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Las autoridades chinas anunciaron ayer la detención de 45 «terroristas» de Turkestán Este y aseguraron que con el desmentalamiento de los dos grupos a los que pertenecían se ha evitado que lleven a cabo los atentados suicidas y el secuestro de atletas que tenían previsto durante los Juegos Olímpicos de este verano.
Según el portavoz del Ministerio de Seguridad Pública, Wu Heping, uno de los dos grupos «terroristas» desmantelados pertenecía al Movimiento Islámico de Turkestán Este (ETIM). Esta organización fue incluida en la lista de la ONU de grupos terroristas en 2002 y está presuntamente vinculada con Al-Qaida.

Los milicianos uigures han estado operando para establecer un Turkestán Este independiente en la región mayoritariamente musulmana de Xinjiang (noroeste), fronteriza con Pakistán, Afganistán y Asia Central. En Xinjiang residen 8 millones de uigures, una etnica turca mayoritariamente musulmana que comparte lazos lingüísticos y culturales con Asia Central, y que han visto con resentimiento la creciente presencia de han, el grupo mayoritario en China.

El grupo, explicó el portavoz, pidió a sus miembros que realizaran ensayos empleando carne envenenada, gas venenoso y artefactos explosivos accionados por control remoto. Su objetivo era «crear un incidente internacional con el fin de perturbar los Juegos Olímpicos», subrayó.

El primer grupo, dirigido por Aji Muhammat, compró material explosivo y llevó a cabo tres ensayos de explosiones, indicó Wu, que no precisó la nacionalidad del líder. Además, añadió, los sospechosos detenidos confesaron que les habían ordenado que cometieran atentados suicidas.

La Policía detuvo a diez sospechosos y se incautó de 16.000 yuanes (2.300 dólares) en efectivo y una gran cantitad de material de entrenamiento para la Yihad, según Wu, mientras que varios sospechosos más se encuentran en paradero desconocido. A finales del año pasado, el grupo ordenó a sus miembros que entraran en China y tenía previsto estar preparados para abril para llevar a cabo actividades «terroristas» a partir de mayo en Beijing y Shanghai empleando explosivos y veneno, explicó el portavoz. En el segundo caso, las autoridades detuvieron a 35 personas, se incautaron de 9,51 kilos de explosivos, ocho detonadores y material yihadista, indicó Wu, añadiendo que el grupo había planeado secuestrar a periodistas, turistas y atletas extranjeros. Además, este segundo grupo planeaban perpetrar atentados suicidas en la capital de Xinjiang, Urumqi, y en otras ciudades chinas. El grupo, dijo Wu, había estado reclutando en secreto a personas «dispuestas a sacrificar sus vidas por la Yihad».

Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial Uigur, un grupo en el exilio con sede en Alemania que reclama la independencia de la región, aseguró que los uigures nunca han apoyado el terrorismo. «Estas acusaciones se basan en otros motivos ocultos», afirmó y reclamó que «Naciones Unidas establezca un equipo de investigación que entre en Turkestán Este y compruebe si hay algún terrorista».

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