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Ciudades Carpas surgen en los EEUU |
Comunidades de personas sin hogar, viviendo en carpas o tiendas de campaña, están surgiendo a través de los EEUU como consecuencia del incremento del desempleo, embargos y colapso de créditos.
Desde el estado de Washington hasta Georgia, grupos de apoyo a las personas sin techo y algunas agencias, reportan el más visible incremento, en una generación, de campamentos de personas sin hogar.
Cerca del 61% de organizaciones gubernamentales en el sector han observado un incremento en el número de personas sin hogar desde que comenzó la primera caída de la economía en el 2007, dice un reporte. El estudio, hecho por la Coalición Nacional para las personas Sin Hogar (NCH), demuestra que el problema ha empeorado desde la publicación del reporte en Abril, con crecientes embargos, incremento de precios de alimentos y gasolina y un apretado mercado laboral.
Una de las llamadas “ciudades de carpas” se encuentra a un lado de la vía férrea en la ciudad de Reno, habitada por personas que perdieron sus empleos por la débil economía, o recién llegados que se mudaron ahí para trabajar y luego descubrieron que nadie estaba empleando gente. De una docena de personas entrevistadas en la ciudad carpa, seis llegaron a Reno desde California o cualquier otro lugar durante el año pasado, con esperanzas de encontrar empleo en los casinos.
“Pensé que este sería un gran lugar para un empleo,” dijo Max Pérez, un joven de 19 años de edad, de Iowa. El no pudo encontrar empleo y terminó tomando duchas en el refugio para hombres y durmiendo en una carpa de tamaño apenas suficiente para cubrir su cuerpo.
La relativa sifrina ciudad de Santa Bárbara en California, ha dado un estacionamiento para personas que duermen en carros y vans. La ciudad de Fresno, en California, está tratando de manejar varias crecientes ciudades de carpas, incluyendo un campamento donde las personas han hecho refugios con trozos de madera.
En Portland y Seattle, grupos de personas sin hogar se han unido a grupos religiosos o sin fines de lucro para manejar las ciudades de carpas como refugios al aire libre. Otras ciudades en donde las carpas han aparecido o expandido incluyen Chattanooga, Tennessee, San Diego y Columbus.
“Está claro que se ha incrementado la pobreza y los sin techo”, dijo el director ejecutivo de NCH, Michael Stoops. “La economía está en un caos, estamos en una recesión no-oficial y los estadounidenses están preocupados, desde los sin techo hasta la clase media, por su futuro”.
Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Las leyes del estado autorizan los partidos a disponer de oficiales encargados de denunciar cualquier inscripción en las listas de electores y de exigir la eliminación de votantes bajo el pretexto cínico de que dejaron de residir en el condado, aunque sea desde sólo unos días por estar expulsados de su residencia contra su voluntad por sus acreedores.
Michigan es uno de los estados llamados “swing states”, los únicos cuya votación no es totalmente predecible y cuyo peso en términos de Grandes Electores puede afectar el resultado final. Y Macomb es igualmente un condado “swing” de este estado.
En el medio de la peor crisis inmobiliaria vivida por los estadounidenses, cuando millones de personas están expulsadas de sus casas o amenazadas de terminar en la calle, la estrategia de los politiqueros de Michigan es particularmente cruel. Como si no fuera suficiente de perderlo todo con la crisis económica, trabajadores enfrentados al desempleo y aplastados bajo el peso de sus deudas se ven pisados por un sistema que no hace regalos a nadie.
El caso de Macomb no está único. La técnica desarrollada por Carabelli se extiende ferozmente a otras regiones, en estas últimas semanas de enfrentamiento de los demócratas y los republicanos, virtualmente empatados en los sondeos.
En Ohio, Doug Preisse, un miembro del consejo electoral del condado de Franklin, confesó al Columbus Dispatch que su organismo está estudiando la posibilidad de aplicar en su territorio el método Carabelli.
El Michigan Messenger señala que intentar la eliminación sistemáticas de los electores inscritos en direcciones donde dejaron de residir por su deuda hipotecaria, pudiera perturbar seriamente varios puntos de votación, tales como el condado de Wayne, en Detroit, donde 1.834 dueños de casas fueron sacados de su vivienda… ¡en el solo mes de julio!
En el estado de Michigan, para el mismo periodo, más de 62.000 familias tuvieron que abandonar su lugar de residencia.
En un estado “swing” el número de votantes representado por tantas quiebras hipotecarias representa la diferencia entre la victoria o la derrota para los estrategas de los dos partidos que se disputan la Casa Blanca.
