««   »»
  

Compartir los costes de la guerra

La cumbre de Bucarest debe constituir «una piedra angular en la transformación de la OTAN», acaba de declarar el Secretario General de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer. En este sentido, la Organización del Tratado del Atlántico Norte debe tener «mayores capacidades operativas y nuevas relaciones políticas» con el fin de convertirse en «una proveedora de seguridad claramente más eficaz en un mundo cada vez más globalizado y peligroso».

No se podría definir mejor el papel de esta especie de «brigada contra el crimen» planetaria que se quiere dar actualmente a la OTAN, una función que estaría justificada por una presunta nueva peligrosidad del mundo. Por otra parte, Jaap Scheffer destaca que la participación en la Cumbre de veinticuatro dirigentes, jefes de Estados miembros y socios, «demuestra claramente y mejor que todo el cambio de rol de la OTAN como instrumento político-militar flexible al servicio, no sólo de sus miembros, sino también, más ampliamente, de la comunidad internacional». Es lo mismo que dijo Nicolas Sarkozy en Londres cuando se refirió al «carácter central de la OTAN».

El contenido concreto -la hoja de ruta, se podría decir- de esta doctrina de la hegemonía occidental, se desarrolló en un documento titulado «Hacia una gran estrategia para un mundo inestable» publicado a finales del año pasado por cinco altos oficiales ex jefes de Estado Mayor y algunos ex comandantes de la OTAN: el general alemán Klaus Naumann, el estadounidense John Shalikashvili, el Lord británico Inge, el almirante francés Jacques Lanxade y el general neerlandés Henk van den Breemen.

Diluyendo su retórica en una salsa de buenas intenciones –la lucha por la libertad, los derechos humanos, el desarrollo sostenible y también el «librecambismo»- estos señores afirman, además, que frente a un mundo de «amenazas asimétricas» y de «incertidumbre» (nuevo concepto que sustituye al de inseguridad), es necesario poner en marcha «un enfoque estratégico combinado e integral que incluya capacidades militares y no militares». Y, en consecuencia, «la OTAN es la estructura más apropiada para constituir el centro de una futura arquitectura de seguridad, con tal de que se transforme completamente para responder a los retos actuales».

A medio plazo, se trata de desarrollar «un nuevo concepto estratégico para la OTAN» saltando por encima de la «rivalidad» entre el polo de defensa europeo y la Alianza y ampliándola con un número mayor entre miembros y socios (de Europa del Este, asiáticos y africanos especialmente). A largo plazo los autores preconizan el abandono del «concepto de la cooperación EEUU-Europa» en favor de una «alianza de las democracias que va desde Finlandia a Alaska». Para aplicar este proceso sería necesario instaurar un «comité de dirección» compuesto por la OTAN como tal, Estados Unidos y Europa. Una idea que ya fue mencionada por Nicolas Sarkozy, que coronaba el emporio con un «G7, 8 ó 13» gobernando el mundo.

Publicado por Pause Editar entrada contiene 2 comentarios.
Etiquetas: , , , , .
  Anónimo

lunes, 07 abril, 2008  

  Anónimo

lunes, 07 abril, 2008  

Publicar un comentario

Wonder News

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

«« Inicio »»