El atentado no se dirige contra la reunión como tal, sino sabiendo que entre los congregados hay unos tantos que colaboran con las estructuras secretas de su país de origen, es simplemente una respuesta enviada a los socios europeos que de forma descifrada no quiere decir otra cosa que: "mensaje recibido". He aquí el segundo efecto deseado de la acción: las "víctimas colaterales" podrían ser utilizadas para mostrar -una vez más– que el Gobierno bolivariano es incapaz de velar por la seguridad de sus ciudadanos y ni siquiera sabe proteger a un reducido grupo de extranjeros supuestamente afines al proceso revolucionario.
Estos dos últimos escenarios aún están en el futuro, pero pronto podrían convertirse en presente. El reciente asesinato de tres sindicalistas afines al proceso revolucionario, ocurrido en Aragua, muestra que alguien ha empezado a actuar según el guión que ha descrito nuestro pesimista.
Para desactivar los planes de los dos Imperios hace falta reaccionar con calma y reflexión, decisión y determinación.
Los enemigos de la Revolución Bolivariana han aprendido de sus errores: en 13 de 14 elecciones ha sido vencidos. Ahora intentan recuperar el espacio político que perdieron en las urnas. Copiando el método del presidente, quieren legitimar su política por vía electoral. Pero ellos no son ni bolivarianos ni socialistas, por mucho que lo aparentan: querrán reconstruir la IV República y para ello están dispuesto a pagar cualquier precio, siempre si el dinero y los muertos no tengan que ponerlos ellos, sino el pueblo. La amenaza que representan los paracos se deja cercar política, social y jurídicamente, aunque al final el desenlace será militar. Determinados europeos dejan de ser un peligro incalculable para la Revolución Bolivariana cuando se les ponga en el mismo nivel que sus socios yanquis quitándoles el disfraz que les muestra a los descendientes de los conquistadores como "más buenos" que los matones del Tío Sam.
El grado de la futura confrontación dependerá de los que quieren desatarla y de los métodos que ellos piensan utilizar. Ojalá, la lucha siga siendo política y no militar, pero es mucho pedir ante el hecho de que los capitalistas del Norte se estén quedando sin recursos.
Diez años de Revolución Bolivariana han mostrado que ésta sigue recibiendo su legitimación por vía electoral –aunque la ley favorezca a la oligarquía y por lo tanto al sistema político de la IV República– pero no son las máquinas de votación que la defenderán contra las balas de 9 milímetros parabellum, disparadas por una pistola Glock en manos de un paraco. El pueblo y ante todo las personas que viven en los barrios y que han salido el 11, 12 y 13 de abril para salvar al presidente secuestrado son las que tienen la fuerza y la capacidad para determinar el destino del país a través del emergente Poder Popular.
Ingo Niebel
Historiador y periodista alemán. Autor del libro "Venezuela – not for sale" (Berlín 2006)
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