Mientras tanto la técnica du “vote caging” que permite sacar un elector del registro por la única razón que no recepcionó un aviso enviado por correo, sigue sembrando la controversia.
La Secretaria de Estado de Ohio, Jennifer Brunner, tuvo que admitir que esta estrategia ha tenido efectos fuera de proporción en las comunidades pobres o de minorías étnicas.
Las irregularidades electorales son innumerables en el país que Hollywood convierte en modelo de democracia. De acuerdo a las quejas expresadas al terminarse el escrutinio del 2004, florecieron entonces la supresión deliberada del voto en zonas disputadas, los votos cambiados por urnas electrónicas “ebrias”, la anulación arbitraria de sufragios, el cómputo manipulado de los resultados, el voto fraudulento por correo e incluso el robo de papeletas.
Todo indica que las elecciones del 2008 no tendrán nada que envidiar, en términos de fraude, a las anteriores.
La Coalición para las Personas sin Hogar de Seattle y el Condado de King afirma en su sitio web que, para enero de 2008, unas 8.439 personas estaban sin hogar en Seattle y sus alrededores. 5.808 habían encontrado espacio en albergues pero otras 2.631 personas estaban desguarnecidas en las calles, un incremento de 15% sobre 2007. Treinta y cuatro de estas personas habían fallecido este año.
Arrestados por no tener casa
El pasado 26 de septiembre, 22 personas fueron arrestadas por la policía local luego de que 100 de ellas invadieran tierras pertenecientes al Estado. Una de ellas portaba un cartel que decía: "Ante la ausencia de refugios adecuados, todo ser vivo tiene el derecho básico de construir su propio refugio temporal".
Otras personas cargaban carteles con las consignas "Queremos trabajo, no cárcel", "Detengan la guerra contra los pobres" y "denle un plan de rescate a los sin techo, no a los bancos".
Según el sitio web de un canal de televisión local, el pasado 1 de octubre la comunidad se asentó en el Discovery Park de Seattle, en tierras que son propiedad de la alcaldía y que ésta había alquilado a la Fundación de Indios Unidos de Todas las Tribus, con el fin de crear allí un centro cultural. Los indígenas no tuvieron problema en albergar a estas personas en dichas tierras, pero la alcaldía no opinó lo mismo: les dio 72 horas a las personas sin hogar para abandonar el sitio. Esto ocasionó tumultos , advertencias y arrestos.
El bloguero Eugene E. Cho visitó el campamento, y cuenta en su página personal: "Le preguntaron a una familia que perdió su hogar recientemente si ellos realmente quieren estar allí. El esposo, George, respondió:"
Por supuesto que no quiero estar aquí. ¿Viviría usted en una carpa? ¿Pondría usted a su familia a vivir en una? Yo odio esto, no puedo comprar a mi esposa las cosas que merece. Pero no hay otra opción. Irnos a refugios implica que yo tengo que irme a un albergue y mi esposa tiene que irse a otro que queda a kilómetros de distancia. Tendría que dejar a mi esposa en las calles si yo quisiera tener una cama. No puedo cuidarla, no puedo protegerla. Aquí en Nickelsville es la primera vez en meses que puedo dormir junto a mi esposa. Es la primera vez que puedo estar con mi esposa en meses.
Eugene relata que fueron construidas en Nickelsville 15 casas temporales y se levantaron 150 carpas, pero la ciudad demolió todas las casas y 80 carpas. "Muchas personas vinieron a mí y dijeron: Yo nunca he tenido una casa antes; esta es mi primera casa. La construí con mis propias manos. ¿Por qué ellos tienen que venir y destruir mi casa?"
Las casas y carpas fueron destruidas a pesar de que no habían suficientes albergues para todas las personas que estaban sin hogar. Según el alcalde Greg Nickels, Nickelsville es "innecesaria" y garantizó que toda persona que quisiera estar en un albergue conseguiría espacios en el mismo, pero según el reverendo Rick Reynolds, de la Operación Vigialente Nocturno -que envía a personas sin hogar a refugios de Seattle- "no hay aún suficientes camas en Seattle para toda la cantidad de personas que buscan refugio".
Los medios alternativos y los blogs son los principales voceros de la historia, que también ha penetrado algunos medios de comunicación locales. Pero no verá nada de esto en Fox News, CNN o los medios de mayor penetración nacional.
Según el periódico Seattle Times, los habitantes de Nickelsville tenían hasta este domingo en la noche para abandonar las tierras que son propiedad de la alcaldía y que ésta alquila a la Fundación de Todas las Tribus, aún cuando los indios apoyan a los sin techo y desean que se queden allí. Para este lunes, los sin techo muy probablemente habrán sido desalojados o arrestados.
