««   »»
  

El Tao y la revolución.

Qué es el Tao, algo como la revolución, una esencia fuerte y suave. Tan suave como el viento pero a veces tan fuerte como un huracán.El Tao no puede ser definido si es verdadero, pero tiene sus leyes y su espacio propio. Es como el aire, invisible pero poderoso en su acción. La revolución es como el Tao. El verdadero Revolucionario no hace alarde de lo que realiza en beneficio de sus semejantes, “que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda” aconsejan nuestros libros sagrados. El tao es simple, la revolución también. El tao está orientado a despertar al hombre de su cautiverio e ignorancia, la revolución es humanista, está dirigida al hombre, para hacerlo reaccionar de ese letargo de años, para que rompa sus modelos mentales, para que controle su propia vida y no sean los Centros de Poder Mundial y los Imperios los dueños de las riquezas de sus países y las mentes de sus ciudadanos. El Tao y la Revolución son antiimperialistas.

El Tao tiene sus ciclos de acción y reacción, la Naturaleza es ejemplo de ello. La revolución tiene sus ciclos para atacar y su tiempo de replegarse El tao es mutable, debe serlo si quiere ser verdadero. La revolución para ser verdadera tiene que ser una eterna mutación, un profundo cambio. En el Tao y en la revolución no hay contradicción. El verdadero Revolucionario no tiene contradicciones en su mente, puede definir inmediatamente el próximo paso del enemigo y lograr definirlo sin ambigüedades.

En el Tao el primer enemigo a vencer es él mismo, es una lucha diaria contra su vieja personalidad, es una búsqueda de la perfección eterna. En la revolución el enemigo está escondido en nuestra psiquis, es el esquema antiguo, la antigua república, “lo que debe morir, pero no muere”. El verdadero revolucionario debe hacerse un auto examen diario para identificar cuanto del modelo antiguo permanece en él agazapado, esperando el momento oportuno para dar el zarpazo.

El Tao y la revolución no se decretan. El Tao es intuitivo y matemático como la revolución. Ella debe utilizar las ciencias y estar preparada con la más alta tecnología para vencer al enemigo, porque él cada día es más fuerte y recibe apoyo del Imperio. La revolución debe evolucionar en el tratamiento de su cultura; hemos visto con preocupación que en actos de la Revolución, sus líderes para atraer a los jóvenes en lugar de colocar música Venezolana, colocan música extranjera, Regaetton, por ejemplo, con un completo desconocimiento de sus tradiciones y costumbres.

Estas cosas se hacían en la Cuarta República, y no pasaba nada, pero ahora es diferente, ¿es que algunos de sus líderes se han olvidado, que estamos en un gobierno revolucionario?

Hemos visto líderes Medios Revolucionarios que son unos perfectos ignorantes a nivel cultural, esto no es un delito si tomamos en cuenta que son 40 años de desinformación a nivel cultural y político, pero es hora que cambien las cosas y la mentalidad de sus líderes, roguemos que el Tao y la revolución llegue a ellos. Además no podemos conformarnos con parecernos a… debemos construir una educación que llegando a todo el mundo, sea de alto nivel pero con una gran conciencia de su herencia étnica y cultural. No debemos copiar modelos sino crearlos. El venezolano tiene la herencia en sus genes para liderizar, no para copiar. Lo que funciona en cualquier otro país del mundo, no siempre puede ser bueno para nosotros y lo que funciona para nosotros tampoco tiene que ser necesariamente bueno para otros países. Esta frase nos marca definitivamente como pueblo: O inventamos o erramos, lo dijo el Maestro Simón Rodríguez. El no nos mandó a copiar, nos mandó a crear. Y no es cuestión de elitismo, el Tao no es elitista, la revolución tampoco. Es como el río que fluye libremente por su cauce para dar vida a todo lo que está a su alrededor.

El Tao y la revolución deben superar al hombre. La revolución no puede llevar al ciudadano a retrocederlo al grado de ponerlo como un limosnero o recibidor de favores de sus líderes, tal como se hacía en la cuarta República con la excusa de “dignificarlo”, porque entonces ¿donde está la revolución? Sólo el trabajo consciente y con un objetivo edificante, es capaz de hacer del hombre revolucionario un ser digno y que se respete a sí mismo.

En el Tao las luchas se realizan primero en la mente después en el mundo físico. El verdadero revolucionario debe ser un estratega en el combate. Primero debes vencer con tu estrategia en tu mente, luego debes llevarla a tu realidad. El Tao no es teórico, es práctico como la revolución, es la vida que fluye como ese río, es un inmenso samán donde se cobijan las aves del cielo. Sutil pero fuerte, eterno amanecer, jamás un ocaso. Es la sonrisa de nuestros niños, la alegría y esperanza de nuestra gente que tienen sembrado el Tao y la Revolución en su corazón.

Sergio Delgado

Publicado por Pause Editar entrada contiene 0 comentarios.

Publicar un comentario

Wonder News

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

«« Inicio »»