Las primeras consecuencias sociales de la crisis se reflejan en imágenes inauditas como las “ciudades-carpa” que crecieron a la vera de grandes ciudades como Los Angeles y San Francisco. Esta es una de las postales más sombrías: miles de personas viven en sus autos o carpas con sus familias. Muchos de los habitantes de estas precarias “ciudades” son familias trabajadoras (una gran parte negra y latina, los sectores más afectados por las hipotecas “basura”). Muchos abandonaron sus hogares, huyendo de los desalojos y las deudas. El combustible para calentar las casas ya aumentó un 30% desde 2007 y unos meses antes del invierno en EE.UU. el gobierno amenaza con recortar la ayuda en concepto de calefacción para los hogares de bajos ingresos, como parte de recortes a los planes sociales (en gran parte desfinanciados por los recortes de impuestos a los ricos).
Ya en abril el gobierno había anunciado que 28 millones de personas necesitarían vales de comida para poder llevar comida a sus mesas: el aumento más significativo desde la década de 1960.
Lo más grave es que el estallido de la burbuja inmobiliaria iniciada en 2007 profundiza las malas condiciones de vida de una parte importante de los sectores obreros y populares (se calcula que sólo el 25% tiene un salario que cubre sus necesidades incluyendo seguro de salud). Antes de que estalle la crisis, en el país más rico del mundo: 51.7 millones ya vivían en la pobreza, 35 millones pasaron hambre durante 2006 y 50 millones no tienen seguro médico (y no existe salud pública ni obras sociales sindicales).
Sólo en agosto más de 300.000 hogares recibieron la notificación de ejecución: 1 de cada 416 propiedades en EE.UU. (CNBC, 12/9). Aunque en mayo se votó un paquete de ayuda a los pequeños deudores, éste apenas alcanzó para refinanciar las deudas de un sector, pero siguen en pie millones de ejecuciones hipotecarias.
Con este telón de fondo se ha orquestado el rescate más grande de la historia: miles de millones de dólares para salvar a las empresas que se han enriquecido durante las últimas décadas. A pesar del fracaso del primer intento de votación en el Congreso, tanto el candidato demócrata Barack Obama como el republicano John McCain, así como los líderes de las dos bancadas han mostrado su voluntad de apoyar a las grandes empresas y al gobierno de Bush, el más impopular en la historia del país (ver artículo central). Al margen de los discursos hipócritas de campaña, el partido demócrata ha demostrado una vez más que no es ninguna alternativa para los millones que esperan “el cambio” que tanto pregona Obama.
Se oyen voces de protesta
El descontento con la situación económica creció con el rechazo al plan de rescate de Paulson y compañía. Todos saben quién pagará la cuenta. Bush fue claro: “estas medidas requerirán que usemos un monto significativo de los dólares de los contribuyentes”, refiriéndose a los 700.000 millones de dólares que están tratando de pasar en el Congreso. Según las encuestas, más del 70% rechaza la medida porque ven que serán ellos los que pierdan su trabajo, los deudores, los trabajadores y los sectores medios empobrecidos quienes pagarán la crisis.
Aunque hasta ahora las principales trabas han venido de parte de la oposición interna en el Congreso, el rechazo se ha hecho sentir, aunque hasta el momento de forma pasiva. Se han realizado protestas, movilizaciones frente a bancos y oficinas públicas en contra del “Bailout” (rescate) y en el corazón mismo de Wall Street. Las principales consignas apuntan contra el gobierno republicano y el salvataje de empresas con el dinero de los impuestos.
Como en la carrera electoral, a pesar de las hipocresías que se dicen por televisión, ninguno de los partidos es una alternativa. Con más o menos diferencias, demócratas y republicanos, han demostrado su lealtad con Wall Street y las grandes empresas, no con los trabajadores y el pueblo.
La única forma de paliar esta crisis es hacérsela pagar a quienes la provocaron: hay que suspender todas las ejecuciones hipotecarias, repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles para luchar contra la desocupación, poner en funcionamiento un plan de obras públicas bajo control de los trabajadores, para recomponer la infraestructura del país y que cree millones de puestos de trabajo financiados con los impuestos a las grandes fortunas.
¡Ni un dólar para los bancos!
Estas y todas las medidas necesarias para enfrentar la crisis sólo podrán ser impuestas con la movilización de trabajadoras y trabajadores y los sectores empobrecidos, independiente de los partidos demócratas y republicanos.
Panorama Internacional
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